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Madariaga, don José Fernández de Campino i don Francisco Antonio de la Sotta.

Respecto de las familias que respetaban por sus jefes a obispos de la iglesia chilena, deben mencionarse como fundadores de estirpe a don Andres de Rojas i la Madriz, sobrino carnal del obispo don Alejo Fernando de Rojas, i a don Domingo de Eizaguirre, casado con doña María Rosa de Arechavala i Aldai, sobrina del obispo don Manuel de Aldai.

Las familias que procedian de comerciantes componian el mayor número, i ellas forman sin duda alguna la base de la sociedad actual.

Por lo demas, la anterior clasificacion se halla mui léjos de ser perfecta; pues, no solo todas las familias chilenas se han ido enlazando desde antiguo entre sí por repetidos matrimonios, sino que aun los individuos mismos han pasado de una profesion a otra, i a menudo han abandonado la de sus padres.

Así, verbigracia, los militares se convirtieron en agricultores o comerciantes, i podrian citarse numerosos ejemplos de hijos de familia que prefirieron los empleos públicos a la vida del campo i del comercio.

Contados son los españoles establecidos en Chile que trajeron de la Península blasones verdaderos.

Don Francisco Alvarez de Toledo, padre del autor del Puren Indomito, pertenecia a la familia de los duques de Alba, i era bisnieto del cuarto señor del castillo de Higares.

Don Francisco de Irarrázaval habia acompañado en calidad de jentilhombre a Felipe II a la corte de Inglaterra, con motivo de su matrimonio con la reina María Tudor. Los antepasados de Irarrázaval se habian distin

MAYORAZGOS-T. II

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guido en las guerras contra los moros, i por varias jeneraciones habian sido prebostes de su lugar patrio, la villa de Deva.

Don Tomas Marin de Poveda, presidente de Chile a fines del siglo XVII, era nieto de un correjidor de Granada. En su familia hubo varios obispos, i su hermano don Bartolomé fué capellan de Felipe V (1).

Don Ignacio del Alcázar, conde de la Marquina, descendia de un presidente de la real audiencia de Sevilla.

Para que esta lista fuera completa seria menester agregar algunos apellidos, i entre otros el de Carvajal, que perteneció a los duques de San Carlos.

El primero de éstos nació en nuestro pais, en la ciudad de Concepcion.

La familia de Carvajal habia sido fundada en España por el sabio doctor Lorenzo Galíndez de Carvajal, correo mayor de las indias (2), algunos de cuyos descendientes fijaron su residencia en Chile.

Con estas escepciones, i dos o tres mas, puede asegurarse que nuestra aristocracia colonial se ha ido formando, dentro de los límites de este pais, con el trascurso de los años i merced al esfuerzo personal de sus propios individuos.

(1) Torres SALDAMANDO, Los títulos de Castilla en las familias de Chile, tomo segundo, pájinas 13 i siguientes.

(2) Datos completos i exactos sobre este personaje i sus descendientes pueden leerse en la obra publicada en Buenos Aires en 1893, por don Ramon J. Cárcano, con el título de Historia de los medios de comunicacion i trasporte en la Republica Arjentina, tomo I, capitulo III i siguientes.

II

El oidor don Juan de Balmaceda es el jefe de una familia que fué rica i respetada en el siglo XVIII i que en el siglo XIX ha contado entre sus miembros un santo i un presidente.

No es efectivo, como se ha asegurado, que el oidor haya sido el primer Balmaceda que figure en Chile.

Este apellido aparece desde los comienzos del siglo XVII en los protocolos de nuestros escribanos i en los espedientes judiciales de la real audiencia (1).

Probablemente, tanto los Balmaceda del siglo XVII como los del siglo que sigue reconocian una misma cuna primitiva, o sea la villa de Valmaseda (2), en las encartaciones de Vizcaya.

Don Juan de Balmaceda era hijo de don Pedro Balmaceda i de doña Anjela Censano (3).

Nombrado oidor de la real audiencia de Chile, prestó

(1) Consúltense los tomos primero i segundo del Catálogo del archivo de la real audiencia de Santiago. El laborioso escritor don Justo Abel Rosales ha titulado, sin embargo, su monografía de la familia Balmaceda El primer Balmaceda, refiriéndose al oidor don Juan. Este trabajo se publicó en Los Debates, diario político de Santiago, en el mes de setiembre de 1886, en los propios dias en que subia a la presidencia de la República don José Manuel Balmaceda. La monografía aludida contiene numerosas noticias i pormenores interesantes; pero de ordinario da cabida a errores de apreciacion i a hechos inexactos.

(2) Como puede notarse, el uso ha establecido diversas ortografías para esta palabra. Cuando ella significa la poblacion, hasta hoi se escribe con v is; i cuando representa el apellido, en la colonia se escribia Balmaseda i en nuestros dias Balmaceda. En el testo solo se empleará esta última forma, en el sentido de nombre de familia.

(3) Fe de matrimonio del oidor, en la parroquia de Santa Ana.

el juramento de estilo ante sus colegas de este tribunal con fecha 28 de noviembre de 1742 (1).

Don Juan pertenecia a una familia de modestos recursos i vino a esta apartada colonia con la esperanza de adquirir fortuna.

En breve se le presentó una buena ocasion de realizar sus deseos, con motivo del fallecimiento del fiscal de la real audiencia, don Martin Gregorio de Jáuregui i Ollo.

Este majistrado habia contraido matrimonio con una señora española, natural de Córdoba, doña Agustina Alvarez de Uceda, la cual quedó bastante rica a la muerte de Jáuregui, pues heredó de su marido una casa (2) en Santiago, en la calle de la Compañía, a cuatro cuadras de la Plaza Mayor, i una chacra (3) en el pago de Ñuñoa. Aunque doña Agustina ya no era jóven i habia enviudado dos veces, su primer marido se llamaba don Francisco Fernández de Córdoba,—no fueron éstos obstáculos para que el oidor Balmaceda le ofreciera ser su tercer marido.

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Talvez la circunstancia de que la señora Alvarez de Uceda no tuviera hijos, contribuyó a que aceptara la proposicion del oidor, i el matrimonio se celebró en Santiago a 8 de febrero de 1750.

Fueron testigos el oidor don Gregorio Blanco de Laisequilla i el rector de la Universidad de San Felipe don Tomas de Azúa Iturgóyen.

(1) CARVALLO I Goyeneche, Descripcion del reino de Chile.

(2) Esta casa estaba situada en la esquina nor-poniente de las calles de la Compañia i de Amunátegui. Hoi ocupa este sitio la casa de don Claudio Matte.

(3) En esta propiedad, llamada hasta hace pocos años el monte del oidor, se ha fundado la poblacion Mercedes Bernales.

Dió la bendicion nupcial el doctor don Domingo Sánchez de la Barreda, capellan de la real audiencia (1).

Este matrimonio fué tan infecundo como los dos anteriores de la señora Alvarez de Uceda, i ella misma falleció a 29 de noviembre de 1761, despues de nombrar a su marido heredero de sus bienes (2).

La carrera judicial de don Juan de Balmaceda fué bastante larga, pues desempeñó su empleo de oidor por mas de treinta años; i es justo agregàr que siempre contó con el aprecio de los presidentes de Chile.

Manso de Velasco le nombró juez del tribunal de bienes de difuntos, con fecha 25 de mayo de 1743, por fallecimiento del oidor don Juan Próspero de Solis Vango, que ejercia aquellas funciones (3).

El marques de Obando, sucesor de Manso de Velasco, con fecha 17 de julio de 1745, confió a Balmaceda el cargo de juez protector del partido de Aconcagua, con jurisdiccion especial en las villas de San Felipe i San Martin de la Concha (4).

El virrei del Perú don Manuel de Amat i Junient le elijió ministro de la real junta de tabacos de Chile, en 3 de julio de 1766 (5).

Al oidor Balmaceda le tocó intervenir en uno de los mas graves acontecimientos de su época, cual fué la espulsion de los jesuitas; i suceder a Guill i Gonzaga,

(1) Archivo de la parroquia de Santa Ana.

(2) Testamento de la señora Alvarez de Uceda, otorgado por don Juan de Balmaceda ante el escribano Borda, en 31 de diciembre de 1761. (3) Rosales, El primer Balmaceda.

(4) JULIO FIGUEROA, Historia de la ciudad de San Felipe, publicada en San Felipe, año de 1902, pájinas 55, 62 i siguientes.

(5) Rosales, obra citada.

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