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de estos títulos, bastante modestos por sí solos, tenia otros a que se atribuia grande importancia bajo el réjimen colonial. Don Mateo de Toro se habia labrado como dijimos, una fortuna mui considerable que consistia en propiedades rústicas i urbanas compradas a poco precio, pero cuyo valor se habia duplicado al cabo de algunos años por el aumento de la poblacion i de la riqueza pública. Esa fortuna lo puso en situacion de adquirir el título de conde en 1771 i la cruz de la órden de Santiago, i le dió una posicion mui espectable en la colonia.

No eran precisamente estos antecedentes los que la real audiencia apreciaba en el hombre a quien habia elevado al gobierno. El supremo tribunal vió solo en el conde de la Conquista un anciano que conocia mui poco o nada la administracion pública, i que habia llegado a una edad decrépita en que necesariamente debia ser manejado por estrañas influencias. Los oidores creian que un mandatario sin los antecedentes que hacian odioso a Carrasco, podia calmar la irritacion de los ánimos; i que la falta de práctica administrativa, i mas que todo la edad del conde, les aseguraban un dominio absoluto sobre su espíritu.

El dia siguiente a su eleccion, se hizo el aparatoso recibimiento del conde de la Conquista con todas las solemnidades de estilo. El primer acto del nuevo gobernador fué la publicacion de un bando en que se ven de manifiesto el pensamiento i los deseos de la real audiencia, esto es, el deseo de procurar el olvido de las discordias pasadas, i la conservacion del antiguo órden de cosas. Bajo la firma del conde se encargaba ahí que se evitasen "los escándalos i pecados públicos, las enemistades i rencillas que con ocasion de cualquiera ocurrencia se hayan podido provenir, lo que se olvidará enteramente, conservándose

tenia relaciones de familia con el conde de la Conquista), ha publicado en la pájina 156 de su Chileno instruido, una lista de los gobernadores españoles de Chile en que incluye tres veces al conde Toro como presidente interino. Esa lista ha sido copiada con todos sus errores i defectos, del tomo primero, pájína 514 del Diccionario jeográ fico americano de don Antonio de Alcedo. Casi es inútil advertir que el conde de la Conquista no habia desempeñado nunca ese cargo ántes de 1810.

Don Mateo de Toro Zambrano se habia señalado por algunas obras de beneficencia, i entre otras por los socorros pecuniarios que facilitó a don Manuel de Salas para el establecimiento del hospicio de Santiago. —-Su nombre aparece ademas en muchos espedientes conservados en los archivos referentes a litijios sobre cuestiones de inte. reses o sobre competencias en que reclamaba miramientos o consideraciones debidas a su título. Es particularmente curioso entre esos espedientes el de un litijio que sostuvo contra don Ambrosio O'Higgins por cierta prorrata de caballos en que los ajentes de la autoridad lo habian tratado con la misma desconsideracion que solian usar en tales casos con la jeneralidad de los hacendados.

TOMO VIII

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todos el mas cristiano amor i la mas constante armonía, observada hasta aquí entre españoles europeos i criollos; i que se guarde el debido respeto i consideracion a la apreciable persona de mi antecesor". El pensamiento de la audiencia era mas evidente todavia en la segunda parte del bando. Se disponia allí "que no se tengan juntas, ni formen corrillos en que se traten proyectos perturbadores de la tranquidad, del órden establecido por las leyes, de la subordinacion que éstas mandan a las autoridades constituidas, que sean opuestas en lo menor a la íntegra conservacion de estos dominios, en el de nuestro mui amado soberano el señor don Fernando VII". Mandábase ademas que se observasen puntualmente "todos los bandos de buen gobierno en que se veda el uso de las armas prohibidas, se previenen las horas de recojerse cada cual a su casa en las estaciones del año, la de cerrarse las pulperías i los bodegones para evitar las embriagueces, i que cada vecino ponga en las puertas de su casa i los bodegoneros i los que ocupen esquinas, farol que alumbre toda la noche por ser estas providencias las mas necesarias para consultar la seguridad personal de cada uno de los vecinos" (2).

Con providencias de este órden, pensaban los enemigos de la revolucion chilena que podrian atajarla fácilmente en sus primeros pasos. Las proclamas anónimas, que entonces se hicieron circular en Santiago, revelan el contento del partido español porque creia pasados los dias de alarma i de ajitacion. "Compatriotas, decia una de ellas, despues de mil zozobras amaneció para nosotros el dia feliz de la deseada tranquilidad. El fecundo i delicioso suelo de Chile, entre los muchos héroes que ha dado al estado i a la memoria respetable de los hombres, dió tan felizmente al conde de la Conquista que, revistiéndose con las virtudes i realces de un verdadero patriota, rompió las discordias como la aurora las tinieblas... Ya está estinguido todo espí ritu de partido. Congratulaos de ver salva nuestra patria con solo la gloria de haber exaltado a un hijo suyo al primer mando del reino." Contra las esperanzas i las ilusiones de la real audiencia i del partido español, la circunstancia de ser chileno de nacimiento el conde de la Conquista, no bastaba para aquietar los ánimos de los que aspiraban a un cambio mas radical en el gobierno. Los patriotas, es verdad, se mostraron satisfechos por la elevacion del nuevo presidente; pero a su vez querian, como los oidores, apoderarse de éste para hacerlo servir a sus planes políticos. En esos primeros dias se trató de

(2) Bando de 17 de julio de 1810.

reorganizar el despacho de los negocios administrativos, perturbado por la separacion de los tres funcionarios que tenian una parte mas activa en él, esto es, el asesor, el secretario i el escribano de gobierno. El nombramiento de los sucesores fué motivo de muchas dilijencias e inquietudes de los dos bandos; pero los patriotas obtuvieron la venta ja llevando cerca del presidente a dos hombres que habian de secundar sus propósitos, al doctor Argomedo con el carácter de secretario, i, poco mas tarde, al doctor don Gaspar Marin como asesor (3).

Las manifestaciones de carácter político acalladas en esos primeros momentos, reaparecieron al cabo de seis dias. El 22 de julio regresaba a Santiago el doctor don Bernardo Vera despues de su prision en Valparaiso i de haberse salvado de salir al destierro. Se habia resuelto que viniese a la capital bajo carcelería, para que se siguiera su causa; pero regresaba con todo el prestijio de víctima del despotismo de la administracion anterior. Los patriotas desplegaron un grande aparato para recibirlo ostentosamente. "El 22 de julio, dice un cronista contemporáneo, llegó Vera a esta capital con innumerable acompañamiento de los principales personajes de la ciudad que en carruajes i a caballo lo recibieron i entraron como en triunfo, celebrando i admirando a este

(3) La escribanía de gobierno, vacante por la separacion del doctor don Juan Francisco Meneses, habia sido confiada accidentalmente por Carrasco al escribano de la real audiencia don Agustin Diaz, a quien el conde de la Conquista dejó en el mismo puesto con el carácter de sustituto, hasta que recayese una real resolucion sobre la separacion del doctor Garfias. Era Diaz un oficinista antiguo i laborioso, estraño al movimiento político, i que a diferencia de su predecesor, no reconocia bando, ni trataba de interiorizarse en los negocios en que estaba obligado a actuar.

La secretaría de gobierno estaba vacante por la separacion de don Judas Tadeo Reyes. El conde de la Conquista la confió interinamente al doctor don José Gregorio Argomedo, que se habia mostra lo tan ardoroso patriota en los últimos meses. Como éste dejaba vacante el puesto de procurador de ciudad, el cabildo elijió para llenarlo al doctor don José Miguel Infante, abogado jóven, pero prestijioso por la solidez de su carácter, i ademas patriota decidido.

Desde la asamblea popular del 11 de julio, el puesto de asesor de la capitanía jeneral estaba desempeñado por el oidor decano de la real audiencia don José de Santiago Concha. Hombre serio, de carácter templado aunque fiel servidor del viejo réjimen, i enemigo de competencias i de luchas, no creyó digno de su carácter de juez el seguir desempeñando un cargo en que a cada paso se veia envuelto en las complicaciones del movimiento político; i a mediados de agosto lo renunció dando por razon la necesidad de desempeñar su destino de oidor, que le ccupabi todo su tiempo. El conde de la Conquista confió la asesoría al doctor don Gaspar Marin, que habia si lo su abogado particular, que era un patriota decidido i que gozaba de una alta reputacion de integridad, de intelijencia i de hidalguía.

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