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queo como irrisorio; y tolerarlo ó tener en este punto la mas leve condescendencia, seria atentar una pretension radicalmente insostenible pero que vendria á ser un escándalo de nuestra época, si se creyese apoyada de modo alguno por los mismos á quienes gravemente perjudica.

Debiendo a nuestros amigos la espresion completa de la verdad en materia de tamaña trascendencia, no dudo que V. E. y su Gobierno estimarán esta comunicacion como prenda de los cordiales sentimientos con que el Perú mantiene sus relaciones con la República Argentina.

Para mí, es de la mas grata complacencia aprovechar esta oportunidad para hacer á V. E. las protestas de alto aprecio y distinguida consideracion con que me suscribo de V. E. muy atento obsecuente servidor

PEDRO JOSÉ CALDERON.

Exmo. Señor Ministro de Relaciones Esteriores de la República Argentina.

Secretaria de Relaciones Esteriores y Culto.

Lima, Enero 14 de 1880.

V. E. está informado de que una cuestion de límites, dos veces resuelta, trajo, no obstante, al fin, la guerra entre Bolivia y Chile, que concluyó por declararla al Perú á causa de haber espresado formalmente su resoluciou de mantenerse fiel al pacto de alianza, ajustado con la primera de dichas dos Repúblicas, aunque, al mismo tiempo y en virtud del mismo pacto, se esforzaba por restablecer las relaciones fraternales entre ambas hermanas y conservar el equilibrio y la paz del continente.

Chile, que, proclamando una reivindicacion en que se hacia parte y juez al propio tiempo, se habia apoderado ya, sorpresiva y violentamente de la region de Antofagasta, adjudicada á Bolivia en dos tratados sucesivos, ocupó, en seguida, toda la costa de Bolivia y emprendió su agresion contra el Perú, sin que le detuviera consideracion alguna de humanidad, en presencia de poblaciones indefensas, ni los fueros del derecho de gentes ni el respeto á los miramientos que, muy especialmente, deben guardarse à los intereses de las naciones neutrales.

El Perú, fatalmente confiado y desapercibido para una guerra que parecia no haber esperado jamás, tuvo que sostener una lucha marítima desigual y desastrosa, en la cual su heroismo abonará siempre el inevitable éxito de sus gloriosas cuanto infortunadas armas.

No lo fueron ménos en la contienda terrestre, bien que una sola jornada, la única en que puede decirse, con propiedad, que se combatió realmente, aunque contra elementos harto superiores, ha bastado para augurar, con certidumbre completa, el desenlace

definitivo que no se hará esperar muy largo tiempo, del terrible duelo á que esta noble República ha sido provocada, á pesar de sus generosos deseos y de sus honrados y francos propósitos.

Por último, el Departamento de Tarapacá, al confin meridional del territorio peruano, ha sido ocupado militarmente por Chile, y el Perú responderá á esa ocupacion del único modo prescrito indeclinablemente por su altivez y por su honor.

Mas, entre tanto, Chile, que no puede derivar de ese hecho transitorio nada que salga de la esfera de las hostilidades permitidas. por el derecho de las naciones, lo viola doblemente, atentando contra la soberanía y propiedad de la República. Arrójase la primera, imponiendo derechos a la industria salitrera de dicho Departamento, cuya importancia es notoria en todo el mundo; y atentan contra la segunda, apropiándose de la parte de esa riqueza que pertenece al fisco peruano, esportándola y vendiéndola en los mercados estrangeros.

Contra semejantes actos, lesivos de la magestad nacional y depredatorios de los bienes de su erario, el Perú está armado por la fuerza moral del derecho, para emplearla en la forma que juzgue conveniente, y por la material que puede desplegar, para arrancar su propiedad de manos del enemigo ó de quienes le ayuden en su obra depredatoria. Y no se trata, en verdad, de un futuro contingente, pues el hecho actual es, que el salitre de Tarapacá, como el de la costa de Bolivia, se esporta en naves neutrales, sin cuyo concurso no podria lograr Chile la consumacion de su atentado.

El pabellon de las naciones amigas no puede cubrir una propiedad defraudada violentamente al Perú, y sobre la cual éste ejercerá su dominio, sin mas límite que el de las fuerzas de que al intento pueda disponer.

La lealtad y las consideraciones que el Perú guarda á sus amigos le dictan esta franca declaracion, que me apresuro á hacer á V. E., en nombre del nuevo Gobierno que se ha dado la República, complaciéndome en hacer á V. E. las protestas de alto y distinguido aprecio, con que soy de V. E. muy atento y obsecuente servidor.

PEDRO JOSÉ CALDERON.

Exmo. señor Ministro de Relaciones Esteriores de la República Argentina.

Ministerio de Relaciones Esteriores.

Señor Ministro:

Buenos Aires, Abril 28 de 1880.

He tenido el honor de recibir, por intermedio de la Legacion del Perú en esta República, dos despachos de V. E. de fecha 14 de Enero último, relativos al estado de guerra existente entre esa República, Bolivia y Chile.

Haciendo votos por la pronta terminacion de esa contienda que tanto afecta el interés y bienestar de las tres naciones beligerantes, aprovecho la ocasion para renovar á V. E. las seguridades de mi consideracion mas distinguida.

L. GONZALEZ.

A S. E. el señor Ministro de Relaciones Esteriores de la Republica del Perú.

Retiro del señor Ministro del Perú, Doctor D. Anibal V. de la Torre.

Legacion del Perú.

El Enviado Estraordinario y Mintstro Plenipotenciario del Perú, saluda atentamente al Exmo. señor Ministro de Relaciones Esteriores de la República Argentina y le suplica se digne acordar con S. E. el Presidente, el dia y hora en que tendrá el honor de poner en sus manos, en audiencia privada, la carta de Gabinete en que S. E. el Gefe Supremo del Perú, le participa llamarlo al desempeño de otras funciones.

A. V. de la Torre, aprovecha de esta oportunidad para espresar al Exmo. señor Doctor D. Lúcas Gonzalez su profundo agradecimiento por las atenciones que se ha dignado dispensarle y los votos que hace por la prosperidad de la República Argentina cuyos intereses le son tan caros.

Buenos Aires, Abril 27 de 1880.

Al Exmo señor Doctor D. Lúcas Gonzalez, Ministro de Relaciones Esteriores de la República Argentina.

Secretaria de Relaciones Esteriores.

Lúcas Gonzalez, Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Relaciones Esteriores, saluda atentamente á S. E. el señor Doctor D. Anibal V. de la Torre, Enviado Estraordinario y Ministro Plenipotenciario del Perú y tiene el honor de participarle, en contestacion á su nota verbal de fecha de ayer, que S. E. el señor Presidente de la República le recibirá en audiencia privada, como S. E. lo solicita, el Viernes 30 del corriente á las 3 de la tarde. Buenos Aires, Abril 29 de 1880.

DISCURSO DEL SEÑOR MINISTRO

Señor Presidente:

Al presentar á Vuestra Excelencia la carta de Gabinete en que el Exmo. señor Gefe Supremo del Perú le anuncia haberme llamado

al desempeño de otras funciones, seame permitido espresar á V. E. mi profundo agradecimiento por las consideraciones con que V. E. y los miembros de su ilustrado Gobierno me han honrado, y los votos que hago por la prosperidad y engrandecimiento de la República Argentina. Estos son tambien, señor Excelentísimo, los del Gobierno de mi país.

Mi gratitud, señor Presidente, no puede ser mayor, por que el pueblo Argentino se ha dignado honrar á mi pais, acompañandome à celebrar sus glorias y á lamentar del mismo modo sus desastres.

Yo conservaré siempre los mas vivos recuerdos de las inmerecidas atenciones de que he sido objeto y nada será mas grato para mi que asistir al desarrollo de un país cuyos intereses considero ligados á los del mio, que jamás olvidará las simpatias con que he sido honrado.

NICOLÁS DE PIEROLA, GEFE SUPREMO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ A SU EXCELENCIA EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ARGENTINA.

Grande y Buen Amigo:

Tengo la honra de participar á V. E., que, debiendo ejercer otras funciones el Doctor D. Anibal V. de la Torre, he venido en retirarlo del cargo de Enviado Estraordinario y Ministro Plenipotenciario que desempeñaba cerca de V. E.

Al despedirse este funcionario, tiene el encargo especial de espresar á V. E. mi gratitud por la benévola acojida que durante su mansion en esa República, se ha dignado dispensarle, y al mismo tiempo, reiterar á V. E. las protestas de la sincera amistad del Perú hacia la República Argentina.

Sírvase V. E. aceptar la espresion de mi profundo respeto. Dada, en el Palacio de Gobierno, en Lima, á los trece dias del mes de Enero del año del Señor de mil ochocientos ochenta.

N. DE PIEROLA.

El Secretario de Relaciones Esteriores y Culto

PEDRO JOSÉ CALDERON.

NICOLÁS AVELLANEDA, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Á S. E. EL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ.

Grande y Buen Amigo:

He tenido el honor de recibir la carta de V. E. fecha 13 de Enero último, manifestándome, que debiendo ejercer otras funciones el señor Doctor D. Anibal V. de la Torre, ha resuelto retirarlo del cargo de Enviado Estraordinario y Ministro Plenipotenciario, que desempeñaba cerca de este Gobierno.

El Gobierno Argentino se complace en declarar que el señor de la Torre ha merecido su mas alto aprecio y que con su prudencia é ilustracion ha contribuido eficazmente á que las relaciones de amistad que existen entre esta República y el Perú se estrechen cada vez mas.

Recomendándole á la consideracion del Gobierno Peruano, me es grato presentar á V. E. las seguridades de mi distinguida estimacion.

Dada en Buenos Aires, á los tres dias del mes de Mayo de 1880.

AVELLANEDA.

L. GONZALEZ.

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