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SEMANARIO ERUDITO,

QUE COMPREHENDE

VARIAS OBRAS INEDITAS,

CRITICAS, MORALES, INSTRUCTIVAS,

POLITICAS, HISTORICAS, SATIRICAS, Y JOCOSAS

DE NUESTROS MEJORES AUTORES
ANTIGUOS, Y MODERNOS

DALAS A LUZ

DON ANTONIO VALLADARES

de Sotomayor.

TOMO DECIMOTERCIO.

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MADRID MDCCLXXXVII.

POR DON BLAS ROMAN.

Se hallará en las Librerías de Maféo, Carrera de San Gerónimo,
en la de Bartolomé Lopez, Plazuela de Santo Domingo,
y en la de la Viuda de Sanchez, Calle de Toledo,
y en los puestos del Diario.

CON PRIVILEGIO REAL.

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:Spanish

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DISERTACION HISTORICA,

QUE SIRVE DE EXPLICACION

A ALGUNOS LUGARES OBSCUROS

QUE SE ENCUENTRAN EN LA HISTORIA,

Cartas, Alegaciones y Apología que ba dado á luz el Cardenal Alberoni.

POR D. MELCHOR RAFAEL DE MACANAZ.

NOTA DEL EDITOR.

Con la mayor satisfaccion presentamos al público nues

vas obras de D.Melchor Rafael de Macanaz: las que nos prometemos lograrán igual satisfaccion que las ya publicadas. La presente es una de las mas célebres de este autor. Su alabanza jamas puede ser superior a su méri to. Descubre por grados las bellezas de la historia, y lo veridico de las noticias.

Es constante que el Cardenal Julio Alberoni miró siempre con odio irreconciliable á Do Melchor de Macanaz, y que le produxo la mayor parte de sus contratiempos porque un ánimo recto, y contrario á las máximas reprobadas por la justicia y la razon, se hace muy sospechoso á los que las siguen por sus fines particulares. Negar en Alberoni un grande entendimiento, y una razon de Estado acendradísima, no puede hacer

se sin temeridad: pero no es menos cierto que el ansia de dominarlo todo sin un ribal que le contradixese con entereza admirable, de hizo discurrir el medio de desprender á Macanaz del lado del Soberano, á quien ambos servian, porque éste daba todo asenso á los sábios consejos de aquél. Una dilatada experiencia, una série continua de sucesos, habian hecho formar al señor Rey Don Felipe V.o (que está en el Cielo) un concepto admirable de Don Melchor. Le habia visto oponerse con una recomendable constancia á las eficaces pretensiones de otro Purpurado (1). Resentido éste de que no logró por esta causa sus deseos, pudieron con él mas las inspiraciones de la venganza, que los sentimientos de la razon. A su tiempo se unió con Alberoni, que desde mucho antes pretendió obscurecer el mérito de Don Melchor, y ambos vieron al fin sacrificada la inocencia en las aras de su odio,

Reconocido por el gran Luis XIV. el mérito de Macanaz, manifestó al mundo que dabia ser celebrado en la agena, el que habian perseguido en su patria. Colmóle de honras, y le distinguió con públicos favores, no sin sentimiento de su Aulicos y Ministros; porque la envidia en todas partes habita (2). Las Cartas, Alegaciones, Apología, y demas documentos con que quiso justificarse Alberoni despues de haber caído de su privanza, y salido de los reynos de España,' ha

lán

(1) El Cardenal Jadice, que pretendió el Araobispado de Toledo, y Macanaz se opuso & ello con las leyes del reyno, que privan a todo extrangero de este empleo: como se acreditó con Carlos V., que queriendo darsele & su Maestro, no lo permitie ron las Cortes del reyno, y al fin le hizo Papa.

(2) En otra ocasion tendremos el gusto de dar al público una noticia bastante circunstanciada de la vida, y raros acontecimientos de este ilustré Español.

N

Ilándose no bien visto de la Corte Romana, son las que contradice y refuta nuestro sábio autor. Las pruebas con que patentiza la verdad, parecen irrefragables. Los hechos son ciertos, la narracion sencilla, y el ánimo.con que escribió esta obra, libre de corrupcion, y lleno de pureza; por cuyas razones creemos sea sumamente gra to al público este escrito, que es el único objeto de nuestras fatigas.

Desde que el Papa Clemente XI: tuvo noticia de qué

el Rey Felipe V°. habia apartado de su servicio, y hecho salir de España al Cardenal Alberoni, y que éste se encaminaba á Italia por Genova, dió su Santidad órden al Cardenal Imperiali para que le hiciese prender, y conducir con toda seguridad al castillo de sant-Angelo, por convenir así á la santa Sede, al sacro Colegio, y á toda la república Christiana, y religion Católica. Ve aquí la órden que su Santidad envió al Cardenal Imperiali: Sabed, pues, que por relevantísimas causas, que á su tiempo se publicarán, importa sumamente á la Iglesia, á la santa Sede, al sacro Golegio, y aún podemos aumentar, ́y `asegurar con verdad à la religion Católica, y á toda la república Christiana, 'que con la mas posible-celeridad nos asegu remos de la persona del Cardenal Alberoni, á fin de hacerlo transportar inmediatamente al castillo de sant-Angelo, y proeeder contra él á aquellas resoluciones que proceden en justicia.

En efecto, el dia 24. de Febrero de 1720. se le trató de prender en Sestri de levante; pero la República,de Genova, que al principio le aseguró, resolvió despues ponerle en libertad, por decir que no le constaba, que se le mandase prender por crimen de Lesa Magestad divina ó humana, y el huyó, y anduvo escondido en los

can

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