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nos hemos visto en el deber de respetar su obra y reproducir el curso de 1868, tal cual fué publicado en la REVISTA, como un perfeccionamiento del primero, y como su obra definitiva Por esta razón han quedado hasta hoy inéditas las conferencias que publicamos en este volumen, fragmentariamente, y que aún en esa forma las consideramos suficientemente interesantes para no privar al país y á los hombres de estudio de estos trabajos, que analizan puntos tan importantes como ser las guerras con las naciones indígenas, la historia colonial del antiguo Tucumán y el Paraguay; así como la sociabilidad y el desarrollo de la capital del virreinato, en una forma que hasta ahora no han sido estudiados por ningún otro pensador.

Algunas conferencias, parecen á primera vista una repetición de las que ya se han publicado, pero hemos debido hacer esto, en unos casos, por no interrumpir la homogeneidad de la exposición y en otros, porque en las partes que desarrollan los mismos temas son lo suficientemente distintas para justificar esa repetición.

Los dos capítulos referentes á la historia de la provincia de Misiones, pertenecen á un libro que comenzó á escribir nuestro padre allá por los años de 1863 á 1865 (1) y que no llegó á concluir ni entonces ni después, quedando terminados únicamente estos dos capítulos y de los cuales sólo se ha conservado inédito la Ojeada sobre la

(1) Véase OBRAS COMPLETAS, tomo I, págs. XIX y 285.

conquista. La Entrada de los jesuitas en el Rio de la Plata fué publicado en la Revista ArgenTINA, segunda época, en 1880, por cuya circunstancia es muy posible que haya sufrido modificaciones de consideración que quizás no escapen al crítico que analice ese trabajo y lo compare con los demás, que se han conservado como salieron primitivamente de la pluma de su autor.

Por fin, publicamos también en forma de Apéndice, un trabajo crítico, que vió la luz en la Revista de Buenos Aires, sobre la edición que hizo don Pedro de Angelis en 1835 de la Historia del Paraguay y Río de la Plata, por el P. Guevara, y una carta dirigida al doctor Quesada adjuntándole dos de los padres Gervasoni y Cattaneo, traducidas del italiano y que consideramos de especial importancia por las consideraciones. que en ella hace el autor respecto del método histórico aceptado por él mismo y que caracteriza sus producciones. Así creemos cumplir con un deber de editor concienzudo, completando con este volumen de FRAGMENTOS, la publicación de los trabajos histórico-filósoficos que absorbieron la preocupación del señor Estrada en su primera época de escritor y orador.

Buenos Aires, Abril de 1901.

ALBERTO ESTRADA.

CONFERENCIA I

(DISCURSO DE APERTURA)

BOSQUEJO HISTÓRICO DE LA CIVILIZACIÓN POLÍTICA EN LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RÍO DE LA PLATA: Exordio. La libertad en América: el Nuevo Mundo, crisol y hogar de la libertad. Cuadro de la conquista. El pensamiento argentino: Hernando Arias de Saavedra, Juan José de Vertiz. Cuadro del Virreinato. El Consulado. El Telégrafo y el Semanario. Ideas económicas. Invasiones inglesas, 1810. Vicisitudes de la democracia en el período revolucionario. La idea unitaria y la idea federal. La revolución francesa. El Congreso de Tucumán, imitación de la Convención Francesa. Error de los ensayos de organización. Guerra Civil. Tirania. Constitución de 1853. La libertad. La tradición de nuestros vicios políticos: socialismo y oficialismo; abandono del sufragio y de la institución municipal; ejércitos permanentes; caudillos. Reforma de las costumbres. Cuadro de la vida política argentina. Armonía de la Constitución con las leyes y de las leyes con las costumbres. Religión. Plan del curso. Resumen. Peroración.

SEÑORES:

Siempre que me detengo á reflexionar ante los cuadros de la historia, encuentro satisfactoriamente resueltos los grandes problemas del progreso. Las preocupaciones extirpadas, los ídolos rotos; los fantasmas desvanecidos; la simpatía

invocando todas las razas á la alianza de la justicia, y extendiendo su imperio sobre el terreno de los antiguos celos, que dividían á los pueblos en la hora de la batalla, como en la hora de la paz; las ciencias y las artes, la poesía que fulgura sobre la humanidad moderna desde el alma del Dante, de Virgilio, de Homero: todo esto, señores, me dice que el género humano se alimenta de la unidad, y que el instinto solidario hace de las generaciones un sér perseverante, cuyo espíritu va recogiendo siempre lecciones entre las alegrías y los contrastes de su odisea.

Así la historia, itinerario del hombre en la vida inferior, es una ciencia fecunda para el fomento del progreso, que en cada período tiene su ley y su giro. Infiltra en el alma la experiencia de lo pasado, señala á cada uno su afán, é incorpora los pueblos al movimiento indefinido, que los conduce á la elevación constante del nivel común. Por este fenómeno de armonía se encadenan las cunas con las tumbas en las flexibles fronteras conquistadas, y circula con el torrente sucesivo de las edades la chispa, que se propaga: como la luz en el elemento físico, en horizontes lejanos y siempre nuevos, sobre cuyos círculos ardientes flota el ideal de los tiempos ya pasados, punto de arranque de los contemporáneos en su laboriosa tendencia hacia el destino, que nuestra perfectibilidad jamás realiza.

Dominado por esta convicción, quebrantaría mi conciencia, si en el curso de historia nacional, que se me ha hecho el honor de encargarme,

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