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Nicaragua disponga que sus Religiosos contribuyan en cuanto estuviere de su parte á que los Misioneros del Colegio consigan la referida empresa, lo que tendréis entendido para vuestro gobierno, como el que por cédula de este día se previene á esa mi R.' Aud.a coadyube por su parte á el más feliz éxito de la mencionada expedición y me daréis cuenta, por mano de mi infrascripto Secretario, de lo que en ella se fuere adelantando, para hallarme enterado, por ser así mi voluntad y que de ésta se tome razón en la enunciada Contaduría gral. Fecha en S." Lorenzo, á 19 de Noviembre de 1787.- Refr.do del S. Sec.rio D. Antonio Vent.ra de Taranco.

Reconocimiento de la bahía de Bocas del Toro por

D. Fabián Avances.-Año de 1787 (1)

Extracto que presenta el Alferes de Fragata de la Real Armada Dn. Favián Abances del Viage y reconocimiento de Bocas del Toro, en virtud de las órdenes é instrucciones reservadas que le ha dado en Portovelo el 16 de Marzo del año de 1787 el capitán de Fragata de la Real Armada Don Luis Arguedas.

Desde el día 16 de Marzo del año de 1787 que me enteré de las órdenes é instrucciones que reservadamente me ha comunicado el capitán de Fragata de la R.' Armada Dn. Luis Arguedas, por hallarse este Señor con orden del Exmo. Sor. Virrey de Santa Fee para regresar á Cartagena, hasta principios de Abril próximo me mantuve en Portovelo aguardando el Práctico Juan Bautista Páterson que devía venir de Sn. Fran.co de la Montaña, Provincia de Veragua, á este Puerto para seguir conmigo á las Bocas del Toro; y habiendo llegado el 4 de Abril dispuse mi salida, que á pesar de las pocas esperanzas que me dava la inconstancia del tiempo efectué el 14 del mismo mes á las ocho y media de la mañana con la Valandra Santiago y el Bergantín Amistad, que seguía á mis órdenes por las de S. E., al mismo destino, estando el viento variable y calmoso por el primer quadrante.

Siendo vna de las particularidades que devía observar en mi comisión reconocer con escrupulosa curiosidad la costa desde Portovelo al parage de mi destino, la fuy varajando y reconociendo á cortísima distancia, atravesándome las más de las noches para que no me quedase parte de ella por reconocer.

El 16 avisté á Punta Coclé y me entraron las calmas y

(1) Archivo de la Dirección de Hidrografía de Madrid.-Noticias Hidrográficas de la América Septentrional.—Tomo III.-Documento n.o 6.-Foja 45.-Estante C. 2.a

turbonadas de tercer quadrante, tan tenaces que hasta el 20 no sólo no pude grangear cosa alguna para el O. sino que me sucedía anocheser con Coclé y amanecer sobre Chagre, á pesar de conservar la maior parte de la noche proa del O. y O. N. O.; pero las calmas é incesantes aguaceros del O. S. con que las aguas corrían para E. N. E. más de dos millas por hora, me imposibilitavan de seguir mi Viage con la eficacia que deseava, frustrando quantos esfuerzos me fueron practicables para coger las Bocas del Toro; pues viendo que sin separarme de la costa no conseguiría ganar para el O., procuré tomar latitud de diez grados por ver si encontrando la Briza podía adelantar mi comisión. En efecto, hallé el 21 vientos del N. y N. N. E. bonancibles, con los que seguí á el O. y O. N. O. hasta conciderarme diez leguas á sotav.to de Bocas del Toro; pero la rapidez de las corrientes nos arrastró con tal violencia para el E. S. E., que quando imaginábamos por la estima recalar tanto abante con Bocas del Toro, nos hallamos sobre la punta de Miguel de la Borda el día 24, sin que de nuestra salida de Portobelo hubiésemos conseguido un solo día poder observar la altura meridiana del Sol ni vernos enjutos de los Chubascos que sin intermisión cayan sobre nosotros.

Conciderando la pertinacia del tiempo y que las tripulaciones con las continuas aguas ivan enfermando peligrosamente, tomé la buelta de Portovelo en donde fondeamos el 26 á las quatro de la tarde.

Hasta el día quatro de Mayo nos mantubimos anclados en Portobelo reparando algunas cortas averías y proveyéndonos de agua y leña, mientras no se mejoraba el tiempo. que siguió con la misma inconstancia hasta este día, el que amaneció despejado y con apariencia de Briza; y sin embargo de estar el viento bastante flojo por el N., los vivos deseos de desempeñar mi comisión, que siempre me acompañaron, me esforzaron á dar la vela esperanzado en el buen semblante del día y lo efectué con ayuda de remolque, haviendo hecho señal al Bergantín para este efecto.

A las tres de la tarde conseguí estar fuera de puntas y refrescó el viento por el N. N. E., siguiendo las embarcaciones con proa del O. y O. N. O. hasta el día siete que saltando el viento al N. O. procuré atracar la costa por conciderarme sobre las Bocas del Toro.

El día 8 reconocí Punta Valiente, la que marqué á el S. E. de la aguja á distancia seis leguas, pero se llamó el viento al terral y hasta el día II estuve boltegeando sobre la Ysla de San Carlos y Cayos Franceses á fin de ganar la boca de enmedio, mas las aguas ivan con tan increíble rapidez para fuera, haciendo á corta distancia de la costa ángulo de reflección para el E. S. E. que tube creído perder quanto havía adelantado, y sin duda se verificara á no sacarme de este cuidado el día II vn vientecito galeno del N. con el que pude abocar la canal de Góngora y coger el fondeadero de San Carlos, lo que á mi imitación efectuó el Bergantín.

Vencida la maior dificultad pasamos la noche sin novedad, preparados para defendernos de qualquier insulto, y al amanecer del 12 mandé armar las Lanchas y salimos á reconocer la Ysla del Carenero, en la que no hallamos más novedad que haver visto que en la punta de la aguada frescas pisadas de Indios, y al bolvernos para abordo reparamos que en el frontero del O. de la Ysla Abances se divisaban dos Bugíos: pasamos á reconocerlos y no encontramos persona alguna, pero sí evidentes señales de haverla havido poco tiempo había, pues hallamos en una de las chozas vn frasco vacío, vna piedra de moler maíz, vn barril con vn poco de alquitrán, vn pedazo de calabrote, vna poca leña cortada de fresco y vna tabla de media vara en cuadro, colgada, en la que estaban escritos con piedra blanca tres renglones en Idioma Inglés, pero tan mal formadas las letras que ninguno de los que íbamos ha podido interpretar su traducción, y á la espalda pusimos en castellano el siguiente aviso:

«En el nombre de nuestro Monarca Carlos 3.o (que Dios guarde) Se hace saber á toda clase de Indios la buena Armonía que deseamos establecer con ellos. Para cuio fin se desea comparezcan en los Buques de Guerra que se hallan en este Puerto, en lo que experimentarán el más dulce trato y obsequio que sea dable; Yntimando al mismo tiempo á los vasallos del Rey de la Gran Bretaña la separación de estas costas, pues en el caso de que sean avistados por nosotros será forzoso llevarlos á disposición del Exmo. Sor. Virrey de Santa Fee, cuia capitulación está Publicada por parte de Su Soverano y tuvo fin en 19 de Marzo

de 1787. A Bordo de la Valandra de S. M. El Santiago, al ancla en la Bahía de Bocas del Toro, á 12 de Mayo de 1787. Fabián Abances».

El día 13 dí disposición de que repartiéndonos en las Lanchas saliese por vn lado el Piloto Práctico d." Josef Antonio Morante, y Yo y Páterson por otro, á reconocer las diferentes Yslas y parages de esta Bahía para formar con el posible escrúpulo Plano de toda ella; y á las quatro de la tarde bolvió Morante con cinco Yngleses apresados, diciendo que al ilegar con la Lancha haciendo sus marcaciones á los Cayos Tortugueros avistó una Goleta chica que estaba preparada á dar cebo, y que así que fueron por la tripulación de ella, que se componía de siete hombres, se embarcaron todos en vna canoa, desamparando la Goleta y poniéndose en fuga; pero siguiéndolos á boga tirada con la Lancha los alcanzaron y prendieron, y que buelto á la Goleta la había dexado custodiada con la tropa que llevaba la lancha al marido del Theniente de La Princesa d. Mathias Campán, y dos Yngleses á su dotación, después de haver recogido las armas y municiones que tenían en un Bugio imediato á donde estava la Goleta.

Hize varias preguntas á uno de los cinco Yngleses, que dixo ser Capitán de la Goleta, sin averiguar más de que el fin de su venida á Bocas del Toro havía sido el interés de la Pesca de tortuga, y que tenían vna porción de ellas acorraladas entre la Ysla de Arguedas y la Costa.

Di orden á Morante para que bolviese imediatamente en la lancha, dexando los cinco Yngleses á mi Bordo y llevando vn carpintero y calafate para que con la maior brevedad la reparacen del modo pocible y la condugessen á este Puerto, recogiendo todos los vtensilios que tubiesse en tierra.

El día 14 continué el reconocimiento de las Yslas y sus canales, relevando sus principales puntas y valiéndome para la determinación de las distancias de las Bazes que á pesar de muchos inconvenientes me parecieron más apropósitos por no permitir lo inculto del terreno vsar de las que previenen las reglas mathemáticas, para poder con exactitud desempeñar vna comisión de esta naturaleza.

A las 6 de la tarde llegó d." Josef Morante con la Goleta llamada Narisi y todos sus vtensilios, los que mandé

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