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Número 5

RELACION DE LOS MÉRITOS, GRADOS I LITERATURA DEL DOCTOR DON SANTIAGO IGNACIO MARIN I AZÚA, ABOGADO DE LAS REALES AUDIENCIAS DE LIMA I CHILE.

Por un testimonio que, con carta de veintiuno de octubre de mil setecientos i cincuenta i siete, remitió la real audiencia de la ciudad de Santiago del reino de Chile, de la informacion que en ella se hizo a pedimento del referido don Santiago Marin i Azúa, en razon de su calidad, literatura i méritos, consta ser hijo lejítimo de don Joseph Marin de Poveda, i de doña Ana de Azúa, marqueses de Cañada Hermosa, familias de la primera calidad, lustre i esplendor de aquellos reinos, i descendientes de los primeros conquistadores de ellos.

Que en el año de mil setecientos i treinta i siete, a los diez de su edad, entró en el colejio de San Francisco Javier de aquella ciudad, en el que en siete años profesó las facultades de filosofia i teolojia, habiendo tenido los dos actos jenerales públicos para obtener los grados de maestro i doctor en ellas, que se le confirieron por la pontificia universidad de la Compañia de Jesus.

Que, habiendo pasado a la ciudad de Lima con el deseo de instruirse en la jurisprudencia, obtuvo la beca real del colejio de San Martin, i, por decreto del virrei, la del real i mayor de San Felipe, en los que profesó la facultad de sagrados cánones, i por la real Universidad de San Marcos se le confirió el grado de bachiller, en setiembre de mil setecientos i cuarenta i ocho.

Que en el siguiente hizo tres oposiciones a las cátedras de vísperas de sagrados cánones, código i de instituta, vacantes en aquella Universidad, logrando jeneral aplauso i muchos votos, que sufragaron en su favor en la votacion secreta.

Que en el año de mil setecientos i cincuenta, precedido el exámen i aprobacion, en presencia del virrei, se recibió de abogado de aquella real audiencia.

Que el rector de la citada Universidad, teniendo presente su sobresaliente literatura, le nombró por consiliario menor, cuyo cargo sirvió tres años, con su aprobacion i de los demas ministros de la Universidad; i, habiendo vacado en ella la cátedra de Dijesto

Viejo, propia del colejio real i mayor de San Felipe, le nombró el enunciado rector para que la rejentase por el término i tiempo de su vacancia, lo que ejecutó con conocida utilidad de los estudiantes, enseñando i replicando en todas las funciones que se ofrecieron.

Qne, habiéndose restituido a la espresada ciudad de Santiago de Chile el año de mil setecientos i cincuenta i tres, presentó en aquella real audiencia el título de abogado que le dió la de Lima; i, concediósele el pase para su ejercicio, desempeñó su obligacion con distinguido crédito i aceptacion de los ministros i de todo el pueblo. Que, por decreto de trece de setiembre de mil setecientos i cincuenta i cuatro, a consulta de aquella real Universidad de San Felipe, fué nombrado por el superior gobierno examinador en las facultades de cánones i leyes, habiéndose graduado de doctor en ellas, i siendo infatigable su celo por el mayor adelantamiento de la Universidad, concurriendo a presidir i replicar todos los actos públicos i secretos que se han ofrecido.

Que se ha ocupado en la enseñanza de varios discípulos en las referidas facultades, habiendo tenido su estudio franco para todos, i logrado la gloria de presidir a uno de sus discípulos en la primera funcion i acto público que se celebró en las escuelas de aquella Universidad.

Que en la nominacion de los catedráticos de ella fué nombrado por el superior gobierno catedrático de decreto, en consideracion a su literatura i méritos.

I, finalmente, la misma audiencia i el cabildo secular de la referida ciudad de Santiago, en cartas para Su Majestad de veinte i veintiuno de octubre del citado año de mil setecientos i cincuenta i siete, informan a favor del mencionado doctor don Santiago Marin i Azúa, con espresion de su notoria calidad, literatura i méritos, propios i heredados, como primojénito del marques de Cañada Hermosa, nieto de don Tomas Marin de Poveda, gobernador i capitan jeneral que fué de aquel reino, i sobrino del arzobispo de Santa Fe don Pedro de Azúa, i del doctor don Tomas de Azúa, protector fiscal de los naturales de aquella jurisdiccion, que murió en el enunciado año de mil setecientos i cincuenta i siete, en cuya enfermedad sirvió interinamente el espresado don Santiago con notoria aceptacion, como asimismo el empleo de asesor de dicho cabildo secular, por cuyas circunstancias le consideran digno de que Su Majestad lo honre con una de las plazas de las audiencias de aquellos reinos. Madrid i setiembre 26 de 1758.

CAPÍTULO DECIMOSÉPTIMO

Condado de Quinta Alegre.-El español don Juan de Alcalde i Gutierrez se dedica en Chile a la carrera del comercio.-En 1763 compra el título de conde de Quinta Alegre.-Su hijo mayor, don Juan Ignacio, se matricula entre los comerciantes de Cádiz, i sucede a su padre en el título.-Funda en Chile un vinculo anexo al condado.-Servicios administrativos de don José Antonio de Alcalde, tercer conde de Quinta Alegre.-Adquiere la hacienda i el pueblo de indios de Chiñigüe. -Don Juan Agustin de Alcalde, cuarto i último conde de Quinta Alegre, rejidor del cabildo de Santiago de 1810.-Su adhesion a la causa de la independencia.

I

Don Juan de Alcalde se estableció en nuestro pais en el primer tercio del siglo XVIII.

Habia nacido en la villa de Duron, en Castilla la Nueva, i era hijo de don Francisco Alcalde i de doña Francisca Gutierrez (1).

(1) Los antecedentes de la familia española de Alcalde se hallan referidos en el Diccionario histórico, jenealójico i heráldico de las familias ilustres de la monarquia española, publicado en 1859 en Madrid por don Luis Vilar i Pascual. Véase el tomo 1.o, pájina 453.

MAYORAZGOS.-T. III

18

Esta familia, segun parece, no gozaba de grandes bienes de fortuna, i don Juan vino a América con el objeto de dedicarse a la carrera del comercio.

Medio siglo mas tarde, cuando ya habia adquirido un importante caudal, don Juan se acordó de sus hermanos pobres de la Península, i en su testamento, otorgado ante el escribano Pedro Gaona en 15 de enero de 1780, dejó valiosos legados a doña Teresa, a don Bernardo i a don Antonio de Alcalde i Gutierrez. Hacia pocos años que don Juan se hallaba en Chile cuando resolvió contraer matrimonio con una señora peruana que respondia al nombre de Isabel Margarita de Ribera i Cabrera, la cual vivia en Santiago al lado de su tia materna doña Adriana de Cabrera, casada con el caballero catalan don José de Montt i Ribera (1).

La novia era huérfana de padre i madre, i carecia de fortuna.

Su padre habia sido don Francisco Hernandez de Ribera, natural de Barcelona, quien habia llegado a Lima a fines del siglo XVII, con recomendaciones del cardenal Portocarrero para su hermano el virrei conde de la Monclova.

Este último le habia nombrado capitan de artilleria del puerto del Callao.

Hernandez de Ribera contrajo matrimonio en Lima, a 15 de mayo de 1701, con doña Juana Josefa de Cabrera i Paredes, natural de Huaura, e hija del grana

(1) Bisabuelo del presidente don Manuel Montt. Consúltese mi trabajo sobre don José Perfecto de Salas. Pájina 38 de la edicion especial.

dino don Luis de Cabrera i de la señora peruana doña Isabel de Paredes (1).

Los abuelos maternos de doña Juana de Cabrera, el estremeño don Francisco Alguacil de Paredes i doña Juana Padilla, natural de Huaura, habian poseido ricas minas de plata en Cailloma; pero mas tarde, a causa de malos negocios, habian caido en suma pobreza, i habian arrastrado consigo a su yerno don Luis de Cabrera i a su numerosa familia.

Las tres hijas de Cabrera se habian casado en Lima con tres caballeros catalanes: doña Luisa, en 1695, con don José de Salas, natural de Lérida; doña Juana, como ya se ha visto, en 1701, con Hernandez de Ribera; i doña Adriana, en 1703, con don José de Montt i Ribera, pariente de su cuñado el marido de doña Juana, oriundo de la villa de San Pedro Pescador.

De los yernos de doña Isabel de Paredes, el último, o sea, Montt i Ribera, fué el mas afortunado, pues se dedicó en Chile a la carrera del comercio con buen éxito.

En el año de 1718, don José de Montt, que se hallaba dotado de un espíritu noble i jeneroso, hizo venir del Perú a algunos de los hijos de su cuñada doña Luisa i a la única hija de doña Juana de Cabrera, por haber ya fallecido estas dos hermanas de su mujer.

La persona encargada de traer a Chile a estos jóvenes de uno i otro sexo fué su tio don José Damian de Cabrera, quien debia perpetuar en el virreinato el ape

(1) Certificacion del licenciado don Manuel de Sobrado i Talledo, teniente de los curas de la Catedral de Lima, en 9 de marzo de 1764.

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