La campana de San Telmo y la conspiracion de 1839 contra el dictador Rosas

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M. Biedma é hijo, 1900 - 225 páginas
 

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Página 94 - Lavalle, a las erogaciones extraordinarias a que se ha visto obligado el tesoro público para hacer frente a la bárbara invasión de este execrable asesino ya los premios que el gobierno ha acordado en favor del ejército de línea y milicia...
Página 36 - ... persigamos de muerte al impío, al sacrilego, al ladrón, al homicida, y sobre todo, al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Que de esta raza de monstruos no quede uno entre nosotros, y que su persecución sea tan tenaz y vigorosa que sirva de terror y espanto...
Página 35 - Ninguno de vosotros desconoce el cúmulo de males que agobia a nuestra amada patria, y su verdadero origen. Ninguno ignora que una facción numerosa de hombres corrompidos, haciendo alarde de su impiedad, de su avaricia, y de su infidelidad, y poniéndose en guerra abierta con la religión, la honestidad y la buena fe, ha introducido por todas partes el desorden y la inmoralidad; ha desvirtuado las leyes...
Página 36 - La causa que vamos a sostener es la causa de la religión, de la justicia, de la humanidad y del orden público: es causa recomendada por el Todopoderoso; Él dirigirá nuestros pasos, y con su especial protección nuestro triunfo será seguro.
Página 36 - ... al impío, al sacrilego, al ladrón, al homicida, y sobre todo, al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Que de esta raza de monstruos no quede uno entre nosotros, y que su persecución sea tan tenaz y vigorosa que sirva de terror y espanto a los demás que puedan venir en adelante.
Página 34 - ... investidura de un poder sin límites, que, a pesar de toda su odiosidad, lo he considerado absolutamente necesario para tamaña empresa, no creáis que haya librado mis esperanzas a mi limitada capacidad, a mis débiles fuerzas, ni a esa extensión de poder que me da la ley...
Página 35 - ... ha hecho desaparecer la confianza necesaria en las relaciones sociales, y obstruido los medios honestos de adquisición: en una palabra, ha disuelto la sociedad y presentado en triunfo la alevosía y perfidia. La experiencia de todos los siglos nos enseña que el remedio de estos males no puede sujetarse a formas, y que su aplicación debe ser pronta y expedita, y tan acomodada a las circunstancias del momento.
Página 36 - ... al sacrilego, al ladrón, al homicida, y sobre todo al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Que de esa raza de monstruos no quede uno entre nosotros, y que su persecución sea tan tenaz y vigorosa, que sirva de terror y espanto a los demás que puedan venir en adelante. No os arredre ninguna clase de peligro, ni el temor de errar en los medios que adoptemos para perseguirlos.
Página 35 - ... mis débiles fuerzas, ni a esa extensión de poder que me da la ley apoyada en vuestro voto, casi unánime en la ciudad y campaña. No: mis esperanzas han sido libradas a una especial protección del cielo, y después de ésta a vuestras virtudes y patriotismo.

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