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2. Negociacion separada de parte de la República Argentina con el Paraguay, con sujecion al referido tratado.

3. Desocupacion de las fuerzas aliadas del territorio paraguayo, tres meses despues de los tratados definitivos, segun lo convenido en las conferencias de Buenos Aires.

4. Reconocimiento de la República de los tratados Cotegipe en lo que no estuviesen en oposicion con las bases anteriores.

En el debate parecen admitidas por los dos Gobiernos, no obstante interpretaciones encontradas, la fuerza del tratado de 1. de Mayo para todos los aliados, y la posibilidad de negociaciones separadas sin rompimiento de aquel. Quedan, pues, solo como dificultades serias, la condicion dominante del tratado sobre todas esas negociaciones, inclusa la de limites, y la evacuacion del territorio Paraguayo por las fuerzas de la alianza. El Sr. Enviado debe contraer á estos puntos los esfuerzos de su inteligencia y patriotismo.

Si para obtener ó ayudar al resultado juzgáre necesario manifestar á nuestro aliado la disposicion en que se halla el gobierno argentino de hacer al Paraguay concesiones de territorio, reconocido como suyo por el tratado de 1o. de Mayo, queda autorizado para hacer esa manifestacion en términos generales, sin consignarla por escrito como una condicion que se impusiese, y que haria recaer el méríto de ella en el Brasil con méngua de la República.

Si con el mismo objeto se encontrase necesario dar por no pasadas las notas últimas, queda igualmente autorizado el Sr. Ministro para convenirlo, siempre que la declaracion comprenda las notas brasileras á que ellas contesten, y que el acto importe solamente la mútua resolucion de apartarlas en espíritu amistoso, para facilitar la negociacion, tenien lo presente que la primera publicacion de estos documentos fué iniciada por el Gobierno Brasilero.

En el reconocimiento esplícito del Gobierno del Brasil de la vigencia de todo el tratado de 1. de Mayo, considera el Gobierno Argentino incluida la estipulacion referente à la indemnizacion de guerra. Sin embargo, siendo este punto capital, se llama sobre él la atencion del Sr. Enviado. Es necesario que la indemnizacion sea solidaria para que no haya acreedores privilegiados. Lo es igualmente que no se deje la designacion del monto, como lo hacen los tratados Cotegipe, á una época remota. Ambos Gobiernos saben próximamente lo que han gastado, y ambos prometieron en las conferencias de Buenos Aires fijarlo benévolamente. El Sr. Enviado exijirá esa fijacion en números redondos, y se esforzará porque ella sea lo mas benévola posible, estableciendo de su lado para la República Arjentina la mitad ó tercera parte del monto en favor del Brasil.

La desocupacion de la Isla del Atajo aun ántes de la desocupacion general podrá ser promovida tambien por el Sr. Enviado, invocando nuestros derechos incuestionables y las concesiones anunciadas en favor del Paraguay, que serian mas fáciles con la desocupacion anticipada de la Isla y la determinacion de la deuda.

Mientras la alianza subsista, el Gobierno Oriental es parte en este asunto. En esta inteligencia el Gobierno Argentino, trasmitió reservadamente las notas últimas, invitándolo á unir su voz á la del Gobierno Arjentino contra los tratados Cotegipe. Aunque la invitacion no fué aceptada, limitándose el Gobierno Oriental á desear el desenlace amistoso de la cuestion, segun resulta de las cópias adjuntas, el Sr. Enviado á su paso por Montevideo puede tentar nuevas gestiones tendentes á que aquel Gobierno mantenga por lo menos el statu quo, y convenga adherirse á lo que se arregla en Rio Janeiro entre los Gobiernos Argentino y Brasilero, sea por instrucciones que recabe al efecto un

enviado suyo, sea directamente despues de concluido el arreglo, y puesto en conocimiento del Gobierno Oriental. Dentro de estos propósitos, por lo demas, y sobre estas bases, el Sr. Ministro tiene la mas amplia libertad de accion para dirigir la negociacion, y aun para dejar de entablarla, si asi se lo aconsejasen las circunstancias en que se encuentre á su arribo á Rio, seguro por su parte el Gobierno que entrega la ejecucion de todo á un hábil y circunspec to diplomático.

Buenos Aires, Junio 4 de 1872.

Confidencial,

SARMIENTO.

CARLOS TEJEDOR.

Montevideo, Julio 1.o de 1872.

Al Exmo. Sr. Ministro de Relaciones Esteriores, Dr. D. Cárlos Tejedor.

Ayer llegué á esta ciudad y el Sr. Presidente Gomensoro me mandó inmediatamente saludar, previniéndome que á la una del dia me esperaba en su casa, para tener la conferencia que habia solicitado por intermedio del General Gelly que me habia precedido, á fin de llenar esta parte accesoria de mis instrucciones.

La conferencia tuvo lugar á la hora indicada, hallándose presente el Sr. Dr. Ernesto Velazco, Ministro de R. E. de esta República.

Les manifesté el encargo confidencial que traia de mi

Gobierno: les dije que mi mision al Brasil, era de paz y amistad, y en un discurso lleno de episodios y digresiones á que se prestaba el carácter íntimo de la conferencia, les dije que no buscabamos su alianza para el caso de guerra: que la política de la neutralidad les convenia; pero no la de abstencion; que á nosotros tambien nos convendria en tal caso su neutralidad, si pudieran hacerla efectiva; lo que consideraba imposible en un caso de rompimiento, viniendo en definitiva á ser el Estado Oriental el teatro del conflicto, por lo cual lo conveniente y lo inmediato para ellos era trabajar por la paz en la esfera de sus medios, terminando por precisar lo que el Gobierno Arjentino esperaba en estas circunstancias de la amistad del Oriental, estendiéndome en algunas consideraciones generales sobre la política de las Repúblicas del Rio de la Plata respecto al Brasil.

El Sr. Velazco, autorizado por el Sr. Gomensoro, me contestó que coincidia en un todo con mis vístas políticas, y las hacia suyas con mis propias palabras; que su polític a tenia que ser sin embargo, de estricta neutralidad, sin desconocer las dificultades de hacerla efectiva; y que por deber de amistad y hasta por conveniencia propia, no tenia inconveniente en proceder en el sentido indicado por mi.

El señor Gomensoro agregó algunas palabras en el sentido de que, aun cuando en lo ostensible se manifestasen neutrales, sus simpatias estaban con nosotros, y que tal seria en definitiva la actitud del pais en caso de un conflicto, no obstante la unanimidad de la opinion y de la prensa pronunciada hasta en el sentido de la abstencion absoluta.

En resúmen, buena voluntad impotente, timidez para hacer algo que sea no hacer política platónica de neutralidad, sin tener preparado nada para hacerla respetar, y buena disposicion para cumplir lo poco que le pedimos, que es por otra parte lo único posible.

En consecuencia quedamos entendidos sobre los siguientes puntos:

1° El Estado Oriental se asociará á todo acuerdo amigable entre la República Argentina y el Brasil, y le prestará á su vez su acuerdo, prefiriendo que lo que se convenga le sea sometido como aliado, por haber resuelto no tomar en esta emergencia una actitud diplomática.

2o Que concurrirá en consecuencia á los arreglos definitivos de paz con el Paraguay, conjuntamente con los demás aliados en el modo y forma que se acuerde entre el Brasil y la República Argentina.

3.° Que mientras tanto, por deber y por conveniencia propia, no tratará separadamente con el Paraguay, no obstante haber recibido insinuaciones del Ministro Brasilero Gundin en tal sentido, en la inteligencia de que estando reducidas las exigencias orientales á la deuda de guerra, el gobierno Oriental está dispuesto á ser mas que benévolo, generoso, con tal de poner término á las cuestiones pendientes.

En la noche me vísitó el Sr. Velazco, y habiéndole precisado en la anterior forma mas o menos, los tres puntos convenidos, previniéndole que iba á trasmitirlos á mi gobierno, los aceptó tal y cual, agregando respecto del último punto, que mientras el Sr. Gomensoro fuese Presidente y él Ministro de Relaciones Esteriores, no procurarian ningun acuerdo aislado con el Paraguay. Me dijo tambien que un deber de lealtad les hacia prevenir al Gobierno Argentino, que adoptando la politica de neutralidad en un caso desgraciado, pondrian todos los medios para garantirla,aunque sin reatarse para la accion oportuna, lo cual se referia á planes que no pasan de conversaciones sobre garantía eficaz en tal sentido por parte de los Estados Unidos y de la Inglaterra.

Con el Sr. Gondim, Ministro Brasilero en esta República, hemos cambiado una visita. El Sr. Gon lim me manifestó

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