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CAPITULO XXXVI.

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Decide O'Higgins atacar al enemigo en Chillan, pero desiste de este propósito al saber sus movimientos hácia el norte.. Le sigue con objeto de pasar el rio Maule antes que él. En Achibueno quiere atacarle por sorpresa, pero el incendio de veinte y dos cargas de pólvora se lo impide.— Su mala posicion al llegar al vado de Duado por la pérdida de la division Blanco y su estratajema para parar el de Queri. - Acciones de Huajardo, Rioclaro y Quechereguas. - Llegada de un refuerzo de hombres al mando de don Santiago Carrera. - Salida de Mackenna y Balcarce para Santiago. Los realistas se apoderan de Talcahuano y Concepcion, quedando dueños de toda la provincia.

La reunion de las dos divisiones, y mas que todo el entusiasmo de los soldados de resultas de la victoria del Membrillar, colocaban á O'Higgins en escelente posicion para volver á tomar la ofensiva y atacar inmediatamente al enemigo en sus fortificaciones de Chillan. Aunque el número de sus soldados no era grande, pues que apenas tenia mil cuatrocientos veteranos, ciento cuarenta artilleros y algunos milicianos de caballería, tropa irregular que no merecia mucha confianza, sin embargo, protejido por veinte y dos cañones de todos calibres se decidió á seguir este plan, confiando en que la division del teniente coronel Blanco, que esperaba se le reuniese muy pronto, contribuiria á sus triunfos por medio de alguna diversion en el ejército realista. Antes de ponerse en marcha envió muchos espías para conocer la posicion del enemigo y sus proyectos futuros, y al mismo tiempo despachó al capitan don Venancio Escanilla para que se avistase con el jeneral en jefe y en primer lugar le afease la brutal é injusta severidad que usaba con los dos ilustres prisioneros don José Miguel y don Luis Carrera, amenazán

dole con usar de represalias en caso de no dar oidos á esta reclamacion, y ademas sondease bien sus intenciones para mejor combinar el plan de ataque. Por este medio supo que Gainza se consideraba bastante fuerte para marchar sobre Santiago, donde creia ser apoyado por un número considerable de realistas decididos y por todas aquellas personas, muchas desgraciadamente, que no teniendo opinion fija, estaban á ver venir el éxito de una batalla decisiva para afiliarse al partido vencedor como quien coje una tabla de salvacion. Esta noticia, que muchos espías confirmaron, varió el plan de O'Higgins, decidiéndole á tomar el mismo camino para batir á su antagonista antes que llegase á aquella capital. Los dos ejércitos se dirijieron, pues, al norte simultáneamente, siguiendo una línea casi paralela, y á veces á tan corta distancia, que en Achihuano O'Higgins pensó atacar á su adversario, lo que fué discutido y aprobado en un consejo de guerra. El ataque debia tener lugar muy de mañana y por sorpresa, gracias á un bosque espesísimo que separaba á los dos ejércitos.

A las tres de la madrugada todo el mundo estaba en pié y pronto á ponerse en marcha, cuando de repente se oyó en el campamento una esplosion espantosa que introdujo gran desórden en las filas. Creyóse al principio que seria algun ataque del enemigo, pero se supo muy luego que se habia prendido fuego á veinte y ocho cargas de pólvora, habiendo dado la feliz casualidad de no haber sido heridas ninguna de las personas que se hallaban á las inmediaciones del punto donde ocurrió la catástrofe. Nunca pudo saberse con certeza la causa de este accidente, pero todas las presunciones están porque fué efecto de uno de los mil recursos que el injenio de don

Vicente Benavides inventaba en los momentos de peligro (1); por lo menos no cabe duda de que este oficial subalterno, á quien veremos figurar como gran campeon del ejército real en el período de su agonía, estaba entre los prisioneros del Membrillar con grillos en los piés, y que en medio de la gran confusion que se produjo logró escaparse, evitando así la muerte que por tránsfuga merecia.

De resultas de este accidente, forzoso fué á O'Higgins renunciar al ataque y procurar adelantarse al enemigo acelerando el paso, lo cual fué causa desgraciadamente de muchas exacciones y desórdenes, consecuencia ordinaria de la rapidez de los movimientos. La ventaja en aquellos momentos estaba de parte del que primero llegase al Maule, porque ese lo pasaria sin dificultad y disputaria el paso al otro, pues este rio era el obstáculo mas difícil que habia que vencer por el encajonamiento y rápido curso de sus aguas y porque tiene pocos puntos vadeables. O'Higgins ignoraba á la sazon la derrota de la division de Blanco encargada de observar y tener en jaque la de Olates en Talca, pero cuando se la dijeron al llegar cerca de Linares, y le fué confirmada de viva voz la noticia por dos prisioneros y por un guaso, conoció que su posicion habia cambiado completamente, que era muy crítica y que no le quedaba mas recurso que acelerar todo lo posible la marcha para sorprender un

(1) He oido decir á una persona que el fuego prendió al aproximarse una mula ya cargada de unos palos encendidos, y del mismo modo esplica el suceso el señor Barras en sus interesantes estudios históricos sobre doa Vicente Benavides. Yo sin embargo, sigo la opinion de don Bernardo O'Higgins y de otros muchos oficiales testigos presenciales del suceso, porque no puedo creer que haya nadie tan imprudente que encienda lumbre junto á un deposito de pólvora.

vado, dirijiéndose al efecto hácia el de Duado, á cuyas inmediaciones fué á acampar.

Como lo temia, una division enemiga, mandada por el tránsfuga don Angel Calvo, estaba del otro lado y le disputó vivamente el paso, lo que le colocó entre dos fuegos con fuerzas muy inferiores en hombres (1) y en caballos. Viéndose en posicion tan embarazosa reunió en consejo de guerra á sus oficiales para discutir el plan que convenia seguir, y sin esperar que se concluyese, pero despues de haber manifestado que su parecer era hacer frente á Gainza, tomó cuatrocientos hombres y dos piezas de artillería, y se dirijió contra aquel sin mas objeto que entretenerle con pequeñas escaramuzas, y dar tiempo á sus soldados de hacer trincheras que le sirviesen de defensa (2).

A su vuelta se encontró con que todos los oficiales eran de contrario parecer al suyo y que estaban completamente decididos á forzar el paso, á pesar de la ventajosa posicion del enemigo (3). Este hubiera sido el partido mas prudente y probablemente el que mas convenia á los patriotas si el ejército de Gainza hubiere estado á mayor distancia; pero hallándose tan cerca era imposible que en el desórden, siempre inevitable al pasar un rio de tan difícil acceso y en presencia del ejército enemigo, dejara de haber numerosas pérdidas, equivalentes quizá á una

(1) Los dos partidos reclaman el mismo derecho sobre la inferioridad numérica de sus tropas.

(2) Conversacion con don Bernardo O'Higgins.

(3) Refiero este hecho tal como lo he ventilado con el mismo don Bernardo O'Higgins; pero segun el diario manuscrito del capitan don Nicolas García, que asistió al consejo, y la memoria de dou Diego Benavente exactamente conforme con dicho diario, parece que no hubo mas oficial que opinase por el paso del río que Balcarce y que todos los demas participaron del dictámen de O'Higgins, es decir, fueron de parecer que debia hacerse frente al ataque de Gainza.

derrota, y entonces quedaba muy comprometida la suerte de Santiago; porque desembarazado el camino de esta capital hubieran sido necesarios esfuerzos inauditos para contener á un enemigo, que sabia perfectamente la desunion que aquejaba al partido chileno y el espíritu contrarevolucionario que animaba á algunos realistas inquietos y turbulentos de aquella capital. Por lo demas la retaguardia acababa de tener una escaramuza con la division Lantaño y algunas otras tropas mandadas por Elorriaga, lo cual daba á entender que se preparaba una accion jeneral. Por todos estos motivos creyó O'Higgins que no debia conformarse con la determinacion del consejo de guerra, y usando de las atribuciones que como jeneral en jefe le correspondian por las ordenanzas, declaró que insistia en su primera resolucion y que estaba decidido á hacer frente á su adversario, pues que la necesidad lo exijia; añadiendo que las acciones de guerra mas brillantes son debidas casi siempre á golpes desesperados (1). Tal era su intencion, que empezó á poner en práctica haciendo todos los preparativos necesarios, cuando le anunciaron con gran sorpresa suya, que Gainza con todas sus tropas se desviaba del lado del oeste para ir á ganar el vado de Bobadilla. Ignorando sin duda que Calvo se encontraba sobre el de Duado, por el cuidado que habia tenido O'Higgins de cortarle sus comunicaciones, habia determinado dirijirse cuanto antes sobre este vado para unirse á las tropas de Olate y combinar así sus esfuerzos con objeto impedir el paso del ejército patriota. Desgraciadamente para él la órden que habia dado del campo de Longavi á este coronel no se habia ejecutado, habiéndose contentado con enviarle al coronel (1) Conversacion con don Bernardo O'Higgins.

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