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del sistema astronómico, le sirven de base para aventurar esta suposicion. "Sorprende dice Humboldt- hallar hacia el fin "del siglo XV, en un mundo que llamamos nuevo, esas institu"ciones antiguas, esas ideas religiosas, esas formas de edificios, que parecen remontar en Asia, á la primera aurora de la civilizacion" (26). Las causas de la decadencia de la cultura americana, fueron las catástrofes que conmovieron á esta parte del mundo, el aislamiento en que quedó despues del cataclismo y la invasion de tribus bárbaras y groseras, incapaces de conocerla y ménos aun de conservarla (27).

Pero Yucatan tuvo la suerte de encontrarse despues de los últimos cambios geológicos del globo, por la conformacion particular de su suelo, al abrigo de los temblores de tierra y de los desastres volcánicos, que asolaron otras porciones de la América (28). No hay en efecto en la península noticia ni tradicion remota de que hubiese experimentado ningun terremoto, lo cual se atribuye generalmente al gran número de cavernas en que descansa (29). Esta circunstancia, unida á la de que su situacion geográfica parece haberla preservado de invasiones extranjeras, ha sido la causa de que hubiese conservado por mucho tiempo la primitiva civilizacion americana, cuyas huellas se encuentran en su calendario, en sus monumentales ruínas, en su complicado alfabeto, y sobre todo en el idioma maya, que revela en su largo catálogo de monosílabos, las raices de muchas lenguas que se hablaron y se hablan todavía en los dos hemisferios (30).

(26) Vista de las cordilleras etc. tomo I, introduccion, página 8. Esta cita es tomada de Brasseur.

(27) Manuscrito Troano, tomo I, § VII.

(28) Idem tomo II, introduccion, § III.

(29) Echánove, cuadro estadístico, número 5.-D. José Julian Peon, Crónica sucinta de Yucatan.

(30) Manuscrito Troano, introduccion y Vocabulario.

Tambien llegó á desaparecer parcialmente de Yucatan esta civilizacion, sea por la inundacion del mar, que pudo haber acaecido despues de la construccion de sus monumentos (31), sea porque al fin fué tambien invadida por algunas tribus, que como la de los caribes, venian animadas del espíritu de destruccion. Esto último nos parece muy verosímil, porque es indudable que la raza encontrada por los españoles en el siglo XVI, no fué la misma que dejó sembradas en la península tantas señales de cultura y de poder.

El lector juzgará lo que mas le acomede sobre estas teorías del abate frances. Nosotros hemos creido necesario hacer de ellas una mencion, siquiera por la estrecha relacion que tienen con el país cuya historia escribimos.

(31) Idem tomo I, § VIL

CAPITULO II.

(TIEMPOS FABULOSOS.)

Opiniones sobre los primitivos habitantes de América.-Génesis maya.-Creacion del primer hombre. -Los gigantes.-Los enanos.—Primeras inmigraciones. Dificultades para aceptar la oriental-Probabilidades en favor de otras.-Imperio votanida. -Algunas de las tribus que lo habitaron, pudieron haber emigrado á la península.

El origen de los primitivos habitantes de América, está envuelto en las tinieblas del mas profundo misterio. Esta misma oscuridad ha dado márgen á un número inmenso de conjeturas, para cuyo estudio no bastaría la vida de un hombre. Escritores y filósofos de todas las naciones -pero especialmente españoles han escrito volúmenes enteros sobre tan difícil materia, y no hay un pueblo del antiguo continente, al cual no se haya atribuido la paternidad de este hijo misterioso, encontrado en el hemisferio opuesto. Los hebreos, los caldeos, los asirios, los fenicios, los persas, los chinos, los egipcios, los cartagineses, los griegos, los romanos, y hasta los pueblos mas modernos de Europa, han sido alternativamente designados como los primogenitores de la raza americana.

Para probar todas estas teorías, se han registrado hasta los rincones mas ocultos de las bibliotecas, y se ha dado tortura á

libros y manuscritos de todo género, para hacerles decir cosas, que jamás tal vez imaginaron sus autores. Pero como á pesar de todas las pruebas, quedaba siempre la duda sobre el paso que debieron seguir para trasladarse de uno á otro continente, se creyó resolver la dificultad, imaginando istmos, estrechos, mares helados, conmociones de la naturaleza, navegantes extraviados de su rumbo; y como si esto no hubiese sido bastante, se sacó del fondo de las aguas, aquella famosa Atlántida, de que habló Platon en su Timeo. (1)

En los últimos tiempos han comenzado á ser relegadas al olvido todas estas investigaciones y han aparecido dos escuelas de distinto género: una que hace á los americanos autoctones de este continente, y otra, que sin preocuparse mucho de su orígen, los cree una de las razas mas antiguas del globo, y hace a hemisferio occidental cuna de la civilizacion del mundo. (2) El abate Brasseur de Bourbourg es el apóstol mas ardiente de la segunda hipótesis, y puede decirse que en los últimos años de su brillante carrera literaria, casi no tuvo otro objeto que acumular datos para probarla. Como muchos de estos datos están tomados de los recuerdos y vestigios que Yucatan conserva de la mas remota antigüedad, se tropezará á cada instante con ellos en las páginas de nuestro libro.

Nosotros no nos detendrémos á investigar el origen de los primeros pobladores de América, así porque solo escribimos la historia de una pequeña parte de esta region, como porque según ha observado Humboldt (3), "la cuestion general sobre el 'primitivo orígen de los habitantes de un continente, excede "de los límites de la historia, y acaso aun de la filosofía." Por lo que toca á la península, nuestro deber se limita á hacer cons

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(1) Puede verse un exámen rápido, pero muy juicioso sobre todas estas teorías, en la Historia antigua de México por Clavijero, tomo II. Disertacion I. (2) Manuscrito Troano, tomo I, § VII.

(3) Ensayo político de la N. España, tomo I.

tar que ella, tenía ya habitantes, segun todas las apariencias (4), cuando se verificaron las primeras inmigraciones que la tradicion recuerda. De dónde vinieron? No tenemos emba

razo en confesar que lo ignoramos. Pero lo que el historiador no se atreve á examinar por falta de datos que tranquilicen su

X conciencia, la mitología se ha encargado de explicarlo.

Segun el génesis maya, Dios tomó en sus manos una porcion de tierra y otra de zacate, y de esta mezcla formó al primer hombre. De la tierra salieron la carne y los huesos, y del zacate, el pelo y todo el bello que cubre el cuerpo humano (5). Parece que esta creacion se verificó en un lugar llamado Hunanhil, (6) y el abate Brasseur cree que se refiere á la del hombre prehistórico, anterior al cataclismo (7).

Despues de la creacion del primer hombre, viene esa vaga tradicion encontrada en todos los pueblos del antiguo y nuevo continente, pero cuyos fundamentos y exámen no caben en el carácter de este libro. Hablamos de los gigantes. ¿Existió entre los mayas la noticia de que su país hubiese sido habitado alguna vez por la raza de los cíclopes ó de aquellos quinamés, encontrados por los olmecas en las riberas del Atoyac? Carecemos de datos para afirmarlo, aunque hay dos hechos que forzosamente llaman la atencion del observador: este pueblo tenía

(4) Zamná es el primer inmigrante, cuyo nombre recuerdan las tradiciones mayas. Ya veremos mas adelante que cuando éste entró á Yucatan, encontró ya habitada la península.

(5) Cogolludo, libro IV, capítulo VI.-En los primeros tiempos de la dominacion española, los misioneros tenían empeño en buscar semejanzas entre la religion cristiana y la mitología maya. Con este objeto interrogaban sin cesar á los indios, y éstos que tenían empeño en agradarlos por el apoyo que les prestaban contra los conquistadores, no tenían inconveniente en dar pábulo al afan de sus maestros, asegurando que existían estas analogías. No es nuestra la observacion, sino de un sacerdote católico, el abate Brasseur. ¿La tradicion del Hunonhii no pertenecerá al número de las complacencias de los neófitos?

(6) El P. Beltran, citado por Brasseur, en el Vocabulario del Manuscrito Troano, artículo Hunanhil. D. Juan Pio Pérez en su diccionario se limita á traducir esta palabra por paraiso terrenal.

(7) Vocabulario, artículo citado,

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