Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Reclamó entónces el conde ante la real audiencia, i, segun parece, mejoró posteriormente de fortuna.

A sus títulos i cargos heredados, pudo agregar don Andres el de caballero de la órden de Cárlos III, i el de comandante del batallon de milicias de Concepcion, para cuyo puesto fué elejido con fecha 14 de agosto de 1793 (1).

El rei confirmó este nombramiento, i otorgó al conde el grado de teniente coronel en 25 de enero de 1799 (2).

Durante el primer período revolucionario, el conde de la Marquina fué nombrado por los vecinos de Concepcion miembro del Congreso de 1811; pero no concurrió nunca a las sesiones de esta asamblea.

En esta época se le nombró comandante del batallon de infanteria de la frontera (3).

Sus opiniones francamente realistas justifican su separacion de este cargo de confianza en 3 de octubre de 1811 (4).

Dos años despues, en 1813, el jeneral Pareja volvió a confiar a Alcázar el mando de las fuerzas de infanteria de Concepcion, mientras él mismo se dirijia a Chillan; pero el anciano conde tuvo el dolor de verse obli gado a entregar la ciudad pocos dias mas tarde al ejército patriota (5).

Don Andres recuperó su perdida situacion política en 1814, cuando el brigadier Osorio le nombró presi

(1) Representacion citada de 1805, dirijida por el conde de la Marquina al rei.

(2) Capitania Jeneral, volúmen 760.

(3) Barros Arana, Historia Jeneral. Tomo 8.o, pájina 381.

(4) Barros Arana, obra i tomo citados. Pájina 435.

(5) Barros Arana, Historia Jeneral. Tomo 9.o, pájinas 33 i 111.

dente del tribunal de vindicacion de las provincias del sur.

En documentos oficiales i fidedignos consta que el conde persiguió a los patriotas en desempeño de su cargo con mano inflexible i rigurosa (1).

Las victorias de Chacabuco i Maipo hicieron imposible la permanencia de Alcázar en Chile; i, como, por lo demas, no habia tenido hijos en su lejítima mujer, pudo fácilmente partir con Osorio al Perú en setiembre de 1818, sin dejar tras de sí otros recuerdos que los de su larga i estéril existencia, en la cual habia hecho mal a algunos i probablemente bien a mui pocos.

En el memorable dia 7 de julio de 1821, despues que la ciudad de Lima fué abandonada por el virrei La Serna, el cuarto conde de la Marquina sirvió de blanco a las burlas i atropellos del populacho.

Hé aquí una de las décimas manuscritas que, con el título de La baraunda de emigrados en el espantoso dia 7 de julio del presente año en la capital del Perú, entónces corrieron de mano en mano:

Vi al padre frai Juan Ramon
Con su beata en una esquina,
I al flajicioso Marquina
Correr para Juan Simon.
Un mulato maricon

La venera le tomó,

Que sola se desgarró

En la imprevista carrera;

I en su natural esfera

El conde se trasformó (2).

(1) Barros Arana, Historia Jeneral. Tomo 10, pájinas 80 i 81.

(2) Debo esta interesante décima a mi amigo don Edmundo Larenas,

profesor del curso de leyes en el liceo de Concepcion.

Triste fin fué éste para un anciano de 74 años; i mas triste parece todavia cuando se tiene presente su inmensa vanidad. A menudo don Andres del Alcázar hacia valer que la nobleza de su familia duraba hacia ya mas de seiscientos años (1).

Podria con razon repetirse aquí la conocida sentencia, la cual, al mismo tiempo, serviria mui bien como epígrafe jeneral para toda esta obra:

[merged small][merged small][ocr errors]

APÉNDICE

MAYOR AZGOS.-T. III

30

« AnteriorContinuar »