Santa Ana, de Canonigos Reglares de Barcelona: Don Jacome de Negro, y Francisco Groso, Genoveses, Francisco Grau, Aragonés y mercader de lonja el Doctor Garcia, Rector de la Parroquia de nuestra Señora del Pino: el Doctor Alegre, Beneficiado de la misma Iglesia: los Doctores Tristan, Florit, y Castelló, Medicos, el Doctor Buschet, y el Doctor Arcangel, Catedráticos: Don Felipe Caldés, Caballero del Hábito de San Juan: Don N. Granollays, Agustin Mercader, mercader de la lonja, y un exercito de Estudiantes de la Universidad de Barcelona.

Los Portugueses acometieron la Plaza de Monterrey en Galicia, vispera de nuestra Señora, á 7 de Septiembre. Entró por el Valle con gran grueso de Infantería de lo mejor de su gente, y hasta 300 Caballos lucidos. Salió el Señor Prior de Navarra, Virrey de Galicia, á campaña, y segun dicen sus relaciones mas con ánimo de no mostrar desaliento, que de hacer oposicion por la gran desigualdad de las fuerzas. El enemigo dicen que los vino cargando tan aprisa y con tanta bizarria, que no fue posible ser mas. Halló á los nuestros con poca Caballería, que no podia llegar á tiempo toda, por la distancia de los quarteles, á causa de la esterilidad de los contornos. La enemiga cerró con la compañía de D. Antonio de Solís, que estaba de guardia. Y habiendo andado este Caballero muy bizarramente, casi los tuvieron cogidos á todos los nuestros: con qué fue forzoso emplearse la demás Caballería para socorrerle, y tras ella toda nuestra gente. Viendolos el enemigo tan abanzados, tomó un puesto muy ventajoso sobre Tamaguelos, para señorearse de los nuestros mas á su salvo. Cerró la

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noche, y hallanse ya nuestra gente tan empeñada, que no era posible retirarse sin mucho riesgo de desórden, y de perderse todos si los cargasen; se resolvieron á hacer aliento de la necesidad. Dividieronse, y fue el Señor Prior con 2500 hombres por el costado izquierdo de la Vanda de la Colina; y por la parte de abaxo Don Pedro Carrillo, con 1800, y alguna caballería, que anduvo bien desalentada, menos los Oficiales que procedieron muy bien. Embistiólos Don Pedro Carrillo en sus puestos tan á tiempo, tan aprisa y con tanta resolucion, que en menos de dos horas que resistió el enemigo, le rompió y le puso en desórden con grande mengua suya, por la desigualdad de las fuerzas. Matóle 400 hombres, y algunos de cuenta. Tomó hasta 50 prisioneros Portugueses y Franceses, y esto con solos 800 hombres del Tercio de Don Fadrique Valladares , que llevó la vanguardia, y de Don Antonio Taguada. Don Fadrique quedó herido en ambas piernas, quedandolo tambien Don Juan de Galdiano, Capitan de Corazas pariente del Señor Virrey, en una mano. Ganaron los Gallegos algunas armas y caballos. Perdimos cinco soldados ordinarios , que murieron ; y hubo doce heridos. El Señor Prior no pudo llegar á tiempo por una gran zanja ó quiebra de terreno con que topó, y no pudo pasar tan presto, que á pasar, sin duda se consigue una gran faccion, y no se hubiera escapado hombre, ni tampoco si se pudiera seguir el alcance, , porque todo se obró una hora de noche. Los nuestros despues de señorear la campaña, se volvieron á sus quarteles. Entiendese que los rebeldes juntan su mayor poder para volver á la Plaza, donde están sin municiones, pues despues de muniD2

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cionada la gente, les quedan solo diez quintales de polvora y cuerda. Asi se lo escribe el Señor Prior á S. M. (Dios le guarde) y Don Pedro Carrillo á la Señora Condesa de Monterrey, pidiendo se remedie.

Ayer Lunes 15 de éste, dia de San Nicomedes Presbítero, se publicó en Madrid y en todo el Reyno la baxa del vellon: conviene á saber, las piezas de á tres y de á dos quartos, que valgan un ochavo: las de á seis maravedís un maravedí: y los ochavos una blanca. Fue dia de gran confusion, y hoy apenas se halla que comer.

Madrid 16 de Septiembre de 1642.

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Avisos de 14 de Julio de 1643.

17 de Enero de este año se comenzó á rugir la retirada del Señor Conde Duque, y efectuóse dia de San Ildefonso, Viernes á 23, que salió para Locches, acompañado solo de Tenorio, su Confesor y el Inquisidor Rioxa. Alli estuvo muchos dias, sin querer recibir visitas ni cartas, antes las volvia cerradas á todos, una de las quales fue la del Señor Cardenal de Borja, de quien lo supe. S. M. (Dios le guarde) escribió á los Consejos, honrandole mucho, y diciendo le apartaba por las repetidas instancias que le habia hecho pidiendo licencia; y que al fin se la habia concedido, y que desde aquel dia tomaba sobre sí el gobierno, sin fiarlo de otro alguno. Con esto hubo mudanza en los Ministros del Despacho. Los papeles que tenia el Señor Protonotario, se dieron á Andrés de Rozas; y al Protonotario por apartarle del Consejo de Aragon, le dieron el de Indias de capa y espada y pasaron el oficio de Protonotario de aquella Corona, á su sobrino, hijo

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del Señor Justicia de Aragon su hermano, y en tanto le sirve el Secretario Pedro de Villanueva. Quedó el Protonotario con la Secretaría de Estado de la parte de España, que tenia antes, y con la del Estado de Flandes que tenia Rozas. Con esto sacó su Oficio de Palacio, y le llevó á su casa. Bien es verdad que por enfermedad de Rozas continuó el despacho con S. M. como antes, hasta poco antes de la jornada, que Rozas estuvo bueno y se entregó de fos papeles, y se dieron sus ausencias y enfermedades á Don Fernando Ruiz de Contreras.

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En quanto el Señor Conde Duque estuvo en Loeches, se dió á S. M. por órden de Don Andrés de Mena, un memorial impreso contía él, aconsejando al Rey le visitase, y tambien á los Ministros, haciendoles los cargos en él contenidos. A este salió una respuesta intitulada: Nicandro ó Antidoto, que se dió al Rey, y se esparció por mano de un Don Juan de Ahumada, que fue antes Religioso de la Compañía, y habiendo salido, vino de Andalucia, y por hombre docto se introduxo con Rioja, de modo que alcanzó ser maestro del Señor Don Juan de Austria. Mas con este papel desbarató su fortuna: porque habiendose quejado á S. M. á boca el Señor Nuncio, por lo que decia que se habia gastado en la eleccion del Papa, el Señor Duque de Osuna, por lo que decia contra su padre, y los demás Grandes y Ministros interesados, el Fiscal del Consejo Real hizo proceso contra los Autores y el impresor, y la Santa Inquisicion mandó recoger el papel de Nicandro por edictos.

Luego que salió el Señor Conde Duque se prosiguió la causa del Señor Marques de Leganés, que está en Ocaña: Vinieron de sus prisiones el Se

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ñor Marques de Villa-Franca, á quien se le restituyó el Generalato, y el Señor Don Felipe de Silá quien hicieron Capitan General del exercito de la frontera de Cataluña, y partieron luego. Al Señor Don Diego de Castrejon, que gobernaba el -Consejo Real de Castilla, le dieron el Obispado de Tarazona, y mandaronle aceptase y dexase el Consejo. Dióse la Presidencia de Castilla en propiedad y con título de Presidente (despachado en la misina forma que el que dió el Rey Don Felipe II. al Cardenal Espinosa) al Señor Don Juan Chumacero. Envió S. M. á llamar al Señor Don Diego de Arce, Obispo de Plasencia, y al Señor Don Die go de Rians, Presidente de Valladolid, y al Señor Don Juan Queipo de Llanos. Los dos primeros han venido, el último se ha excusado. Dicese es para la visita de los Ministros.

Tratóse luego de poner casa á su Alteza el Príncipe nuestro Señor, y entibióse la del Señor Don Juan de Austria. Previnose la de las Descalzas Reales, para la Señora Duquesa de Mantua, que está en la Encarnacion, y aun no se ha mudado. A esta casa se truxo en procesion la Imagen de nuestra Señora de Atocha, donde estuvo ocho dias acompañandola S. M. á ida y vuelta hasta Santo Thomás, con gran concurso de Grandes, Consejos y Pueblo. La Señora Duquesa de Mantua uno de estos dias, entrando en el coche con la Reyna nuestra Señora y el Príncipe, tuvo un encuentro sobre que la Señora Condesa de Olivares no habian de ir caballos á su lado, sino al estrivo, y sobre esto se quiso salir del coche, detuvola la Reyna, y al fin fue al estrivo la Señora Condesa, mas por de dentro.

Comenzóse á servir la casa de su Alteza Sába

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