La gloria, cual vision risueña i pura, Haciéndola finjir una esperanza; Mas tenaz la penosa desconfianza. ¿I a qué buscar la gloria en su carrera, Si errante i pasajera Iba peregrinando por la vida; Si no tenia otra alma que, en sus penas Con ella fuese en la existencia unida? En un dia, por fin, esa alma errante, Con otra alma encontró bella en estremo; Por voluntad del Hacedor Supremo. Esas dos almas, a la dicha ajenas, Sus tristes impresiones se dijeron: I sus mútuos pesares confundieron. El alma, ántes perdida por el mundo, Halló fé i esperanzas i consuelo; I dió al olvido con su amor el cielo. Acaso esas dos almas enlazadas, Fieles i enamoradas Que viven con la union del sentimiento, Con un mútuo i eterno juramento. Indiferente al goce de la vida, Era mi alma infeliz, sin conocerte; Que esa ha debido ser ántes su suerte. Hoi es para mi vida tu alma bella La palma en la estendida soledad. El ala suelta que la daba alientos, Sin poder otra vez cruzar los vientos. Mas hoi, gracias a tí, con noble intento I arde del bien en la celeste llama: I a la luz de tu amor espera i ama! DON PEDRO MONTT El majistrado que rije los destinos de la República, es un estadista que ha consagrado su vida entera al servicio del pais i sus instituciones. Primeramente en el foro i despues en el parlamento, ese foro de la ciencia política i del derecho público moderno, ha contribuido eficazmente, con sus estensos conocimientos administrativos, a la implantacion de reformas fundamentales en nuestro réjimen constitucional. Formado su carácter en un hogar histórico, en el cual la firmeza de la integridad ha sido lejendaria, ha aportado a la vida de los negocios públicos una educacion política basada en la mas escrupulosa correccion tradicional. Diputado, Senador, Ministro de Estado i Presidente de la República, ha seguido este invariable rumbo de la vida política que se ha trazado. Nacido en Santiago en 1846, fueron sus padres el estadista i majistrado don Manuel Montt i la señora Rosario Montt. Se educó en el Instituto Nacional i cursó leyes en la Universidad, titulándose abogado el 3 de Enero de 1870. En 1884 inició su vida pública siendo electo Diputado al Congreso por el departamento de Petorca. En 1885 fué elejido presidente de la Cámara de Diputados. En 1886 se le nombró Ministro de Justicia e Instruccion Pública i en 1887, Ministro de Industria i Obras Públicas. En 1890 tomó una participacion activa i vigorosa en la oposicion parlamentaria a la administracion Balmaceda, que trajo como consecuencia la revolucion del Congreso de 1891. Arrostrando las consecuencias i responsabilidades de este movimiento político trascendental, siguió la suerte de la revolucion representando en Washington al gobierno victorioso de Iquique. A su regreso al pais, fué designado Ministro del Interior del gobierno del presidente Almirante don Jorje Montt. En 1896 formó parte del tribunal de honor que falló la eleccion presidencial de don Federico Errázuriz Echáurren. Durante varios años fué director de la Casa de Orates, ejercitando en ese delicado cargo los mas humanitarios sentimientos de filantropía. Tres veces ha viajado por Europa i América, estudiando las instituciones políticas i administrativas. Electo Presidente de la República en 1906, ha formulado sus votos de paz i de armonía internacional |