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establecimiento; pero entre otros, será uno el apoyar eficazmente los que sabrá sujerir a Usía el director don Manuel de Sálas, que, como autor del pensamiento, i de acreditada instruccion, intelijencia, laboriosidad i constancia, tendrá meditado el asunto en toda su estension, fases i circunstancias. Santiago de Chile a 11 de mayo de 1801.-Juan Enrique Rosález.-Juan José de Santa Cruz; comisionados del Cabildo.-Juan Manuel Cruz.-José de Cos Iriberri; comisionados del Consulado.-Juan Baptista de las Cuévas; comisionado del Tribunal de Minería."

El documento inédito que acaba de leerse revela varios hechos sobre los cuales conviene fijar la consideracion: la falta de elementos civilizadores que habia entónces en Chile; el candor de los ciudadanos mas encumbrados para creer que la simple enseñanza de los rudimentos de la aritmética, de la jeometría i del dibujo eran suficientes para hacer florecer las ciencias, las artes, la industria; i la vehementísima aspiracion que muchos esperimentaban de que Chile llegara a una situación mas próspera.

VIII.

El discurso del alumno don Joaquin Campino, recomendado por la comision informante, i del cual por casualidad me he proporcionado una copia, es una pieza realmente notable que hace conocer las ideas mui adelantadas que comenzaban ya entónces a difundirse en la sociedad chilena.

Probablemente es obra de don Manuel de Sálas. Son sus doctrinas; es su estilo; son frases suyas, que aparecen repetidas en otros escritos debidos a su pluma.

Don Joaquin Campino, andando los años, llegó a ser un estadista distinguido, capaz de componer un buen discurso; pero en aquella fecha, era todavía demasiado jóven, casi un niño.

La produccion a que me refiero merece por mas de un título ser salvada del olvido a que parecia haber sido condenada.

"Señores. El siglo de las luces fué para la Península el de las verdades útiles; el que le sigue lo será para sus antípodas. En todo el espacio anterior, combatieron con las densas tinieblas que las cercaban; i han necesitado de una centuria para correr la inmensa órbita que dilata nuestra situacion. Los augustos Borbones las domiciliaron en la monarquía, i hoi las propagan hasta los confines del vasto imperio que para su felicidad les confió la Providencia. En parte alguna eran nuevas; existieron desde que hai naturaleza; pero diseminadas en el cúmulo confuso del orbe, no ocuparon el lugar que les designa su importancia. Cuando mas, eran objeto de una doctrina privada i secundaria. Se resentian mas que otras ciencias de los efectos de aquella preferencia que la calamidad de los tiempos dió a estudios mas urjentes i conformes a las circunstancias coetáneas. Ya sea que cesaran éstas; o que el espíritu jeneral de ilustracion estendia su horizonte; o porque disipó los obstáculos un rei sabio i vigoroso, se vieron en España aulas consagradas a la enseñanza que mas conviene a sus pueblos, i estenderse ésta a distintos puntos, conciliarse con todas las profesiones i hacerse la basa universal de los conocimientos. La patria de los mejores teólogos, juristas, políticos i poetas, dió en breve astrónomos capaces de medir la tierra.

"Las ciencias i las artes, sujetas a las visicitudes, siguen la suerte de las cosas humanas, i peregri

nan sobre el globo, huyendo de los que no las conocen. Las grandes revoluciones que al principio de nuestra era inundaron el mundo de toscos guerreros las confinaron en la Grecia, de donde volvieron a Italia a la menor serenidad. Los hunos con el nombre de godos las arrojaron a Constantinopla; i cuando los turcos se apoderaron de esta ciudad, las impelieron hacia Roma. La guerra las hizo pasar los Alpes, i se mantuvieron como en asilo, hasta que Luis el Grande, protejiéndolas, hizo glorioso su reinado. En un dia, se vió a estos conocimientos apoderarse de todos los espíritus. Las facultades todas del hombre se sometieron a un tiempo. Las artes sujetas a las manos i las que penden del pensamiento se animaron; todo se vivificó a la vez. El honor que caracterizaba a la nacion, i que la elevaba a sus propios ojos, fué el gran motor, e hizo los mismos efectos que la libertad de Roma i Aténas; aquellos que Florencia i Lóndres atribuyen a un fantasma que idolatran, i solo existe en la imajinacion, o mas bien en unas voces cuya significacion aun no está determinada.

"Del mismo modo, pasaron los Pirineos; i encontrándose bajo un cielo mas dulce talentos mas reflexivos, fueron adoptadas con aquella madurez que presajia la duracion. Las primeras capitales hicieron homenaje a estas ciencias; i el jenio del dibujo hizo nacer las tres artes nobles: la arquitectura, a quien debemos habitaciones cómodas, seguras i agradables; la escultura, que inmortaliza los grandes hombres; i la pintura, que presentando a los sentidos las acciones, nos da continuas lecciones de virtud.

"Habian embargado ántes toda la atencion las ciencias que sirven a la defensa del estado, a mejorar su lejislacion, i a rebatir los errores. Radica

das demasiado estas impresiones, duraron mas que sus motivos. Ya sea falta de pábulo, o que el destino del hombre es siempre excederse i abusar, se fijó aquel funesto escolasticismo i espíritu de partido incompatible con la razon, verdad i exactitud, que constituyen las ciencias demostrativas, en que solo se enseña lo que se sabe i entiende, i por eso contrarias diametralmente a las que ocupaban los injenios, haciéndoles perder el tiempo, el trabajo i el juicio en cuestiones cuando ménos ociosas, vacías de sentido, indefinibles e interminables por la naturaleza de sus objetos i el modo de tratarlas; manantiales inagotables de disputas, de divisiones, de sectas, de odios, de persecuciones i guerras de relijion o nacionales. Los cegaba la misma luz que debia alumbrarles.

"Se conservaban a pesar de tal desórden algunos conocimientos imperfectos que trajeron los árabes en cambio de innumerables males; inventores del cálculo, cultivaron la astronomía i la jeometría. La medicina, que estriba sobre la química i la física, les debió su adelantamiento. Pero estas luces, adquiridas por erudicion, trasladadas de unos idiomas en otros, adaptadas a los sistemas dominantes, al método abstracto, i sufriendo el embate de los partidos, desfiguradas i defectuosas, formaban el caos de la filosofía de la escuela.

"Ya este monstruo habia sufrido al descubrirse estos países golpes que le desconcertaron. Un monje, estudiando la química, halló la pólvora, i abrió la puerta a la física esperimental. Galileo examinaba la figura de la tierra; i ausiliando los sentidos con el telescopio, resucitaba el sistema de Pitágoras. Gasendi renovaba los átomos de Epicuro. Descártes imajinaba los injeniosos turbillones. Turriceli inventaba el termómetro. Pascal media la

altura de la atmósfera. Boile comprobaba las esperiencias de ambos. Verificándose las predicciones del desgraciado Bacon, la filosoría esperimental descubria los hechos; la racional buscaba las causas; i preparaban el estudio de las matemáticas, únicas ciencias capaces de ayudar al espíritu humano, i asegurar el éxito de sus incubaciones.

"En efecto, el áljebra aplicada a la jeometría, i ésta a la física descubrieron a Newton el sistema del mundo; i con la atraccion i repulsion, esplicó los fenómenos que no pudo el impulso ni el ridículo miedo del vacío. Estudiando la astronomía i óptica, conjeturó el oríjen de la luz; i las esperiencias hechas con este motivo constituyeron un sistema que estableció los cimientos de la buena filosofía. Al tiempo que Leibnitz con sus vanos esfuerzos manifestaba la inutilidad de la falsa metafísica, i aplicaba a las menores necesidades de la vida alguna produccion matemática, estendian a porfía los límites de esta ciencia los dos mayores jenios de su siglo, los ilustres competidores sobre la invencion del cálculo diferencial. Locke concurria a esclarecer los entendimientos, acabando la obra de Malebranche. Este espíritu estraordinario trataba jeométricamente las materias mas abstractas; nada era pequeño como fuese útil; i hallaba mas filosofía en las artes, que en todos los sistemas i especulaciones de los filósofos.

"Dos naciones rivales hasta en el saber establecen a un tiempo dos academias en que reuniéndose los sabios, i fortificándose sus luces, todos las ministran i reciben. Allí se han descubierto los mas importantes misterios de la naturaleza; allí se han desvanecido los prestijios de la tímida ignorancia; allí han tenido principio las empresas mas benéficas i las esperiencias mas interesantes:

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