Imágenes de páginas
PDF
EPUB

peranza de mantenerlo sumiso por los medios de coacción. En el Brasil, por el contrario, todas las medidas dictadas por las cortes producian una profunda irritacion i preparaban los ánimos para la absoluta independencia. El rejente era el objeto de las mas entusiastas manifestaciones de simpatía i de lealtad. Habiéndose intentado en la provincia de Minas Geraes desconocer la autoridad de don Pedro, éste se trasladó allí, hizo cesar todas las dificultades con su sola presencia, i volvió lleno de prestijio a Rio Janeiro, en donde fúé saludado por la municipalidad, por el pueblo i por la tropa con el honroso título de defensor perpétuo del Brasil (13 de mayo).

La ruptura entre el príncipe rejente i las cortes portuguesas era cada dia mas inevitable. Don Pedro llegó a convocar una asamblea constituyente i lejislativa para el Brasil (3 de junio); i poco tiempo despues declaró en una proclama que consideraba como enemigos las tropas portuguesas que permanecian en América. Siete de los diputados brasileros que asistian a las cortes de Lisboa, desagradados con las hostilidades de que era víctima su patria, se retiraron del Portugal. Faltaba solo pronunciar la palabra independencia para resolver definitiva. mente aquella situacion.

No pasó mucho tiempo sin que el rejente dièra este paso decisivo. A mediados de agosto, don Pedro emprendió un via je à la provincia de San Pablo con el objeto de poner fin a algunas disenciones que habian estallado entre los miembros del gobierno de esta provincia. Volvia el príncipe de este viaje, i hallábase a orillas del pequeño rio Ipiranga, cuando recibió nuevos decretos de las cortes portuguesas en que anulaban todos sus actos i declaraban criminales las juntas gubernativas que habian reconocido su autoridad. Las cortes consideraban en esqs documentos al rejente como un jóven sin esperiencia a quien no se podia hacer responsable de los sucesos del Brasil; pero al mismo tiempo consideraban culpables de alta traicion i dignos de ser somitidos a juicio a sus ministros i consejeros. Don Pedro no quiso tolerar este último ultraje. Ahí mismo, i en el mismo dia 7 de setiembre de 1822 proclamó la independencia completa del Brasili su separacion absoluta de la metrópoli. La historia brasilera recuerda este acto con el nombre de Grito de Ipiranga.

Esta declaracion, que como ya hemos dicho, no hacia mas que dar forma a un sentimiento jeneral en el Brasil, fué recibida con grande entusiasmo casi en todas partes. Al llegar a Rio Janeiro (15 de setiembre), don Pedro se presentó en el teatro llevando en su brazo izquierdo una cinta en que se

leian estas palabras: independencia o muerte. El pueblo, tanto en la capital como fuera de ella siguió este ejemplo. Un mes despues, el 12 de octubre, dia de su cumple-años, fué saludado con el título de emperador constitucional. La solemne consagracion tuvo lugar el 1.° de diciembre (6).

LAS TROPAS PORTUGUESAS EVACUAN EL BRASILEI verdadero instigador de todas estas medidas que elevaron el Brasil al rango de estado independiente fué el ministro de gobierno i relaciones esteriores José Bonifacio da Andrada. Sabio distinguido que habia estudiado las ciencias naturales recorriendo casi la Europa entera i oyendo las lecciones de Lavoisier i de Volta, i que las habia enseñado en Portugal con jeneral aplauso, Andrada se distinguia mas aun por la fijeza de sus principios liberales i por el temple de su carácter firme i resuelto (7).

Para afianzar la independencia del Brasil, Andrada acon sejó a don Pedro las medidas mas decisivas i enérjicas. Los portugueses tenian aun tropas en las provincias del norte; i para arrojarlos de ahí se dió principio a la organizacion de de una escuadrilla, con oficiales contratados en Londres i en las costas de Chile, en donde la suspension de la guerra mariina habia dejado sin ocupacion algunos oficiales ingleses. El nuevo emperador, ademas, decretó (11 de diciembre) el secuestro de todas las propiedades portuguesas en el Brasil; i declaró que todas las presas quitadas al enemigo serian premio esclusivo de los captores. Junto con éstas tomó otras medidas para espulsar del Brasil a sus antiguos dominadores.

Los portugueses tenian por centro de sus recursos i de su poder la importante ciudad de Bahía. Mandaba en ella el brigadier portugues Ignacio Luis Madeira; i estaba apoyado por una escuadra de trece buques de guerra llegados hacia poco tiempo del Portugal para someter a los brasileros. El emperador envió-contra las tropas portuguesas una division mandada por el jeneral Pedro Labatut, aquel frances que en años anteriores habia servido al gobierno revolucionario de Nueva Granada en la guerra contra los españoles. Labatut fué desgraciado en un ataque que intentó contra la plaza por el lado de tierra; pero la suerte de las armas cambió comple

(6), La bandera del Brasil fué decretada por don Pedro el 18 de setiembre de 1822. El himno nacional, compuesto por el mismo príncipe, comenzó tambien a entonarse en ese año.

(7) Pereira da Sylva ha publicado una prolija biografía de Andrada en su Plutarco Brasileiro, tomo II.

tamente desde que pudo obrar la escuadrilla brasilera. El gobierno del emperador consiguió que se pusiese al frente de las fuerzas navales del Brasil lord Tomas Cochrane, el famoso campeon de las guerras navales del Pacífico, que por entonces se hallaba sin ocupacion (marzo de 1823). Con ocho buques, de los cuales solo dos merecian el nombre de naves de guerra, salió Cochrane de Rio Janeiro (3 de abril) para ir a combatir la escuadra portuguesa, compuesta, como hemos dicho, de trece naves de guerra con 198 cañones.

La superioridad de la táctica naval de los ingleses que servian bajo la bandera del Brasil, alcanzó la victoria fácilmente. Cochrane estableció el bloqueo de los enemigos a pesar de la grande inferioridad de sus fuerzas; i el hambre se hizo sentir en Bahía de una manera atroz. Entónces circuló entre los portugueses la noticia de que Cochrane hacia construir brulotes para lanzarlos sobre la escuadra enemiga, produciendo un verdadero terror. Poco dias despues Cochrane practicó un reconocimiento nocturno de las posiciones del enemigo; i esto bastó para que los portugueses, creyéndolo todo perdido, evacuaran la ciudad con la escuadra, con el ejército de tierra i con un convoi de setenta buques mercantes cargados de valiosas mercaderías (2 de julio). Las tropas brasileras, a las órdenes del coronel José Joaquin de Lima, que habia reemplazado en el mando a Labatut, ocuparon la ciudad, mientras Cochrane seguia navegando al norte en persecucion de los fujitivos.

El almirante, en efecto, temia que los portugueses fueran a desembarcar en algunas, de las provincias del norte; i para evitar que esto sucediese, no trepidó en desobedecer sus instrucciones que le prescribian solo bloquear a Bahía. Sin perder un solo hombre, quitó a los portuguese un gran número de naves mercantes cargadas con un rico botin i algunos transportes llenos de tropa. El almirante portugues, a pesar de la superioridad de sus fuerzas, no se atrevió a preşentar un combate a la escuadrilla de Cochrane, ni tampoco quiso acercarse de nuevo a las costas del Brasil. Abando. nando para siempre sus posesiones de América, los soldados portugueses siguieron su viaje a Lisboa escoltados, puede decirse así, por las naves del Brasil.

De vuelta de esta fácil i provechosa espedicion, lord Cochrane se acercó a la plaza de Marañon, donde todavía mandaban los portugueses. Cuando se preparaba para hos tilizar la ciudad, sus gobernantes se presentaron a bordo de la escuadra para poner la plaza a disposicion del almirante

del Brasil (27 de julio). El capitan Grenfell, encargado por Cochrane de una operacion análoga en la provincia del Pará, obtuvo el mismo resultado, si bien le fué forzoso reprimir enérjicamente los desmanes del populacho, que proclamándose partidario de la causa de la independencia, cometió graves desórdenes (7).

La

guerra se sostuvo todavía contra algunas partidas de Aropas portuguesas que quedaban en las provincias del norte; pero en setiembre de 1823 la autoridad del emperador del Brasil era reconocida en todas partes. Cochrane pudo dar la vuelta a Rio Janeiro, en 'donde fué recibido como vencedor i pren.iado con el titulo de marques de Marañon (noviembre). En el espacio de seis meses, con una escuadra que casi no estaba en estado de servir, sin ejército, sin pérdidas de ninguna especie i sin otros gastos que los que habia ocasionado el primer equipo, el hábil i valiente marino habia llevado a cabo la campaña mas feliz de que haya sido teatro la América. Quitó al enemigo ciento veinte naves cuyos cargamentos valian muchos millones de pesos, apresó casi la mitad del ejército portugues, libertó las tres estensas provincias del norte, que eran el centro de recursos de los antiguos dominadores, i al fin dilató la dominacion de don Pedro en todo el vasto territorio del Brasil (8).

ORGANIZACION POLÍTICA DEL BRASIL.-La revolucion brasilera, como se vé, fué consumada con gran facilidad. Los portugueses no pudieron oponer a los independientes una resistencia tenaz, como lo hicieron los españoles en sus colonias. El Brasil era por si solo bastante fuerte para luchar con el Portugal, que a mas de estar débil i pobre, se encontraba ajitado por las contiendas civiles. La revolucion bra

(7) Los historiadores del Brasil refieren en esta parte un suceso verdaderamente atroz. No creyéndose seguras las prisiones de tierra, fueron encerrados en un buque 258 malhechores bajo la custodia de quince soldados, i esos infelices perecieron durante una noche sofocados por el calor de los trópicos. Un suceso semejante tuvo lugar en la India en junio de 1756. Los soldados del nabad Surajah Dosolad encerraron 146 ingleses en un estrecho calabozo, i alli perecieron estos desgraciados durante la noche. Véase el cuadro admirable que sobre este gran crímen ha atrazado el eminente historiador Macaulay en su estudio sobre Lord Clive.

(8) La feliz campaña de lord Cochrane en el Brasil ha sido referida por los diversos historiadores de este pais; pero conviene tambien consultar, aunque con alguna reserva, la segunda parte de las memorias del mismo Cochrane publicadas en Londres en 1859 con el titulo de Naval services in Chile, Perú and Brasil.

silera, por otra parte, se efectuó insensiblemente. Con motivo de la residencia del rei en Rio Janeiro, el Brasil adquirió en realidad los derechos de metrópoli, de tal manera que en 1821 las cortes de Lisboa temian con sobrada razon que el Portugal quedase reducido a la triste condicion de colonia. Este hecho esplica tambien la forma de gobierno que adoptó el Brasil despues de su independencia. En efecto, la revolucion de este pais comenzó en verdad en 1808, el dia en que el rejente don Juan pizó las playas del nuevo mundo i estableció en ellas el asiento de su gobierno. Diez años de una administracion regular, a cuya sombra se desarrollaron los intereses materiales i morales en mas vasta escala que durante un siglo del antiguo réjimen, hicieron simpático el sistema monárquico en las colonias portuguesas. Agréguese a esto que en el Brasil fué un príncipe de la familia real, el heredero de la corona nada ménos, el que lanzó el grito de independencia i formó un imperio separado de la metrópoli. El prestijio de que gozó ese príncipe por sus virtudes i por sus talentos, sirvió para consolidar el nuevo órden de cosas por sus medio de instituciones liberales que don Pedro daba a sus súbditos casi espontáneamente.

Desde ántes de proclamar la independencia, el emperador habia convocado una asamblea constituyente i lejislativa que debia reunirse en Rio Janeiro. Don Pedro en persona abrió las sesiones de aquel congreso (3 de mayo de 1823), haciendo a los diputados una esposicion del estado del imperio i de las bases que debian servir de punto de partida para su futura organizacion. La asamblea se dividió desde luego en dos partidos perfectamente demarcados. El mas moderado de ellos contaba con la mayoría de los diputados, i era abiertamente contrario a la política enérjica e impetuosa del ministro Andrada. Este célebre estadista, apoyado en el consejo del emperador por un hermano suyo que desempeñaba el cargo de ministro de hacienda, i en la asamblea por otro hermano que gozaba igualmente de grande influencia, representaba en el poder las ideas avanzadas que la revolucion francesa habia proclamado. El partido opuesto atacó esa política como funesta en un estado naciente que trabaja todavía por organizarse. Al fin don Pedro se inclinó por este último partido; i los Andradas fueron separados del ministerio (17 de julio).

Desde ese dia los tres hermanos, que tenian un asiento en la asamblea constituyente, pusieron sus talentos i su popula

« AnteriorContinuar »