Su plana mayor reside en la Habana y se compone de La guardia civil destinada en la isla, como en la Penín- sus dos gefes principales que, además de tener á sus órdesula, para la conservacion del orden y persecucion de mal-nes inmediatas la fuerza destinada á la jurisdiccion de la hechores en las poblaciones y en los campos, empezó á capital, corren tambien con todo lo concerniente á los descrearse en 1854 despues de repetidas instancias del capitan tacamentos de la guardia civil, que están repartidos por general Roncali; pero bajo una planta tan insuficiente para todos los demás distritos en esta forma: 6 Tenientes, á 4,450. 2 Mariscales, á 975. 2 Sargentos primeros, á 408.. 6,900 3,900 2,000 21,600 Tropa. 846 2,988 42,438 4,836 60,588 78,366 304,479 Ps. Fs. Cs. 4,250 >> 4,750 >> 8,448 292,734 ESTADO DE SITUACION Y FUERZA DE LOS PUESTOS DE GUARDIA CIVIL EN 4862. Infanteria. Caballeria. TERCER DISTRITO. Infanteria. Caballería. CUARTO DISTRITO. Infantería. QUINTO DISTRITO. Infanteria. SESTO DISTRITO. Infanteria. Caballería. SETIMO DISTRITO. 10 Luyanó. 7 injantería. Caballería. 84444 Los servicios que ha prestado tan benemérito cuerpo desde 4860 á fines de 1862, pueden verse en el siguiente estado: ESTADO de los servicios prestados por el tercio de la Guardia civil desde 1.o de enero de 1860 hasta fin de setiembre de 1862. 27 113 69 332 109 38 55 98 204 39 32] 1,559 93 21 54 1,561 5812 » 1,118 521 1,138 2,256 805 203 168 192 232 72 240 56 54 4,238 1,375 2,224 3,599 7,837 p sopiq 11 66 98 28 2 2 2 TOMO II. AÑOS. 91 12 122 4 Con respecto á los cuerpos de milicias disciplinadas fuera aventurado establecer guarismos fijos de su fuerza efectiva en circunstancias dadas, aunque el gobierno pueda disponer de medios para completar los que corresponden á la designada por el antiguo reglamento de O'Reilly, y aun para dar á las milicias la forma que hace muchos años están reclamando el aumento de poblacion, de la riqueza del país y el aspecto politico del Continente Americano. Tranquilo era éste; la mayor parte del hemisferio descubierto por Colon pertenecia á la misma corona que la isla, y su poblacion apenas pasaba de 60,000 almas de toda edad, sexo y color, cuando por aquel reglamento redactado en 1764, se organizaron para poderse poner sobre las armas en un caso de guerra, mas de 6,000 hombres de milicias. Observándose la misma proporcion hoy, cuando escede á 4.000,000 de habitantes la poblacion de la grande Antilla, podrian alistarse mas de 60,000 hombres. Pero ese sacrificio está muy lejos de ser necesario para la defensa de un país que abunda por otra parte en medios muy ciertos y eficaces para rechazar toda invasion; y en ninguno de los varios proyectos que en diversas épocas recientes han ideado y aun proyectado algunos capitanes generales, han elevado su plan hasta ese guarismo. Además de que distraeria de las faenas agrícolas á la mayor parte de los habitantes blancos, lo descuidada que continua la cria caballar en la isla, no podria aun permitir que se organizase mucho mayor número de escuadrones de milicias. Pero para utilizar en un plan de defensa militar bien entendido el concurso de los ágiles, bravos, frugales y vigorosos campesinos de Cuba, antes o despues, habrá que asimilar nuevas milicias montadas en los territorios del Centro y Oriente, á las que existen en el de la capital, conservando ó no los nombres de disciplinadas y rurales. Treinta y dos escuadrones maniobreros de 400 ginetes con reducidos cuadros veteranos, y un uniforme análogo al sencillo y holgado trage de los hombres de campo, bastarian para dar á la defensa interior el carácter de invencible. No existe en América poder militar que sea capaz de hostilizar al que se reuniese, y al que á una sola señal de su gobierno podria, aumentarse en Cuba. No es este un juicio aventurado; ni para justificarlo hay que recordar que siempre se apresuraron á salir del país los antiguos flibustieros en sus frecuentes entradas durante el siglo XVII, cuando ni gente armada tenia que la defendiese. Dos solos hechos de su historia bastará tener presentes. En 1742 tambien tuvo que reembarcarse como aquellos el famoso almirante Vernon con un imponente armamento, y no desistió de su invasion por el solo temor de algunos centenares de milicianos de Santiago, sino á impulsos de la severidad del clima y de las fiebres. Veinte años despues, otra espedicion inglesa, que se acercó nada menos que á 30,000 combatientes entre marinos y soldados, estuvo para sucumbir ante la Habana que aun carecía de casi todas sus fortificaciones esteriores y apenas contaba 4,000 defensores; y aquella formidable invasion se hubiera indudablemente estrellado en la defensa, á ser esta dirigida con alguna mas resolucion y acierto. En medio de los adelantos que ha obtenido la isla en su ser, fuerza y riqueza, continúa rigiendo aun á sus milicias el reglamento redactado en 1764 para una época y situacion muy diferentes, y para una poblacion diez veces menor que la que actualmente tiene Cuba. Sin embargo, como era natural, porque así lo exigian el clima, los hábitos de los habitantes y la abundancia caballar de que dispone, las milicias de caballería han recibido mejoras y reformas limitadas solo á las de los territorios inmediatos á la capital y á las compañías rurales reorganizadas por el reglamento de 26 de setiembre de 1829. El número de milicianos que á fines de 1862 babia en toda la isla, era el que á continuacion se espresa. 34 ESTADO demostrativo de la fuerza de infantería y caballería que tenian en 1862 los cuerpos de Milicias disciplinadas de la isla de Cuba. El uniforme de los batallones de infanteria es el mismo que usa la veterana, diferenciándose únicamente en un alamar amarillo que llevan formando ángulo en el cuello de las levitas y saco-gabanes. Las observaciones hechas sobre el cuerpo precedente son muy aplicables al batallon de milicias de infanteria de Cuatro-Villas, mandado por un coronel, que es casi siempre algun hacendado distinguido del país. Las poblaciones El de la caballería es: casaca azul turquí, vuelta y cue- de Puerto-Principe, Sancti-Espiritus, Trinidad, Villa-Clallo encarnado con boton blanco, pantalon del mismo gene-ra, San Juan de los Remedios, Cienfuegos y Sagua la Granro y color que la casaca, con franja de galon de plata. El de los 8 escuadrones rurales de Fernando VII es el que sigue: El trage de gala es ros de paño carmesi con escarapela redonda y presilla de plata con boton del cuerpo; levita verde con cuello y vuelta carmesi y botones blancos; el cuello abierto formando curva de cuatro centrimetros de alto y con dos alamares en sus estremos de cordon de plata, caponas plateadas forradas por su parte inferior de paño carmesi; pantalon de paño gris aplomado con vivos carmesís en las costuras esteriores; cartuchera y cinturon de sable de piel de búfalo con hebillas, remates, pasadores y chapa de metal amarillo; el cordon del sable de seda carmesi con borla y pasadores de hilo de oro.El mismo trage sin cartuchera, con levita abierta y el cinturon del sable por debajo y con chaleco blanco, y el mismo pantalon ó el blanco en la estacion calurosa, sirven á los gefes y oficiales para las funciones de iglesia, presentaciones generales, etc. El de las compañías urbanas es: casaca azul celeste, vuelta y cuello encarnado, boton y centro blanco. de, podrian desahogadamente nutrir 2 batallones máximos, que en casos necesarios cubriesen el servicio en esas localidades. El cuadro veterano de este batallon casi puramente nominal, se compone de un sargento mayor segundo gefe, de la clase de segundos comandantes de ejército, de un ayudante, 9 tenientes, un tambor mayor, un armero, 9 sargentos primeros, 18 cabos y 9 tambores. Los 2 batallones de milicias de Puerto-Principe, de Cuba y Bayamo, tan decadentes como el de Cuatro-Villas, tienen la misma organizacion y los mismos cuadros veteranos. Las milicias de infantería de color, suprimidas en 1844, volvieron á vivir en 4854 por una mira politica mas formal que la que habia dictado su estincion. Sus 2 batallones de á 8 compañías cada uno, tienen gefes y oficiales del ejército. Su cuadro veterano se compone de un primer comandante que manda el primer batallon y un segundo que manda el otro, de 2 ayudantes, 16 capitanes, 16 tenientes y 46 subtenientes, 2 sargentos primeros, un cabo de tambores, otro de cornetas, 46 furrieles y 8 cornelas. El uniforme de sus gefes y oficiales es el mismo que llevan para diario los de la infanteria. Los milicianos usan sombrero de jipijapa, blusa y pantalon de coleta rayada de azul y blanco, para todos los actos del servicio. Las escuadras de voluntarios de Santa Catalina de Gua La sola poblacion de la capital podria suministrar fuerza sobrada para mantener al regimiento que lleva su nombre en su completo, y para que en caso necesario pudiese llenar en el servicio de la plaza el hueco de 2 batallones veteranos. Sus gefes principales son siempre de las familias mas no-zo, de una organizacion que no guarda ninguna analogía con tables y arraigadas, como los demás de los otros cuerpes la de las demás milicias del pais, se crearon en 8 de octude milicias de ambas armas en el país. Su cuadro veterano bre de 1858 como un auxilio militar para el territorio de se compone de un sargento mayor tercer gefe, que es de Guantánamo. Cousta su cuadro veterano de un capitan y la clase de segundos comandantes de infanteria; de 2 ayu- tres cabos. En los dos meses de asamblea fija que tienen al dantes, 48 tenientes, un tambor mayor, 2 armeros, 48 sar- año, los 6 voluntarios de primera clase devengan 40 y 1ƒ1⁄2 gentos primeros, 36 cabos y 48 tambores, con los haberes pesos, los de segunda 91, y los que componen el grueso que respectivamente les corresponden por su clase en el de la fuerza 9 cada mes. Esta milicia está à las inmediatas ejército. Þórdenes del teniente gobernador de Guantánamo. Nos parece digno de una atencion tan preferente y de- f en el cual podrian repetir aquellos campesinos cuando los tenida todo lo que se refiera á las milicias, que aunque so- acontecimientos lo exigiesen, los heróicos ejemplos que lo sea el objeto de este libro manifestar lo que hay y lo que dieron los guágiros de Santo Domingo á fines del siha habido en la isla, creemos necesario esponer algunas glo XVII y principios del presente en defensa de la banbreves reflexiones sobre una reorganizacion general de to- dera nacional. das ellas, adecuándola á la distribucion actual de su poblacion y riqueza agrícola. Las milicias montadas de la isla podrian reorganizarse en 8 regimientos de á 4 escuadrones, en los cuales se amalgamasen los de la Habana y Matanzas, empleando en la scgunda compañía de cada cuarto escuadron, los mulatos y negros mas propios para ciertos servicios. El reglamento de O'Reilly ya es inaplicable, no menos por la transformacion con que en cerca de un siglo se ha mejorado el país, para cuyo servicio militar se formuló; que por las infinitas reformas y mejoras que han recibido Cada uno de esos 8 regimientos constaria, sin su plana desde entonces la organizacion, la planta y la administra-mayor y oficialidad, de 500 ginetes, distribuidos en las cion de las tropas españolas. mismas unidades tácticas que tienen los dos regimientos Dotada actualmente la isla de fuerzas veteranas, mas de caballeria veterana, con la sola diferencia de que en los que necesarias para su defensa, tanto de infanteria como de milicias, solo los primeros escuadrones fuesen de lande artillería é ingenieros, y en el material de estas dos úl-ceros, y los otros tres usasen todos carabinas rayadas. timas, el objeto de las nuevas milicias que se organizasen Estos 8 regimientos, utilizando los cuarteles y cuartelitendria que ser auxiliar á la infanteria en la defensa y ser-los que conservan en distintos pueblos del territorio occivicio militar de los pueblos, y suplir en las operaciones á deutal, podrian tener sus planas mayores, cuadros veterala escasez que aun se advierte en las fuerzas veteranas de nos, cuarteles y almacenes en los siguientes puntos, ú otros caballería. inmediatos que considerase el gobierno preferibles: Para llenar estos dos grandes objetos, la poblacion se El primero en Guanabacoa, el segundo en Pinar del encuentra distribuida de manera, que podrian crearse con Rio, el tercero en Nueva Bermeja ó Colon, el cuarto en la mayor facilidad 4 regimientos de infantería de milicias Villa-Clara, el quinto en Sancti-Spiritus, el sesto en Puertoblancas, destinadas al servicio y defensa de las mismas io- Principe, el sétimo en Bayamo y el octavo en Holguin; nucalidades en que se nutriesen sus compañías. Cada uno de tréndose los 8 en los territorios que respectivamente se de estos regimientos organizados bajo una planta mas pro-demarcasen á cada uno de esos puntos cabeceras. pia de la época, que la que dió al de la capital el centenario reglamento de 4764 podria teuer dos batallones de á 4,000 plazas y 8 compañias, destinando á las sétimas y octavas los pardos y morenos. El regimiento núm. 4 podria nutrirse en el solo casco de la capital. El que llevase el núm. 2 en todas las poblaciones reunidas que se hallan en la parte occidental de la isla, desde el meridiano de Santa María del Rosario hasta el cabo de San Antonio. Con esa sencilla y fácil organizacion se conseguiria sin gran sacrificio del Erario, aprontar para cualquier evento un gran elemento de defensa en la isla, mantener constantemente sumisas las dotaciones de sus grandes fincas, simplificar de una vez la defectuosa y mal equilibrada organizacion actual de ese ramo militar y contando con un recurso muy positivo para rechazar toda invasion. El éxito de la defensa, muy probable ya hoy, lo seria entonces tanto mas cuanto que seria imposible que el invasor empleara en el ataque aquel arma preferente é inEl regimiento núm. 3 se formaria en poblaciones com-dispensable para hacer la guerra en Cuba. prendidas entre el citado meridiano y el de Nuevitas, al puerto de Santa Cruz del Sur. Una reorganizacion en los términos indicados ú otros parecidos, es obra que depende solo del estudio y de las El cuarto regimiento tendrá pueblos suficientes para combinaciones que el gobierno forme pronto; porque el flonutrirse en las ciudades de Santiago de Cuba, Bayamo, Ba-reciente estado actual de la isla la reclama, y la sábia poracoa y Holguin, y en las demás que aparecen entre el ci-litica de España en Ultramar se la aconseja. tado meridiano de Nuevitas, y la punta de Maisi. Estos cuatro regimientos de infantería de milicias, podrian tener sus planas mayores, cuarteles, almacenes y depósitos, el primero, en la Habana, el segundo en Guanajay, el tercero en Sancti-Spiritus, y el cuarto en Santiago de Cuba. los demás territorios necesitan tambien que se organicen REGIMIENTO DE LA HABANA, DE DOS BATALLONES. La reforma determinada por Real orden de 22 de julio de 1862, aunque sea muy útil, ha sido muy incompleta. No ha hecho mas que refundir bajo una planta igual y bien concebida á las milicias de caballería del territorio ocidental en 4 regimientos con 4 escuadrones de 126 plazas cada uno denominados, Habana núm. 1.o, Matanzas núConsiderando que no es la infantería el arma prefe-mero 2, Güines núm. 3 y San Antonio núm. 4. Todos rente para la defensa interior del país, hemos sido parcos para fijarla en solo 8,000 hombres para una isla de mas de 4.000,000 de habitantes, y con pueblos tan considerables como la Habana, Santiago de Cuba, Puerto-Principe y algunos otros. Para la organizacion de las milicias de caba-nimiento de las milicias disciplinadas son las siguientes: Hlería tendriamos que ser mas exigentes; porque es el arma mas propia é indicada para las operaciones en una zona ardiente, y en un país cuyas dos terceras partes son llanas y tan fecundas en pastos y forrages como en ganado cabaHlar, á pesar del lamentable abandono en que aun sigue su cria. Para el servicio de partidas y descubiertas, para los movimientos rápidos en una larga estension y otras muchas fatigas propias del arma de caballería en campaña, el ginete rural de Cuba es tan preferible al ginete peninsular, como este lo es á aquel para los movimientos tácticos y las operaciones en fuerza reunida. El cubano resiste mejor al sol de fuego que fecunda su lozana tierra, y conoce los rincones de su superficie que ignora casi siempre el peninsular; se conforma para su alimento con las raices alimenticias que desdeña en general el español, y está mas habituado que él á las variaciones de su clima. Estas razones y la abundancia de caballos determinan á las milicias montadas, como un elemento principal de la defensa interior del país, 4 Segundo comandante, sar- 2 Ayudantes, á 720. 4 Tambor mayor. Total. . Tropa. 4,680 >> 44,880 >> 45,000 >> 288 >> 624 45,000 >> |