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jeneral del canton del Ñuble, con la division que debia quedar en observacion de Chillan, y que debia componerse de los Voluntarios e Infantes de la Patria, de la compañía voluntarios de Talca y de los rejimientos de Linares, Parral, San Carlos y Quirihue, que debia reunir al efecto. Se le previno que en ningun evento debia comprometer una accion, y que en caso de ser atacado se replegase sobre Talca, donde mandaba el coronel don Juan de Dios Vial, a quien con la misma fecha se le prevenia tambien estuviese pronto para auxiliarle, y si las circunstancias fuesen , apuradas continuasen retirándose hacia la capital, pues el ejército yendria inmediatamente en su socorro.

Las guerrillas del capitan don Joaquin Prieto y del teniente Molina, que tenian la fuerza de cien hombres, pasaron el rio con el fin de hacer un reconocimiento sobre Chillan, llamar la atencion del enemigo y ocultar nuestros movimientos. Estas atrevidas partidas se acercaron tanto a aquel punto, que salieron 400 hombres bien montados en su persecucion. Ellas se retiraron en el mejor órden, y aunque nos tomaron dos prisioneros, ellos hicieron su escape en la misma noche, trayendo la noticia de la grave enfermedad que aquejaba al jeneral Pareja.

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El coronel don Bernardo O'Higgins fué destinado con 30 fusileros y varios oficiales a someter la frontera y reunir su rejimiento de la Laja.-El de igual clase don Fernando Vega marchó a Cauquenes y don Francisco Barrios a Quirihue con igual objeto.

El dia 20 pasó la vanguardia el rio Itata, y allí se le reunieron varios patriotas que andaban escondidos por los montes. Las noticias que ellos comunicaron,

impelieron al comandaute jeneral don Luis Carrera para intimar a Concepcion que se rindiese, enviando de parlamentario al ciudadano don Juan Estevan Manzano. El jeneral en jefe despachó tambien al capitan don Diego Benavente a Chillan. insinuándole a Pareja por última vez la necesidad de rendirse, pues, Concepcion iba a ser ocupada; que de este modo no debia Lener esperanza de recibir auxilios de Lima, miéntras que nosotros los esperábamos por momentos de la capital; y que así no le quedaba mas recurso que acojerse a la jenerosidad americana. Benavente fue recibido a una legua de Chillan por una partida, y vendados los ojos le condujeron por entre mil rodeos y centinelas, que se multiplicaban para dar la idea de un campo estenso y de fuerzas numerosas. Sanchez le recibió en medio de todos los oficiales, y contestó que participaria estas ocurrencias al jeneral, y él resolvería lo que creyese conveniente, despachándole sin mas contestacion.-Era el caso que Pareja se hallaba actualmente agonizando.

El capitan Prieto con 60 húsares de la Gran Guardia, se adelantó a la Florida para reunir aquel rejimiento y preparar cuarteles y víveres.-Manzano volvió con favorable contestacion, pues Concepcion prometia someterse; y el coronel don Antonio Mendiburu avanzó con cien hombres a tomar posesión de la ciudad. El centro pasó tambien el Itata y se situó en la hacienda de la señora Mardones.

CAPITULO IV.

El jeneral Carrera ocupa a Concepcion y toma a Talcahuano, con varios buques surtos en la bahía.-Se apresa la fragata Tómas que conducia auxilio de Lima-Las plazas fronterizas y pueblos interiores se someten al Gobierno pátrio-Se organiza una fuerte division, se hacen marchar dos cañones de a 24 y las tropas sobre el Itata-El Jeneral en jefe pasa a Talca a mover una division-La del coronel Cruz cac prisionera.

Si las autoridades civiles de la ciudad de Concepcion habian prometido someterse a nuestro ejército, las militares estaban mui distante de hacerlo, sin probar ántes el éxito de las armas, o sin procurarse los medios de escape. Mas la primera noticia que recibieron de las fuerzas con que avanzaba el coronel Mendiburu, les causó tanto terror, que sin esperar su aproximacion, emprendieron su retirada a Talcahuano, dejando los almacenes de guerra intactos y cuatro piezas de artillería volante. Desvanecido este primer pavor, volvieron sobre la plaza de la ciudad con el objeto de retirarlas, mas los soldados que solo divisaban un prospecto de fuga, cuidaron poco del armamento y dedicaron el corto tiempo que se les presentaba a saquear las casas de los vecinos patriotas.

A las 12 del dia 25 de mayo entró el Jeneral en jefe a la ciudad, seguido de una pequeña escolta e inmediatamente despachó al capitan don José María Benavente a Talcahuano para que intimase rendicion al coronel Tejeiro que era el Gobernador. Igualmen

te escribió al obispo Villodres rogándole que volyiese a su silla y a empuñar el cayado que Dios habia puesto en sus manos para apacentar una grei de cristianos, y no de hombres de tal o cual partido político.-Este contestó con hipócrita humildad, pero sin aceptar el llamamiento; y aquel dijo que para rendirse necesitaba tener a la vista la fuerza que lo atacaba. El parlamentario fue tratado mui cariñosamente por el mayor jeneral don Ignacio Justis, que no sé porque razon se hallaba allí asilado, y por el traidor Jimenez Navia, Monreal y otros oficiales; ellos se deshacian en protestas de amistad y sumision, porque veian difícil poder salvarse.

Se publicó en Concepcion un bando llamando a todos los dispersos y a los chilenos que servian en las filas enemigas, y ofreciéndoles indulto y a mas una gratificacion de diez pesos al soldado de infantería y diez i seis al de caballeria que se presentase con su armamento. Surtió tan buen efecto esta medida, que antes de dos dias habiamos aumentado nuestras fuerzas con 200 dispersos, cien pasados de Talcahuano y 500 fusiles.

El 28 el jeneral en jefe acompañado de su amigo el señor Poinsett, y escoltado por la guerrilla del capitan Prieto, practicó un reconocimiento de las posiciones que ocupaba el enemigo, el que presentando algunas fuerzas sobre las alturas, disparó varios tiros con un cañon de a 2. En la noche avanzó toda la division compuesta de 700 infantes, 300 caballos y 4 piezas de artillería. Al amanecer del 29 las guerrillas de Prieto y de don Ramon Freire se aproximaron à la línea enemiga, al mismo tiempo que se le in

timaba de nuevo. Contestó pidiendo cuatro horas de plazo para celebrar junta de guerra. Conociendo que el fin principal era apresurar su escape, se mandó cargar a las espresadas guerrillas, y a 200 infantes a las órdenes del teniente coronel Muñoz Bezanilla, con 2 cañones dirijidos por el capitan Gamero y el alferez don Pedro Nolasco Vidal. Mui luego obligaron a retirarse a 150 hombres que ocupaban las alturas de la izquierda, y las de la derecha fueron tambien ocupadas por el resto de nuestra infantería y un cañon mandado por el capitan don Juan Morla. La caballería formaba nuestra reserva. El enemigo se retiraba hácia el pueblo, manteniendo siempre un fuego activo, aumentado por el de las lanchas cañoneras y botes armados, que desde la bahía enfilaban nuestra línea. Nuestra artillería los respondia con buen suceso: Morla hechó a pique un bote, y Gamero hizo bastante estrago sobre una de las lanchas. Despues de. cuatro horas de accion, se mandó bâjar sobre el pueblo, el que fue tomado mui pronto a pesar de su tenaz resistencia. El capellan don Juan Manuel Benavides con algunos granaderos que quisieron seguirle, avanzó en medio del fuego hácia la bandera, la arrió y despedazó, porque no creia posible sacarla entera Se persiguió al enemigo hasta la playa del mar, por donde tenia preparada su retirada, y se sacaron a mu-, chos de la misma agua. Los jefes llegaron a bordo de la fragata Bretaña armada en corso.

En los botes que pudieron haberse a la mano, se embarcaron nuestros bravos y abordaron a las lanchas cañoneras para con ellas atacar a la fragata si no se rendia: mas ella se hizo a la vela, aunque vientos

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