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ni puede ser un sistema bancario, sino un sistema monetario extraordinario y transitorio para salvar al país de una gran calamidad, bajo el imperio de cuya fuerza mayor el Estado impone aquella contribucion hasta operar su autorizacion, como en Italia, Francia y Estados Unidos con motivo de sus colosales guerras respectivas. En Rusia y Austria subsiste aún con algun descuento, como contribucion de sus guerras continentales costeadas con las emisiones de papel que el país no ha podido aún rescatar.

Aunque existen aqui 35 Bancos de emision y algunos hipotecarios, como podrá verse en el estado adjunto, sus billetes circulan á la par viviendo de su propio crédito ante el público, y ante ellos mismos, que en su propio interés se reciben recíprocamente sin descuento alguno. Aquel es no solo su control, sino tambien el termómetro de su circulacion mostrándoles cuando deben restringirla y hasta dónde pueden dilatarla sin descuento de su crédito, no pudiendo funcionar con mengua de éste; mientras que en el curso forzoso la pérdida de los tenedores puede crecer indefinidamente y por tiempc indefinido, el daño de aquéllos y del Banco mismo; aprovechado solo por los jugadores que hacen una industria del agio de su descrédito.

De este modo, aunque llegase el caso de una calamidad comercial, no arrastraría una crisis nacional de curso legal (llamado forzoso), porque las casas bancarias ó comerciales. en suspension de pagos, transarían ó liquidarian sin imponer á la nacion la deuda de su falencia, puesto que era local del Banco cantonal respectivo; y aun siendo aquel de Estado, el pueblo no autorizaría una ley de curso legal ni forzoso, porque es mucho mejor liquidar una vez con una pérdida conocida, que legar á las generaciones una contribucion permanente y sin límites conocidos. Aquí se parte del principio de que, es mejor saldar un déficit con un empréstito, que con el curso forzoso, que sirve de pretexto á la industria del agio, disminuyendo indefinidamente el valor de la moneda al capricho de los jugadores, árbitros de esa contribucion permanente y creciente, que tampoco aprovecha al Estado, tri

butario de aquéllos, puesto que gobernantes y gobernados. tienen que pagar el doble de sus necesidades con perturbacion del comercio y de las finanzas, como sucedió con los asignados de Francia.

VIII.

Como se vé, los Bancos aquí participan de la misma autonomía federal de sus Cantones, de manera que, aun en la hipótesis del curso forzoso de uno, seria solo una crisis local sin arrastrar á los demás. El Gobierno Federal no tiene Banco, ni interviene de otro modo en el de los Cantones, que, como poder controlador é inspector del cumplimiento de la ley que los rige. Hoy se trata sin embargo por algunos miembros de la Asamblea Federal de reformarla en el sentido de fundar un Banco Federal y concentrar en él la facultad exclusiva de la emision como entre nosotros.

Hasta fines del año pasado los Bancos garantidos por los Cantones, ó por sus depósitos respectivos, eran en esta forma: 1.o, 40 % de la circulacion en encage metálico destinado exclusivamente á hacer frente á la conversion y con su contabilidad especial, é independiente de los demás fondos del Banco. 2, 60% depósito de Valores en la Oficina del Canton destinada á ese objeto. La adınisibilidad de aquéllos y monto de su estimacion, corresponde á la decision del Gobierno Federal.

La marcha normal de estos 35 Bancos y sus billetes á la par se opera de la manera más natural, y sin la amplitud de recursos de nuestro país, porque funcionan libres y al abrigo de las causas que desmonetizan el valor del billete de nuestros Bancos, á pesar de estar en plena prosperidad, á saber: 1.o El curso legal (llamado forzoso) que dá orígen á la industria del juego de Bolsa por cantidades colosales empleadas en depreciar el papel y encarecer el oro, que duplica en una operacion la fortuna de sus dueños, aumentando así

su demanda para la especulacion, y por consiguiente su premio artificial. 2.o El doble premio causado por el servicio de renta al extranjero de las cédulas hipotecarias, y por su empleo para el juego del oro, que supera las operaciones comerciales del mismo, como lo constató el ex-Ministro Sr. Varela, mostrando que en un solo mes, las de la Bolsa habían ascendido á 95 millones, de los cuales solo cinco habían sido actos de comercio, y el resto puro juego. 3.o Fuera de esta demanda artificial, los drenages de oro para servir el excedente de la importacion del lujo improductivo, y la renta de los millones de cédulas hipotecarias y empréstitos provinciales pagada en oro, que aumenta su demanda y su premio pagado con papel.

En cualquier país y en cualquier Banco del mundo en plena prosperidad de ambos, y sin quiebras que la alteren, si su moneda fuese depreciada por aquella combinacion de circunstancias extrañas al buen estado del comercio y sus Bancos, ese quebranto repercutiría á la larga sobre ellos, aunque se encuentren en buenas condiciones y utilidades realizadas en sus libros, puesto que sus cifras sin alteracion comercial que las disminuyan están reducidas á mucho menos de su valor.

IX.

Para apreciar la intensidad de las causas perturbadoras de aquél, y llevar á ellas el remedio de su supresion ó morigeracion gradual conviene tener presente: que la medida de los empréstitos extranjeros está llena con los nacionales y provinciales; y que los hipotecarios, tan cuantiosos como aquéllos, y la intemperancia epidémica del lujo, de los palacios y de las grandezas, son los que la desbordan produciendo el desequilibrio creciente, y sin reposo.

Los Bancos de Suiza se hallan tambien libres de aquél por sus condiciones industriales y sociales diametralmente opuestas á las nuestras. Su capital industrial les ha permitido,

y le permite construir ella misma sus ferrocarriles y demás establecimientos industriales con brazos y capitales propios de compañías nacionales, que el país mismo costea sin gravarse con empréstitos extranjeros para su construccion, ni con garantías de renta de oro á empresas constructoras; pues aunque muchos accionistas de aquéllas sean extranjeros, la persona jurídica de la sociedad es nacional y domiciliada en Suiza misma, donde funciona su directorio, el gobierno controla sus tarifas que no puede alterar sin su acuerdo, y paga sus dividendos en la moneda del país, y en el país mismo, evitando así los drenages de oro que producirían su demanda y el agio consiguiente.

Es así, como el medio circulante de los Bancos y del público está no solo al abrigo de ese peligro perturbador, sino tambien el Estado libre de la triple carga: financiera de empréstitos para el capital de construcciones de ferrocarriles; de la industrial de empresario ó constructor de obras; y de la comercial de administrador del tren rodante y servicio del tráfico, cuyo control, condiciones de solidez de maquinaria. y superioridad técnica, se hace mejor por compañías profesionales que por gobiernos; mucho más cuando éstos tienen que servirse de agentes y comisionados que contratan la confeccion de dichos establecimientos.

X.

Mucho influye en la regularidad financiera, fiduciaria y bancaria de Suiza, la regularidad de su balanza internacionai sin profundos desequilibrios que saldar con papel. No solo contribuyen á aquéllas sus industrias, y la economía social. reproducida en la economía de los gobiernos, sino tambien la sencillez de las costumbres republicanas sin lujo ni ostentacion; pues la mayor parte del poco y limitado á lo muy necesario, es elaborado dentro del mismo país, tornándose en fuente de riqueza. El taller y la sencillez republicana cons

tituyen asi dos factores económicos de su balanza comercial, porque el lujo no constituye aquí una regla del valor social de individuos y familias en creciente competencia de boato; como en las grandes capitales.

Pero sobre todo es la solidez de la educacion en este país la que ha dado á todas las clases sociales aquella solidez de criterio comercial, económico y político, que es la base de su bienester normal, sin oscilaciones ni sacudimientos de ningun género.

De este hecho se desprende una importante verdad, á saber: que una educacion sólida, que es el molde y el modelo de las costumbres, debe contarse en primera línea entre uno de los capitales de la riqueza particular y de la economía política de una nacion.

Berna, Agosto 30 de 1890.

JOSÉ F. LOPEZ.

Legacion
de la

República Argentina en Bélgica.

Bruselas, Setiembre 30 de 1890.

Señor Ministro:-En respuesta á la circular de ese Ministerio del mes de Julio próximo pasado, referente á las tendencias proteccionistas que imperan en las leyes aduaneras de algunos Estados europeos, y que á juicio del Superior Gobierno pueden restringir la importacion de los productos. argentinos en estos mercados, afectando la riqueza nacional en el juego de sus intercambios, cumplo con el grato deber de exponer á continuacion lo que á tan importante cuestion se relaciona con Bélgica.

Como he tenido oportunidad de imponer & ese Ministerio en diversas circunstancias, las tarifas belgas están basadas por regla general en el libre cambio, en casi todos los artículos en estado bruto y en cuantas materias sirven de ali

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