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miras en esta ocurrencia de forma que pudiese, para la seguridad de la fe de sus convenciones, lograr algunos rehenes de indubitable estimación para con dicha casta, y que á ser posible ajustase su permanencia allí hasta las deliberaciones de S. M. sobre lo que en el asunto yo consultase.

Dadas por el Gobernador á su teniente en Matina las órdenes convenientes se acercó con efecto á aquella parte una piragua Mosca conduciendo á un tío del llamado Rey, intitulado el Duque, con doce remeros de dicha casta y un mulato natural de la isla de Cuba que vive entre ellos como treinta años ha y traía de intérprete para manifestar el motivo de su acceso á Matina, el cual se ofreció gustoso á pasar á Cartago y verse con el Gobernador, quien examinó judicialmente á éste y á otros tres mulatos que acababan de restituirse del poder de los Moscos á sus domicilios en Cartago y cuyas declaraciones dicen substancialmente lo que explica el extracto que acompaño N.o 1.o

Dicho Gobernador, de resulta del examen formal que hizo del intérprete, del trato que observó en él por cinco días continuos que le tuvo en su casa sin advertirle el mínimo desliz de inconsecuencia en sus aserciones, de su más que regular discurso y de la aceptación que concibió por todo disfrutaba en los principales de los Moscos, se promete que tendrá efecto la venida que le ofreció del Rey en el mes de enero próximo, y á consecuencia que es cierto el ánimo de aquella nación en las ideas que han manifestado.

Sinembargo, así para este caso como para el de que pueda disiparse el proyecto indicado y haya necesidad de usar de la fuerza en aquellas partes, le he prevenido que renueve sus exámenes conforme á los puntos que describe la nota N.o 2; y así, con copia de ésta como la del extracto N.o 1.o, he advertido lo conducente al teniente coronel Don Gabriel de Ervías, comisionado para la intimación del tratado de paz en los establecimientos Ingleses, con el fin de que lo tenga presente todo para sus indagaciones sobre las partes en que por dicho encargo debe tocar y que comprenda la resultancia en el informe que acerca del asunto debe dirigirme.

No salgo yo, Señor Exelentísimo, garante de la verificación en la amistad con los Moscos; pero no están distan

tes mis celosos deseos acerca de todo lo que ceda en beneficio del estado de una probable esperanza en que pueda realizarse con más ó menos firmeza el proyecto, para cuyo efecto quisiera que V. E. se dignase anticiparme sus prevenciones y enterarme de la voluntad del Rey en orden al modo y pie en que debo establecer su cumplimiento; esto es si debo para el efecto formar en sus terrenos alguna población con gobernador que lo sea de aquella casta ó procurar atraer á sus individuos á los de Cartago y concederles allí tierras en que se pueblen, lo que será dificultosísimo conseguir de gente tan adicta al suelo en que nacieron.

Finalmente quedo en particular expectación de cuanto sobre el asunto se ofrezca, para adaptar, según los indicios, ocurrencias y sucesos, las medidas que importen á la observancia de la Real Orden reservada de 25 de agosto del año próximo pasado, así en lo que toca á la evacuación de los establecimientos Ingleses cuando el comisionado á la intimación me dé las luces de que necesito y le tengo pedidas, cuanto en punto á las empresas relativas á subyugar ó develar á los Moscos y Zambos, pidiendo á V. E., como rendidamente le pido, me proporcione de S. M. la satisfacción de ir en persona á mandar todas las operaciones de este último objeto, con inclusión también del primero, si su consecusión manifestase necesitar de alguna fuerza considerable y se presentase el logro de cualquiera manera difícil, pues en esto adquiriré una nueva constante prueba de lo que V. E. me ha hecho ver con tantas y tan singulares acerca de la benignidad que merezco y que recibió con ella la instancia que sobre igual particular hize al Rey en mi representación de 5 de abril del año próximo pasado número 4.

Nuestro Señor guarde á V. E. muchos años. Guatemala, 13 de diciembre de 1784.-Exmo. Sr.-B. M. de V. E.Su más recon.do atento serv.or=Josef Estachería Exmo. Sr. D. Josef de Gálvez.

Nota de los puntos en que deben nuevamente ser examinados Carlos Cubero, Josef Meneses y Juan de Dios Román, y á su tiempo Josef Antonio Ezquerra si volviese á Cartago.

Quánto regulan comprenderá la extensión de las poblaciones que ocupan los mulatos Moscos, qué número habrá de éstas, si están muy distantes entre sí y cuáles son las mayores, si todas están situadas inmediatas á la mar ó hay algunas, y cuántas tierra adentro y á qué distancias.

En cuál de ellas habita el Rey de dicha nación y dónde el general, Almaral y gobernador que con los Moscos indios auxiliaron á la nación inglesa en las empresas contra

nosotros.

Qué forma de gobierno siguen una y otra nación; si les han visto formar con frecuencia juntas para deliberar lo concerniente á él, y si en éstas concurren generalmente todos los individuos que se hallan en las poblaciones donde se celebran ó asisten los principales dichos, con algunos capitanes de compañías ó parcialidades.

Si el armamento y municiones que suelen servirles para acciones de guerra los conservan en almacenes ó tienen particularmente cada uno en su habitación; si han observado que se junten á menudo ó sólo en ocasiones, con mucho tiempo de intermedio, á ejercitarse en el manejo de la arma; y si saben que haya entre ellos alguno ó algunos que negocien en pólvora y tengan para ello ecsistencias de consideración,

Si creen que formado un tratado con el Rey Mosco tendrá efecto con todos los de la nación, lo cual podrán inferir de la mayor ó menor obediencia que hayan visto á los Zambos Moscos prestar á su cabeza, tanto los soldados cuanto aquellos que están nombrados por sus capitanes y oficiales; y si logrado esto se persuaden que podrá conseguirse fácilmente que los Indios Moscos tomen la misma determinación.

Deben ser preguntados igualmente sobre los artículos de comercio que pudiéramos establecer con dichas naciones, según los que han observado negociaban con ellas los Ingleses, en el concepto de que sería dificultoso, si no por este medio, conservar perennemente la amistad, pues los demás y todo lo que no fuera hacer continuo acceso á sus poblaciones daría ocasión y tiempo á los Ingleses para restablecer la suya en nuestra ausencia.

Iguales preguntas se harán respecto á la casta de Indios Moscos y cuál es la harmonía, comunicación y sociedad

entre sí de éstos y los mulatos Moscos, y si éstos son ó no los llamados Zambos ó es distinta casta.

Estas son las materias principales sobre que debe gobernarse el dicho nuevo examen; pero según lo que en ellas contestasen es preciso adelantar las preguntas á todo el margen y proporciones que sus contestaciones manifes

tasen.

Guatemala, 6 de diciembre de 1784. Es copia=Josef Estachería.

Extracto de noticias que acompañando varios documentos ha comunicado por el último correo Don Juan Flores, Teniente Coronel de ejército y gobernador de la provincia de Costa Rica.

Este gobernador ha tenido en su casa cinco días á Josef Antonio Ezquerra, que dice ser natural de la isla de Cuba y por consiguiente católico, lo cual se confirmó con hallarlo bastantemente instruido en la Doctrina Cristiana, sinembargo de que confiesa haberse mantenido entre la nación Mosca más de treinta años.

Llegó dicho Ezquerra á la boca del Río Matina en una piragua con un tío del Rey Mosco, llamado entre ellos el Duque, y doce mulatos remeros, y á la menor insinuación del teniente de dicho puerto no dudó subir hasta la ciudad de Cartago para manifestar allí los fines de su venida y la del referido tío del Rey Mosco, la cual aseguró reducirse á solicitar que el partido de los mulatos Moscos fuese admitido á la amistad de nuestro Rey católico que tiempo hacía deseaban, como también abrazar la religión Católica, pues estaban resueltos á uno y otro después de haberlo deliberado en varias juntas que tuvieron el referido Rey con sus principales súbditos.

El expresado gobernador de Cartago, con la experiencia de las falacias con que en otras ocasiones ha tratado esta nación el mismo asunto, hizo varias reconvenciones al citado Ezquerra sobre la ninguna seguridad que podía tenerse de que la voluntad de los Moscos fuese sincera, cuando era constante que con considerable número de gentes había auxiliado en esta última guerra á los Ingleses, ya contra el castillo de Omoa y ya contra el de San

Juan, no habiendo á más dejado de hacer correrías en distintas ocasiones contra el valle de Matina de aquella provincia; á lo que contestó, bajo la religión del juramento, que los mulatos Moscos no asistieron á ninguna de éstas ni menos ayudaron á los Ingleses en sus expediciones, sino los indios Moscos con su general, Almaral y gobernador.

El número de estos indios Moscos aseguró sería el de tres mil, de ellos pocos más que seiscientos acostumbrados á las armas ó soldados, adictos todos á los Ingleses que les han nombrado los citados jefes de general, Almaral y gobernador, y el de los mulatos Moscos el de seis mil, siendo como los cinco mil acostumbrados á las armas ó soldados y todos opuestos á los Ingleses, tanto que dice que observó una grande serenidad en ellos cuando supieron que los Españoles se presentaron contra la Criba, manifestando deseos de que se verificasen nuestros designios para lograr ellos el que ahora manifiestan,

Un mulato natural de Cartago, que fué hecho prisionero por los indios Moscos el año 81 y ha sido ahora restituido por el tío del Rey Mosco llamado el Duque, que lo rescató de aquéllos, confirma mucho las aserciones de Ezquerra, pues dice que los mulatos Moscos no ha visto hayan tomado las armas contra los Españoles, especialmente en las incursiones hechas contra Matina y Fuigalpa en Chontales ni en la reconquista de la Criba, cuyos preparativos vió emprender hayándose él en la Laguna de Perlas.

Otros dos mulatos de la misma provincia de Costa Rica, que llegaron pocos meses hace á sus casas huídos del poder de los indios Moscos, declararon judicialmente que no habían jamás visto á los mulatos Moscos tomar las armas contra España, estando persuadidos á que no lo han hecho durante esta guerra, porque han observado que todos los esclavos Españoles estaban en poder de los indios Moscos y también que sólo se habían juntado con éstos algunos pocos Zambos Moscos alzados de su partido, pues era sabido que éste en lo general no quería hacerlo.

También un esclavo negro que tiene el referido gobernador de Cartago y que se halló con los Ingleses en la toma del castillo de San Juan, aseguró á su amo que en esta ocasión no vió mulatos Moscos sino indios.

Entre las preguntas que el mismo gobernador hizo á

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