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Don Pedro Cortes i Zavala era sin disputa uno de los mas grandes industriales i agricultores de su tiempo; pues, no solo trabajaba minas de cobre sino que tambien practicaba el comercio, hacia considerables siembras de trigo, tenia crianzas de ganado mayor i menor, cultivaba una viña en su hacienda de Huanilla, i habia establecido en esta misma propiedad fábrica de jarcia i taller de curtiduría.

Un personaje de esta fortuna no podia ménos de vivir con lujo; i, en efecto, sus casas de la Serena i de Santiago se hallaban bien provistas de muebles i de numerosas imájenes de santos, pintadas en lienzo.

En ellas, por lo demas, habia abundancia de utensi lios de plata, de todas clases i para todos los usos. La servidumbre se componia de negros esclavos, de

uno i otro sexo.

En la capital, don Pedro i su mujer usaban una carroza con vidrieras, que habian comprado en cuatro mil pesos.

En la Serena paseaban en caleza.

Para ser verdaderamente nobles, segun las preocupaciones de la época, solo les faltaba un título de Castilla.

XI

Con fecha 8 de enero de 1697, la majestad de Cárlos II otorgó a don Pedro Cortes i Zavala el título de Marques de Piedra Blanca de Huana (1); i dos años mas tarde, el hábito de la órden de Santiago.

(1) Un soldado de la conquista de Chile, pajinas 157 i 162.

que

Aunque a fin de alcanzar tales distinciones, es indudable don Pedro debió de contribuir con gruesa cantidad de dinero para el real erario, no podria negarse, sin manifiesta injusticia, que ellas eran digna coronacion de los servicios prestados por el coronel Cortes en la conquista de Chile.

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Los títulos de Castilla constituian la merced mas codiciada por los criollos americanos, pues ella les colocaba entre los individuos de la nobleza española, i la sociedad colonial del Nuevo Mundo se habia ido formando desde el principio a imájen i semejanza de la sociedad peninsular.

Solo un título de esta clase habia sido concedido en Chile ántes que el de Piedra Blanca de Huana, i era el de marques de la Pica, creado en 1684 a favor de don Francisco Bravo de Saravia i sus descendientes.

Por desgracia, don Pedro Cortes i Zavala no tuvo hijos de su matrimonio con la señora Morales; i el título correspondió despues de su muerte a su sobrino carnal don Diego Montero i Cortes.

Esto no fué, sin embargo, obstáculo para que el marques tratara de asegurar a los sucesores en el título los medios de subsistencia correspondiente a su posicion social.

En 14 dias de julio de 1713, hallándose enfermo en cama, otorgó su testamento ante el notario de la Se

rena don Basilio de Egaña, i en él fundó un gran vínculo sobre la chacra de Quilacan i sobre las haciendas de Huanilla, Laja i Piedra Blanca, a favor de los sucesores en el marquesado (1).

Ademas dispuso que se entregara al sucesor inmediato, o sea, a don Diego Montero i Cortes, la cantidad de 5,000 pesos con el objeto de que pagara el derecho

de media anata anexo al título.

«Mando, se leia en otra cláusula, que se haga una alhaja de oro que valga cincuenta pesos, i se remita a España al convento de Velez», en el cual, como se sabe, pasaban su noviciado los caballeros de Santiago.

Don Pedro Cortes i Zavala era sumamente piadoso i dejó establecidos varios censos i capellanias en benefi cio de iglesias i conventos.

Ordenó, por último, que le sepultaran en la iglesia de la Merced, en el umbral de la puerta principal; i que en el dia del entierro su cuerpo fuera llevado por cuatro pobres de solemnidad, a cada uno de los cuales debia pagarse un peso de a ocho reales.

Doña Maria de Morales i Bravo sobrevivió por algu nos años a su marido, i falleció en la Serena en 1722, despues de dejar por testamento la mayor parte de sus bienes a las iglesias i conventos (2).

Despues de la muerte de la marquesa, la encomienda de Huana (3) fué concedida por dos vidas a don Fran

(1) Las cláusulas testamentarias de esta institucion pueden leerse en Un soldado de la conquista de Chile, pájínas 165 i 166. Las propiedades antedichas no han sido esvinculadas hasta la fecha.

(2) Testamento otorgado en 31 de mayo de 1719 ante el escribano Basilio de Egaña. Véase Un soldado de la conquista de Chile, pájinas 166-170. (3) En algunos documentos esta encomienda es llamada de Huanilla.

cisco de Rojas i Guzman, en 19 de febrero de 1725, por el presidente Cano de Aponte.

El rei confirmó esta merced por real cédula de 2 de junio de 1730 (1).

Don Francisco de Rojas i Guzman, el cual era bisnieto de doña Juana Cortes i Cisternas, hija mayor del coronel Cortes, contrajo matrimonio con doña Bartolina de Argandoña, hermana de la mujer de don Diego Montero i Cortes.

Don Francisco ejerció las funciones de correjidor de la Serena en 1737 (2); i falleció en 1.o de agosto de 1770.

Con fecha 30 de enero de 1772, el presidente don Francisco Javier de Morales declaró entónces, a peticion de parte, que la encomienda vacante correspondia a doña Antonia de Rojas i Gayon de Celis, nieta de Rojas i Guzman.

Segun certificacion de los oficiales reales, dada en 9 de octubre de 1771, la encomienda tenia 67 indios de tributo i 64 de menor edad, i faltaban de la matrícula hecha en 1725 veintiocho tributarios (3).

Del mismo modo, la raza indíjena pura iba estinguiéndose en todas partes, en la Serena, en Santiago i en Concepcion, diezmada por las enfermedades i por los

malos tratamientos.

La raza española continuaba implacable i tenaz su obra de conquista, del suelo i de los hombres.

La barbarie araucana moria devorada por la civilizacion europea.

(1) Archivo de la real audiencia, volúmen 1116.

(2) Consultese la obra titulada El cura Monardes, por el presbitero don

Manuel Garcia. Santiago, 1885. Pájinas 19 i 20.

(3) Archivo de la Capitania Jeneral, volúmen 544.

MAYORAZGOS.-T. III

9

XII

El segundo marques de Piedra Blanca de Huana, don Diego Montero i Cortes, continuó con buen éxito los negocios comerciales de su tio i antecesor.

Su establecimiento de la Serena tenia sucursales en Cobija i en el Callao.

Don Diego fué el primero que construyó bodegas en el puerto de Coquimbo.

Por lo demas, era dueño de una fragata, bautizada con el nombre de Nuestra Señora de los Reyes, en la cual trasportaba sus mercaderias i productos agrícolas (1).

Este marques contrajo dos matrimonios: en primeras nupcias, con doña Juana Matamoros; i en segundas, con doña Mariana de Argandoña.

Desgraciadamente, no tuvo hijos de ninguna de sus dos mujeres.

Falleció en el año 1730 (2).

Promovióse entónces un reñido juicio sobre quién debia sucederle en el marquesado, i, por lo tanto, en el vínculo, entre don Francisco Cortes de Monroi, nieto de don Francisco Cortes i Riberos, i sobrino en segundo grado del primer marques, i don Victorino Montero del Aguila, primo hermano de don Diego Montero i Cortes.

La cuestion se resolvió a favor de don Francisco Cortes de Monroi, el cual, en consecuencia, entró en posesion de las propiedades vinculadas.

(1) El cura Monardes, pájina 9.

(2) SAYAGO, Historia de Copiapó, pájina 79.

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