del Rey Católico dado en 1488 concediendo al colegio de médicos de Zaragoza la facultad de hacer disecciones en cadáveres humanos, añade estas palabras: Podemos asegurar que desde este tiempo datan los estudios anatómicos en España. Con mas razon podremos nosotros retroceder un siglo para buscar su origen á vista de este documento tan importante como curioso.

A principios del siglo XV turnaba el rectorado de la Universidad entre Catalanes y Aragoneses pero reclamando los Valencianos se les admitió à la alternativa. En 1427 fué el primer Rector de este Reino un caballero principal llamado Nicolas Monsoriu, segun Escolano (1). El segundo debió ser Pedro de Soler, Bachiller en decretos, pues en 25 de abril de 1451 concedió igual grado á Ramon Rosell, natural de Bellpug en el obispado de Vich, y estudiante de cánones, apadrinado por Antonio de Torres, doctor en derecho de la Universidad. El documento es curioso, y por eso tiene cabida

en nuestro apéndice número LXXVII.

La extraordinaria concurrencia de estudiantes á la Universidad dió origen á muchos desórdenes, que el Síndico se vió precisado á poner en conoci miento del Rey. Si entraba la justicia en la posada de algun estudiante ó en el distrito de la Universidad, apelaban á las armas para arrojarla de allí. De ellas echaban mano tambien en sus frecuentes desavenencias: y cuando el consejo, vicario, paheres y oficiales del Rey no acudian con prontitud, se seguian heridas, y asesinatos y escándalos gravísimos. De poco tiempo antes se habia introducido el abuso, aun entre los mismos bachilleres, de llevar trages cortos y poco decorosos, de suerte que no parecian clé rigos, ni aun estudiantes, sed natatores seu potius lenones. Bas Ceres habia que poco contentos con esto salian de noche disfrazados y con máscaras, faciendo vulgariter bramas, y tingiendo la voz hacian y causaban muchas injurias á las personas de ambos sexos sin respelar á ninguna. De aquí se habian seguido muertes y heridas; y no pocas veces disfrazándose

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de este modo los malhechores causaban desgracias que no podian evitarse, pues el vicario y el consejo no se atrevian á descubrirlos por miedo de que fuesen estudiantes. Sentimos no poder publicar este documento, pues solo tenemos á la vista el extracto que dejó á su muerte el maestro Canal, sin decir de dónde le sacó, ni aun el año en que se dió, sino únicamente que pertenecia al siglo XV. No sabemos tampoco qué providencias se tomaron para remediar estos desórdenes, ni si produjeron la visita que se encomendó al Obispo Don García Aznar de Añon, de que no te nemos mas noticia. Solo dire mos que en esta época, segun resulta de un bando sobre los privilegios de los estudiantes, se comprendia su territorio dentro de los limites siguientes: «de la porta dels Boters tro á la >>porta de Sent Gili, segons que >>clou lo mur de la ciutat: é de »la torre de Besora per les parets >>dels Preycadors á quall tro á la >>dita porta de Sent Gili: é de la >>dita porta dels Boters tro ó la »plaça maior de la Cadena del >>romeu, é dallen á en sus, ό »per la carrera que va à Sent »Andreu: et pel carrer d'Odena,

»tro al mur veyll de pedra de ios »>lo palau del Bisbe carrera dre-` >>ta: é daltra tro á la dita torre »de Besora, axi com se te lo mur >>de pedra; ab tot ço que es dins enclos.»

Creciendo la benevolencia de la Universidad al convento de Santo Domingo, tiró á la postre la barra de los favores, segun la expresion del maestro Diago (1). Lo dice en vista de un instrumento que copia, dado en 10 de abril de 1504, siendo Rector por la nacion de los Catalanes el doctor en leyes Miguel Juan Pastor. A peticion del Prior y frailes Predicadores, les hacen participantes de cualesquier privilegios é inmunidades concedidas a la Universidad, ya por los Sumos Pontifices y ya por los Reves. Les conceden que puedan entrar libremente en las escuelas de ella, v leer en su convento artes, filosofia y teología, oyendo y cursando dentro de él en los mismos términos que tenian obligacion de hacerlo en la Universidad. Pero los frailes presentados, licenciados ó maestros debian comunicar cualesquier ejercicios de lecciones ó repeticiones que.

(1) Lib. 2. cap. 41.

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los que Hevasen armas, con otros pormenores muy curiosos. Diez años despues pidieron al Rey las Cortes de Monzon la ereccion del Maestrescuela y aumento de cátedras, pensio nándose para ello las mitras de Tarragona, Zaragoza, Valencia y otras. El año 1600 hizo el Rey Don Felipe III una reforma por cédula dada en Valladolid á súplica del Maestrescuela, el doctor Matias Ferrer, que pidió hubiese cárcel para los estudiantes que de ocho cátedras de cánones y leyes que habia; se suprimiesen dos, siendo de propiedad las de prima: y que fuese igual para todos el tiempo necesario para recibir el gragra do de bachiller, durando el curso para estos hasta Resurreccion y para los demas hasta San Bernabé. De las visitas del Obispo de Urgel Don Pablo Duran y del de Lérida Don Fray Miguel de Escartin, no pode mos decir nada, ni de otra cosa posterior relativa á esta Universidad, sino que el Rey Don Felipe V la puso fin extinguién dola con todas las demas de Cataluña en 17 de agosto de

1717 y trasladándola à Cervera. Arruinado el edificio al cabo de siglo y medio, ó poco menos que cesó su objeto, solo queda la memoria de que estuvo situado à la falda del castillo por la parte de poniente, en el sitio conocido todavia con el nombre de Esplanada de los estudiantes. No es su renta escesiva, ni magnifico su edificio, decia Ortiz de Valdés en tiempo de Don Felipe IV, pero es escelente Universidad. En efecto dió hijos que se distinguieron por su talento y su saber, y si conviene con las demas de España en haber dado Prelados á muy ilustres Iglesias, tal vez será la única de la nacion que ha visto á un alumno de sus escuelas sentado en la Silla de San Pedro, y es de las pocas que los tiene hoy dia ocupando para siempre otra silla mas envidiable en la bienaventuranza. Atestigua aquello el célebre Alfonso de Borja, que hecho Papa se llamó Calixto III, y esto los dos ilustres. Santos Vicente Ferrer y José Calasanz, como queda dicho en sus artículos respectivos.