Cartas al rey acerca de la isla de Cuba

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Librerías de Abraido, y La Cruz verde, 1871 - 237 páginas
 

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Página 128 - El Rey nuestro señor don Fernando VII, y en su real nombre la Junta suprema central gubernativa del Reino, considerando que los vastos y preciosos dominios que España posee en las Indias no son propiamente colonias o factorías como las de otras naciones, sino una parte esencial e integrante de la monarquía española...
Página 118 - ... en Cuba, donde no hay otra alternativa que la vida o la muerte, nunca debe intentarse una revolución, sino cuando su triunfo sea tan cierto, como una demostración matemática. En nuestras actuales circunstancias, la revolución política va necesariamente acompañada de la revolución social; y la revolución social es la ruina completa de la raza cubana.
Página 146 - Las Cortes Constituyentes reformarán el sistema actual de gobierno de las provincias de Ultramar, cuando hayan tomado asiento los Diputados de Cuba o Puerto-Rico, para hacer extensivos a las mismas, con las modificaciones que se creyeren necesarias, los derechos consignados en la Constitución.
Página 119 - Cuba, seríales también muy agradable y honroso el defender sus intereses, desde el asiento que ocuparan como miembros de la legislatura colonial que en Cuba se debe establecer; se extirparán muchos abusos; al odio y otras pasiones sucederán el afecto y los sentimientos generosos y estrechándose los vínculos que hoy están tan relajados Cuba se irá labrando un dichoso porvenir. Tales son algunas de las grandes ventajas, que se conseguirían, nosotros reclamando y el gobierno metropolitano concediendo.
Página 235 - Como esta guerra se dirige en su primer y principal fin a destruir en Venezuela la raza maldita de los españoles europeos, en que van inclusos los isleños, quedan por consiguiente excluidos de ser admitidos en la expedición, por patriotas y buenos que parezcan, puesto que no debe quedar ni uno solo vivo.
Página 218 - Castelar, ha dejado correr de su pluma estas palabras: ^«Renegáis, americanos, de esta nación generosa que tantos timbres tiene en su historia, tantas prendas en su carácter, tantos fulgores en su civilización. Renegáis de este país, el único que supo leer en la frente de Colón el enigma de vuestra existencia. Renegáis de este país que ha fundado vuestros puertos, que ha erigido vuestros templos, que os ha dado su sangre, que ha difundido su alma en vuestra alma, que os ha enseñado a...
Página 119 - ... nuestra nacionalidad; los peninsulares domiciliados e identificados con Cuba en vez de oponerse, como se opondrían hoy, a la anexión oa la independencia prestarán su apoyo a las reformas pacíficamente proyectadas, pues conociendo que ya son necesarias para la existencia de Cuba, seríales también muy agradable y honroso el defender sus intereses, desde el asiento que ocuparan como miembros de la legislatura colonial que en Cuba se debe establecer; se extirparán muchos abusos; al odio y...
Página 218 - ... país, el único que supo leer en la frente de Colón el enigma de vuestra existencia. Renegáis de este país que ha fundado vuestros puertos, que ha erigido vuestros templos, que os ha dado su sangre, que ha difundido su alma en vuestra alma, que os ha enseñado a hablar la más hermosa, la más sonora de las lenguas, y que por civilizar al Nuevo Mundo se desangró, se enflaqueció como Roma para civilizar el Antiguo.
Página 139 - Cuba a la triste condición de colonia española, sus diputados se consolarán con el testimonio de su recto proceder, y con el recuerdo indeleble de haber defendido los derechos de su patria.
Página 118 - ... necesidad hay de acudir a las armas para obtener lo que se puede alcanzar con sólo la fuerza de la opinión, respetuosa y enérgicamente manifestada? Tomando el camino seguro que nos indica la prudencia y nuestra propia conservación, evitaremos trastornos y guerras civiles; mantendremos y fortificaremos de día en día nuestra nacionalidad...

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