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de mil contrastes en la campaña, fuese tambien el que vengara los respetos de la patria, i sirviese a consolidar el sistema de su prosperidad. Estos son, Sr. Exmo. mis sentimientos, los de la oficialidad i soldados. Todos derramarán la sangre recibida en el precioso Chile, i nos sacrificaremos en el altar de su independencia, ántes que sobrevivir a la desgracia de que sea profanado por los piratas agresores. (*) No olvide V. E. los deseos de que llegue el momento de solemnizar esta oblacion, i cuando hayamos aniquilado los últimos esfuerzos de la tiranía, dejaremos a la posteridad una leccion de patriotismo, a los enemigos un ejemplo que los aterre, i a V. E la gloria de contar con los hijos fieles del valeroso Arauco, que llenaron las obligaciones del soldado, i del ciudadano auxiliando a sus hermanos arjentinos de un modo digno del nombre chileno.

Dios guarde a V. E. muchos años. Santiago 8 de Junio de 1813.-Exmo. Señor.

Andres del Alcazar.

(*) El coronel D. Andres del Alcazar condujo a Buenos Aires el año de 1812 una fuerte division de caballería de línea en auxilio de aquella república. En una nota pasada por el Sr. Alvarez Jont presidente de la Junta Gubernativa de Buenos Aires a este gobierno se leen estas palabras "El bravo coronel Alcazar i su division no han dejado que desear a estos pueblos en materia de moralidad, valor, i disciplina. etc." Alcazar continuó sus servicios en Chile hasta el año de 1821 en que fué hecho prisionero i fusilado bárbaramente por el traidor Benavides en los campos de Tarpellanca mandando una pequeña division que combatió obstinadamente por espacio de 36 horas contra cuatriplicadas fuerzas enemigas. Con él perecieron a cuchillo 42 oficiales chilenos igualmente prisioneros. Seis dias antes de la batalla habia cumplido Alcazar 85 años de edad. Murió de jeneral de brigada, grado que le merecieron sus multiplicados servicios, i un patriotismo entusiasta de que hemos tenido pocos ejemplos en la revolucion.-El Editor.

PROCLAMA DEL JENERAL DEL EJERCITO RESTAURADOR A SUS HERMANOS DE CONCEPCION.

Sábado 19 de Junio.

OLDADOS que jemis bajo las banderas del tirano! El gobierno me encarga que os considere como víctimas de la perfidia de algunos malvados, i yo tengo demasiadas pruebas que me manifiestan la violencia con que cubris sus filas. Los que nacieron en el suelo de Arauco, i descienden de los valientes, que por tres siglos resistieron el poder colosal de los Cárlos i los Felipes: los que desnudos, sin disciplina, sin la ventaja de las armas de fuego han derramado mas sangre de los tiranos europeos que cuanta les costó la conquista desde el Misisipi hasta el Cabo de Hornos, es imposible que cuando se trata de hacerlos esclavos, no ya de un grande imperio, sino de un miserable satélite del virrei de Lima, doblen su victoriosa cerviz a tan despreciable yugo.

¡Araucanos! volved los ojos a vosotros mismos, i a la experiencia de vuestros dias. ¿Cuál es la suerte a que os destina el mandatario del Perú? La España europea necesariamente dejará de existir. El virrei, cuya devoradora ambicion ha agotado todas las fuerzas i recursos de Lima, es imposible que subsistiera sin hacerse esclavo de una potencia extranjera. Ya estais viendo que las lejiones de Buenos Aires penetran por el Desaguadero a protejer la revolucion de Arequipa i el Cuzco, i que exterminadas completamente las tropas de Goyeneche, no se divisa un solo cuerpo que pueda resistir hasta Lima las victoriosas armas de los libertadores de la patria.

Interceptada en Chile la mayor parte de la provision de aquella capital, i apoderados nuestros puertos de los mejores buques de su comercio, la necesidad i el descontento aceleran por momentos la libertad de nuestros hermanos de Lima. ¿I qué seria de vosotros constituidos a los extremos de la tierra, en un pais ultramarino, i sin los únicos recursos de vuestra capital? A tan funestas resultas añadid el desconsuelo mas sensible para una alma jenerosa. Los americanos, aunque derramen por los europeos la última gota de su sangre, jamas serán amados de ellos. Olvidad, si os parece, la ingratitud con que ha pagado el gobierno de Cádiz los copiosos millones que recibio de América en la primer noticia de la irrupcion de España, despojándonos del comercio, de la igualdad de las formas de gobierno que ellos tenian, i de la representacion nacional: pero no olvideis vuestros peligros en este momento. Acordaos que Monteverde en Caracas envenenó a los mismos soldados que se le pasaron i le entregaron aquel estado, porque eran americanos. Acordaos de la costumbre que han observado en Méjico i Quito de diezmar las tropas rendidas i degollar a sus oficiales. Acordaos que en los mismos parlamentos, i con el estandarte de María Santísima en la mano, elevada como garante de la mútua buena fé, han destrozado a boca de cañon a todos los sinceros i relijiosos americanos, que se acercaron a un acto tan sagrado e inviolable por el derecho de las jentes. Acordaos últimamente, que jamas han proclamado una amnistia i perdon jeneral, a que no se haya seguido despues la muerte i las cadenas de infinitos ciudadanos.

Esto es lo que debeis temer de vuestros opresores, al mismo tiempo que la patria coronada de lejiones, a quie

nes inflama el jenio de la libertad, os convida a uniros con ella, i gozar los triunfos que prepara la justicia de su causa. Pero mirad que este es el momento que debeis aprovechar: no permita el Dios de los ejércitos que despues de manchadas las manos con la sangre de vuestros hermanos, os desamparen los tiranos, i os hagan mirar como los monstruos de vuestro suelo.

José Miguel Carrera.

PROCLAMA A LA VALEROSA MARINA DE CHILE.

Sábado 19 de Junio.

DAISANOS I AMIGOS! Cuatro piratas miserables forzados por un viejo aventurero se atreven a insultarnos, i despues de pasar a deguello a los mismos que los recibieron en Talcahuano, penetraron hasta la ciudad de Concepion vendida por la traicion de un infame. El honor de Chile, i la seguridad de sus habitantes se interesan en la ruina de esos salteadores, que sin declaracion de guerra acaban de atropellar todas las reglas de la justicia i honradez, entorpeciendo nuestro comercio, i obligándonos a cerrar nuestros puertos.

Vosotros compatriotas, que sabeis burlaros del mar con denuedo i bizarria, vais a cubriros de gloria salvando al pais, vengando su crédito, i escarmentando el atrevimimiento insolente de los malvados. ¿Qué se diria de la valiente marineria chilena, si mirase con indolencia el ultraje de su tierra, i no corriese a sepultar en el occeano a esos cobardes? Pero hariamos la mayor

ofensa a vuestra animosidad, si os creyésemos indiferentes en un suceso que toca tan de cerca vuestra honra i vuestra conveniencia.

¿Sois bravos, esforzados, i honrados? Pues marchad a mostrar el esfuerzo, la arrogancia i el pundonor: de nada sirven las virtndes, ni realmente las hai, cuando no se manifiestan en llegando la ocasion. ¿Sois laboriosos, i deseais aumentar vuestros intereses i con ellos los de la patria? Pues aprovechad la oportunidad de enriquecer vuestras familias i sacarlas del triste abatimiento. Los despojos del enemigo serán vuestros: el aguarda un grueso auxilio de caudales que ha pedido a Lima para aliviar la escasez en que se halla: mui pronto se presentarán en la mar los buques que conducen este opulento socorro, i otros llenos de cargamentos estimables: las presas serán vuestras i a la gloria de salvadores de Chile añadireis la fortuna de vuestras casas, elevándolas de un golpe al grado de esplendor que las haga participantes de las distinciones que la sociedad dispensa al brillo exterior. El Gobierno por otra parte gratificará vuestro empeño con premios dignos de vuestro mérito.

¡Paisanos! la armada os espera: el reconocimiento de vuestros compatriotas os aclama: vacila el poder indecente de los invasores, i la fama aguarda los triunfos de vuestro valor para llevarlos a las naciones mas remotas i a la posteridad mas dilatada, que bendecirá con ternura a sus libertadores, i a los fuertes brazos de los bravos que supieron vengar EL NOMBRE CHILENO por mar i por tierra. La victoria es segura: volemos a alcanzarla.

Carrera.

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