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sobrino del primer virey de México, (1) y fundador de esta cristiandad. A una legua larga al N. E. se encuentra un fenómeno geológico, merecedor, en mi juicio, de particular estudio. Allí se precipita el rio de Durango, á cosa de treinta varas de altura, cuando menos; y lo notable es. que el lecho 6 terreno que forma el salto, está crtado á plomo, sien lo este, como el de las márgenes del pilon ó estanque que recibe las aguas. de basalto al parecer de una pieza. Las llanuras de ambos lados están cubiertas de tierra vegetal, y en ellas se veu algunas colinas de roca comun.

Entre la Breña y Durango hay un terreno de tres á cuatro leguas, cubierto enteramente de arena muy menuda y de rocas volcánicas, estendiéndose aquella hasta la cumbre de las montañas vecinas, que no son poco elevadas, llamadas por los campesinos volcanes de arena. Esta domina en el resto del valle, hasta la ciudad, por cuya razon su terreno es bastante pobre para el cultivo. Las aguas termales son abundantes, excepto en la Breña, donde no hay de ninguna clase. Para esplorar su interior es necesario llevar provisiones.

Las que yo poseo atestiguan la existencia de atajos de barras de plata y moneda acuñada, cargas de oro, arcas de alhajas, &c. &c., que nadie ha podido encontrar, aunque no por culpa de las relaciones, que s'empre traen señas muy individuales y precisas.

Discurriendo sobre el origen de estas tradiciones, tan profundamente arraigadas en las creencias populares, presumo lo trai. gan de los asaltos, antes muy frecuentes, que los bárbaros y los bandidos daban á los transeuntes hácia aquel punto, que es camino necesario para la que llaman tierra afuera; robustecidas por el hallazgo de algunos cetos ó cerros de piedras hincadas en la tierra, que suelen encontrarse en lo mas récóndito del terreno, y en las pequeñas planicies que dejó descubierto el torrente volcánico. Obras de esta clase en aquel desierto, debian hacer sospechar necesaria mente que se habian construido con el de signio de plantar la señal 6 recuerdo de un objeto allí depositado, ó en su inmediacion, y ya se ve que ese objeto no podia ser mas que plata ú oro. Esa insensata codicia produjo la destruccion de los monumentos que nos recordaban el culto religioso de los anLa soledad del sitio, lo agreste y melan tiguos pobladores del valle de Durango; cólico del paisage, lo intransitable del ter- pues yo no dudo que aquellas obras infor reno, pues que en muchas partes se encresmes y groseras, pertenezcan á la clase de pa la lava como cuchillas de lanza, en fin, las que en todas partes fueron la humilde las innumerables cavernas y vericuetos, han basa ó piedra angular, sobre la cual siglos hecho de él, naturalmente, un lugar mistemas civilizades, levantaron despues obras rioso, mansion de hechiceros, en driagos, y tan portentosas como los templos de Jelo que es mas, depósito de inmensas rique-horah en Jerusalen, de Belus en Babilonia, zas enterradas, que de todas partes y de de Diana en Ejcso, y así de otros mil que muy largas distancias vienen a buscar los se han sucedido, hasta la magnífica basílica crédulos. apoyados en verídicas relaciones. de San Pedro en Roma.

(1) Betancourt, Menologio Franciscano, en el 25 de Octubre. El cronista de la provincia dice que era capitan de su guardia cuando tomó el hábito.

Esta no es una ficcion poética, ni el ensueño de un entusiasta. La historia antigua y moderna nos ha trasmitido la noticia de monumentos idénticos; diseminados por

todas partes, entre naciones diversas y se-veros preceptos que el legislador hebreo imparadas por enormes distancias, diferencián- ponia á su pueblo para preservarlo del condose solamente en los nombres, segun la tagio inherente à aquellos lugares. Las ismateria y accidentes de sus construcciones; las del Mediterráneo, la Francia y Dinaesto es, segun eran de piedras hincadas en marca, conservan algunos de aquellos mola tierra, ó sobrepuestas, ó de árboles ó pa-numentos, restos del antiguo culto de los lizada. Strabon (1) las encontró en Per- Druidas; siendo famosos entre todos los sia, con el nombre de Pyratheia. Los cromlechs de Inglaterra, los llamados de bosques sagrados, tan famosos en los histo- Abury, y de Stonehenge, en el condado de riadores y poetas de Roma con el nombre Wiltshire, diseñados por Batissier y Parde lucus, pertenecian á la misma clase, por tington (6). su destino y sus formas. De estos y tamPues bien, todos estos setos de árboles, bien de piedras hincadas, habia un gran nú- troncos, 6 rocas, eran lugares en que se trimero en el territorio de la Grecia, segun el butaba culto, ya á una piedra informe y brutestimonio de Pausanias (2) Florian dejta, cual lo fueron las antiguas divinidades Ocampo (3), subiendo á épocas mas remo- de los griegos (7), ya labrada en formas geotas, creyó reconocer el sepulcro y templo métricas, 6 presentando solamente el disedel Hércules hispano, en la costa de Anda-ño de algun miembro, como la barba, boca, lucía, distinguiéndose, dice, "por cierto nú-ojos, &c. Esa piedra colocada en el cenmero de pizarras ó pedrones enhiestos, que tro del seto, fué una ara; y cuando se elevó sus aficionados levantaron en el contorno algo mas de la tierra, adquirió el nombre de del monumento." Los antiguos Teutsches altar (8). De la leña dispuesta sobre él que, desparramándose por la Europa, po- para mantener el fuego sagrado y reemplablaron la Alemania y paises circunvecinos, zar la ara, nació la pira (9), y la figura 6 construian bajo el mismo sistema sus Haine, forma que tomaba la llama, inspiró la idea 6 lugares sagrados, destinados al culto y los de la pirámide (10), al principio humilde y sacrificios; dandoles este nombre por estar circundados en un hay, ó seto (4). El Abad Vencé (5) menciona otros muchos diseminados por el Oriente, sin olvidar los se

(6) Batissier, Histoire de l'Art. Monumental; pág. 76-314. Paris, 1845, 4.-Partington,

British Cyclopædia of Literature, Geography and History, vol. III, ariículos Abury, Druids y Stonehenge.

(7)

......

(1) Rerum Geographicarum: lib. 15. pág. 504, rudes lapides pro Diis, perinde ac Edic. Græc-lat., 1587. Supongo que por una er-simulacra ipsa colere. Pausanias. rata tipográfica se escribió Pyreia, en la trad. (8) Altare autem ab altitudine constat esse noMexic. de la Biblia de Vencé, vol. VI, pág. 241. minatum, quasi aita ara. D. Isidor. Etimolog., lib. XV. cap. 3. (2) De Veteris Græciæ regionibus. Chorinthia(9) quæ in modum aræ ex lignis consca, pág. 47; Achaiaca, pág. 194; Arcadira, pág. trui solet ut ardeat. D. Isidor. Ibid. lib. XX, 212. Edic. lat. de Wechel, Francf. 1583. сар 10.

(3) Crónica general de España, lib. I, cap. 18. al fin.

(4) Pfister, Histoire d'Allemagne; trad. de M. Paquis. Vol. II, pág. 65. (5) Loco cit.

....

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(10) Piramis est figura, quæ inmodum ignis ab amplo in acum consurgit Ignis enim apud Græcos Pyr apellatur. Ibid, lib. III, de Geometria. El espiritualismo de los griegos, sutilizando sobre las calidades de la pirámide, llegó hasta trasformar en esencia el accidente, pues decian que aquella fi

groserá, y despues erigida en proporciones nas, figurando una especie de cariátides (4). ́
magestuosas y colosales sobre el asiento de Ultimamente, las obras que en los Estados-
Babel, á las riberas del Nilo, en las arenas Unidos no excedieron los términos ordina-
del desierto, en las llanuras del Asia; y mulrios de monumentos tumulares, ó monticulos
tiplicada, en fin, por el vasto continente de tierra y cascajo, ceñidos por grandes setos
americano; fijando especialmente su asiento de piedra 6 vallados, revistieron ya formas im-
en la faja terrestre iluminada por los rayos ponentes y magestuosas en las pirámides de
directos del astro á quien desde su origen Papantla y de Xochicolco (5), pertenecien
estuvo consagrada.
tes al antiguo imperio mexicano, llegando á

El nuevo mundo, inas rico que el antiguo su última perfeccion y grandeza en Chia-

por el número y variedad de esta clase de pas, Yucatán y Guatemala, donde las mag-

monumentos, les presenta en todas sus gra- níficas ruinas del Palenque, Ocscinco, Ux-

duaciones desde el informe altar levantado mal, Copan, Kabaa &c. &c., descritas por

por Abraham hasta competir con los Typho- Dupaix (6) y Stephens (7), y animadas en

nium del Egipto. El simple seto de roca los ricos dibujos de Castañeda y Cather-

erigido junto á Durango por un pueblo des- wood (S), causan hoy el pasmo del viajero y

conocido, todavía luchaba en el siglo XVII la desesperacion del arqueólogo.

con los templos inmediatos á México (1), y Los que no quieren conceder al infortu-

era un lugar sagrado á principios del XVIII nado hijo de América ningun pensamiento

en las montañas del Nayarit perteneciente original, esplican sus pirámides como una

al Estado de Xalisco (2). La sociedad imitacion de las de Egipto; mas si todas

Smithsoniana nos ha presentado en las be- ellas, como no cabe duda, han nacido del

llas primicias de sus trabajos (3) numerosas grosero seto, formado de piedras brutas, 6

muestras de los mismos monumentos aun- mejor dicho, de la piedra informe que Ja-

que en escala mayor, diseminados por el cob quitó de su cabecera para trasformarla

territorio de los Estados-Unidos desde sus en ara, tambien se dirá que el americano

regiones mas septentrionales. Los viaje- no hizo mas que imitar la israelita..........?

ros del siglo anterior han encontrado entre Yo no lo sé, pues que mi ignorancia llega

las tribus de Virginia la última perfeccion hasta no poder determinar cuál fuera el pue-

á que podian llegar las palizadas ó setos

formados de madera, pues sus extremidades

superiores estaban talladas en formas huma-

gura era el seminario 6 principio del fuego.—Plu-
tarco, Traité des Oracles qui ont cessé; § 43, trad.
de Amyot.

(6) Tercer viaje, en las Antiquités Mexicaines
[1] Tratado de las supersticiones de los natura-por Baradére y Saint-Priest. Paris fol. max. y
les de esta N., E., por el Br. Hernando Ruiz de en el vol. 4 de las Antiquities of Mexico, por
Alarcon, trat. 1. cap. 3 y 5. M. S. El original 6
una muy antigua copia, existe en la biblioteca del
colegio de San Gregorio.

Kingsborough.

(7) Incidents of travel in Central America,
Chiapas, and Yucatan, New-York, 1841. Inci-

[2] Afanes apostólicos de la Compañía de Je- lents of travel in Yucatan. New-York 1843.
sus, lib. 1, cap. 2.
(8) View of ancient monuments in Central-

[3] Ancient Monuments of Mississipi Valle.y America, Chiapas and Yucatan. New-York, 1844,
New-York, 1848 fol.

ol. max.

blo que construyó esos humildes adoratorios en las siguientes palabras que nos ha conespar los en la Breña, aunque su existen-servado el P. Alegre (3): "Decian que una cia podria decirse de ayer, si la regulamos india antigua de este nombre se convirtió en por los siglos que separan el original de la piedra, que hasta hoy ellos veneran, en forcopia. En est investigacion se mezcla ma de xicara, que llaman en su idioma Toademas, otro hecho no menos curioso y dig-pia, de donde tomó el nombre el valle mas no de atencion, que dificulta la resolucion ancho y poblado de toda esta region." del problema. Quizá con esta tradicion misma se enlazan

diaciones.

Dije antes que en la Breña he reconoci- unas pequeñas escavaciones abiertas en lado veintidos volcanes estinguidos (1), tres va y otras en rocas muy duras en forma de de ellos notables por sus nombres, y que dan tazas, siendo mas comunes á las inmediatestimonio de la existencia de tres pueblos, ciones de las fuentes ó los rios; ó tambien hoy borrados del valle de Durango. El podian ser una especie de pateras destinombre del mas central y mas elevado nadas á las ofrendas y sacrificios que haes cian al genio venerado en aquel lugar, pues Maica, palabra de la lengua tepehuana, que significa vámonos. El del segundo es Co-ellas convienen perfectamente con la desyonqui, de la mexicana, que el vocabulario cripcion que de las de su clase hace el del P. Molina interpreta agujero ú horado. Br. Alarcon (4), y que dice eran muy coEl del tercero es Topia, palabra de la len-munes en su curato de Atenanco y sus inmegua Acaxace, y nombre de una serranía tan áspera y elevada, dice Alcedo (2), que so- Si es cierto, como observa Leibnitz, que lo es comparable con la de los Andes de los nombres de lugares son los mas proPerú. En ella se encuentra un valle y una pios para conservar la memoria de los idiopoblacion tambien llamados Topia, antiguo mas perdidos y la huella de las naciones asiento de la tribu Acarace, hoy distrito del destruidas, los tres que se encuentran agrupartido de Tamazula, perteneciente á Du-pados en tan pequeño espacio cerca de rango, y nuestro límite con el Estado de Si-Durango, marcan la residencia ó pasaje naloa. El nombre de este territorio se en-sucesivo de mexicanos, acaraees y tepehualaza con las tradiciones mitológicas de los nes. En cuanto a los primeros, podria dupueblos que lo habitaron primitivamente, y darse de su existencia, formando un grusu origen lo esplicaba el P. Hernando San-po de nacion, porque documentos auténtarena, primer apóstol de aquellos gentiles, ticos prueban que hacia ese punto (en Nombre de Dios) se estableció al tiempo de (1) Solo he dado este nombre à las concavida- la conquista una colonia mexicana, que des que se encuentran en puntos elevados, pues por

(4) .. en llegando al lugar del ídolo, postrá

lo demas, no habria exageracion en decir, que la (3) Historia de la Compañía de Jesus en NueBreña es un solo volcan, ó una sucesion de cráte-va-Españ, vol. 1, pág. 394. res, porque á cada paso se atraviesan grandes abras cubiertas de lava; á la vez que no se reconoce cl punto de donde hayan salido las que cubren la lla-base donde habia de poner su ofrenda, y puesta, se sacrificaba él..... picándose las orejas en la parte donde las mujeres se ponen los zarcillos, hasta derramar mucha sangre, y echábala en unos vasitos

nura. Solamente la teoría del Baron de Humboldt esplica el fenómeno.

(2) Diccionario geográfico de América, art. que hacian en las piedras, á modo de saleros. M. S. Topia.

cit., cap. 4.

acompañaba á los conquistadores en clase no hay otro recuerdo que el nombre de Tode auxiliares. Yo poseo una acta origi- pia. En cuanto á los Tepehuanes, ya se nal escrita en México, perteneciente al año ha dicho que su tribu ocupaba últimamente de 1585, y por ella aparece que á los me- nuestro valle, estendiéndose por la falda oc xicanos y mechoacanos se redujo á un mis- cidental de la Sierra hasta cerca de Chihuamo pueblo, regido por una corporacion mu- hua. Cuál de ellas precedió á la otra; cuál nicipal elegida por mitad de entre ellos mis-fuera su procedencia ú orígen; cuál su dermos. Sin embargo, la lengua mexicana rotero, son misterios que solamente conoce se hablaba entonces en el distrito de Co- el que las borró del valle de Guadiana, dispala, hoy perteneciente á Sinaloa, y ac-persando sus escasos restos en los lugares tualmente, aunque muy corrompida y mezque hoy habitan...... Pero yo he tomaclada con la tepehuana, la hablan cuatro ó do una senda que podrá llevarme muy lejos cinco pueblos de Durango rayanos con aquel territorio. De la nacion Acaxace, de mi intento principal, alargando esta noasentada en el corazon de la Sierra, y á ticia mas de lo que permite su carácter. mas de cien leguas al S. E. de la ciudad, Vuelvo á mi camino.

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