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da. Los que perecen en una prision remota de la comarca en donde han vivido van a confundir sus huesos en la fosa comun con los de la jente desconocida. Nadie se encarga de escribir la necrolojia de un proscrito estranjero cuyas acciones se ignoran, i cuya suerte no interesa.

¡Pobre Berney! ¡Pobre Gramuset! Fueron desgraciados hasta por el jénero de su suplicio, que sufrido en secreto, les arrebató las simpatías populares, i los defraudó de la merecida fama a que eran acreedores. Hai muchos otros que trabajaron ménos, que padecieron ménos por la emancipacion de Chile, i que sin embargo son famo

SOS.

Tengo todavía que decir unas pocas palabras sobre algunos de los individuos que aparecieron complicados, o si esto parece mas exacto, a quienes se hizo alusion en aquel proceso.

El Pacheco, preso en el cuartel de dragones, a quien Gramuset, segun lo dicho, se habia ganado, fue enviado sin pérdida de tiempo a Mendoza, lugar donde debia cumplir el destierro a que anteriormente habia sido condenado por otro delito. Beyner recibió órden de salir inmediatamente del país.

Todos los demas comprometidos se cuidaron mui bien, a lo ménos por lo pronto, de guardar el mas profundo secreto.

Mui pocos fueron los que en Chile tuvieron entónces noticia de este primer preludio del mayor acontecimiento americano que iba a realizarse en el siglo XIX, la independencia.

El único cronista nacional que hace referencia al proyecto de Gramuset i Berney es don Vicente de Carvallo i Goyeneche, cuya obra hasta ahora se encuentra manuscrita.

Las siguientes son sus palabras sobre el particular.

"Se hallaban en Chile dos franceses Berney i Gramuset, el primero residia en la capital de preceptor de latinidad i matemáticas; i el segundo en lo interior del país, donde tenia arrendada la estancia de Cumpeu. Tramaron éstos una conspiracion contra el estado. Hallaron entrada en los ánimos mal contentos."

Carvallo i Goyeneche introduce aquí una disertacion contra los ilegales procedimientos de los gobernantes, que producen el disgusto público, i dan de este modo pretesto i ocasion para maquinaciones como la de Gramuset i Berney.

Luego continúa como sigue:

"Acordaron hacerse independientes i establecer el gobierno republicano; i aunque habian elejido proporcionados i conducentes medios a salir con ello, erraron haciéndolo saber a muchos ántes de dar el primer golpe, i uno de los principales, conducido de su fidelidad, despreciando honores i conveniencias que le ofrecian en el nuevo gobierno, orientó al lejítimo i antiguo en la conjuracion; i el señor don Tomas Alvarez de Acevedo, con su sabia prudente sagacidad, la cortó con oportunidad. Se procedió a la prision de los dos franceses, que remitidos a Lima, i de allí a España, perecieron en el navío San Pedro Alcántara en su naufrajio sobre las costas de Peniche. No se dió un paso mas sobre este peligroso asunto; i entregado al silencio, se conformó Su Majestad con este tan piadoso como seguro método; i todo quedó sepultado sin estrépito i sin resultas.

"Con este motivo, abandonó el gobernador la disciplina de las tropas milicianas, i pasó informe al soberano representando inconvenientes en su

instruccion; pero Su Majestad graduó de mala política su pensamiento; i desaprobándolo, le mandó continuar el arreglo de aquellas tropas, que deben hacer la defensa de su propio país contra designios estranjeros, pues para evitar los recelos que le ajitaban, nada mas era menester que, alejando de sí toda voluntariedad, o sujetarse a gobernar conforme a la suavidad de sus piadosas soberanas leyes" (1).

El pueblo no conservó la menor tradicion del suceso que acabo de narrar. Parece aun que los mismos gobernantes peninsulares lo olvidaron al fin de mui pocos años, si hems de juzgar por la siguiente real órden.

"Habiendo recurrido al rei don José Antonio de Rojas, vecino de esa capital, esponiendo sus méritos i servicios, i pidiendo colocacion, se ha dignado Su Majestad resolver que Vuestra Señoría lo tenga presente en las propuestas de empleos de real hacienda correspondientes a su aptitud, servicios i circunstancias. Lo que aviso a Vuestra Señoría de su real órden para su cumplimiento. Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años. Madrid 2 de enero de 1794.-Gardoqui.-Señor Presidente de Chile."

De seguro que Rójas no debió enumerar entre sus méritos i servicios su complicidad en la maquinacion de Gramuset i Berney; i de seguro tambien que los ministros del rei debian ignorarla, o no recordarla; pues de otro modo no le habrian concedido la honra de aquel téngasele presente, que era una de las distinciones empleadas por la corte de Madrid para halagar la vanidad de los colonos.

(1) Carvallo i Goyeneche, Descripcion histórica-jeográfica del reino de Chile, parte 1, libro 6, oapítulo 14.

Así, al parecer, la conspiracion de 1780 fué, en pocos años, olvidada, no solo del pueblo chileno, que, puede decirse, no habia tenido conocimiento de ella, sino tambien de los gobernantes peninsulares mismos, que por lo visto habian conseguido su objeto hasta haber borrado aquel suceso aun de su propia memoria.

Sin embargo, aquellas medidas tan cautelosas, tomadas para conservar sin mancha la inocencia política de los criollos chilenos, habian de impedir solo por algun tiempo la introduccion de las doctrinas contrarias al derecho divino de la metrópoli.

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