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cuideis de los honores de la tierra, preparad donde quiera la via del Señor, haciendo derechas sus veredas.

Y es esto lo que vemos?-Todas las pasiones, todo el orgullo, toda la avaricia, la lujuria, la vanidad, la humillacion ante las potestades de la tierra, la alianza con todos los déspotas, tal es el espetáculo que ha presentado y que presenta, esa que se llama Iglesia del Señor! Roma ha sido llamada la prostituta de la tierra y cuando Roma se levantó para regenerarse, ese Pontífice romano fué el que entró á sangre y fuego con las bayonetas extranjeras para sentarse en su sólio, fusilando, proscribiendo, y ahogando la respiracion de esa Italia que quiso revindicar su honor y su nacionalidad.

Y donde quiera, esa Iglésia aparece armada del anatema, esgrimiendo amenaza y maldicion contra la libertad.

La Iglesia es anti-cristiana.

La Iglesia no posee el espíritu del Evangelio.

Toda reforma, toda mejora, toda esperanza, todo progreso ha sido proclamado y realizado à despecho de la Iglesia. El Evangelio ha caminado encarnándose lentamente en las instituciones á despecho de la Iglesia. La abolicion de la esclavatura, de la servidumbre, de la feudalidad;-la abolicion de las penas infamantes y de la pena de muerte, la reforma del código penal;- la introduccion de las masas á la vida política y social; las conquistas de la ciencia y de la industria; la marcha del amor y de la libertad, todo eso ha marchado luchando contra la Iglesia.

Hay pues otra Iglesia que posee el espíritu del Evangelio.Esa Iglesia es formada por hijos del libre pensamiento, cuya palabra invade sin cesar la tierra. Es la palabra de la filosofia, es la palabra de la democrácia; es la palabra de la caridad en la ciencia formando un soberano en todo hombre, es la palabra de la caridad en la industria haciendo la vida barata, es la palabra de la caridad en la politica formando la ciudad de todos los hombres libertados unidos por los vinculos de la fraternidad como sentimiento y de la solidaridad como principio. «Juzgad al árbol por sus frutos.»>

V.

Pedimos la resurrecion del Evangelio.

Pedir la resurrecion del Evangelio, es evocar al hombre

nuevo.

La emanacion ó el espiritu del Evangelio nos coloca en la plenitud del ser, en la posesion de la conciencia, en la union directa con el Creador y con las criaturas.

Viviendo en su atmósfera de amor, de abnegacion, de pureza, de elevacion, de fuerza, sentimos la comunicacion del espíritu infinito y el alma se siente en su patria, se afirma en la ciudad, se consagra en la soberanía. Vivimos en el centro del sistema sideral de las ideas y de los sentimientos, y nuestros movimientos, nuestras acciones reciben el sello de la armonía celeste sin Ja fatalidad. Nacemos entonces, recibimos el bautismo de la luz, somos nacion, somos libertad, y el porvenir estiende los campos prometidos, los horizontes de la paz universal. Veamos al ser, sintámoslo en nosotros, tengamos la audacia de obedecer á la razon, tengamos la osadia de creer en la razon, cometamos el sacrilegio de creernos hijos de la «luz con que todo hombre viene á este mundo» y asi todo hombre será un Evangelio y el Evangelio será un hombre resucitado. El libro de la ley brilla en todo hombre. Leamos ese libro que en el corazon de los hombres. Leamos la palabra sacrosanta en nuestro ser purificado. Y la ley, la vida, la verdad estallarán como emanaciones naturales, como ondulaciones de la luz brilla en cada uno.

que

el Creador escribió

Dios luchó con Jacob, dice el Génesis, y se dejó vencer para darle audacia.

Dios nos ha dado la libertad, en el seno de la fatalidad para vencerla. No renegueis ese testamento. O cedeis y abdicais, ó la lucha y la victoria. La libertad es Dios en el hombre. La abdicacion es el triunfo sombrio de las tinieblas. El Evangelio primitivo y progresivo, el Evangelio inmortal, el testamento inmutable, la profecia del bien, la pacificacion prometida y esperada, la glorificacion trascendental de la humanidad, es en tí, está en ti, vive en tí, se llama conocimiento, amor y práctica de la Libertad.

Lima 1853.

BOLETINES

DEL

ESPÍRITU.

I.

Cuando los romanos sanjaban los cimientos del Capitolio, en medio de las escavaciones encontraron una cabeza. Los sacerdotes llamados para esplicar ese hecho, interpretaron lo que vagaba en la conciencia de los fuertes:-Roma será la cabeza de la tierra, el pueblo rey. El romano recibia en consecuencia el bautismo de rey del Universo y Roma verificó la profecía

Roma es todo hombre y todo pueblo. Nuestro deber es constituir la Roma del porvenir, cuyo Capitolio es la fraternidad de los pueblos y cuyo Dios sea, no el Júpiter tonante, nj Jehová el iracundo, sino el Padre de la libertad del amor.

Las profecías que anuncian esta nueva era, son la fé en lo que debe ser, son los hechos visibles de la historia, son las cabezas de monarquias y teocracias, son las castas y privilejios que ruedan en los cimientos ciclopeos de la Jerusalem futura.

Es para esta obra que se necesita la formacion de los nuevos ciudadanos y la fórmula del bautismo cristiano: «El primero de todos será el servidor de todos. >>> Es para esta obra que debemos educar al nuevo Aquiles y con alimentos de Leon, porque hay una Troya que destruir y esa Troya es todo lo que sirva de refujio y amparo à la verdad adulterada, y á todo despotismo. Es para esta obra que debemos educar al nuevo Eneas, para que salve del incendio á los dioses lares y busque á traves de tempestades y guerras las orillas predestinadas para la vida de la libertad.

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La filosofia, el alma de Cristo, las bellezas de los pueblos heróicos, hé ahí los resplandores de la luz; hé ahí el sacerdote que

estiende sus manos sobre el recien nacido y sobre los continentes mudos que esperan como pedestales sublimes la aparicion del espíritu: Saludemos al Pontificado de los pueblos!

Cayó la Roma de los papas y se levanta la Roma universal en todo pueblo. Un Dios-una palabra-una humanidad. Cayó el privilejio de la encarnacion de la palabra y se levanta la revelacion del Omnipotente en todo hombre. «Es la luz verda» dera que alumbra á todo hombre que viene a este mundo. » (San Juan)

II.

Salud aurora sin término que te levantas sobre la humanidad adolorida! Llega el dia en que veremos la luz y la desaparicion de los tiranos. Hosanna, Hosanna! Dios de libertad, redentor de los pueblos, resucitador de nuestras almas sepultadas en la historia. Ya no es un hombre el que clama en el desierto, preparando la venida del hijo del hombre, son los pueblos al fin que se levantan á la voz omnipotente de la justicia. Salud bien aventurados que jemíais en las cavernas de los sacerdocios y de las aristocracias.

Salud, pobres de espíritu que habeis roido siglos y siglos vuestros huesos implorando misericordia y justicia.

Salud, mártires de la verdad, testigos de Dios acá en la tierra-vuestras profecias se cumplen, vuestra sangre dá vidavuestra palabra puebla los espacios levantando jeneraciones libres y fraternales. El Eterno levanta su mano y podemos preguntar donde estais vosotros señores de la tierra? ¿donde estais hombres de iniquidad y de orgullo que habeis devorado el trabajo de los rotos de todo tiempo, para sentaros al banquete de la vida? Todo lo poseisteis-ciencia-poder-autoridad-riqueza-la sancion de vuestros sacerdocios y con todo esto ¿qué habeis hecho por el alma de Cristo que yace encadenada en cada uno de nosotros? ¿ Ois el ruido del inmenso despeñadero que retumba en los infiernos? Ved rodar a los coronados que degüellan á los pueblos, á los judíos que roban, á los ricos y ociosos sin entrañas, a los prostituidos al oro; ved rodar á los hipócritas, á los corruptores de la conciencia, á los corrompidos por el poder. Adelante espíritu invisible, providencia sublime. Fuerte, es tu brazo derrocando, porque largo tiempo has esperado, largo tiempo has anunciado tu ley y tu ley

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