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la sociedad lo habria hecho cuerdo y vendria á poner al servicio del partido su influencia y su inteligencia poderosa; y los terceros confiaban en que el contacto de las sociedades monárquicas, la corrupcion del gran mundo lo hubiesen hecho someter sus convicciones al interés de adquirir fortuna y quizá un móvil tal podria procurarles un afiliado ó cuando menos inutilizar la alianza de él con los opositores.

Por tales causas se puede comprender el recibimiento que se le hizo. De todos los partidos recibió felicitaciones.

Bilbao se encerró en sí mismo. Contuvo la manifestacion de sus tendencias y se contrajo á observar, á estudiar los hombres, los partidos, las ideas, los fines que se proponian. Esto no le fué dificil. La situacion de la República era casi la misma que cuando la dejó en 844, con cortas diferencias. Para comprenderla bosquejaremos lo que habia pasado en Chile en los cinco años que permaneció en Europa, bosquejo necesario para que se comprenda la cruzada que iba á emprender.

En el capítulo primero de este trabajo dimos una idea de los partidos que habian nacido en 828, el triunfo del partido reaccionario en 830 y las conspiraciones que aquegaron á Chile hasta 840, en que subió al poder el G. Bulnes. En esa época los conservadores propusieron a los liberales la fusion de los partidos para cimentar una paz durable, pactando la reparticion de los destinos entre los hombres mas capaces, la organizacion de las Cámaras dejando absoluta libertad en las elecciones y algunas reformas en las leyes administrativas que conciliasen las aspiraciones de unos y otros, tomando un término medio. Como garantia de este arreglo empeñaron los hombres su palabra y como sello de la buena fé que animaba á los partidos, Bulnes se casó con la hija del General Pinto, candidato de los opositores. Desconocido este pacto por Bulnes, los liberales despues de cinco años de silencio quisieron aprovechar la reeleccion que se presentaba en S46 para desplegar la bandera de oposicion. Esta vez, la oposicion era encabezada por dos hombres que habian adquirido algun nombre en las pasadas contiendas civiles: D. Pedro Godoy, antiguo Coronel, de espíritu ardiente, pasiones fuertes, gran inteligencia natural y de gran esprit para manejar la pluma; y D. Pedro Féliz Vicuña, hijo del Presidente que en 829 habia abandonado el poder, hombre de prestigio por la familia numerosa á que pertenecia, por sus

escritos en defensa de los derechos pticos, de corazon impresionable, noble de carácter, valor pasivo, patriota, pero sin malicia, sin las dotes necesarias para comprender la causa que representaba y fácil de caer en las redes que le tendieran sus amigos y enemigos. Era, lo que habia sido para su partido Luis XVI, asi como el otro podia decirse que era lo que Camilo Demulins habia sido entre los Jacobinos.

Dada la voz de alarma por estos dos hombres en la prensa, y sobre todo en el «Diario de Santiago» acudieron los viejos liberales con el fuego de sus primeros años. Pasóse revista, faltaba gran número de ellos, la mayor parte muertos sin transijir. La juventud permaneció sorda con cortas escepciones, pero la masa acudió en sosten de los que pedian libertad para el pueblo.

Esta oposicion dejenerada en cuestiones personales, sin iniciar reformas positivas, sin elevacion de miras, sin ideas nuevas, sucumbió ante el poder desplegado por el Ejecutivo.

En lo sério de las polémicas apareció de ministro un hombre nuevo como poder en las filas conservadoras, D. Manuel Montt, de carácter fuerte, enérjico, ilustrado, pero con ideas calculadas para atraerse al partido reaccionario y crearse un nombre en ese terreno que mas tarde le sirviese para llegar á la Presidencia. Este ministro imprimió á la administracion su carácter, optó por las medidas violentas y organizando el predominio de la fuerza sobre la ley, no esperó la muerte natural de la oposicion, se alarmó con la exitacion de las pasiones y procedió de hecho á esterminarla. Fusiló al pueblo en Valparaiso y encarceló á los que dirigian la oposicion poniendo á la República en estado de sitio.

Triunfó Bulnes y una vez restablecida la marcha normal del pais, Montt se retiró del ministerio y le sucedió D. Manuel Camilo Vial, pariente del Presidente, hombre hábil, sin carácter, enemigo de Montt, aunque del mismo partido. Las primeras medidas fueron deshacer lo que su predecesor habia hecho, restablecer el imperio de la ley, conceder libertad en las elecciones, amnistia general. Era el plan de este ministro despopularizar á Montt y cortarle las alas para llegar al poder. De aqui nació que el partido conservador se dividiese en dos bandos: ultra conservadores, que no admitian reforma de ningun género y establecian por ideal el despotismo de los estados

de sitio, representado por

Montt; y el otro que admitia ciertas reformas políticas, daba vida a las corporaciones municipales y detestaba las medidas violentas, representado por Vial.

Animábase la lucha entre estos partidos con motivo de la eleccion para Presidente de la República que debia hacerse a fines de 1850, cuando llegó Bilbao de Europa.

Visitáronle ante todo los representados por Vial y le ofrecieron la redaccion del diario el « Progreso. >> No la admitió, porque veia que se le imponian condiciones: sostener al Gobierno, no hablar de religion. Desechó la oferta sin dar la razon de su negativa, apesar de hallarse sin recursos. «¿Qué pensais hacer entonces? » le interrogaron. « Pronto lo sabré, » fué su contestacion. Búlnes mandó llamar á D. Rafael Bilbao y le dijo: «< amigo, su hijo de Vd. puede ser muy útil á la patria. Yo quiero la felicidad de esta y nada mas, y al llamarle es para manifestarle mis buenos deseos para con Vd. y su hijo. Yo espero que un patriota como Vd. influirá en su hijo para que nos ayude. Es necesario que cada ciudadano contribuya con su grano de arena á afianzar el bien de Chile. »~ -Don Rafael Bilbao agradeció la demostracion que se le hacia y se retiró contestándole: « Esté V. E. seguro que mi hijo y toda mi familia trabajarán siempre por el bien de la patria y jamás nos apartaremos de los principios que tiendan á ello. >>>

Pocos dias despues se crió la oficina de Estadística y Bilbao era nombrado uno de sus empleados. Al mismo tiempo entraba de oficial en la Guardia Nacional.

Alejado de la política, sin aceptar ninguno de los partidos que militaban, abrió sus lábios para desaprobarlos, ninguno le satisfacia. Los que le oian le aplaudian, pero al propio tiempo lo observaban: Todos no son Cristos:

Los

En esos dias sucedia un cambio en la escena politica. ultra-conservadores derribaban á Vial del ministerio y se apoderaban de la confianza de Búlnes. El partido que descendia pasaba á ser de oposicion y se organizaba en una asociacion llamada «< Reformista, » compuesta de los hombres que figuraban en el partido, resuelta á luchar por el triunfo del caudillo que presentaban, Errazuris.

Este partido fué robustecido con la afiliacion de la mayoria del partido liberal.

Bilbao asistió á esta sociedad y permaneció mudo algunas noches, observando. De allí dedujo que los opositores no eran liberales, no sabian lo que era la democrácia, no comprendian el sistema Republicano. ¿Qué hacer en tal situacion? Se retiró de la politica militante y fijó sus miradas en otro terreno que permanecia inculto y olvidado. La base de la República no está en el triunfo de este ó aquel caudillo; si no se tiene antes la rejeneracion social jamás se tendrá el resultado, el fruto ostensible, que es la rejeracion política.

Vió, pues, que los partidos gastaban sus fuerzas en cuestiones de fórmulas y que el trabajo que habia que emprender era otro: enseñar la ciencia republicana á las masas, quitar ese elemento esplotable á los partidos y echar las raices de la rejeneracion. De esta idea nació la « Sociedad de la Igualdad. >>

Lo único que pedia á los políticos de todos los partidos, al poder sobre todo, era la garantia del derecho de asociacion.

« Respetad ese derecho, decia, y os respondo que no militaremos en la contienda que teneis. >>

Porqué razon Bilbao no se alistaba en la oposicion? qué ideas tenia esta? qué queria aquel? Hé aquí lo que vamos á demostrar en el siguiente capítulo.

CAPITULO VIII.

LA REPÚBLICA SEGUN LOS PARTIDOS POLITICOS Y LA REPÚBLICA SEGUN BILBAO.

Bilbao diferia con los hombres del partido liberal en el punto de partida que la filosofia dá al sistema democrático. Se encontraban separados por una barrera enorme. De esta separacion nació el papel escepcional que Bilbao vino á representar no solo en su pais sino en la América y le ha dejado como el tipo de una nueva escuela. De aqui su personalidad en la historia, su importancia en la sociedad. Timbres gloriosos que jamas podrán arrancarle ni sus enemigos ostensibles ni los que se creyeron oscurecidos por la sombra que arrojaba su estatura colosal.

Si, lo repetimos y lo repetimos hoy, porque ya es tiempo de hacer justicia al hombre que tuvo que mendigar la hospitalidad fuera de su patria, al que sufrió todas las torturas del desenfreno de las pasiones, todos los desengaños de las defecciones intimas; y por qué no decirlo! seamos francos-tuvo por enemigo implacable los bajos sentimientos-la envidia.

Víctima ilustre del corazon mas puro, jamás conseguirán arrancar la inmortalidad á tu obra! no! porque ahí está la razon humana para azotarles el rostro á los que lo intentaran. Sigamos.

La España nos habia mantenido privados de los derechos civiles. Obtenida la emancipacion, los partidos que se consagraron á trabajar por la libertad creyeron, como creen hasta hoy, que esta se encontraba en el ejercicio de los derechos civiles. Los derechos civiles eran para ellos los que determinan el ejercicio de la soberania, sea en las concesiones ó fa cultades que acuerda la ley al gobernante, sea en los que el pueblo se fija para establecer las relaciones entre gobernantes y gobernados. Asegurar el ejercicio de estos derechos, procurar ampliarlos en este ó aquel sentido era todo el fin à que se

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