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torna Ibáñez; Murphy, Marfil; Screibner, Escribas. He encontrado que Vi▴ lleau Brun se vuelve Vilugron i Belle Val, Belbal o Berbal. Por el mismo proceso se operan los cambios siguientes: Lavigne en La Vina: Morandais en Morande; Rochel en Rosel; Loriel en Lorie; Caux en Coo; Edwards en Eduardo; Prouveau en Probós; Doublet en Dublé; Denos en Nos; Descarte en Carte; Letellier o Lhotelier, en Letelier; Lannhámer, en Lancámara; La Tour en La Torre. Estos franceses La Torre figurau en Mendoza i en Copiapó.

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I como estos un sinnúmero de apellidos «a la chilena», que orijinariamente tuvieron letras que han desaparecido en su transformacion, saliendo así nombres hereditarios nuevos, porque ha subsistido la corrupcion, o la permutacion fonética.

Otra fuente de la onomástica chilena la ha constituido la sustitucion del apellido por el lugar de procedencia.

Ha nacido de esta suerte un número no escaso de nombres hereditarios jeográficos que seguramente no son otra cosa que el pais de donde aquéllos eran oriundos.

Tal pasa con el apellido Candia, hasta hoi subsistente, i que se refiere a individuos nacidos en la isla de Creta. De uno de ellos he encontrado que su verdadero nombre hereditario es Orsato. Hai de aquella rejion Pedro de Candia (natural de Creta), Martin Candia, Constantino Candia, Alejandro de Candia.

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De la misma naturaleza son los apellidos Juan i Márcos Griego, Pedro Troyano (oriundo de la isla de Chipre), Jorje i Antonio de Ródas; Vicencio de Nápoles; Anton de Nápoles; Lorenzo Jenovés; Jácome Veneciano (era Estai); Domingo Veneciano; Guillermo i Anton de Niza; Juan Flamenco; Pedro de Gante; Pedro de Dinamarca; Marco Antonio de Mesina; Enrique de Flandes; Pedro, Juan de Malta (era Zurbano); Vicencio de Lípari; Antonio de Mallorquin, etc.

Adviértese aquí, recorriendo los documentos notariales, actas capitu. lares, archivo de la Audiencia, capitanía jeneral, etc., que ha sido corriente

1 La mujer de este Márcos es llamada Leonor Griega; se domicilió en Valdivia,

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de conformarse i aceptar apellidos no mui aceptables, como Cabra, Ceja, Ortigas, Orilla, de la Calle, Espina, Zarzal,, Capon, Cabrero, Cota, Vaca, Cordero, Arroyo.

En algunos casos se siguieron ciertas analojías como el orijen del apes llido Bello. Un judío, Isaac Barro, dió nacimiento al de Juan del Rio; a quien por su apellido apodaron. Truchas».

Es esto sujestivo i digno de llamar la atencion del observador i como dato para establecer presumiblemente la filiacion orijinaria hebrea de algunos apellidos que se naturalizaron en Chile.

Es posible que haya relacion mas o menos estrecha, deducida de la igualdad de apellidos, entre los que figuran en los anales judeo-españoles de fines del siglo XV i los que se avecindaron por acá en el XVI i siguiente. Así del puñado de apellidos judíos i heréticos que la Historia de AMADOR DE LOS RIOS acumula, son de recordar los de Abiatar Tello, Juan Martínez de Olave, Aben Núñez, Antonio de Pomar, Gabriel Garriga, Gonzalo de Aguilar, Gaspar, Mosen, Alonso, Pascual, Jaime, Gonzalo i Pedro de Santa Cruz, Gonzalo de Santa María, Joan de Pedraza, Joan Vidal, Luis Rosel; Manuel, Miguel i Pedro de Almazan, Manuel de Vello, Jaime i Bernardo de Ribas, Francisco del Rio, Alvar de Orosco.

Ahora entre los judaizantes portugueses que se señalaron por su persistencia, están los Almeydas, Cardosos, Fonsecas, Corderos, Oliveiras, Orregos o Dorregos, Piñeiros, Olivares, Andrades, Sozas, Carvallos, Sierras, Aguiar, Calderas, Lainez, Ferreiras, Núñez, Mendiolas. Los Henríquez de Fonseca, procesados, suman unos 40. Pereiras judaizantes los hai a porrillos. Siguiendo nuestra hipótesis de filiaciones judías llegamos al cotejo de procesos inquisitoriales de Lima i de Chile, i allí puede notarse que hai un número no despreciable de los llamados delitos de judaismo. Hasta se encuentran acá procesos por la misma causa en individuos que allá en la península tuvieron que ver con la inquisicion. Tal pasa, entre otros, con los Henríquez de Fonseca i con los Pereiras.

Aquí en Chile daban en la flor de mirar como judíos a los portugueses. Acaso para ello no les faltarian sus razones.

Un hecho que dificulta los esclarecimientos etnográficos en este punto es la facultad de tomar i dejar apellido de que solian usar los procesados. por la Inquisicion, a quienes las sentencias condenatorias cerraban la puerta

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de casi todas las profesiones, i cuyos nombres, escritos en los muros de las iglesias o en los sambenitos que de ellos pendian, imprimian sello de infamia en sus descendientes. Para volver a entrar en el derecho comun, las familias mudaban de apellidos, por lo cual desaparecieron muchos. 1 Se ha podido comprobar que a los descendientes de los penados por la inquisicion no quedaba mas medio de rehabilitarse que cambiar de apellido. GODOI ALCÁNTARA cita la sentencia inquisitorial contra un Benito García, cuyos hijos, nietos, nietas i descendientes de aquel por la línea masculina, eran declarados inhábiles, incapaces, infames, privados de beneficios temporales i espirituales por el delito de herejía i apostasía cometido por el dicho Benito García. Esta condena hasta la segunda jeneracion con privacion de oficios i dignidades, producia el natural impulso de borrarse el apellido. Con semejante pena ¿no es de admirarse que subsistiera el apellido García?

Allá por 1538 un inquisidor de Toledo-Sebastian de Orozco-al ha'cer relacion de reconciliados i autos de fé celebrados a fines del siglo XV i principios del siguiente, observa que muchos de ellos se han quitado i mudado los nombres antiguos que tenian de sus abuelos i antepasados 2, que ya en esa ciudad no se hallaba quien de aquellos nombres i apellidos antiguos de confesos se llame así como Fagueles, Guaipanes, Gafaires, Sorges, Golondrinos, Husillos, Xaradas, Cotas, Cañamones, Alixandres, Ametes, Hayetes, Dientes, Faros, Cabales, Acres, Pabones, Sardones, Mizales, Tordillo, Pichos, Mohetes, Alvendines, Limosines, Levis, Talconis, Camarones, Abengatos, Pajarillos, Piquis, Chupateles, Pintados, Blancos, Tizones, Garbales, Tardales, Merinillos, Amonos, Burrabes.

De estos apellidos en Chile tuvimos i tenemos Blancos, Falcones, Pavones i Tardones; i probablemente aquellos Tordillos sean nuestros Gordillos, apellido del Norte, i los Merinillos, sean nuestros actuales Merinos, bastante estendidos en el territorio. Me imajino tambien que el Cota que figura en ese sambenito pudiera ser el Alcota que he citado anteriormente, que aparece en antiguo documento del siglo XVI i que se ha perpetuado en Atacama hasta lo presente. Presumiblemente de la estirpe conversa de los Xaradas, procedan los Jaras i los Jarabas que pasaron a América.

1 GODOI ALCANTARA, Apellidos castellanos, páj. 62 i 251.

2 GODOI ALCANTARA, loc. cit. páj. 255.

Es un hecho, pues, la costumbre de borrar o alterar apellidos sindicados de herejía, como fué tambien costumbre el de dar nuevos apellidos a los judíos conversos. Ahora ¿cómo será posible distinguirlos, sobre todo a los que primero vinieron a Chile en el siglo XVI?

Solo conjeturalmente.

Procuraré orientarme con un par de ejemplos.

He sentado ántes dos circunstancias que conviene no olvidar: es la primera el hecho de que la espulsion de los judíos de la península en 1492 trajo á América un gran número de ellos; i la 2.a el que los reyes de España no vijilaron en el primer tiempo (hasta la época de Felipe II) la nacionalidad de los aventureros que pasaron a Indias.

Elejiré entre esos apellidos cuya nacionalidad ha sido un enigma para los investigadores, 1 s dos ejemplos que he escojido para encontrar la procedencia hebrea orijinaria, un hombre i una mujer: Juan Elías i Jinebra Cejas.

De Elías, compañero del célebre capitan Pastene, ha hecho VICUÑA MAC-KENNA un español, que fué uno de los primeros pobladores del valle del Quintil (Valparaiso, i que dió nombre a la conocida Quebrada Elías, de este puerto. (Historia de Valparaiso, vol. I, caps. III i IV).

Don JOAQUIN SANTA CRUZ, en su interesante estudio sobre Los Italianos en la conquista de Chile imajina que este Juan Elías fuese italiano, porque su apellido aparece suprimido, «como de costumbre entre los españoles cuando se trataba de apellidos estranjeros».

¿Por qué se le bautiza por italiano? I esta misma interrogacion formula ETTORE LACQUANITI en su hermosa monografía histórica sobre Giovanni Battista Pastene, (Valparaiso, 1904, páj. 23).

Segun mi opinion, Juan Elías es judío español. El nombre hereditario de Elías, a la vez es apellido. Yo mismo he conocido personas que lo llevan de nacionalidad española, i que tienen la imborrable i típica característica de las fisonomías israelitas. Por lo demas, se sabe-i ya lo hemos dicho ántes Elias significa en hebreo Jehová es mi Dios Elías, como su si milar Elío, es apellido español i figura en el Diccionario de CONTO e Isaza.

1 Ha habido en Santiago, hace no muchos años, un honrado industrial, compositor de pianos, que se apellidaba Elías.

LA E. S. de c.

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Acaso de la misma procedencia sea el apellido Eliz, derivado de Eli (Jehová).

Vamos a la mujer: Jinebra Cejas. Como se sabe, es la esposa del celebrado almirante Juan Bautista Pastene. Ya don DIEGO BARROS ARANA en el Proceso de Valdivia (páj. 365) observa el estudiado silencio con que, en las hojas de servicio de los Pastenes, se pasa acerca de la nacionalidad de aquella señora. ¿Seria ésta una española de orijen oscuro? ¿Seria una mujer de la raza indíjena? Procurando aclarar el misterio, al final del libro, indica que la esposa del almirante se apedillaba Balcázar, que pertenecia a una familia española establecida en Canarias, que pasó del Perú a Chile en 1543, en el mismo buque que mandaba Juan Bautista, i que en este pais se casó mui poco tiempo despues de su arribo.

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Consta que esta señora es Cejas que ha sido vertido Ceijas, apellido distinto, en gallego seijo o seixo, guijarro, peñasco (latin saxum). La transformacion que ha sufrido ese apellido es significativa. Como Cejas corresponde a esos que la costumbre de los conversos borraba perpétuamente. Infiero, pues, que se trata de un apellido de orijen judeo-español; i sin duda a ello debe atribuirse la estudiada pretericion de los documentos de la época i en especial de esas admirables máquinas de vanidad jenealójica, que al decir de un ilustre político chileno, son manifestaciones de la «<mentecatez humana... Resulta del estudio de este apellido Cejas que puede ser asimilado al de Cejudo de tan marcada significacion, i en tal caso, estaríamos en presencia de un apodo, de la misma naturaleza de Cabezudo, Vientre, Panza, Melena, Barba, Ojos, Barbuda, Orejudo, Calvo, Cabello, Velloso que abundan en la onomástica hispana. 3

1 Real Audiencia vol. 343, de nuestra Biblioteca Nacional. En el orijinal aparece claramente el apellido Cejas, i así consta de las declaraciones testimoniales que corren en el espediente.

2 Es conocido el caso de aquel farmoso arzobispo, don Juan Martínez, que tuvo la debilidad de trocar el apellido de Guijarro por el de Siliceo, latinizándolo (AMADOR DE LOS RIOS, Historia de los judíos en España, vol. III, páj. 501).

En Santiago hemos tenido embajadores diplomáticos españoles, que se apellidaban Guijarros i no tuvieron, como el arzobispo de marras, vergüenza de su apellido. 3 Entre los apellidos de este jaez son de citarse los siguientes que figuran en documentos antiguos: Nuno nariz, Joan hinchado, Pedro Joan el ancho, Joan rostrudo.

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