Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[graphic][merged small]

abriendo una senda de benéfica influencia para el bienestar de las clases desvalidas.

NATANAEL YAÑEZ SILVA

Es el artista del cuento intenso i vibrante, que forja un poema de idealidad infinita en cada narracion que talla su pluma.

Cultiva el mas difícil de los jéneros de la literatura moderna, encuadrando en el marco breve de una leyenda, trájica o sencilla, un pensamiento atrevido o una idea orijinal i cautivante.

Sus cuentos son de una factura audaz i penetrante, como si pintase en un lienzo con pincel intrépido creaciones que llevan ocultas en su alma.

No ve el paisaje para copiarlo sino para sentirlo i hacerlo impresionable a la vista del lector, i los tipos i las escenas que retrata i describe, son sus propias idealidades que ama i que sueña con inspiracion de poeta.

Las realidades de la vida le enseñan a pensar, pero la naturaleza le hace ver las cosas i las personas con ojos de poeta mas que de observador.

El se ha labrado i se ha dirijido por sí solo, a traves de largas meditaciones, escrutando su propio ser en la soledad i en el estudio.

Se ha disciplinado en la escuela de la labor personal, sin maestros, sin tradiciones literarias, formándose su estilo i su mentalidad en el propio esfuerzo, pescando perlas en el fondo del mar de su espíritu.

Se trazó un plan de trabajo, que le impuso intensa i abrumadora tarea en noches interminables, se cultivó a si mismo su sensibilidad esquisita, cual flor delicada nacida solitaria en la selva, oprimiendo su corazon desolado, sufriendo el suplicio de su inspiracion impetuosa que pugnaba por abrir las alas i volar por los espacios del pensamiento i del arte.

Así se ha hecho escritor, cuentista, como el pintor, el músico i el poeta, obedeciendo innata tendencia, pero sofrenando sus sentimientos.

Esta manera de concebir el arte i la educacion de la sensibilidad, habla, de modo elocuente, de su enerjia moral i del vigor de pensamiento de los intelectuales chilenos, que no es comun en nuestra América Latina. De ahí là orijinalidad i la belleza de los cuentos de

Natanael Yáñez Silva, que es el cuentista por excelencia de nuestra literatura contemporánea.

No se parece a ningun cuentista, ni en sus imájenes ni en sus modalidades, conservando sus impresiones en cada una de sus pájinas, sean estas de simple narracion o descripcion o de la mas intensa psicolojia de los sentimientos i la vida.

Sus cuentos son profusos, se encuentran en todas las revistas, siendo los mas cuidadosos de su estilo los que ha dado a El Mercurio i a la revista Zig-Zag.

Vidas Silenciosas, Sor Magdalena, Los Fracasados, Serpentina, Olas de Estio, son cuentos suyos que llevan el timbre en relieve de su manera de ser como escritor i prosista.

Su novela La Vida, es el resúmen de su idealizacion de los sentimientos i su boceto escénico Los Viejos Violines, el tipo característico de su impresionabilidad de artista del pensamiento.

Crítico de bellas artes, ha escrito numerosos estudios de los pintores i de la pintura de Chile moderna, reflejando en ellos sus impresiones mas en armonia con sus inclinaciones de pensador i de artista refinado.

Copiamos uno de sus cuentos mas bellos i emocionantes, en el que pinta la naturaleza, del mar i del hombre, con los mas espléndidos rasgos de realismo i de poesia, de idealidad i espresion delicada del amor i de la verdad de la vida.

Olas de estio

—Oye, Juan, que te duermes

—I tú, tambien ¿por qué estas tan callado?—preguntó éste a Polo.

Juan, de cara al cielo, sobre la arena de la playa parecia pensar. Se enderezó, limpiando con desden sus pantalones de la arena gruesa adherida, i con la cabeza afirmada en la mano, quedó de costado mirando al mar.

Polo permanecia tambien silencioso, examinando de reojo a su compañero, mientras se escurrian por entre sus dedos los puñados de arena que oreaba la brisa.

-¿Has estado en casa de misiá Marta?-preguntó Juan.

—Hoi, nó; pero ayer estuve allá, i me dijo la señorita que queria salir en la chalupa.

Juan pareció estremecerse, i hundió con fuerza su codo en la arena.

Quince i catorce años tendrian de edad los muchachos. Ambos hijos de dos criados de la casa de Marta. Desde la infancia habian pasado juntos, reunidos en los mismos juegos, en las correrias por la costa cuando a pié desnudo vagaban por sobre las arenas caldeadas por el sol, durante todo un dia, mojados por las olas, a veces tendidos sobre las peñas cercanas, jugando inconscientes con las algas, vueltos de cara al cielo i acaso hundidos en un mismo ensueño indefinido i vago, como son los primeros ideales de la infancia. Despues de aquellas horas de silencio junto al mar, cuando entre la mancha lila que se estendia en el cielo veian aparecer la primera estrella, se repetian, descendiendo de su refujio de piedra:

—¿No es cierto que es bueno pasar así?.....

Regresaban a la casa, al chalet donde servian sus padres, pendiente en una ladera de los cerros de Viña del Mar i cobijado como un nido por enredaderas de suspiros i clemárides. Ahí continuaban la vida juntos, siempre queriéndose, arrullados por una misma brisa, teniendo como para ellos solos aquella blanca vivienda con balcones que miraban al mar, con inmensas piezas que permanecian cerradas todo el invierno, poblándose en el verano. Ya conocian ellos esta época en los trajines de sus padres, en las escobas que barrian los pasadizos, las ventanas que se abrian para dejar que el aire marino de Diciembre ajitara las cortinas i cenefas,

« AnteriorContinuar »