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& quienes hubieran conservado, quizá para su servicio, debian ser marcados con una P para su perpetua afrenta.*

Despues que la luz de la verdad nos hizo entrar en el secreto de sus maquinaciones, abrigarlos por mas tiempo en nuestro seno, era abrigar las vívoras que nos soplaban su aliento emponzoñado: era asociarse á sus crímenes: era dejar subsistir sus tramas: era aventurar manifiestamente el destino de la República, cuya pérdida anterior la causó la sublevacion de los prisioneros españoles en el castillo de Puerto Cabello, que dominándole el 1.o de Julio de 1812, hicieron sucumbir en el instante el resto de Venezuela. La justicia y la humanidad debian triunfar de sus negros proyectos. Yáñez fué descuartizado en Ospino en el ardor del combate: Bóves fué vencido en la Victoria: las cuadrillas de Rosete disipadas en Ocumare, y los prisioneros castigados con la última pena. Las fuerzas que se distraian en la custodia de estos, han podido con seguridad salir al campo a batir al enemigo.

Mucho tiempo habló en vano por ellos la generosidad: mucho tiempo el gobierno se hizo sordo á las voces del pueblos; se preparaba aun á deportarlos para hacerles gozar en otras regiones la libertad. Una série continuada de atentados se habia disimulado por nuestra parte: proposiciones de cange

y feroces, se entremetieron á bendecir nuevamente el templo, y seguidamente sacrificaron y ejercieron los oficios divinos, sin duda para mitigar y desvanecer la saña y furor del tirano. Yo me he abstenido de todo ejercicio en él, hasta hacerlo presente á U. S. de quien espero las órdenes correspondientes. No puedo ménos que insinuar tambien á U. S. la miseria de tantas almas justas é inocentes, para que, si le es posible socorrerlas, ejecute este acto de misericordia. El Señor Comandante general y Jefe del Ejército, las ha socorrido con notable piedad. Dios guarde á U. S.-Ocumare Febrero 22 de 1814, Presbitero Juan de Orta.

* El 4 de Febrero un canario que habia sido puesto en libertad con permiso para embarcarse, denunció al Gobierno de Caracas, que Carlos García le aconsejaba que no se fuese, por que iba á darse el golpe para poner en libertad los presos. Aprehendido García, y hecha la averiguacion, resultó ser el mismo proyecto descubierto en Setiembre, que habia quedado sin castigo por no aparecer aun los autores principales, á pesar de la complicidad que se traslucia con la conspiracion castigada en la Guaira, y de los avisos recibidos de las Antillas, donde los españoles públicamente vociferaban este plan. El dia 6 por la noche, se comprobó de hecho: en el camino de la Guayra, entre la Cruz y cumbre de Sanchorquí se reunieron varios españoles é isleños, ocultos ó puestos en libertad, con armas de fuego y blancas; y asociados de algunos americanos seducidos, comenzaron á asesinar á cuantos entraban ó salian. El primero que se escapó dió aviso á la una de la noche; salió una descubierta de carabineros, que fué necesario engrosar al dia siguiente, en que se hallaron nuevos cadáveres á los lados del camino, con inclusion de dos mugeres; la una de ellas grávida. Continuó la persecucion de acuerdo con el Comandante de la Guayra, y Corregidores de Maiquetia, Carayaca y Antímano, hasta dejar enteramente limpias todas las alturas de estos facinerosos, que han expiado sus delitos con su sangre; y se han recogido las armas y municiones con que marchaban á destruir el Gobierno

se hicieron para salvarlos. Hemos tenido que arrepentirnos de tanta indulgencia: los que nos debian la vida han urdido contra la nuestra. Nuevos crímenes, nuevas perfidias, han producido en los dias de la libertad, al rededor y en medio de nosotros, males más grandes que los anteriores.

Los prisioneros españoles han sido pasados por las armas, cuando su impunidad esforzaba el encono de sus compañeros: cuando sus conspiraciones en el centro mismo de los calabozos, apénas desbaratadas, cuando resuscitadas, nos han impuesto la dura medida á que nos habia autorizado, mucho tiempo ha, el derecho de las represalias. Para contener el torrente de las devastaciones, para estancar esa inundacion de sangre humana, de que la autoridad suprema es responsable ante la divina, ha dado un ejemplo que escarmiente á los demas, apoyado hasta ahora en que la benignidad, que habia sido el escudo de aquellos, defendería á ellos mismos. ¿Cuál ha sido el blanco de tantas traiciones, crueldades, conspiraciones, perfidias, trasgresiones repetidas de las leyes, de los pactos, del derecho de las Naciones, y de esta devastacion de Venezuela, que nunca la pluma podrá describir? No aspiran á establecer un imperio: es su objeto arruinarlo todo. La tiranía misma para que pueda existir, está obligada á conservar. Las plantaciones, los ganados, las obras del arte, las preciosidades del lujo, las opulencias de las ciudades son el incentivo de los conquistadores. Los españoles no son ni estos conquistadores: son las bandas de tártaros que quieren borrar los rasgos de la civilizacion, echar por tierra con su hacha salvaje los monumentos de las artes, sufocar la industria, las mismas materias de primera necesidad. Su deseo no es más que una perseverancia de crueldad, un instinto de maleficencia que les hace ejercer su barbaridad contra sí mismos. ¡Ved, pues, venezolanos, las ventajas que os brindan esos Jefes, que veíais ántes de la revolucion como á facinerosos! Vosotros incautos que seguis sus banderas! reflexionad sobre el premio que vais á recibir: ser envueltos en un exterminio absoluto. Cuando el gérmen de las generaciones estuviera anouado: cuando las ciudades fueran escombros: cuando estuviera aniquilada la misma naturaleza, entónces, dejando á Venezuela para guarida de los animales, satisfechas las miras de los españoles, irían á esas otras regiones de la rica América á consumar la destruccion del Nuevo Mundo. El orígen de esta evidente empresa se desenvuelve en Venezuela, Méjico y Buenos-Aires, para cubrir al fin los puntos intermedios! ¡Pueblos do América! leed en los acontecimientos de esta guerra las intenciones españolas: meditad sobre el destino que se os prepara. Para no desaparecer, decidid qué partido os queda. ¡Naciones de la tierra! que no quereis ciertamente que sea extinguida una mitad del mundo, conoced á nuestros enemigos: vais á inferir la inevitable alternativa de que ellos ó nosotros han de ser inmolados. Seréis justos: un corto número de advenedizos no debe prevalecer sobre millones y millones de hombres civilizados, Vosotros aplaudís ya nuestra última indispensable sentencia, y el sufragio del Universo es lo que más la justifica. ANTONIO Muñoz TEBAR. Cuartel general de San Mateo, Febrero 14 de 1814, 4.° y 2.0.

CAPÍTULO XIV.

DEFENSA DE SAN MATEO HEROICIDAD DE RICAURTE SITIO DE VALENCIA - ENTREVISTA
DE MARIÑO Y DE BOLÍVAR DERROTA INEXPLICABLE DEL ARAO DIPUTACION DE CAR-
TAGENA BATALLA DE CARABOBO FIERA CONDUcta de los esPAÑOLES EN SAN CÁR-
LOS FATAL ÉXITO DE LA ACCION DE LA PUERTA - CRUELDADes de boves en la CA-
BRERA SEGUNDO SITIO DE VALENCIA
ATROCIDADES DE BOVES EN ESTA CIUDAD
BOLÍVAR ABANDONA Á CARÁCAS- QUERO

E

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FUNESTA ÉPOCA DE 1814.

L 20 de Febrero estableció el Libertador su cuartel gene

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Poseia él en dicho lugar una de las más ricas propiedades que heredara de sus mayores; y de su casa hizo palenque para resistir al ímpetu enemigo.

Bóves estaba en Cura.

Sabia el Libertador que se preparaba á embestir de nuevo; habiendo disciplinado su caballería y aumentado su fuerza. Tambien se le habian arrimado muchos de su misma ralea, gente perdida, que pensaba medrar con el robo y los desórdenes.

Bolívar estaba escaso de gente, principal elemento de la defensa, no habiendo podido reunir más que mil doscientos infantes y seiscientos ginetes. Bóves era muy superior sin duda; y en las llanuras, donde no hubiera podido detenerse el impulso de

su pujante caballería, habría sido vencedor, nunca vencido.Por eso le atrajo el Libertador á la cordillera ; porque el terreno igualaba las fuerzas de los ejércitos, privando al de Bóves de su preponderancia.

A la vez que con su inteligencia militar hacia de este modo ménos temibles las huestes de Bóves, con su extraordinaria actividad atendia Bolívar á destruir las guerrillas que infestaban las cercanías del Lago de Valencia: guarnecia la posicion de la Cabrera formaba una escuadrilla: construia trincheras que interceptasen el camino real de la Victoria, sin dejar de comuni. carse diariamente con D'Elhuyar, que mandaba la línea sitiadora de Puerto Cabello con Escalona, que gobernaba en Valencia: con Mariño, que se movia en su auxilio, y cuyos movimientos era preciso combinar: con las autoridades de Carácas, que le consultaban lo más mínimo . . . Vigilante siempre la atencion, constante el ánimo en todas las dificultades, no se rendia á la fatiga, ni se embarazaba en los negocios, ni le hallaba desprevenido ó perturbado la desgracia. Es preciso que hagamos próspera la suerte, decia frecuentemente á sus oficiales; y para alentarlos en algunas situaciones desesperadas, les recordaba que las tempestades pueden conducir más presto al puerto que la bo

nanza ....

Bóves se llenaba de orgullo al considerar que iba á pelear contra Bolívar en persona por primera vez, contando derrotarle de seguro.* Los descalabros padecidos anteriormente le habian irritado; y ahora resolvia acabar del todo con la independencia, pulverizando á sus más bravos y leales defensores.

El 25 de Febrero aparecieron sobre Cágua, pueblo cercano á

* Es completamente falso el cuento del Padre D. Juan Antonio Rójas Quéipo, adulador vil de Monteverde.-Dicho clérigo, predicando en las exéquias de Bóves, dijo, que "el gefe realista se habia dirijido al Libertador diciéndole: Bolívar, "si quieres dar prueba de valiente y evitar la efusion de sangre humana, ven á li“diar mano á mano conmigo; y el ejército cuyo gefe fuere vencido, será entregado al "vencedor. Tembló Bolívar, y no aceptó el partido, contestando con una descarga de fusiles y cañones . . . . &c."-Esto es ridículo; y con tales cuentos de vieja, profanaba aquel indigno sacerdote la cátedra de la verdad, convirtiéndola en CÁTEDRA DE PESTILENCIA. Nadie puede imaginar hasta que punto llevó el fanatismo su odio contra el Libertador y los patriotas; y bien que no sea la primera vez, se hizo servir á la Escritura Santa de instrumento para la servi dumbre y la abyeccion más vil.

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San Mateo, las huestes de Bóves: siete mil hombres, en su mayor parte de caballería. Intentaron desde luego vadear el rio, desalojando las avanzadas, pero resistió con valor el mayor general Mariano Montilla; y como se acercase la noche, se retiraron. Bóves permitió el descanso de sus tropas dos dias, y al amanecer del 28 se lanzó contra los republicanos con impetuoso alarde y vocería. La oposicion que se le hizo en la trinchera, y el horrible fuego dirigido por el Libertador mismo y el sereno Lino Clemente, causó á los realistas mucho estrago; sin embargo, no se desalentó Bóves, ántes bien, confiando en el número de sus tropas exasperó la accion con tal tenacidad, que parecia pelearse para decidir de la suerte del mundo. El sol habia llegado ya á la mitad del cielo y el combate estaba aun lejos de decidirse.Villapol habia muerto, Campo-Elías se hallaba herido 30 oficiales estaban ya fuera de combate: un fuego horrible y certero de parte de los realistas hacia cada vez más sangrienta y terrible la lucha ; pero Bolívar trató el valor de Boves con desprecio, y asombrado este vió ponerse el sol sin alcanzar el triunfo que consideraba tan llano y acequible. La noche pacificó la ira, y al cerrarse, herido Bóves, mandó tocar retirada y fué á acamparse en las alturas.

Despues de diez horas y media de encarnizado choque, el Libertador quedó victorioso sobre el campo de batalla.*

VILLAPOL Y CAMPO-ELÍAS! Permítanme mis lectores que haga aquí una corta biografía de estos dos ilustres gefes de la independencia, malogrados en la defensa de San Mateo.

El Coronel MANUEL VILLAPOL nació en España; se alistó en los ejércitos del Rey que venian á la América á sostener la opresion; las playas del magestuoso Orinoco le vieron combatir por la libertad contra aquellos mismos cuyas banderas habia seguido cuando no era culpable en hacerlo. Entusiasta del honor y de los deberes de su noble profesion, Villapol ascendió por todos los grados de la milicia hasta el de Coronel. Las virtudes militares brillaban en él en alto grado: lealtad, valor, franqueza, pundonor, pasion de gloria. Poseia el conocimiento útil que conserva los ejércitos: el arte de disciplinarlos hábilmente. . . En la accion de Vigirima fué herido, y como no se encontrara, Urdaneta anunció su muerte en el boletin número 22; pero tres dias despues se halló lleno de contusiones, de resultas de haberse desriscado, habiendo permanecido todo ese tiempo en los bosques, sin agua ni alimento, bajo los fuegos enemigos. Sintiendo pasar los nuestros se incorporó con ellos.

Es notable y muy digno de la más alta alabanza el comportamiento del jóven Pedro Villapol en la defensa de la fortificacion de San Mateo. Como supiese que

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