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escasa corriente, i cuyas riberas estan formadas, no por colinas suaves i terrenos planos que fertilice con sus aguas, sino por cerros abruptos, cordilleras inaccesibles o bien por islas o islotes de todos tamaños i de las formas mas variadas i caprichosas que puede concebir la imajinacion. Unas veces la vejetacion es arborescente, robusta i tan estrechamente unida i enlazada que forma bosques impenetrables, arranca de la misma orilla de las aguas i trepa vigorosa hasta la cumbre de los cerros; otras es raquítica, herbácea, pobre, desolada, que apénas se alza a trechos, algunos palmos sobre el suelo, como avergonzada de su raquitismo i miseria.

Haicerros bajos, redondos, achatados, desprovistos de toda vejetacion i de un aspecto tal de soledad abandono de todo sér viviente que apena el alma contemplarlos i que harian una perfecta imájen de la desolacion; hai muchos de formas colosales. aspecto salvaje, que se elevan perpendiculares a la orilla del mar, a trechos áridos i desnudos i a trecho tambien vestidos con vejetacion que, participando del salvajismo del terreno, se alza intrépida i, arraigándose con maravillosa habilidad, no se detiene hasta que no sobrepasa la cúspide del coloso; i no faltan otros mas jigantescos i atrevidos que exhiben nieves seculares sobre sus cimas i que, a guisa de armoniosa música que interrumpe el misterioso silencio que allí reina en los dias de calma, desprenden por sus flancos centenares de bulliciosas cascadas que, a la distancia, semejan cintas de bruñida plata engastada en el granito.

Hai tambien islas i montañas bellísimas, de contornos suaves i regulares que parecen obra de artificio para un parque o jardin, i que ofrecen gran

ANTOLOJIA CHILENA

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variedad de plantas i árboles que hacen la ilusion mas perfecta.

Sus costas son fácilmente abordables i a cortos espacios presentan playas i pequeñas ensenadas que se abren entre el follaje de los árboles de la ribera. i que convidan al viajero a descansar de las fatigas de una navegacion prolongada.

CLEMENTE BARAHONA VEGA

Periodista de raza, ha servido al pais i a las letras en la prensa, en el libro, en la tribuna popular, en el profesorado i en las funciones públicas.

Hijo de sí mismo, de sus propias obras, ha hecho su carrera literaria con una constancia ejemplar, perseverando a traves de las mayores dificultades.

Estudiando i leyendo se ha formado catedrático i escritor i ha labrado temperamentos de niños en los colejios con su enseñanza i hermosos libros con su pluma de literato.

Ha sido un brillante luchador, un cruzado del periodismo, siempre anheloso de luz para su patria i de gloria para su nombre.

En la vida de evolucion constante que a la sociedad moderna ajita, los caractéres afanosos como Barahona Vega se ponen siempre de relieve por sus enerjías morales i sus producciones intelectuales.

Dotado de espíritu emprendedor, no se ha arredrado ante los obstáculos i encontrado fuerzas en sus propios desalientos, ha seguido en pos del ideal de su pensamiento de poeta i de propagandista.

Sus libros son numerosos, pues ha trabajado todos los mejores años de su juventud en prepararlos i escribirlos, ya de poesía o de amena prosa, siendo inspirados en temas de justicia, de arte, o de fraternidad literaria continental.

Ha sido un ferviente amigo del Brasil i de su literatura, habiendo publicado varias obras de escritores fluminenses traducidas a nuestro idioma.

Los intelectuales brasileros le han tributado honrosos testimonios de simpatía nombrándolo miembro de varias corporaciones literarias i científicas.

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De sus copiosas obras podemos citar, entre otras, las siguientes: Botones de Rosas; Aguinaldo; Leyendas del Hogar, Manuel Rodriguez; El Dr. Federico Puga Borne, Leonardo Eliz, Doctor Adolfo Murillo, El Brasil Histórico i Jeográfico, Cantos del Sabiá, Hilachas de Frases, etc.

La Escuela Decadente en América i en Chile

Atinados críticos de la Península observan, con esguince, las exajeraciones de la actual moda literaria, que arrastra seducidos a los poetas sud-americanos, tras el carro de oro i flordelisado de los excelsos padrinos del decadentismo. El atractivo que sobre la juventud ejercen los libros impregnados de espiritualidad de «ese Paris casi bizantino, raro, sutil, místico i voluntarioso», ha formado escuela, i sus adeptos mas férvidos i canijos quieren, a toda costa, cegar las fuentes puras i plácidas de la naturalidad del lenguaje.

Una razon poderosa prima, en concepto de don Miguel Unamuno, para que la literatura francesa ejerza grande influjo sobre estos pueblos que empiezan a hacerse tradicion de cultura: «que la literatura francesa es la que ménos esfuerzo de comprension exije, la mas clara i diáfana, la mas briHlante, la que nos da en papilla el pensamiento universal, aunque sea debilitándolo».

Cuando Baudelaire i la ilustre falanje de Verlaíne, Mallarmé, Rimbaud, Moréas, Baju, Raynaud se concitaron contra los viejos cánones, concibiendo el impresionismo en literatura, como fórmula única en el porvenir, no pudieron nunca imajinarse que el picante capítulo anecdótico literario que ellos escribian, era el inicio de una época en que los soñadores de singularidad, en sus descarríos, traspasa

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