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cia acontece en casos tales, se aviniesen las dos en >> contra nuestra cuando hiciesen sus paces (1). La >> historia es la maestra de los gobiernos; el que lec » en lo pasado lee en el porvenir; lo que ha sido has» ta ahora será siempre. No es culpa nuestra que ta>>maños inconvenientes y peligros como ofrece la Europa vengan á asaltarnos y á complicar nuestros

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negocios cual sucede con mayor rigor en tantos » pueblos; pero sí seria grave culpa la de elegir tal » posicion, que por ser mas elevada ó mas fiera en la » apariencia, nos trajese ruina cierta. En política, >> de las resoluciones extremas aquella sola es condenable que se adopta por temor, por corrupcion ó » por bajeza; mas si la invencible fuerza de los suce>>sos que no está en nuestra mano moderar ó com» poner á nuestro arbitrio, nos obliga á abrazar un partido menos grato á nuestros votos, la sabiduría >> consiste en resignarse y aceptarlo. Por tal tengo >> la alianza con la Francia en las duras circunstan>>cias en que nos pone la Inglaterra. Sobre la natu» raleza del tratado tengo y tendré siempre por ne

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(1) Poco mas de un año habia pasado cuando la Europa vió un nuevo ejemplo de esta suerte de acuerdos que la moral reprueba y los abraza la política. Venecia, neutral entre el Austria y la Francia, fué el precio de la paz de Campo Formio entre las mismas dos potencias. Nadie alzó la voz por ella, y aquel estado, que atravesó con gloria tantos siglos, por la indecision de su conducta desapareció con ignominia para siempre.

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MEMORIAS DEL PRÍNCIPE DE LA PAZ.

bien que

que

la alianza

>> cesario á nuestro honor, pueda asemejarse mas o menos al antiguo pacto de >> familia, nada llegue en ella á estipularse que nos >> pueda comprometer á guerrear y asistir á la Fran>> cia en la presente lucha contra las demas potencias » que son amigas de la España. Abundo mucho en » la esperanza de lograr que asi se efectuará: de otra >> suerte votaria en contrario. Fírmese la alianza para >> debelar solamente á la Inglaterra en perfecta comunidad de intereses y de objeto con la Francia, igual » á entrambas partes: no dirá nadie de este modo >> que la Francia nos ha arrastrado á sostener sus li>>> des con las demas potencias. Cuanto á la Inglaterra, >> nuestra causa es una misma con la Francia. >>

El entusiasmo y la alegría se apoderaron del consejo, agregándose todos á mi voto. Lleno de aprobaciones y de testimonios los mas sinceros del aprecio con que me honró aquella junta respetable, salí de allí encomendando á Dios mi esperanza y mi fortuna para hacer buenas mis palabras y promesas.

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CITADOS

EN EL PRIMER VOLUMEN.

I

Carta ministerial en favor de Luis XVI, dirigida por el encargado de negocios de España en París don José Ocariz, al ciudadano Lebrun, ministro de relaciones extrangeras.

Monsieur, he recibido con gran satisfaccion las cartas que me habeis hecho el honor de enviarme con las piezas relativas á la neutralidad de España, y á la convencion de España y Francia para retirar las tropas de las dos fronteras. Yo espero que el consejo ejecutivo, la nacion francesa y sus representantes encontrarán en este negociado pruebas nuevas y bien auténticas de la franqueza y de las intenciones amigables de S. M. C., y que nadie podrá dudar acerca de su voluntad firmemente decidida por el mantenimiento de la paz, de la buena armonía y la amistad que reina entre las dos naciones. El

sentido literal de las expresiones de que ha usado S. M. C., el tono de sinceridad y el modo con que toda esta negociacion ha sido tratada, no podrá menos de aumentar á la vista de todo espíritu imparcial la idea que de antiguo tiene la Europa de la lealtad española. Bajo de esta idea encuentro yo un motivo para mas felicitarme, como de una dicha particular mia, del recibo de otras órdenes análogas, cuyo efecto deberá ser estrechar los vínculos de los dos pueblos que una estimacion reciproca y un interés comun los bace amigos, titulos altamente dignos de ser conservados por las ventajas que uno y otro perderian sin estas relaciones. Los pliegos por los cuales se me han comunica lo estas órdenes y cuanto en virtud de ellos podrá ser relativo á su amigable ejecucion, me han sido traidos por un correo francés extraordinario, circunstancia que me permito la libertad de hacerla observar como una prueba de la entera confianza con qué procede S. M. C., sin dejar motivo para pensar que haya usado en esto de especie alguna de reserva, ni que sus órdenes hayan sido acompañadas de instrucciones privadas y

secretas.

La declaracion de neutralidad pedida por el ministerio francés á la córte de España, podria ser mirada como un acto puramente supererogatorio, visto que la neutralidad existia enteramente de hecho, y que ningun acto hostil por parte de la España dió motivo para presumir que intentase que

brantarla. Pero el rey católico no por esto ha dejado de considerar que las novedades ocurridas en Francia, juntas con las circunstancias de la guerra en que la nacion francesa se encuentra empeñada, podrian, ya que no justificar, á lo menos ocasionar desconfianzas que debian precaverse; y por otra parte, la declaracion que habia deseado, necesaria ó superflua, daria un carácter mas auténtico á sus intenciones pacíficas y amigables, y habria de ser un medio mas para asegurar la confianza y la mútua intimidad que convenia afirmar entre las dos naciones.

Y una prueba sin réplica de lo que llevo dicho sobre la buena fé de la España y su persuasion de la lealtad francesa, es el consentimiento que ha prestado el rey para hacer retirar las tropas extraordinarias con que se acudió á las fronteras sin otro objeto que mantener el buen órden que algunos malévolos intentaron turbar en los pueblos limítrofes, esparciendo en ellos máximas sediciosas; consentimiento en verdad tan generoso, que S. M. C. no le ha puesto mas condicion que el de igual retiro, por parte de la Francia, de las tropas extraordinarias que ocupan igualmente sus fronteras; siendo en esto fácil de observar, que aunque los términos de la convencion tengan á primera vista una grande apariencia de igualdad, falta mucho para que en realidad sean unas mismas las seguridades de una y otra parte, si se atiende la diferencia de los dos go

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