Gobernaba esta provincia el teniente jeneral don José Bustamante. Bajo su administracion, fueron descubiertos algunos proyectos de revolucion en los distritos de San Salvador i de Nicaragua; però la autoridad pudo reprimirlos oportunamente i acallar las manifestaciones liberales de la opi nion. De ordinario, los conspiradores fueron indultados, pero algunos de ellos sufrieron la confiscacion de sus bienes i su traslacion a España.

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Eu 1818, fué relevado del mando el jeneral Bustamante. En su lugar, colocó el rei en la capitania jeneral de Guatemala al mariscal de campo don Carlos de Urrtuia, anciano débil i achacoso, incapaz de gobernar aquella provincia en circunstancias dificiles. Bajo la administracion de éste, se restableció en Guatemala el imperio de la constitucion de Cádiz (1820); i como consecuencia de esta innovacion, se estableció la libertad de imprenta i se hizo sentir una division de partidos entre patriotas i españoles. En la ciudad de Guatemala, debia establecerse una junta provincial, segun lo dispuesto por la constitucion; i al elejirse los miembros que habian de componer ese cuerpo, se irritaron mas i mas los ánimos. Sin embargo, el partido español obtuvo el triunfo en las elecciones.

La diputacion provincial temió que la efervescencia de los dos partidos pudiera producir una verdadera conmocion. Persuadida de que el capitan jeneral Urrutia no podia gobernar en circunstancias tan delicadas, lo indujo a renunciar el mando (marzo de 1821), i llamó en su lugar a un militar que acababa de llegar de España con el empleo de sub-inspector del ejército de Guatemala. Era éste el brigadier don Gavino Gainza, el mismo que en 1814 habia mandado el ejército español en Chile.

La efervescencia política no se calmó con esto. En setiembre de ese mismo año, se supo en Guatemala la proclamacion del Plan de Iguala en Méjico (1), i que Chapas i otros pueblos de la capitania jeneral inmediatos a ese vireinato aceptaban la revolucion encabezada por Iturbide, i se adherian a ella. Estas noticias produjeron en Guatemala una gran sensacion. Gainza mismo, en cuyo carácter habian puesto tanta confianza los españoles, se convenció de que era imposible resistir al poder de la opinion i no hizo esfuerzo alguno para impedir el movimiento revolucionario cuya proximidad todos

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(1) V. la pájina 176 de este tomo.

sential. Los patriotas comenzaron a recojer firmas para una representacion que tenia por objeto invitar a Gainza a que él mismo declarase la independencia. El capitan jeneral, queriendo salvar su responsabilidad cerca de la corte, mandó instruir un sumario sobre este hecho, pero no tomó ninguna medida represiva contra sus autores.

La ajitacion crecia siempre. La misma diputacion provincial pidió a Gainza que convocase una junta jeneral de todas las autoridades. Celebróse ésta en la ciudad de Guatemala el dia 15 de setiembre (1821); i allí se acordó que inmediatamente se jurase la independencia. Gainza debia prestar el juramento en manos del primer alcalde bajo la forma de reconocimiento al Plan de Iguala; pero la concurrencia exijió a gritos que reconociese la independencia absoluta de España, de Méjico i de cualquiera otra nacion. Gainza lo hizo así, prometió tambien convocar luego tin congreso jeneral, i que dó con el mando de Guatemala, pero sometido a las decisiones de una junta consultiva, compuesta de la diputacion provin cial i de algunas otras personas designadas al efecto.

Gainza, español de nacimiento i realista decidido, se habia visto empujado a su pesar en el sendero de la revolucion. Hubiera querido colocarse bajo la dependencia de Iturbide, cuyos proyectos eran entonces hasta cierto punto consiliadores respecto de la España, puesto que reclamaba que un príncipe de la familia de Fernando VII viniese a ocupar el trono de Méjico; pero la voluntad del pueblo guatemalteco habia llevado demasiado léjos al capitan jeneral. Gainza, sin embargo, comunicó a Iturbide todo lo ocurrido en términos vagos i jenerales, sin ofrecerle directamente la sumision de Guatemala, pero dejándole entrever sus propios sentimientos. "A nombre de Guatemala, i como adicto a la causa de la América, decia, tengo el honor de ofrecer a V. E. mis senti mientos i los de este pueblo, dándole las mas espresivas gracias por haber sido en esta época el primer libertador de da Nueva España, i las mas afectuosas enhorabuenas por el triunfo de sus armas' (2).

PRIMERAS DESAVENENCIAS; GUATEMALA QUEDA INCORPORADA A MEJICO.-La revolucion consumada en la capital fué reconocida i aceptada en todas partes; pero en muchos

(2) Nota de Gainza a Iturbide, de 18 de setiembre de 1821. Esta importante nota fué publicada en el núm. 9 de la Gaceta Imperial de Méjico, coleccion periódica mui importante para conocer la historia del efímero imperio mejicano,

pueblos los patriotas pidieron su anexion al imperio mejicano. En Nicaragua i en Honduras, sobre todo, la opinion fué casi unánime por este último sistema. De aquí surjieron embarazos i dificultades. El brigadier don José Tinoco, gobernador de Honduras, invadió el distrito de Guatemala. En San Salvador, un cura de apellido Delgado, se pronunció en abierta rebelion i arrojó de ese distrito al doctor don Pedro Barriere que lo gobernaba.

La anarquía estaba a punto de tomar mayor desenvolvimiento cuando llegaron a Guatemala las primeras comunicaciones de Iturbide (noviembre de 1821). Recomendaba en ellas a Gainza las ventajas que resultarian a los pueblos de la América central de su incorporacion al imperio mejicano, i anunciaba el envio de una respetable division para sostener el órden en todo el territorio de la antigua capitanía jeneral. La junta consultiva dispuso la publicacion de aquel documento, i mandó que en cada poblacion se reuniese el vecindario i acordase lo que convenia hacer sobre la anexion à Méjico. Cuando llegó el caso de hacer el escrutinio de todas las votaciones parciales (5 de enero de 1822), se encontró que una gran mayoría de la poblacion guatemalteca queria incorporarse al imperio mejicano, there ar

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La provincia de San Salvador, sin embargo, se pronunció abiertamente en sentido contrario. Bajo la influencia del cura Delgado, no solo se negó a incorporarse al imperio mejicano, sino que amenazó a los pueblos inmediatos que habian espresado opuesta opinion. En esa época, avanzaba sobre Guatemala una division de 6,000 hombres de tropa aguerrida, enviados de Méjico por Iturbide a las órdenes del jeneral don Vicente Filisola. Gainza, por su parte, se habia adelantado a poner sobre las armas cerca de 1,000 soldados de milicias, que hizo salir a campaña llevando a su cabeza al coronel don Manuel Arzú. Este jefe no encontró resistencia sino en el pueblo de San Salvador, cabecera de la provincia; i aun esa resistencia fué tan poco séria, que la venció fácilmente i ocupó la poblacion. Los soldados de Arzú se dispersaron en las calles mui confiados en su triunfo cuando las fuerzas del cura Delgado cayeron de improviso sobre ellos i los obligaron a retirarse en desórden (enero de 1822)....

En esa época, llegó a Guatemala el jeneral Filisola; i deseando someter toda la América Central a la dominacion del imperio mejicano, marchó sobre San Salvador con todas sus fuerzas, i lo redujo, despues de una larga resistencia, a aceptar la anexion al imperio. Desde febrero de 1822, este jene

ral habia quedado reconocido i acatado como jefe político i militar de la estensa provincia de Guatemala, i ésta fué incorporada al imperio. El brigadier Gainza se marchó a Méjico, en donde fué bien recibido por Iturbide en recompensa de los servicios prestados a su causa.

Filisola

SU SEGREGACION I ABSOLUTA INDEPENDENCIA. goberno con prudencia i con honradez las provincias de Guatemala; pero la administracion imperial no fué mui favorable a los intereses de la antigua capitanía jeneral. Iturbide comenzó por separar los distritos o provincias poniendo en cada uno de ellos un gobernador político i militar con quien se entendia directamente. El emperador mejicano queria frac cionar de esta manera a los guatemaltecos para impedir que jerminara todo principio de resistencia. Las leyes de hacien da dictadas tambien en esa época, perjudicaron el comercio i la industria de Guatemala, en tiempo en que la suspension de las relaciones comerciales con España habia causado grandes perjuicios a los industriales guatemaltecos. El desconten. to comenzaba a aparecer en toda la América Central, cuando se supo que una revolucion militar, iniciada en Veracruz i segundada en otras provincias, tenia al imperio mejicano a las puertas de su ruina omne

Antè una situación tan crítica e inesperada, Filisola se encontró perplejo. Faltábanle los recursos para mantener sus tropas i temia que la desaparicion del imperio fuese, la causa de nuevos i mas considerables trastornos en la América Cen, tral. El mismo manifestó despues que creia incompatible que cuando el ejército mejicano se esforzaba por restablecer la libertad de su patria sublevándose contra el imperio, o a parte de ese mismo ejército se ocupase en sofocarla en la ajentr. Despues de consultar con los jefes i oficiales de su division ao que deberia hacerse en aquellas circunstancias, espidió uln decreto (29 de marzo de 1823) por el cual convocaba a los pueblos a que enviasen diputados a un congreso que debia reunirse en Guatemala conforme a lo acordado en 15 de setiembre de 1821.

El jeneral Filisola continuó en el mando hasta la reunion del congreso; pero las elecciones se hicieron en todas partes bajo la influencia del partido opuesto a la union de Méjico. Así fué que a los seis dias de reunida aquella corporacion, el 1.o de julio de 1823, declaró la independencia absoluta de Guatemala con el nombre de Provincias unidas del Centro de América. Filisola salió de Guatemala el 3 de agosto i se dirijió a Méjico, en donde tuvo que justificar su conducta contra

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las acusaciones que se le hacian de haber estimulado i favorecido la segregacion de aquel pais.

LA REPÚBLICA FEDERAL DE CENTRO AMÉRICA; SU DISOLUCION. El congreso constituyente siguió gobernando la República en medio de turbulencias i ajitaciones, de que fueron víctimas algunas provincias. Decretó la absoluta libertad de esclavos (17 de abril de 1824), medida liberal e importante en teoría, pero que en realidad no tenia un grande alcance por cuanto la esclavitud no habia hechado hondas raices en aquella rejion (3). Decretó en seguida que las provincias de Guatemala, Honduras, San Salvador, Nicaragua i CostaRica, elevadas a la condicion de estados federales, tuviesen cada una un congreso independiente (5 de mayo). Por último decretó la constitucion federal de Centro América (22 de noviembre de 1824), que fué jurada por todas las corporaciones i practicada durante diez i seis años..

La organizacion de la República quedó establecida de esta manera. Los cinco estados, independientes entre sí para el nombramiento de sus autoridades, elejian de comun acuerdo un presidente de la República i un congreso federal compuesto de dos cámaras. Como se ve, los constituyentes centroamericanos habian imitado la constitucion de los Estados Unidos sin tomar en cuenta las condiciones especiales del pais para el cual lejislaban. El primer presidente de la Repú blica fué el jeneral don Manuel José Arce, hombre honrado i patriota que no pudo, sin embargo, gobernar en paz aquel estado. La guerra civil se encendió en breve en casi toda la República i se continuó con escasas interrupciones hasta 1840, Los pueblos de la confederacion, cansados de esta larga lucha, i creyendo que el sistema federal era la causa de los disturbios i trastornos, se separaron entre sí i formaron los cinco estados independientes que hoi componen la rejion de la América Central (4).

(3) Se calcula que en toda la América Central no habria mas de mil esclavos, en su mayor parte sirvientes domésticos. El territorio que hoi forma la República de Costa-Rica, a lo mas cincuenta.

he tenido a la vista las Memo

(4) Para la narracion de estos rias para la historia de la revolucion de Guatemala por un guatemalteco publicadas en Jalapa (Méjico) en 1832, por un testigo i actor (don Manuel Montúfar), un estenso Manifiesto dado a luz por Filisola en Puebla

en

suceso laman ha referido tambien con mucha claridad estos mismos

en su importante Historia de la revolucion de Mejico (véase el tomo V. pájs. 346 i siguientes, 474 i siguientes, 757 siguentes. He consultado igualmente el libro publicado en Nue-York (1851) por don Felipe Molina con el título de Bosquejos de Costa-Rica, las dos obras que acerca de Nicaragua i de la América Central ha dado a luz el viajero norte-americano Squier).