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Comercio Racional y permuta entre su vecindario. Lo cierto es, M. I. S., que no se encuentra exemplar como el acaecido: el que propuso sorprender y abatir al enemigo, no sólo no lo ha conseguido sino que á su propia casa, con auxilios suficientes, lo ha abandonado, retirándose vergonzosamente.

Las tres Copias cartas que igualmente acompaño á V. S. M. I., escritas á D." Tomás Corral, á D." Josef Cleto Chavarría y D." Juan Fran.co de Bonilla, enterarán á V. S. M. Y. de mis providencias dadas en el asunto de que tratan, esperando que V. S. M. I. sea muy servido prevenirme lo que debo executar, manteniéndome en el ínterin á la defensiva, por no poder hacer otra cosa, en el supuesto de haberme desapropiado de todo lo mejor que tenía para favorecer la empresa de D." Tomás Corral, conceptuándolo todo como perdido.

Han llegado á ésta ocho Indios que apresó Don Tomás Corral, criados de las mulatas del Tortuguero, y espero en el día á éstas, sus criadas y otros individuos suyos que igualmente arrestó, siendo en todos quince; pero no habiéndolo executado con Tomás, principal de estas familias, me temo consecuencias fatales por la percepción y créditos en que corre entre los Yngleses y Moscos dicho Tomás, y que agraviado de la sorpresa que se ha hecho con sus propias familias conspire é influya á la venganza.

Mis advertencias sobre este asunto á Corral son muy distintas á su proceder: le mandé conservase buena armonía con estas gentes ínterin nos aprovechávamos de sus avisos, y que siempre nos quedaba tiempo para desapropiarlos si conviniese, según ofrezca la suerte; pero todo se ha hecho al contrario y en el día no sólo carecemos de noticias positivas del estado y fuerzas del enemigo, sino que el Valle de Matina se verá sorprendido con frecuencia por los enemigos en despique de la acción poco reflexionada.

Yo quedo impaciente con semejantes acaecimientos y pronto á salir al encuentro á los enemigos si intentasen invadir esta Provincia, en la que se ha introducido un terror tan grande que me temo no encontrar quien me siga.

Puntualizaré á V. S. M. I. cuanto ocurra para su gobierno, de quien espero que hecho cargo de mis justas razones determinará lo que fuere de su superior agrado.

Carta de D. Tomás López del Corral al presidente de Guatemala D. Matías de Gálvez.-Año de 1780 (1)

Muy Ilustre Señor Señor-Estando en la Costa escribí á V. S. I. participándole me hallaba en la Costa caminando al Tortuguero. Y habiendo hecho el viaje en once días logré cojer cuatro Yngleses, cuatro Negros esclavos y un Mosquito, los que apresé en el río de Yndios de los Arramas, en donde estaban pescando como de Centinelas de los Yngleses; y las familias que allí había se las han llevado para la boca del Río de San Juan.

El Mulato Thomás del Tortuguero y los que allí habitan se han ido á la boca de dicho Río á vivir con los Yngleses, por lo que, no habiendo logrado cogerlos, arrasé y asolé todo cuanto allí había.

El día veinte y seis de Mayo despaché un prisionero que como de espía había venido á la vigía de Matina, remitido por los de la Costa del Tortuguero é Yngleses, el cual recibió el Señor Gobernador, y al cabo de días de haberse paseado en la Ciudad lo deja venir para que se introduzca otra vez en su tierra y que solicite el que la amistad prosiga con los de la Costa, como antes estaba y se verifica por la adjunta esquela que me remite el Theniente de este Valle, la que le incluyo á V. S. I.; y conociendo el que éste había de hacer alguna traición no quise dejarlo seguir el viage sino asegurarlo en la Costa y traerlo, como lo traigo, amarrado para volverlo á entregar á dicho Señor Gobernador.

Con la Gente que llegué he llegado hasta en donde en el término de dos días se puede ir á la boca del río de San Juan, y he regresádome sin pérdida de un hombre y mañana salgo con la tropa que hay á entregarla en Bonilla al Señor Theniente Coronel Don Juan Bovadilla y yo seguir para Cartago como V. S. I. me dice.

(1) Archivo General de Indias.- Estante 100, cajón 4, legajo 8.

El Señor Gobernador determina avasallarme en el todo, como se verifica por las dos adjuntas que á V. S. M. I. le incluyo, sin las demás que quedan en mi poder, por lo que conociendo el que se me desea atropellar por este Caballero suplico á V. S. M. I. le mande el que conmigo no tenga que intervenir en nada y que las cuentas que debo dar se me reciban por otro que V. S. I. mande me las tome, y no sea dicho Señor Gobernador, por que lo que desea es arruinarme en un todo.

Estos cuatro prisioneros que he cojido me han hecho saber cómo el General Ynglés que se halla en el Castillo de San Juan está determinado pasar á Granada personalmente, dejando la poca gente que consigo lleve en un Hato, y él solo ir á hablar con V. S. M. I. á solicitar se le entregue el dinero que haiga en las Cajas Reales de Granada, y que se acabará todo entregando otra vez el Castillo.

Ocho Armas de fuego logré coger de éstos que he apre sado, las que entregaré de cuenta de S. M.

Este correo lo despacho pagado de mi bolsa sólo al fin de participarle á V. S. M. Ilustre todo lo que le tengo dicho y para que me conceda lo que le suplico y le corte el jiro que contra mí lleva este Caballero Gobernador; y espero el que V. S. Muy Ilustre lo determinará en breve para libertarme de una tropelía. Nuestro Señor guarde la menesterosa vida de V. S. I. felices años como he menester. Matina y Julio seis de mil setecientos ochenta. Beso las manos de V. S. Muy Ilustre su más rendido súbdito-Thomás Corral Muy Ilustre Señor Presidente Don Matías de Gálvez.

Información hecha con motivo de una expedición

proyectada contra los ingleses situados en la boca y el castillo del Río de San Juan de Nicaragua.Año de 1780 (1).

Señor Gobernador Don Juan Fern.2 de Bobadilla-Muy Señor mío: Con fecha veinte y dos del pasado me escribe el M. I. S. Presidente de este Reino y me dice noticie á V. S. del estado del enemigo inglés que se halla en la boca del río de San Juan y las proporciones que se presenten para cortarlos y que V. S. disponga lo que le parezca, pues lo deja al arbitrio de V. S.; y á ello hago presente á V. S. que habiendo salido á la costa con la gente que llevé, encontré en la boca del río de la Reventazón cinco prisioneros de ingleses y éstos me han hecho presente que en la boca del río de San Juan se están muriendo muchos enemigos, pues hay peste entre ellos, y el día que menos mueren son siete y los demás muy malos de los pies por estar comiéndoseles, y con mucha necesidad, de manera que están á media ración, y lo mismo se hallan en el Castillo; que en un paraje que se nombra la Vigía con mucha facilidad se cogerán á todos cuantos suban y bajen al Castillo, impidiéndoles la entrada en dicho paraje de los víveres y gente que puedan ir al castillo, cuya entrada á la dicha Vigía es fácil por el río Colorado, sin ser vistos de los ingleses que se hallan en la boca del río de San Juan ni los del Castillo, como también se acortará mucho camino yendo por el río de la Reventazón abajo, sin ser preciso entrar á Matina, con lo que se puede lograr no se enferme mucho la gente que fuere, y menos costo y camino para conducir los víveres, por la Reventazón, embarcados. También los prisioneros aseguran que los enemigos andan sumamente descuidados, de manera que cuando van y vienen

(1) Archivos Nacionales de Costa Rica.-Sección Histórica.

del Castillo llevan los fusiles tan mal acondicionados que están mojados, burlando á los españoles que por cobardes no los cogen á todos ellos, por las pocas prevenciones que tienen y la poca formalidad con que caminan. Todo lo cual me han asegurado dichos prisioneros, los que habiéndose visto libres, como lo están, desean ir á hacer avance con la tropa si vuelve, y me lo tienen ofrecido. Por lo que hago á V. S. remisión de ellos para que como halle por conveniente los examine tomándoles sus declaraciones, y siendo del agrado de V. S. me franquee los auxilios que necesito para mi salida con la tropa y para que se pague la que se

está debiendo de cuenta de S. M. en esta Provincia. Me hallo con cuatro mil pesos en ropa y dos mil en plata prontos, para que en el supuesto de que no hay dineros con que se hagan los pagos á los soldados que conmigo fueron se distribuyan dichos pesos, con más algunas piezas de esclavos que tengo, y con esto lograré ejecutar lo que V. S. halle por más conveniente, suplicándole me avise para mi determinación en mis asuntos, la deliberación sobre el particular, pues a mí me parece ventajoso lo expuesto por las muchas entradas que hay para dañar al enemigo y ellos no poderlo hacer con los que fueren. Dios nuestro Señor guarde la importante vida de V. S. por muchos años. Cartago y Agosto diez de mil setecientos ochenta. B. L. M. de V. S. su más afecto y seguro Servidor Thomás Corral.

En la Ciudad de Cartago, en doce días del mes de Agosto de mil setecientos ochenta años, S. S. el Teniente Coronel en los Reales Ejércitos Don Juan Fernández de Bobadilla, Gobernador interino por superior orden de esta Provincia, en atención al tenor de la carta de oficio, despachada por Don Tomás López del Corral, haciendo presente las proporciones que se presentan para cortarle al enemigo inglés la comunicación que tiene al Castillo de San Juan por el río de este nombre, cuyas noticias le han comunicado los prisioneros que cita en dicha carta, y hallándose S. S. con especial encargo del M. I. S. P. G. y Capitán General de este Reino para que resuelva lo conveniente en esta expedición, dijo que para resolver y mejor determinar comparezcan dichos prisioneros y se les tome declaración

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