Amores y amoríos: historietas en prosa y versoA. de Carlos e Hijo, 1875 - 308 páginas |
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... convento de Comendadoras de Santiago , cuando apénas tenía ocho años de edad , hija , la segundona del Conde de Santos , llamada entón- ces doña Isabel , para que se aclimatase desde luego en la vida monacal , que era su infalible ...
... convento de Comendadoras de Santiago , cuando apénas tenía ocho años de edad , hija , la segundona del Conde de Santos , llamada entón- ces doña Isabel , para que se aclimatase desde luego en la vida monacal , que era su infalible ...
Página 67
... convento , cuya regla es muy lata como la de todos los de su órden . Quién comparaba á Sor Isabel con Rebe- ca , quién con Sara , quién con Ruth , quién con Judith ... El que afinaba el órgano la llamaba Santa Cecilia ; el despensero ...
... convento , cuya regla es muy lata como la de todos los de su órden . Quién comparaba á Sor Isabel con Rebe- ca , quién con Sara , quién con Ruth , quién con Judith ... El que afinaba el órgano la llamaba Santa Cecilia ; el despensero ...
Página 68
... convento á su casa , por consejo de los médicos y merced al gran valimiento de su madre , á fin de que respirase desde allí los salutífe- ros aires de la carrera de Darro , único remedio que se encontró para la misteriosa dolencia que ...
... convento á su casa , por consejo de los médicos y merced al gran valimiento de su madre , á fin de que respirase desde allí los salutífe- ros aires de la carrera de Darro , único remedio que se encontró para la misteriosa dolencia que ...
Página 76
... convento , de donde nunca debí salir , y de donde no volveré á salir jamas . Me voy sin despedirme de vos por ahorraros nuevos sufrimientos . >> Dios os tenga en su santa guarda y sea misericor- dioso con vuestra amantísima hija » Sor ...
... convento , de donde nunca debí salir , y de donde no volveré á salir jamas . Me voy sin despedirme de vos por ahorraros nuevos sufrimientos . >> Dios os tenga en su santa guarda y sea misericor- dioso con vuestra amantísima hija » Sor ...
Página 212
... Convento . Nosotros os dejamos ahora allí , —donde creemos no os falte la necesaria industria para buscar la posada , cenar , acostaros Ꭹ trasladaros á la mañana siguiente , muy tem- pranito , al lugar de Quacos , distante de Yuste 212 ...
... Convento . Nosotros os dejamos ahora allí , —donde creemos no os falte la necesaria industria para buscar la posada , cenar , acostaros Ꭹ trasladaros á la mañana siguiente , muy tem- pranito , al lugar de Quacos , distante de Yuste 212 ...
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Términos y frases comunes
ademas Adolfo de Castro agra ahora Albaicin Alhambra alma amado amante amigo amor anacoretas andaluzas ANTONIO DE ALARCON Antonio de Trueba baile balcon caballo cabeza calavera calle canta Cárlos cenobitas cielo cion Comendadora condes de Oropesa convento corazon criados cuya decia decir dejado demas despues detras dias dice dijo Duque Emilio Castelar Emperador entónces España estaba exclamó Fidel flores frances Garci-Alvarez granadina gusto habia hablar habria Henri Murger hermano hermosa hija historia horas hubiera ILUSTRACION ESPAÑOLA imaginacion Jaranda Jarandilla jóven legua llama llegado llorando luego madre mano mañana marido medio melancólico mente mira Monasterio de Yuste muerte mujer mujeres mundo negro niño noche ojos Oropesa padre Palacio parece pasar pesetas Plasencia pobre podia poeta pueblo puerta Quacos quiero Rafael reina Rímini Santa señorita Sierra de Gredos solitario sombrero Sor Isabel sueño tambien tierra Tiétar todavía tomo triste último verémos visita vivir volvió
Pasajes populares
Página 242 - ... que ostentó MURALLAS, y tumba de sí propio el AVENTINO. Yace, donde REINABA, el Palatino; y limadas del tiempo las medallas más se muestran destrozo a las batallas de las edades que BLASÓN latino. Sólo el Tibre quedó, cuya corriente, si CIUDAD la REGÓ, ya sepultura la llora con funesto son doliente. ¡Oh Roma! en tu grandeza, en tu hermosura huyó LO QUE ERA FIRME, y solamente lo fugitivo permanece y dura.
Página 219 - Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias orientales y occidentales, islas y tierra firme del Mar Océano; Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante y de Milán, Conde de Abspurg, de Flandes, Tirol y Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina, &c., &<•., &c.
Página 165 - Tráíanla como á madre, como á hermana, como amiga, como á confidente y consejera ¡Hasta pretenderían hacerla su cómplice!— ¡Todo se lo cuentan; todo se lo consultan; en todo procuran interesarla; de todo le ofrecen participación, consistente en algunas velas, en alguna joya ó en la trenza de sus mismísimos cabellos.— El bandido de Nápoles le reza á San Genaro ó á la Madonna, para que le ayuden en sus negocios. Las Granadinas ponen bajo el amparo de la Virgen sus esperanzas de...
Página 220 - Alemania la alta; seis he pasado en España; siete, en Italia; diez he venido aquí a Flandes; cuatro, en tiempo de paz y de guerra, he entrado en Francia; dos, en Inglaterra; otra; dos fui contra África; las cuales todas son cuarenta, sin otros caminos de menos cuenta que, por visitar mis tierras, tengo hechos. Y para esto he navegado ocho veces el mar Mediterráneo y tres el Océano de España; y, agora, será la cuarta que volveré a pasarlo, para sepultarme; por manera que doce veces he padecido...
Página 242 - Sólo el Tibre quedó, cuya corriente, si ciudad la regó ya, sepultura, la llora con funesto son doliente. ¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura, huyó lo que era firme, y solamente lo fugitivo permanece y dura 18.
Página 246 - Molina) (1), porque ha años que á SM no le ha acudido calentura con frio sin accidente de gota. El frio casi lo tuvo delante de mí todo, mas no fué grande, puesto que tembló algun tanto: duró casi tres horas la calentura: no es mucha, aunque en todo me remito al doctor, que escribirá más largo.
Página 280 - España á su vuelta con flores, versos y aplausos, debe manifestar su gratitud á su patria, y esplicar al público en general y á los poetas que le saludaron á su llegada, la razón del silencio casi descortés y del aislamiento al parecer esquivo en que ha permanecido hasta hoy: lo cual espera hacer rápidamente en este escrito. «El poeta y yo, que voy á comentar sus versos para decirte en prosa lo que la poesía no debe descender á decir, te la dedicamos á tí, nuestro buen Pedro, porque...
Página 276 - Méjico, a la templada luz de su siempre sereno cielo, más que sus nunca marchitos paisajes, sus nunca turbias lagunas, sus siempre floridas campiñas, sus productivas haciendas tapizadas de dulces cañas, abanicadas por ondulantes platanares, arrulladas por maizales sonorosos y rayadas por las losangeadas melgas de los magueyales, como la piel de los tigres y de las cebras».