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tralde la República, como los demas departamentos del Sur, &. Los pueblos por donde ha transitado nuestro ejército, han manifestado el mayor entusiasmo y alegría, proclamando nuestras instituciones y dándole la mejor acogida.-Algunos pueblos se han brindado á servir con las armas.

Se ha procurado por parte de los agentes del gobierno del Ecuador esparcir noticias falsas y dar mala idea de nuestras tropas; pero todo se anula á medida que llegan estas.

Se sabe por algunos paisanos de Quito, que han llegado al cuartel general: que la provincia de Pasto se habia pronunciado por el Libertador, á consecuencia de un encuentro favorable del general Murgueitio y su aproximacion á Patía. No es estraño que Pasto haya dado ese paso, cuando ha dejado conocer su opinion en su primer pronunciamiento y nunca dejó traslucirse en el segundo, que le exigió el ministerio ecuatoriano, y para el cual tuvo á bien su señoría el General Flores hacer marchar dos cuerpos hácia aquella ciudad.

Es de presumir por todas consideraciones: que la opinion de los pueblos no está sino deprimida por el gobierno ecuatoriano y sus agentes, y que se pronunciará á favor de la integridad nacional, tan luego como tenga libertad de hacerlo.

Por otra parte las tropas con que cuenta el General Flores para sostener su estado 'y cuyo número no asciende á 600 hombres de todas armas, la mayor parte y mas aparente para la guerra se ha grangeado su desconfianza.-El tercer escuadron granaderos hizo el pronunciamiento de Quito, y el segundo escuadron el de Imbaburu, ambos proclamando la integridad nacional y el mando de S. E. el Libertador. Y aunque han podido sofocarse estos pronunciamientos y perseguir y destrozar al último de estos cuerpos, ni sus restos pueden inspirar confianza, ni es presumible que al acercarse un ejército tan superior y bien pronunciado como el nuestro; en caso de ser indispensable un choque, los demas cuerpos permanezcan al lado de los disidentes.

Este es, señor prefecto, el verdadero estado de las cosas que tengo la honra de participar á US. para su satisfaccion, la de este benemérito vecindario.

y

Dios guarde á US.-J. Ignacio Lecumberri.

Es copia -Bello, Secretario.

PARTE OFICIAL.

JUAN JOSÉ FLORES. PRESIDENTE DEL ESTADO, ETC .ETC.

Considerando:

1.° Que el pronunciamiento de la capital del departamento del Cauca por su agregacion al Estado del Ecuador es una expresion de la voluntad general de aquellos habitantes manifestada en la acta de 28 del pasado que se ha recibido con regocijo extraordinario por este vecindario.

2o Que no es posible desatender los votos de un pueblo que profesa la misma fé política que el Estado del Ecuador con quien está íntimamente ligado por la uniformidad de sentimientos, por recíprocos intereses, por éstrechas relaciones, y otros motivos de la mas poderosa influencia: de conformidad con el dictámen del Consejo:

Decreto:

Art. 1.° La capital del departamento del Cauca y pueblos que se han adherido á su pronunciamiento quedan incorporados formando un solo cuerpo con el Estado del Ecuador.

Art. 2. En consecuencia de la agregacion gozarán de toda la plenitud de derechos, esenciones, prerrogativas y representacion concedidos por la Carta Constitucional á los ecuatorianoS.

Art. 3. El presente decreto tendrá su efecto hasta la reunion del próximo Congreso al que concurrirán los diputados de aquel departamento para la conveniente resolucion.

Art. 4. El ministro secretario del despacho queda encargado de la ejecucion de este decreto.

Dado en el Palacio de Gobierno en Quito, á 20 de Diciembre de 1830, vigésimo de la independencia.

(Firmado)-Juan José Flores.

Por S. E. el Presidente del Estado-El Ministro Secretario del Despacho-JoséFelix Valdivieso..

TOMO X.

HISTORIA-39

COMUNICACION OFICIAL.

Bogotá, Noviembre 30 de 1830.

Al señor General de division de los ejércitos de Colombia Benemérito Juan José Flores.

Señor:

La resolucion de la asamblea del Cauca reunida en Buga, que hallará V. E. en la gaceta adjunta, ha reunido aquel departamento importante á los demas del Centro que se han pronunciado por el Libertador, y sometidose á la autoridad que han conferido á S. E. y al gobierno provisorio que desempeña S. E. el General en jefe Rafael Urdaneta, miéntras aquel viene á esta capital. Están pues uniformados los deseos y los votos de la mayor parte de la República; y todo hace presajiar, que este pronunciamiento unánime cuanto libre y expontáneo de los pueblos por el fundador de su independencia, va á dar una nueva vida á Colombia, y á restituirla su gloria y dignidad.

En tan grandiosa empresa deben seguramente tener una parte muy importante los grandes hombres, que tanto han contribuido á la existencia de esta nacion, y á darla crédito y poder, y el gobierno que cuenta á V. E. con justicia entre aquellos, espera que contribuirá eficazmente á tan feliz resultado. Los pueblos de esos departamentos se han manifestado bastantemente adheridos al Libertador y á la union, y empleando V.E. su influjo y su prestigio la obra es hecha, y Colombia restaurada.

la

Mas no es ese el asunto sobre el que debo ahora llamar la atencion de V. E. El gobierno tiene noticia de que provincia de Pasto se ha unido al Sur; y aunque el actual encargado del Poder Ejecutivo está persuadido, que profesando V. E. los principios de moderacion y justicia, que han manifestado ya las autoridades del Ecuador con respecto á Izcuandé, no permitirá que tenga efecto esa reunion, me previene sin embargo, me dirija á V, E. reclamando expresamente ese acto. Pasto y su provincia pertenece y ha pertenecido siempre al departamento del Cauca; debe conforme a la ley política obedecer, y someterse á la voluntad de la

mayoría. La ley que hace á aquella provincia parte del departamento del Cauca, existe: no ha sido revocada por la autoridad legislativa; y el pueblo de Pasto no tiene derecho para hollarla.

En las circunstancias en que él se ha pronunciado podía ser muy conveniente al órden y á la tranquilidad general que se adhiera provisionalmente al Sur; pero ya que no hay que temer con respecto al Cauca, y que la asamblea del departamento há frustrado las miras de los que querian independizarlo, es muy justo, muy regular, y debido que si es cierto aquel pronunciamiento quede sin efecto y reincorporada la provincia de Pasto al departamento á que legalmente pertenece.

Acepte V. E. los sentimientos de respeto y de muy alta consideracion, con que soy de V. E. obediente servidor.

Estanislao Vergara.

CONTESTACION.

República de Colombia-Estado del Ecuador-Ministerio de Estado-Secretaría del Interior.

Palacio de Gobierno en Quito, á 6 de Enero de 1831-21

Al señor Ministro Secretario de Estado del Departamento del Interior en el gobierno del centro de la República.

Señor Ministro:

Instruido el jefe del Ejecutivo de la nota que US. se ha servido dirigirle con fecha 30 de Noviembre último, S. E. me ha mandado contestar á US., que cuando el honor nacional exijia que los fastos de Colombia no aparecieran manchados con la injerencia de la fuerza armada en los arreglos políticos de la mas alta importancia, observa con dolor que la milicia se ha abrogado el derecho de disponer del gobierno, suplantando á los pueblos que léjos de deliberar en cal

ma y por medio de sus escogidos lo que mas convenga á su felicidad, están rebajados á la clase de simples espectadores ó instrumentos pasivos de las determinaciones militares. El pronunciamiento del virtuoso vecindario de Popayan, incorporando ese circuito al Ecuador, objeta este vicio á la acta de la asamblea de Buga que US. se sirve recomendar, pues á mas de esponer el procurador general que los resultados de ella no pueden ser expontáneos, vistos los oficios y comunicaciones contenidas en las gacetas de Colombia núm. 488 y 489, se afirma en el noveno motivo, que el gobierno - provisorio de Bogotá ha querido inferirle una violencia notoria tan opuesta á la absoluta libertad con que debiera deliberar. Esta misma queja se encuentra repetida en el papel intitulado: La causa del Cauca, donde se ve que ese departamento fué invitado por el gobierno de US. á legalizar lo hecho en Bogotá y el general Murgueitio de acuerdo con sus órdenes, amenazó de impedir ó disolver la asamblea, si no queria secundar las actas de la capital de Cundinamarca. El gobierno del Ecuador prescinde de entrar en la cuestion de si aquellos actos pudieron legalizarse, porque nadie ignora que las obras de la coaccion no adquieren el carácter de legitimi dad en tanto que dura la fuerza, ó la amenaza que estorció el consentimiento; pero US. permitirá observarle que los votos del centro no hacen la mayoría de Colombia, que el pronunciamiento de la asamblea de Buga no fué unánime, y en fin que le falta el mérito de la libertad y expontaneidad, requisitos indispensables para que un gobierno pueda colocarse en la lista honrosa de los legítimos.

El Ecuador y su presidente han dado testimonios tan clásicos como repetidos de amor y de confianza en la sabiduría del inmortal y fundador de Colombia, para que se pueda sospechar que rehusan someterse á su direccion. Al contrario cuando S. E. sintió los disgustos que le determinaron á buscar el asilo de la vida privada, se adelantó Quito á suplicarle quisiera venir á ilustrar su suelo, y á recojer los ho menajes de la mas sincera adhesion y de la mas pura gratitud. Entónces, y ahora entregarían sus destinos en manos tan inmaculadas como diestras en el manejo de los nogocios políticos, y el Ecuador ofrece la prueba con hechos á cuya luz se desvanecen los argumentos de la malignidad. Mas el Libertador no tuvo á bien aceptar los votos de estos pueblos,

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