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medios ilícitos i tratos injustos ocupen, invadan i usurpen la libertad de los pueblos.

«I si el que ha usurpado la libertad de los pueblos los gobierna bien, ¿será tambien tirano?

«Sí. La autoridad arrancada por el terror, aunque se ejerciese bien, es viciosa en su principio i de perjudicial ejemplo. Principatus quem metus extorsit, etsi actibus vel moribus non offendat, ipsius tamen initii sui est pernitiosus exemplo. (San León). «¿Qué otro es tirano?

«ΕΙ que manda con autoridad lejítima, pero perversamente. El que, estando colocado en el mando, prefiere su bien particular al bien jeneral. El que no muestra relijión, ni honestidad en sus costumbres, ni verdad en sus dichos, ni magnanimidad en sus acciones, ni observa las leyes, ni administra justicia. En fin, el que por su mal proceder arruína i hace infeliz la República.

«¿Qué se dice de los primeros tiranos de la tierra?

«La sagrada escritura i los santos padres nos dan suficiente luz sobre este punto oscuro. La primera dominación tiránica se atribuye a Lucifer en el intento de ser exaltado sobre todos. Su imitador Caín, antes del diluvio, fue el primero que dominó sobre las jentes, edificando la primera ciudad, i San Agustín le llama el primer tirano sobre la tierra. Después del diluvio, fue el primer tirano Nembrot, también llamado Belo, primer rei de Babilonia. Él dominó sobre los demás sin otro derecho que fuerza; fue padre de Nino, primer rei de los asirios. El fue descendiente de Can, hijo de maldición de Noé. Tales fueron los fundamentos de la primera monarquía. (Suárez de Figueroa).

la

«Ha mostrado Dios, nuestro señor, predilección i preferencia por alguna forma de gobierno? «Puede decirse que el cielo se ha declarado en

favor del sistema republicano: así vemos que este fue el gobierno que dio a los israelitas. Éstos fueron gobernados por jueces i por los ancianos del pueblo desde Moisés hasta Samuel por un espacio de tiempo como de cuatrocientos años. En los últimos días de Samuel, el pueblo quiso variar de gobierno, i tener un rei como las naciones paganas. Dios le concedió con disgusto un rei, anunciándole el despotismo i servidumbre a que iba a sujetarse, i en que cayó efectivamente.

«Según esto, ¿el sistema monárquico es malo? «No; porque puede mezclarse i suavizarse con las otras formas de gobierno.

«¿Qué es, pues, lo que tiene de malo?

«Que se encamina al despotismo por su naturaleza i que, en consecuencia de las pasiones humanas, se prefiere el bien personal i de familia a la utilidad jeneral. Los príncipes trabajaron artificiosamente en ser tenidos por dueños i señores naturales de los pueblos, i en hacer creer que su autoridad era, no solo independiente del consentimiento i voluntad de los pueblos, sino que era, por su naturaleza, suprema i sacratísima, como si fuese celestial. Ellos usaban de un lenguaje que descubría su ficción i su locura: mis dominios, mi corona, mi soberana voluntad.

«¿Cuál es el peor sistema de todos?

«El sistema colonial, porque está en contradicción con la libertad de los pueblos, i porque enseña la esperiencia que, desde una inmensa distancia, son mal gobernados, no se les administra bien la justicia, i sus productos i riquezas no se consumen en utilidad del propio país, sino en guerras i en lujo i vicios de la corte».

El fraile de la Buena Muerte quería establecer la relijión de la patria; i que el ciudadano amase a la libertad desde que aprendiese a deletrear.

La reforma debía comenzar en la raíz, esto es, en el corazón de cada niño.

Luego que se imprimió el Catecismo de los patriotas, Camilo Henríquez escribió bajo un nombre supuesto para pedir se ordenase que los maestros lo enseñasen a los niños en las escuelas, los padres a los hijos i sirvientes en las casas, los jefes a los soldados en los cuarteles i los hacendados a los inquilinos i dependientes en los fundos.

Pero predicó en el desierto: sus instancias fueron desatendidas.

Es verdad que la junta ejecutiva compuesta de don Francisco Antonio Pérez, don José Miguel Infante, don Agustín Eizaguirre, i don Mariano de Egaña, secretario, había mandado en un reglamento promulgado el 18 de junio de 1813 que los institutores primarios enseñasen a los alumnos el catecismo de la doctrina cristiana aprobado en el sínodo presidido por el obispo Aldai.

Pero la relijión de la patria no estaba todavía proclamada, ni su culto establecido, ni su credo elaborado i definido.

La cartilla cívica dictada por Henríquez pareció demasiado democrática; i se temió probablemente que su estudio desagradase a la clase directiva de la sociedad en aquel entonces.

El hecho es que el gobierno no se atrevió a de

cretar su enseñanza.

El Catecismo de los patriotas se quedó en las columnas de El Monitor sin que se hiciera una edición separada, como lo pedía su autor.

No puedo dejar esta materia sin recordar que el eminente estadista don Juan Martínez de Rozas había compuesto con anterioridad un Catecismo

Político Cristiano para la instrucción de la juven tud de los pueblos libres de la América Meridional, había circulado manuscrito en 1810.

que

En esta obra, sumamente recomendable i que hace honor a su autor, se proclama la excelencia del sistema republicano.

Es cierto que se reconoce la soberanía de los monarcas españoles; pero salta a la vista que ese reconocimiento es un disfraz de guerra adoptado para asegurar el buen éxito de la revolución.

XII

Don Antonio José de Irisarri.-Viene a Chile en 1809; es nombrado rejidor del cabildo de Santiago; promueve la organización de la sociedad económica de amigos del país.-El gobierno le designa para que ejecute las mejoras posibles en la prensa i proponga las demás que juzgue convenientes.-Escribe el Seminario Republicano.-Camilo Henríquez le reemplaza en la redacción de este periódico.-Júzgase a éste como periodista. --Seudónimos adoptados por Camilo Henriquez en la prensa.

El distinguido literato don Antonio José de Irisarri fundó en Santiago el 7 de agosto de 1813 un periódico titulado Semanario Republicano para difundir en el país las ideas liberales, los conocimientos útiles i el odio a la tiranía.

Se proponía igualmente, aun cuando lo dejara en el tintero o lo reservara en el cerebro, combatir el predominio de la familia de los Carreras, o si se quiere, la especie de dictadura militar ejercida por su representante mas conspicuo don José Miguel. El nuevo campeón de la prensa no era orijinario de Chile.

Había nacido el 7 de febrero de 1786 en la ciudad de Guatemala, la cual tenía el pomposo título de capital de un reino, aun cuando era solo una triste i miserable aldea.

El sujeto de que trato, pertenecía a una familia noble i acaudalada.

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