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era cosa tan asentada exigir la multa impuesta por cada individuo á sus dueños, que en junta de hacienda de 29 de noviembre de 659 suenan ellas como un ramo, de que se daba cuenta anualmente; y siendo de 25 pesos por cabeza deducidos del mismo trabajo de los índios, y compuestas de ordinario por concierto con los dueños en las visitas de los obrages hechas por el alcalde mayor y por comisarios de la audiencia, que pasaban con escribano, escribiente y carruage con téquio de víveres, vituallas, cargas y transporte. El señor Gomez de Parada, obispo de Guadalajara, que lo habia sido de Guatemala, informó al rey que convenia mejor abolir la ley de recopilacion, que prohibia esta labor á los índios, y dejarlos en libertad de alquilarse libremente, y así lo ordenó en cédula de 22 de abril de 738.

Ulloa y Juan, autores de las Memorias secretas de América, que por los años de 742 se hallaban en el Perú, dedican en la 2a parte el capítulo 1o para manifestar el gobierno tiránico ejercido por los corregidores, y el 2o para mostrar las extorsiones que padecen por medio de los curas; pero las providencias dictadas sucesivamente para Guatemala, propenden á su beneficio. En cédula de 11 de noviembre de 750 se ordena á la audiencia contribuya á que tengan efecto las providencias tomadas por el presidente para abolir las contribuciones que con el título de salutacion ó besamano exigian los jueces de los índios. Otra de 13 de setiembre de 754, le encarga tengan el debido cumplimiento las leyes prohibitivas de las raciones que los índios dan á sus curas y corregidores; y como si el rey tuviera la vista puesta en Guatemala, al otro dia en cédula de 14 del mismo setiembre de 754, manda se alce el tributo que pagaban las hembras únicamente en este reyno, repitiéndose la órden en 11 de diciembre de 756.

Estas ampliaciones lentas de la libertad política de los indígenas, debian haber producido en ellos ciertos efectos naturales, fisicos y pasados, cuales eran, ménos fatigas y angustias en la vida, mas fecundidad en sus matrimonios, y mas amplitud en la educacion de su prole, obrando éstos al fin el triple fenómeno de contener la diminucion de la poblacion, de acudir á la conservacion de la antigua en igual cantidad, y traspasando por último los límites que la detenian, avanzar á verificar su ampliacion y aumento á mayor cuantía. Este es el gran suceso ocurrido insensiblemente mediado el siglo 18, que aclara un pasage oscuro y contradictorio, en

que se embaraza Echevers, al afirmar que se numeraban mas índios tributarios en su tiempo, sin que hubiese precedido aumento suyo.

Porque dice: Dejo aparte el que en las últimas cuentas y numeraciones que se han visto en estos años en esta real audiencia, se ha reconocido mucho augmento en los pueblos; y como digo, dejo esto aparte, porque no creo que haiga crecido el número de Indios; sino que en aquel tiempo habia un sumo descuido en la administracion de la real hacienda.

La cédula que va citada del año de 738 supone la consuncion de indígenas al vituperar por ello los repartimientos que les hacian los alcaldes mayores, precisándolos, dice, á recibir sus pesados repartimientos de géneros de comercio, á tan crecidos precios, que los tienen consumidos. Sobre esto y otras especies de servidumbre siguen las providencias. En 8 de mayo de 759 se prohiben los repartimientos para labores de campo, fábricas y obras públicas, debiendo los Acendados y Dueños de obra, buscar los que quieran trabajarles si les acomoda el precio: lo que en 29 de mayo de 764 se sugeta á un reglamento que disponga el presidente con acuerdo de la audiencia; y todavía éste se manda reformar en 27 de abril de 773, y que al precaver la ociosidad de los naturales, sean preservados de molestias. En fin, en 786, para abolir los repartimientos de alcaldes mayores, se dispuso el sistema de intendencias y subdelegaciones que fué establecido en este reyno, con excepcion de la provincia de Guatemala; y en cédula de 29 de enero de 787 se extinguieron las encomiendas, incorporándose todas á la corona.

Humboldt, en su Ensayo lib. 2 cap. 6, dice. En Nueva-Espaĩa el número de los índios pasa de dos millones y medio, contando solo los que son de raza pura, sin mezcla de sangre europea ó africana; y lo que es aun mas satisfactorio, repetimos, es que léjos de extinguirse, se ha aumentado la poblacion de los indígenas considerablemente de cincuenta años á esta parte. A la pág. 153, continúa. Esta raza desgraciada de los aztecas, que habia escapado de la matanza, parecia destinada á extinguirse, mediante la opresion en que ha vivido tantos siglos. Es dificil persuadirse que cerca de dos millones y medio de originarios del pais hayan podido sobrevivir á tan larga calamidad. A la pág. 195, añade. Tal fué el estado de los cultivadores mexicanos en los siglos 16 y 17. En el 18 empezó á ser de dia en dia mas feliz su suerte. Los vireyes, y aun

mas las audiencias, han mirado por los intereses de los índios, y poco a poco ha ido aumentándose su libertad, y aun en algunas provincias su bienestar. Robertson lib. 8 § 6, escribe. En las provincias de Guatemala, de Chiapa, de Nicaragua, y en las otras bellas comarcas, que se estienden á lo largo de la mar del sur, la raza de índios es todavía muy numerosa.

CAPÍTULO 122.

Ulterior consuncion de indígenas.

Echevers, tratando de la poblacion del reyno con referencia al año de 694, designa á los españoles y castas 15 ciudades, y 7 villas, y á los indígenas tributarios 959 pueblos. Juarros, en el resúmen que presenta en 778, señala á los unos y á los otros 12 ciudades, 7 villas y 705 pueblos, resultando en estos últimos una baja de 254, que es mas de una cuarta parte, y parecia increible y aun incompatible con el aumento de poblacion que va mencionada, á no ocurrir memoria de un positivo menoscabo, que debe conceptuarse parcial con respecto á los lugares en que se anuncia.

Lacayo, en su representacion, mencionando la devastacion de los zambos y mosquitos en las fronteras de Honduras y Nicaragua y otras provincias del reyno, dice: incesantemente hostilizan y saquean los pueblos y lugares confinantes, sin que tengan mas arbítrio sus moradores para defenderse, que el de desamparar las poblaciones en que están situados. Mas adelante, despues de nombrados cinco lugares en que se llevaron muchas familias, añade: y diferentes otros pueblos, villas y lugares, que sería nunca acabar el numerarlos, pues exceden de doscientos los lugares despoblados en esta provincia, y en el reyno de trescientos por las invasiones de los zambos. Los frecuentes vestigios de cacaotales de los pueblos desolados en la costa de Honduras hicieron decir al señor presidente Galvez en consulta de 17 de abril de 782: desde el tiempo que estuvo poblada ó por naturaleza, estan todos sus montes llenos de árboles de cacao, cuyo fruto vienen á coger de los pueblos interiores. Volviendo los ojos á la costa del sur en la provincia de GuatemaJa, se encuentra memoria de pueblos florecientes á fines del siglo 17,

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que resultan desolados ó notablemente rebajados á cabo del 18, y que algunos, teniendo entonces dos curas beneficiados, despues á penas han conservado uno solo. En despacho del vice-patronato de 19 de julio de 646, por promocion del doctor Saenz de Escobar á canongía de esta Catedral, es presentado para el medio beneficio curado del pueblo de S. Antonio Suchitepequez D. Pedro de Cárcamo, Br. en Theología y Maestro en Artes, grados conferidos por el obispo, con privilegio, en el Colegio de Santo Tomas de esta ciudad, Cathedrático que fué en él succesivamente de Artes y Theología Moral, Capellan de las Monjas de la Concepcion, y posteriormente, segun Juarros, promovido á canongía, luego á la dignidad de maestre-escuela, y por último al deanato de esta iglesia en 666. Enigual despacho de 26 de octubre de 647 es presentado para medio curato del pueblo de Guaimoco el bachiller Brizuela, vice-rector que era del Colegio Tridentino. Ya no se diga que en otro de 13 de febrero del mismo año fué presentado don Fernando de Rivera Saavedra para la sacristía de la iglesia parroquial de la ciudad de San Miguel; y en 11 de mayo de 649, don Miguel Castro de Lugo, para la de la ciudad de Granada.

Por despacho semejante de 20 de octubre de 647, aparece existian en el mismo partido de Suchitepequez los pueblos de San Luis y San Martin Zapotitlan, que formaban un curato, para que fué presentado el bachiller Nicolas de la Tabla: por otro de 7 de julio de 650, librado por la audiencia gobernadora, que ejercia el vicepatronato, el maestro Francisco Gonzalez de Maeda para S. Francisco Zapotitlan; y por otro de 16 de mayo de 652 el padre Mijangos para San Francisco de la Costilla. Estos tres curatos no aparecen mas en el catálogo que presenta Juarros tomado del censo de 778, lo mismo que el pueblo de San Bartolomé Suchitepequez, de que hace mencion Vazquez p. 5 trat. 2 cap. 31, yadecadente en su tiempo.

Tampoco aparecen en él el pueblo de San Pedro Chipilapa en el partido de Escuinta, para el cual fué presentado el bachiller Asperilla en 26 de octubre de 647: el de Guaimango, para el cual lo fué por la audiencia gobernadora el bachiller Saavedra, sacristan mayor de San Miguel, en 2 de agosto de 650; y el de Ciquinalá,, en el mismo partido de Escuinta, para que lo fué el p. Xerez en 13 de mayo de 652.

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El libro de la caja del año de 679 muestra en 24 de marzo el

cargo de 3.333 tostones en que se remataron 61 cargas 44 zontes y 52 granos del cacao de tributo del tércio de Navidad de 678 de 31 pueblos de la provincia de Soconusco que son los siguientes: Güistla, Tizapa, Escuintla, Sacapulco, Soconusco, Acapetagua, Tapachula, Acacoyagua, Guilocingo, Ocelocalco, Tusantlan, Tonalapa, Tlanquistlan, Chiltepeque, Mazapetagua, Cacagüetan, Quipetagua, Tepegüil, Ilamapa, Gusguetlan, Cuilco, Naguatlan, Sapaluta, Talive, Zaguala, Mazatlan, Tustla, Chacalapa, Amastlan, Apazapa y Tlacualoya. Juarros, tratando de esta provincia por el censo de 778, puntualmente á cabo de un siglo, dice: consta de 20 pueblos y muchas haciendas de que se forman 5 curatos, y sus habitantes llegan á 9.078. Resulta mas de una cuarta parte ménos de pueblos.

Una partida de 27 de setiembre del mismo libro de 678 pone en cargo 60 tostones del impuesto para castillos en el abasto de carnes de 678 de diez pueblos de Escuintepeque, á saber: Santiago, Cosumalguapa, Siquinalá, Changuegue, San Andres, la Asuncion, San Juan Aloteca, Santa Lucia, San Christóval y Santo Domingo: de los cuales y otros muchos que ocurren en el mismo libro de la caja exceden una cuarta parte los que no menciona Juarros, y echa ménos la vista del viagero. Ademas, en el corte de caja practicado en 7 de enero de 779, por lo respectivo al año anterior de 778, se da por undécima partida de depósitos las alhajas siguientes: una custodia, dos cálices con patenas, una concha de bautizar, una cruz portátil, dos incensarios, y una naveta, dos salvillas y tres vinageras, todo con peso de 27 marcos y una onza de plata, y misal pertenecientes, dice, á las iglesias de los pueblos extinguidos de San Francisco Ichanguegue, y San Juan Aloteca.

El señor arzobispo Larraz, en consulta á la audiencia hecha en Escuinta á 16 de febrero de 779, lamentando algunos desórdenes, causa de otros muchos, que no alcanzaba á corregir en la visita canónica, dice. Otro es el predominio general de la embriaguez, que ya no solamente pierde á los miserables índios, sino á varios ladinos y españoles, y aunque en todas partes produce daños bien dignos de remedio, hace mas estrago en las tierras calientes, acabando apresuradamente con la vida de sus habitadores, de que es sensible argumento lo que he observado en la provincia de San Antonio, en que la mayor parte de vecinos que la habitan son forasteros, segun he advertido, y puedo padecer engaño, por haber fa

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