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El coronel español Fierro, que mandaba en esta ciudad, despues de oir el parecer de una junta de notables, acordó que se despachase una comision cerca de Bolívar para proponerle que los realistas evacuarian todo el territorio de Vene zuela si se les acordaban algunas garantias. El vencedor es taba seguro de que la capital no podia oponerle resistencia alguna; sin embargo, trató con los vencidos para evitar una inútil resistencia, i empeñó su palabra de no inquietar a nadie por sus opiniones pasadas i de dejar a todos la libertad de salir de Venezuela con sus bienes.

Los españoles, sin embargo, creian que Bolívar iba a observar la conducta pérfida que habia seguido Monteverde. El gobernador de Carácas se alejó de esta ciudad i se embarcó en la Guaira, dejando abandonados a mas de quinientos españoles que no tenian medio alguno de huir, i que despues del encarnizamiento con que se habia hecho la guerra, no debian esperar favor de sus enemigos. Bolívar, con todo, hizo su entrada triunfal en Carácas el 7 de agosto de 1813, . en medio de las mas espléndidas manifestaciones del entusiasmo público; i en vez de manchar su triunfo con crueles represalias, despachó emisarios a Puerto Cabello a pedir a Monteverde la ratificacion del convenio. que salvaba la vida a los prisioneros. El jeneral realista se negó a evacuar el territorio venezolano, declarando que tratar con los rebeldes era rebajar la dignidad española, i dejó por tanto abandonados a su suerte a los infelices a quienes habia comprometido en una guerra cruel. Bolívar, que en cumplimiento de su cé lebre declaracion de guerra a muerte, habia fusilado algunos prisioneros durante la campaña, trató a los realistas de Carácas con mucha mas induljencia, reduciéndolos solo a prision, i embargando sus bienes para el sostenimiento de la guerra.

"Tales fueron los resultados de esta rápida campaña que los hombres intelijentes colocan al lado de las mas atrevidas empresas militares de que la Europa haya sido teatro, dice un historiador aleman. El ejército patriota habia recorrido en tres meses un camino de doscientas cincuenta leguas desde Cúcuta hasta Carácas, habia presentado quince batallas campales i un gran número de combates ménos importantes. Esta campaña ha sido el jérmen de la grandeza futura de Bolívar, i le ha merecido el primero i quizá el mas hermoso i el mas puro floron de su corona triunfal. Aun esa acta de

triste memoria por la cual proclainó la guerra a muerte no puede marchitar esta gloria" (3).

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Apesar de la persistencia de Monteverde, los españoles quedaron por entónces reducidos solo a Puerto Cabello i sus inmediaciones. En el oriente, los patriotas venezolanos habian adquirido ventajas semejantes. La isla de Margarita se habia pronunciado por los independientes, ausiliando con buques i otros recursos a Mariño i sus compañeros. Dirijiendo las operaciones militares con grande actividad, i mientras Bolívar libertaba de enemigos la rejion occidental, Mariño alcanzaba en la otra estremidad del territorio notables ventajas sobre los españoles i les quitaba las importantes plazas de Cumaná (3 de agosto) i de Barcelona (19 de agosto), obligando a sus últimos restos a refujiarse en los llanos vecinos al Orinoco.

ADMINISTRACION DE BOLÍVAR; PROSECUCION DE LA GUERRA. Por importantes que fueran los triunfos alcanzados por Bolívar, su situacion distaba mucho de parecer estable. Monteverde estaba encerrado en Puerto Cabello; en Coro quedaba el coronel español don José Ceballos con algunas fuerzas; fuera de estas plazas, la causa de la metrópoli tenia. numerosos ausiliares. Los realistas fujitivos de las provincias orientales despues de los triunfos de Mariño, se habian acojido a las inmensas llanuras que riegan el Orinoco i sus afluentes; i dos de ellos, José Tomás Boves i Francisco Tomas Moráles, desplegaron los recursos de un jénio estraordinario. El primero, asturiano oscuro, simple marinero en su juventud, condenado a presidio por actos de piratería, habia cambiado su apellido de Rodriguez por el de Boves, que era el de un benefactor suyo. Moráles, canario igualmente oscuro, hombre grosero i cruel pero astuto i emprendedor, fué su mas importante ausiliar. Ambos habian servido en las filas de los revolucionarios; pero luego las abandonaron para ser sus mas resueltos i feroces enemigos. En los llanos del Orinoco, Boves, tan sagaz como valiente, encontró recursos de que otros no habrian sabido aprovecharse. Sus pobladores, ganaderos errantes i semi-bárbaros, eran hombres tan ájiles como vigorosos, acostumbrados a todos los sufrimientos imajinables, a una vida llena de privaciones i a una lucha tenaz con los animales i con el clima, ávidos de pillaje, sin costumbres de

(3) G. G. Gervinus, Historia del siglo XIX, tomo VI, páj. 256 de la traduccion francesa.

trabajoi habituados a mirar en poco los peligros. Fisos terribles llaneros iban a entrar en campaña bajo las órdenes de Boves para llevar con él la desolacion i la muerte.

Bolívar, ignorante tal vez del peligro que amenazaba In revolucion en el sur, habia contraido' su atencion a cinentar su poder. El gobierno independiente se hallaba constituido en dos dictaduras militares, la de Mariño en el oriente i la de Bolívar en Carácas, mientras que en otras provincias jerminaba el espíritu de federacion tan opuesto a la unidad de pensamiento que las circunstancias requerian. Una junta de vecinos habia fijado las bases del gobierno en la capital, i confiado a Bolívar el mando supremo; i éste se manifestó desde luego resueltamente enemigo del sistema federal, i supo imprimir a los negocios del Estado una marcha tan firme como uniforme. "Recórrase la presente campaña, decia una proclama publicada en Caracas el 13 de agosto, i se hallará que un sistema mui opuesto ha restablecido la libertad. Malograriamos todos los esfuerzos i sacrificios hechos si volviéramos a las embarazosas i complicadas formas de la administracion que nos perdió."

A pénas hubo restablecido algo el gobierno político, Bolivar volvió su atencion a las necesidades de la guerra. Una parte de sus tropas fué despachada al sur para combatir las guerrillas de Boves, que por entonces empezaba a hacer sus correrías. El resto del ejército, bajo el mando del jeneral en jefe, marchó sobre Puerto Cabello, le puso sitio (fines de agosto de 1813), i aun alcanzó en los primeros dias mui señaladas ventajas. Sin embargo, todo anunciaba que el sitio se prolongaria algun tiempo, cuando el 16 de setiembre entró al puerto una escuadrilla española trayendo un ausilio de 1,200 hombres que venian de la península bajo el mando del coronel don José Miguel Salomon. Bolivar, cuyas tropas sufrian las enfermedades reinantes en aquel clima mortífe ro, dispuso en el momento la suspension del sitio i la retirada a Valencia, i ejecutó este movimiento con tanta habiJidad que derrotó dos veces las fuerzas españolas que mar charon en su persecucion. El mismo Monteverde fué herido en el segundo combate.

Estas ventajas, seguidas de otras que alcanzaron las tropas del sur contra los llaneros de Boves, no fueron decisivas, sino que por el contrario no hicieron mas que aplazar el desenla ce de la guerra. Bolívar pasó a Carácas para dar impulso a la organizacion militar. El 14 de octubre de 1813, el cabil do de aquella capital i todas las autoridades civiles lo acla

maron, con jeneral aplauso del pueblo, capitan jeneral de las tropas de Venezuela, cargo que habia ejercido de hecho; i le dieron el glorioso título de Libertador, con que es conocido en la historia. Para no infundir celos, Bolívar creó pocos días despues (28 de octubre) la órden de Libertadores, i la contcedió a los mas distinguidos de sus compañeros.

Pero la guerra no daba tiempo para estos trabajos de organizacion. El coronel Ceballos, aprovechándose del desamparo en que los patriotas habian dejado algunas provincias del occidente, salió de Coro i las invadió con un cuerpo de mas de 1,000 hombres, señalando su marcha por las derrotas de los independientes i engrosando considerablemente sus tropas. Bolivar mismo, que marchó de Carácas con algunas fuerzas, fué batido en Barquisimeto el 10 de noviembre, en el instante en que parecia tener asegurada la victoria, i a causa de una falsa alarma de sus soldados.

ElLibertador vengó prontamente esta derrota. Monteverde, queriendo aprovecharse de ella, hizo marchar contra Bolívar un cuerpo de tropas bajo el mando del comandante Salomon; pero éste fué batido en Vijirima, i se vió obligado a replegarse a Puerto Cabello (fines de noviembre). El vencedor no se contentó con esto; siguió su marcha al occidente en busca de las fuerzas de Ceballos; i despues de algunos movimientos tan rápidos como bien ejecutados, las derrotó completamente en Araure (5 de diciembre de 1813), aseguTando así la preponderancia de las armas republicanas en aquellas rejiones.

Pero, para afianzar sólidamente los triunfos de Bolívar se habria necesitado de una reconcentracion de todas las fuerzas i recursos con que podia contar la naciente república. Desgraciadamente, no sucedió así: Mariño en el oriente aspiraba a ser jefe supremo, i en vez de ausiliar al Libertador, reclamaba de éste que lo reconociera en aquel rango, perdiendo en inútiles cuestiones el tiempo de que sabia aprovecharse el enemigo. Los realistas habian reconcentrado la guerra en el occidente, eran dueños de los alrededores del lago de Maracaibo, se sostenian en los llanos inmediatos al Orinoco apesar de los triunfos alcanzados por los independientes, e inquietaban a éstos por el lado de Puerto Cabello. Si Mariño se hubiera encargado de combatir los llaneros de Boves, el Libertador habria quedado en situacion de concluir con los últimos restos del poder español; pero en vez de hacer esto, aquel se limitó a mandar algunas naves bajo las órde

nes de Piar a bloquear a Puerto Cabello, que defendia Mon teverde.

Entre los realistas no reinaba mas armonía. Los defenso res de Puerto Cabello acusaban a Monteverde de torpeza en La direccion de la guerra, atribuyendo a sus vacilaciones los. contrastes sufridos hasta entónces. El 28 de diciembre lo depusieron del mando supremo, sin grandes dificultades, obligándolo a retirarse a Curazao, i esperando que llegara a recibirse del mando el brigadier don Juan Manuel de Cajigal, a quien el gobierno de España habia nombrado-capitan jeneral de Venezuela. Mientras tanto, los realistas quedaron mandados por diversos jefes en toda la estension del territorio. Boves i Rosette, en el sur, arrastraban consigo los llaneros, mientras Puy, Yañez i Palomo, éste último negros. mantenian la guerra en el occidente. Eran todos estos hom. bres de baja estraccion, manchados con crúnenes horribles, que hacian la guerra con gran vigor, pero con una crueldad injustificable. Los prisioneros eran fusilados sin piedad; e igual suerte corrian todos los hombres que no se presentaban gustosos a seguirlos en la campaña. Algunos de esos caudiIlos llevaban marcas de fierro para marcar con fuego en la frente a los desafectos a quienes perdonaban la vida. Los jefes españoles que como Ceballos i despues el mismo Ca. jigal, estaban acostumbrados a la disciplina militar i tenian sentimientos mas humanos i elevados, fueron impotentes pa ra reprimir el furor de sus subalternos..

La guerra se mantenia con un ardor estraordinario. En ninguno de los estados americanos la lucha de la independencia fué mas porfiada i tenaz, ni se señaló por mayores atrocidades. Los caudillos realistas, groseros i feroces, poseian mucha audacia i notables talentos militares. Bolívar, por su parte, desplegó el jenio de un gran jeneral i el tino de un hombre de estado en la direccion de la campaña. No solo supo batir al enemigo en repetidas batallas sino que dominó a los mismos revolucionarios, tan dispuestos a la desobediencia, i cansados ya con los sacrificios que les imponia una, guerra tan penosa i tan cruel. El pueblo de Carácas, reunido en una asamblea el 2 de enero de 1814, confirmó a Bolívar en el rango de jefe supremo del ejército i del estado; i éste logró atraerse a Mariño, para reunir sus fuerzas i dar un impulso mas poderoso a las operaciones militares.

La campaña de 1814 se abrió bajo auspicios favorables para los independientes. Yañez, que acababa de cometer los mayores excesos en la provincia de Barinas, fué batido dos

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