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siendo así que las dos primeras que componían setenta cabezas se hallaban en Matina con anticipación al arribo de las Tropas, y lo propio acaeció con porción de Vizcocho, Carne salada, municiones, herramientas y peltrechos de que no hace mención la junta. Por lo que respecta á las armas, no es de cargo del Gobernador la conservación de ellas cuando el que manda un destacamento debe acudir incesantemente á su reparo, sin tolerar la desidia del Soldado en un punto tan esencial. El Almacén de mi cargo se abrió y en él se escogieron por D. Tomás Corral y demás oficiales, del número de doscientas, de las mejores, y precaviendo yo su calidad y delicadeza mandé al Capitán Vicente Chavarría, facultativo en este Arte, que con tres oficiales siguiese el destacamento con fragua, herramientas, barretas de fierro para tornillos y otras pequeñas piezas y cuanto es necesario para mantenerlos en estado de Servicio. Las enfermedades de los Soldados son consecuentes á la elección que hizo de éstos D." Tomás Corral, sin que mi advertencia bastase á persuadirlo que no llevase hombres Visoños á un parage cuyo clima es tan nocibo á los que no se han connaturalizado en él. Suena en la Junta este inconveniente, pero no se habla de haber informado al Gobernador de él, quien precabido mandó que los diez y ocho hombres que se emplearon en conducir el Ganado Vacuno quedasen para reemplazo de los enfermos y otras faltas, y después remitió doce escogidos para el propio fin, de modo que se verificase en todo tiempo para el completo de los doscientos que pidió.

La destreza y ánimo del Soldado que también se bulnera en la Junta, nace regularmente de la actividad é instrucción de el que manda y con más razón en estas gentes que no han visto funciones semejantes; y no obstante me atrevo á asegurar no es como se pinta la inutilidad de no saber disparar, como se supone, y acreditaré llegado el caso. La presunción de que el enemigo sorprenda á Matina no es negada cuando lo ha executado en el Castillo de San Juan y el de Omoa, y pudieran decir los Vocales que por sólo presunción han abandonado el Fuerte que construyeron en la boca del Río de Matina y todo el Valle de quien depende la subsistencia de esta República, con el fruto de su producción como Moneda corriente para el

Comercio Racional y permuta entre su vecindario. Lo cierto es, M. I. S., que no se encuentra exemplar como el acaecido: el que propuso sorprender y abatir al enemigo, no sólo no lo ha conseguido sino que á su propia casa, con auxilios suficientes, lo ha abandonado, retirándose vergonzosamente.

Las tres Copias cartas que igualmente acompaño á V. S. M. I., escritas á D." Tomás Corral, á D." Josef Cleto Chavarría y D." Juan Fran.co de Bonilla, enterarán á V. S. M. Y. de mis providencias dadas en el asunto de que tratan, esperando que V. S. M. I. sea muy servido prevenirme lo que debo executar, manteniéndome en el interin á la defensiva, por no poder hacer otra cosa, en el supuesto de haberme desapropiado de todo lo mejor que tenía para favorecer la empresa de D." Tomás Corral, conceptuándolo todo como perdido.

Han llegado á ésta ocho Indios que apresó Don Tomás Corral, criados de las mulatas del Tortuguero, y espero en el día á éstas, sus criadas y otros individuos suyos que igualmente arrestó, siendo en todos quince; pero no habiéndolo executado con Tomás, principal de estas familias, me temo consecuencias fatales por la percepción y créditos en que corre entre los Yngleses y Moscos dicho Tomás, y que agraviado de la sorpresa que se ha hecho con sus propias familias conspire é influya á la venganza.

Mis advertencias sobre este asunto á Corral son muy distintas á su proceder: le mandé conservase buena armonía con estas gentes ínterin nos aprovechávamos de sus avisos, y que siempre nos quedaba tiempo para desapropiarlos si conviniese, según ofrezca la suerte; pero todo se ha hecho al contrario y en el día no sólo carecemos de noticias positivas del estado y fuerzas del enemigo, sino que el Valle de Matina se verá sorprendido con frecuencia por los enemigos en despique de la acción poco reflexionada.

Yo quedo impaciente con semejantes acaecimientos y pronto á salir al encuentro á los enemigos si intentasen invadir esta Provincia, en la que se ha introducido un terror tan grande que me temo no encontrar quien me siga.

Puntualizaré á V. S. M. I. cuanto ocurra para su gobierno, de quien espero que hecho cargo de mis justas razones determinará lo que fuere de su superior agrado.

Carta de D. Tomás López del Corral al presidente de Guatemala D. Matías de Gálvez.-Año de 1780 (1)

Muy Ilustre Señor=Señor=Estando en la Costa escribí á V. S. I. participándole me hallaba en la Costa caminando al Tortuguero. Y habiendo hecho el viaje en once días logré cojer cuatro Yngleses, cuatro Negros esclavos y un Mosquito, los que apresé en el río de Yndios de los Arramas, en donde estaban pescando como de Centinelas de los Yngleses; y las familias que allí había se las han llevado para la boca del Río de San Juan.

El Mulato Thomás del Tortuguero y los que allí habitan se han ido á la boca de dicho Río á vivir con los Yngleses, por lo que, no habiendo logrado cogerlos, arrasé y asolé todo cuanto allí había.

El día veinte y seis de Mayo despaché un prisionero que como de espía había venido á la vigía de Matina, remitido por los de la Costa del Tortuguero é Yngleses, el cual recibió el Señor Gobernador, y al cabo de días de haberse paseado en la Ciudad lo deja venir para que se introduzca otra vez en su tierra y que solicite el que la amistad prosiga con los de la Costa, como antes estaba y se verifica por la adjunta esquela que me remite el Theniente de este Valle, la que le incluyo á V. S. I.; y conociendo el que éste había de hacer alguna traición no quise dejarlo seguir el viage sino asegurarlo en la Costa y traerlo, como lo traigo, amarrado para volverlo á entregar á dicho Señor Gobernador.

Con la Gente que llegué he llegado hasta en donde en el término de dos días se puede ir á la boca del río de San Juan, y he regresádome sin pérdida de un hombre y mañana salgo con la tropa que hay á entregarla en Bonilla al Señor Theniente Coronel Don Juan Bovadilla y yo seguir para Cartago como V. S. I. me dice.

(1) Archivo General de Indias.- Estante 100, cajón 4, legajo 8.

El Señor Gobernador determina avasallarme en el todo, como se verifica por las dos adjuntas que á V. S. M. I. le incluyo, sin las demás que quedan en mi poder, por lo que conociendo el que se me desea atropellar por este Caba. llero suplico á V. S. M. I. le mande el que conmigo no tenga que intervenir en nada y que las cuentas que debo dar se me reciban por otro que V. S. I. mande me las tome, y no sea dicho Señor Gobernador, por que lo que desea es arruinarme en un todo.

Estos cuatro prisioneros que he cojido me han hecho saber cómo el General Ynglés que se halla en el Castillo de San Juan está determinado pasar á Granada personalmente, dejando la poca gente que consigo lleve en un Hato, y él solo ir á hablar con V. S. M. I. á solicitar se le entregue el dinero que haiga en las Cajas Reales de Granada, y que se acabará todo entregando otra vez el Castillo.

Ocho Armas de fuego logré coger de éstos que he apresado, las que entregaré de cuenta de S. M.

Este correo lo despacho pagado de mi bolsa sólo al fin de participarle á V. S. M. Ilustre todo lo que le tengo dicho y para que me conceda lo que le suplico y le corte el jiro que contra mí lleva este Caballero Gobernador; y espero el que V. S. Muy Ilustre lo determinará en breve para libertarme de una tropelía. Nuestro Señor guarde la menesterosa vida de V. S. I. felices años como he menester. Matina y Julio seis de mil setecientos ochenta. Beso las manos de V. S. Muy Ilustre su más rendido súbdito Thomás Corral Muy Ilustre Señor Presidente Don Matías de Gálvez.

Información hecha con motivo de una expedición

proyectada contra los ingleses situados en la boca y el castillo del Río de San Juan de Nicaragua.— Año de 1780 (1).

Señor Gobernador Don Juan Fern.2 de Bobadilla=Muy Señor mío: Con fecha veinte y dos del pasado me escribe el M. I. S. Presidente de este Reino y me dice noticie á V. S. del estado del enemigo inglés que se halla en la boca del río de San Juan y las proporciones que se presenten para cortarlos y que V. S. disponga lo que le parezca, pues lo deja al arbitrio de V. S.; y á ello hago presente á V. S. que habiendo salido á la costa con la gente que llevé, encontré en la boca del río de la Reventazón cinco prisioneros de ingleses y éstos me han hecho presente que en la boca del río de San Juan se están muriendo muchos enemigos, pues hay peste entre ellos, y el día que menos mueren son siete y los demás muy malos de los pies por estar comiéndoseles, y con mucha necesidad, de manera que están á media ración, y lo mismo se hallan en el Castillo; que en un paraje que se nombra la Vigía con mucha facilidad se cogerán á todos cuantos suban y bajen al Castillo, impidiéndoles la entrada en dicho paraje de los víveres y gente que puedan ir al castillo, cuya entrada á la dicha Vigía es fácil por el río Colorado, sin ser vistos de los ingleses que se hallan en la boca del río de San Juan ni los del Castillo, como también se acortará mucho camino yendo por el río de la Reventazón abajo, sin ser preciso entrar á Matina, con lo que se puede lograr no se enferme mucho la gente que fuere, y menos costo y camino para conducir los víveres, por la Reventazón, embarcados. También los prisioneros aseguran que los enemigos andan sumamente descuidados, de manera que cuando van y vienen

(1) Archivos Nacionales de Costa Rica.-Sección Histórica.

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