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su mayor parte, es verdad, de material lijero, eran mas elegantes, mas cómodas i mas aseadas que las de la capital. El incendio de marzo de 1843, destruyendo una parte considerable del barrio comercial, dió motivo para nuevas i mejores construcciones. En Valparaíso se edificaba entónces un teatro, superior al que en esa época habia en Santiago; i se preparaba, como ya hemos dicho, la demolicion de una vieja e inútil fortaleza para levantar allí i en sus contornos, sobre terrenos arrebatados al mar, vastos almacenes de aduana que correspondiesen a las necesidades. de ese puerto. Todo aquello era el resultado del comercio, i del réjimen liberal a que lo habia sometido el gobierno de Chile.

CAPÍTULO IV

1. Exorbitantes reclamos hechos a Chile en estos años por algunas de las grandes potencias: enormes sacrificios pecuniarios que ellos imponen para evitar mayores complicaciones: el gobierno no acepta uno de éstos i lo somete a arbitraje.-2. Primeras negociaciones diplomáticas entre Chile i las Repúblicas del Perú i Bolivia despues de disuelta la confederacion.-3. Alarmas producidas por la permanencia de Santa Cruz en el Ecuador; infructuosas dilijencias para obtener su espulsion de ese país: temores de guerra entre el Perú i Bolivia.4. Primeros trabajos de liquidacion de cuentas por los gastos de la guerra contra la confederacion.-5 Infructuosas negociaciones con el Perú.-6. Guerra entre el Perú i Bolivia: gran victoria de esta última en Ingaví.—7. Grave зituacion i complicaciones creadas por el estado de guerra: celébrase la paz entre el Perú i Bolivia bajo la mediacion de Chile.-8. Aprestos para la reunion de un congreso americano.

1. Exorbitantes

reclamos hechos a Chile en estos

años por algunas de las grandes potencias: enor mes sacrificios pecunia

rios que ellas im onen para evitar mayores com

1. La República de Chile iba venciendo con rara felicidad todas las dificultades que embarazaban la organizacion interior, i habia alcanzado a constituir un gobierno reguplicaciones: el gobierno lar i ordenado bajo un réjimen temno acepta uno de éstos i lo somete a arbitraje. plado de moderacion, de libertadi de aspiraciones a un lejítimo progreso. Pero tenia ademas que luchar con dificultades de órden diverso, provenientes de las relaciones con los otros países, las cuales exijian junto con una atencion vigorosa i discreta, una sólida preparacion intelectual. La República tuvo la fortuna de contar para este servicio con un hombre ecepcional por su talento i por su saber, que desde el destino relativamente modesto de subsecretario de relaciones esteriores, daba con grande acierto rumbo i carácter a los negocios que estaban a su cargo. ¿Necesitamos decir que hablamos de don Andres Bello?

Las cuestiones de ese jénero que preocupaban la atencion del gobierno de Chile creándole los mas serios embarazos, eran de dos órdenes distintos. Provenian unos de las reclamaciones que con razon o sin ella venian a entablar los ajentes de grandes potencias pidiendo para algunos de sus nacionales indemnizacion por perjuicios que segun ellos se les habian irrogado por actos del gobierno o de sus ajentes. Pertenecian al segundo las cuestiones na cidas de la marcha política de las Repúblicas vecinas i hermanas, i de las complicaciones a que ella daba oríjen. Por mas que éstas últimas fueran las mas importantes i trascendentales, eran las primeras las que imponian mayores molestias, ya por la irritante injusticia de algunas de ellas, ya por la persistencia mas irritante todavía que solia ponerse en su jestion.

Provenian algunas de estas cuestiones de actos ejecutados en las guerras navales de nuestra independencia. Las operaciones de esa clase, aun dirijidas con el mas rigoroso respeto a las prácticas del derecho internacional, traen siempre complicaciones o dificultades con los neutrales, que esperimentan o finjen perjuicios por los bloqueos o por otros actos bélicos. En nuestra guerra marítima, esas cuestiones eran mas frecuentes. Los marinos de las grandes potencias miraban en jeneral mui de alto a bajo a los gobiernos nacientes en América. Algunos de ellos abrigaban simpatías por la causa de España, la sirvieron en muchas ocasiones de una manera disimulada, pero no ménos efectiva; i aun en los casos en que uno que otro se inclinaba por la causa de los independientes, no se atrevian a hacer nada en favor de éstos para evitar las jestiones que podia promover en Europa la corte de Madrid. Mayores eran todavía los embarazos que creaban algunos mercaderes, patrones de buques mercantes que venian a estos mares, aprovechando el estado de guerra para sus intereses, ya burlando a los patriotas, ya a los realistas, segun como se presentara el negocio. Uno de esos traficantes, el capitan norte americano George Coggeshall, ha contado en la relacion de sus viajes, que habiendo sabido en Nueva York que el puerto del Callao estaba bloqueado por la escuadra chilena al mando de Lord Cochranne, i que los españoles resistian ventajosamente

en buenas fortalezas, pero que podian hallarse faltos de bastimentos, equipó un buque cargado de víveres, i con él zarpó de aquel puerto el 15 de noviembre de 1821. El plan de Coggeshall era burlar el bloqueo i vender al mas alto precio posible a los realistas el cargamento que llevaba. Pero como al llegar al Callao (el 6 de marzo de 1822) halló este puerto en poder de los patriotas, se declaró él mismo patriota, i vendió a éstos las provisiones que llevaba para los españoles. De la relacion del capitan Coggeshall aparece que eran muchos los traficantes que hacian entónces en estos mares negocios de esa clase, engañando ora a los patriotas, ora a los realistas (1).

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Los actos ejecutados por algunos de esos negociantes o capitanes de buques de comercio, fueron causa de sérias complicaciones, i de reclamos persistentes i no pocas veces descomedidos, en que los gobiernos de las grandes potencias, i mas que ellos, los ajentes que tenian acreditados en Chile, hacian valer la superioridad indiscutible de su poder. La mas antigua provenia del apresamiento efectuado en Chorrillos el 11 de diciembre de 1820 por dos buques de la escuadra chilena, del bergantin ingles Indian, que niendo de Rio de Janeiro, traia como pasajeros i con trajes de paisanos americanos, doce o catorce oficiales españoles que venian a servir al Perú, i que desembarcaron cautelosamente en Pisco. Ese buque fué declarado buena presa por los tribunales chilenos; pero contra ese fallo, i por encargo espreso de su gobierno, el comodoro ingles Sir Thomas Hardy entabló en agosto de 1822 sus primeras reclamaciones, que no vinieron a solucionarse sino en 1839 (2).

Otra de las complicaciones nacidas de aquel estado de guerra provenia del apresamiento de un buque norte americano llamado Warrior, que el virrei del Perú habia ocupado para trasportar armas i algunos ajentes militares en las costas del Pacífico. En agosto de 1820, cuando se

(1) El libro de Coggeshall que consigna la relacion de sus viajes, i que da las noticias que recordamos en el testo, se titula Voyages to various parts of the world, made between the years 1800 and 1831. Tengo a la vista la 2.a edicion, Nueva York, 1853.

(2) Todos los documentos concernientes a este negocio están publicados bajo los números 546 a 582 en el tomo XXIV de las Sesiones de los cuerpos lejislativos de la República de Chile (Santiago, 1902).

hacían en Valparaíso los últimos aprestos para la partida de la espedicion libertadora del Perú, ese barco visitaba cautelosamente los puertos del norte de Chile para recojer noticias que comunicar al enemigo. Cochranne lo sor prendió en el puerto de Coquimbo el 25 de agosto; i quitándole su tripulacion, lo hizo conducir a Valparaíso para que fuese juzgado como presa de guerra (3).

Entre esos traficantes que al mando de un barco de comercio de bandera neutral estaban al servicio de las autoridades realistas del Perú, figuraba en primera línea Eliphalet Smith, capitan del bergantin Macedonian. Hallándose en Valparaíso en 1818, se hizo a la vela furtivamente en la noche del 18 de setiembre para llevar al virrei del Perú la noticia de los aprestos que aquí se hacian contra una espedicion española que venia de Cádiz. Condujo en seguida a Panamá al jeneral español don Mariano Osorio i a otros funcionarios realistas que querian regresar a la metrópoli. En abril de 1819, cargaba en su buque, en la caleta de Huarmei, una suma considerable de dinero que un acaudalado negociante de Lima enviaba a las islas Filipinas, como caudales de una poderosa compañía española de comercio. Sorprendido allí por Lord Cochranne, se vió forzado a entregar esos caudales como buena presa de guerra (4). Todavía en mayo de 1821, el mismo capitan Smith, de vuelta de Filipinas, fué sorprendido en el puerto de Sama negociando mercaderías de realistas, i otra vez se le hizo presa una fuerte suma de dinero (5).

Estos i otros negocios de menor entidad que seria largo detallar, dieron orijen a las persistentes reclamaciones, entabladas i sostenidas a veces con arrogante descortesía, por los gobiernos de las naciones mas poderosas que habian entrado en relaciones con la nueva República. La Francia, que tambien habia tenido una cuestion de esa clase, habia dado, por el órgano de sus ajentes, la nota mas alta del descomedimiento (6). Debíase esto a la arro

(3) Véase Historia Jeneral de Chile, tomo XIII, páj. 52.
(4) Véase la Historia Jeneral de Chile, tomo XII, páj. 253.

(5) Véase id. id. tomo XIII, páj. 206.

(6) La jestion promovida por la Francia provenia del allanamiento de un buque frances, el bergantin Jeune Nelly, ejecutado en Valparaíso por órden judicial en setiembre de 1833. Seria largo consignar aquí los ante

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