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con quienes actúo en falta de escribano y en este papel común por no haberlo sellado, lo que así certifico.= Don Juan Gemmir y Lleonart-Miguel de Chavarría-Franc. de Castro.

En la ciudad de Cartago, en treinta un días del mes de Agosto de mil setecientos cuarenta y siete años, el Tenien te Coronel de Infantería española de los Reales Ejércitos Don Juan Gemmir y Lleonart, Gobernador y Capitán General de esta provincia de Costa Rica por S. M., en cumplimiento de lo mandado por mí en el auto que antecede y por

roto

puede importar al Real servicio hice pa al cabo escuadra Manuel de Campos en dicho auto, á quien estando presente mento que lo hizo por Dios nuestro señal de cruz en forma de..

del cual prometió decir verdad.

lo que supiere y le fuere pregun. absolución del juramento dijo sí juro.

Fuéle preguntado si sabe de la pérdida del Fuerte de San Fernando y el número de enemigos que lo cogió y qué enemigos eran y en qué hora fué ganado y en qué disposición ó centinela estaba dicho Fuerte: dijo que sabe, por que lo ha oído, y que no le consta de vista por ser Cabo escuadra del refuerzo del valle de Matina al tiempo de dicha pérdida, y que lo que ha oído es que estando el que declara el día catorce de este mes, como á la una de la tarde, en su puesto, llegó José Nicolás Román, soldado de dicho fuerte, dando voces já las armas! ¡á las armas!, que estaba el Fuerte invadido del enemigo, que lo dejó adentro; y que preguntándole á dicho Román qué número de enemigos sería el que ganó el Fuerte y qué enemigos eran, dijo dicho Román que no sabía qué número de enemigos eran y que eran zambos Mosquitos; y que preguntándole el que declara y otros al dicho Román cómo ó en qué descuido estaban, dijo que acababan de desgranar maíz y acarrear agua después de haber comido, y que había sólo centinela en el Baluarte de San Felipe y en el principal, y que salió un soldado nombrado Juan José de Palma de las cocinas en (roto) estaba para dicho Fuerte, dando vo

ces diciendo já las armas, que viene el enemigo! (roto) la puerta y la cerró y tomó una lanza, y responde.

2.

Fuéle preguntado si sabe si dichos enemigos estuvieron apartados ó escondidos en el monte, avistando dicho Fuerte, alguno ó algunos días antes avanzarlo y cogerlo: dijo que no lo sabe, y responde.

3. Fuéle preguntado si sabe qué Guía y práctico trajeron dichos enemigos para invadir el Fuerte y subir á robar el valle, y si para esto fueron instados de algún prisionero ó de otro suelto que lo hubiere sido, y qué armas ó pertrechos de las que estaban en el retiro de dicho valle se llevaron y qué cacao también del que estaba en retiros y de quiénes era: dijo que en cuanto a si los enemigos trajeron guía para invadir el Fuerte y ganarlo, que oyó decir al Sargento Comandante de él que estando ya prisionero vió uno de los enemigos zambos, y que según lo que comprendió que allá en su lengua decían, que era gran práctico de todo Matina y del paraje en que estaba el Fuerte, y que éste los guió; y que en cuanto á los guías ó práctico que trajeron cuando subieron al valle, que sabe que el sargento de dicho fuerte, prisionero, el condestable y el cabo de escuadra Montalván subieron al valle de Matina de guías de dichos enemigos, por el río, con una piragua, presos y mandados por dichos enemigos; y que por tierra llevaban de guía el tambor de dicho Fuerte y prisionero, tocando la caja, y éste subió á dicho valle embarcado en una de otras dos piraguas, que también subieron por el río y desembarcaron su gente mucho más abajo que no lo ejecutó la antecedente, y responde. Añade, según la pregunta, que no sabe el que dichos enemigos fuesen instados para subir al valle de los guías que tiene declarado que traían, porque éstos fueron mandados de los dichos enemigos, como tiene espresado, y que no sabe si fueron instados de otros ó no; y que sabe que los enemigos se llevaron ocho armas entre fusiles y arcabuces, diez y ocho lanzas, ciuco hachas, dos machetes, todo perteneciente á S. M., lo que estaba en un retiro; y en cuanto á cacao se llevaron distintos zurrones de varios retiros y que no pue de decir el número cierto de zurrones, y que según lo que oyó de distintos no fué grande el número; y que en cuanto á sus dueños sabe que se llevaron como cuatro zurrones

4.

de Don Dionisio Pacheco, tres de Don Miguel de Ibarra, dos del Licenciado Don Manuel José González Coronel, y de Doña Petronila de Osses y Baraona porción que no sabe cuánto, ni de los demás dueños cuáles son, y responde. Fuéle preguntado cómo siendo las armas y demás pertrechos que tiene declarado que se llevaron los enemigos eran del Rey estaban en retiro: dijo que con la noticia que tuvo de la toma del fuerte, por dicho Román, tocó á rebato su Sargento disparando una cámara, y no ha biendo ocurrido la gente del valle determinó dicho su Sargento retirarse al valle de Barbilla del reducto en que se hallaba, con muchos de sus soldados enfermos, llevándose las armas que cada un soldado manejaba y los pertrechos que pudo, y que las que se llevaron los enemigos fueron las que sobraron, que estaban para armar á los vecinos que ocurriesen, y que no habiendo ocurrido ninguno le fué preciso ponerlas en el retiro que tiene dicho, y responde.

5. Fuéle preguntado si sabe que los soldados del Fuerte tenían mal tratamiento de algún cabo: dijo que no sabe por ahora, en este destacamento, por estar en el valle, y que en los que él asistió fueron bien tratados por su Sargento, y responde.

Y aunque se le hicieron otras preguntas y repreguntas dijo no saber otra cosa de lo que lleva dicho y declarado, y que es la verdad so cargo del juramento que fecho tiene, en el que se afirmó y ratificó siéndole leída esta su declaración; y dijo ser de edad de veinte y seis años, y lo firmó conmigo y por ante los testigos presentes, con quienes actúo en falta de escribano, y en este papel común por no haberlo sellado, lo que así certifico. Dn. Juan Gemmir y Lleonar Manuel Campos-Miguel de Chavarría= Franc.o de Castro.

Y luego incontinenti, en dicha ciudad, en dicho día, mes y año, yo dicho Gobernador y Capitán General, en cumplimiento de mi auto que está por cabeza de éstos, hice parecer ante mí á Francisco de Amaya, soldado del refuerzo que se halla en el valle de Matina, á quien certifico conozco, y le recibí juramento, que lo hizo por Dios nuestro Señor y una señal de cruz en forma de derecho,

so cargo del cual prometió de decir verdad en todo lo que supiere y le fuere preguntado, y á la absolución del juramento dijo sí juro y amén.

I.

Fuéle preguntado si sabe de la pérdida del Fuerte de San Fernando y el número de enemigos que lo cogieron y qué enemigos eran y en qué hora lo cogieron y en qué disposición ó centinela estaba dicho fuerte: dijo que sí lo sabe, que se perdió porque el día catorce de este mes llegó un soldado de dicho fuerte, nombrado José Nicolás Román, al reducto donde el declarante se hallaba con el refuerzo, á cosa de poco más de medio día, diciendo: «¡A las Armas, caballeros, que el enemigo ha cogido el Fuerte y está dentro de él ya!» Y preguntándole si eran muchos los enemigos, les dijo que sí, que eran Mosquitos; y que supo tenía el Sargento Comandante de dicho fuerte dos centinelas, la una en el baluarte de San Felipe y la otra en el principal, que esto les oyó decir á los prisioneros que salieron de dichos enemigos; y que cuando el enemigo avanzó á dicho fuerte estaban acabados de llegar de la fagina y estaban desgranando maís cuando oyeron decir ¡á las armas! y que la toma de él sería, por lo que oyó decir, á las once del día citado, y responde.

2. Fuéle preguntado si sabe qué guía ó práctico trajeron y si sabe si dichos enemigos estuvieron algunos días escondidos en el monte cerca del Castillo: dijo que oyó decir al Sargento de dicho fuerte le dijeron los Ingleses habían estado algunos días escondidos en el monte y se habían retirado hasta que volvieron y avanzaron el dicho fuerte y lo ganaron; y que no sabe si trajeron guía alguna, y responde.

3. Fuéle preguntado si sabe ó ha oído decir qué guía llevaban cuando subieron al valle: dijo que por el Río traían al Sargento Comandante de dicho Fuerte, al condestable y el cabo escuadra Montalván, que lo dijeron ellos mismos, y que los traían amarrados y bogando, y por tierra el tambor con la gente que se desembarcó de dos piraguas de dichos enemigos que llegaron al reducto que hicieron el que declara y sus compañeros, y que no hallaron ya la gente; y que sabe se llevaron algunos pertrechos del Rey del retiro del reducto que hicieron, en donde tenían escondidos dichos pertrechos por la noticia

que dió Román, y que dichas armas eran las que sobraron; y que habiendo disparado una cámara su Sargento en dicho reducto para que acudiesen los vecinos al rebato, no acudieron, y que éste fué el motivo de haber guardado en el monte dichos pertrechos, por que se retiró por tener muchos enfermos y no pudieron cargar más que sus armas y municiones; y que se llevaron algún cacao dichos enemigos, según dijeron los prisioneros, que no sabe cierto lo que fué, que sólo sabe era de don Miguel de Ybarra y de Don José Manuel Sancho y de otros que no sabe, y responde.

4. Fuéle preguntado si sabe ó ha oído decir que los soldados del Fuerte tenían mal tratamiento de algún cabo de él: dijo que en este destacamento que se perdió no ha oído decir á ninguno les tratasen mal ni Sargento ni cabos, y que el que declara, en los destacamentos que le tocó en dicho fuerte, fué bien tratado de sus Cabos, y responde.

Y aunque se le hicieron otras preguntas y repreguntas dijo no saber otra cosa de lo que tiene dicho y declarado, y que es la verdad so cargo del juramento que fecho tiene, en el que se afirmó y ratificó siéndole leída esta su declaración; dijo ser de edad de veinte y cinco ó veinte y seis años y lo firmó conmigo y por ante los testigos presentes, con quienes actúo en falta de escribano, y en este papel común por no haberlo sellado, lo que así certifico. Dn. Juan Gemmir y Lleonart-Franc.o Amaya=Miguel de Chavarría. Franc.o de Castro.

Y luego incontinenti, en dicha ciudad, en dicho día, mes y año, yo dicho Gobernador y Capitán General, en cumplimiento de mi auto que está por cabeza de éstos, hice parecer ante mí á Manuel de Ocampo, soldado del refuerzo del valle de Matina, á quien certifico conozco, y le recibí juramento, que lo hizo por Dios nuestro Señor y una señal de cruz en forma de derecho, so cargo del cual prometió de decir verdad en todo lo que supiere y le fuere preguntado, y á la absolución del juramento dijo sí juro y amén.

I. Fuéle preguntado si sabe de la pérdida del Fuerte de San Fernando de Matina, el número de enemigos que lo cogieron, qué enemigos eran y en qué hora fué ganado

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