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Yo me quedé, señor editor, riéndome de la majadería, aunque sufriendo otros mil despropósitos de varios personajes, que componian tan ridícula escena. En otra ocasion se los contaré punto por punto, para que Vd. se ria a carcajadas; que ahora como ya es tarde, i tengo otros negocios que atender, quiero concluir suplicándole por el amor de Dios, que pues Vd. tiene algun influjo en el gobierno, pida que se libre un decreto al cura i subalterno de los Andes para que se custodie la iglesia parroquial con guardias dobles, no sea, que algunos de estos hombres fanáticos vayan a robar los cuerpos de estos mártires, hagan reliquias de sus huesos, i con esta superticion horrenda fiat novissimus error pejor priori.

F. Jd. D. R.

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Jueves 2 de Setiembre.

These are the times that try men's souls,

Paine American crisis n. 2.

L célebre Paine en las visicitudes de la fortuna de

la revolucion de Norte América decia: estos son los tiempos que prueban las almas. En verdad en las revoluciones todo se descubre a nuestra vista, los talentos, las virtudes, la incapacidad, los vicios, los caracteres nobles i sublimes, i los seres pequeños i ridículos que suspiran por la opresion i la infamia de la servidumbre. Estos nacieron para ser esclavos, se juzgan indignos de tener parte en las deliberaciones i negocios públicos, i son el oprobio de la especie humana. Nada falta a la causa que sostenemos para ser ilustre, i para inspirar el

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mas vivo interes a los hombres entendidos i liberales, Peleamos por la libertad, i este bien tan espléndido i divino no puede comprarse a poco precio. Esta causa ha sido siempre la de los grandes hombres, i solo la han emprendido los pueblos esforzados i varoniles. El ánimo extenso i elevado se ocupa en estos árduos momentos de perspectivas mui grandes e interesantes: la patria ceñida de laureles, pisando con desden sus antiguas cadei marchando gloriosa a colocarse entre los poderes del mundo: una serie de prosperidades i mejoras preparadas a mil jeneraciones, que bendicen sus esfuerzos : el esplendor de su nombre llenando la tierra: el agradecimiento de la jeneracion presente a quien la ha libertado de las horribles calamidades que la amenazaban. Estas ideas sublimes han sostenido a nuestros héroes, que en medio del crudo invierno, cuando solo sobreviven el valor i las esperanzas, defendieron la libertad, la vida i el honor del pueblo por una serie de acciones brillantes, recuperaron a Concepcion i Talcahuano, contuvieron los progresos de un enemigo audaz por desesperacion, respetable al principio i activo en medio de su debilidad.

Contemplando ya la revolucion en grande, i todo lo que se ha hecho i dicho en las provincias revolucionadas, comparando los hechos, i las consecuencias, lo que hai que esperar i lo que hai que temer, vemos que han pasado la línea terrible que ya no pueden repasar, o han llegado a un extremo del cual no pueden volver. Aun, prescindiendo del sacrosanto honor de la patria, que se haya tan empeñado, no hai ya en la capital, no hai ya en la extension del estado una familia ilustre que no esté comprometida, no hai persona visible que no se haya comprometido o inmediatamente o por sus relaciones.

La empresa pues debe continuarse, i concluirá felizmente por la oportuna aplicacion de las fuerzas i recursos, por un espíritu de economía, por una prudencia firme, i una resolucion intrépida i vigorosa de parte de la administracion. En vista de todo lo expuesto concluye el editor con las palabras de Paine: "Tal es nuestra situacion, i todos la conocen. Por la perseverancia i fortaleza tenemos el prospecto de un éxito dichoso; por la cobardia la perspectiva de los males mas terribles: la devastacion del pais, la despoblacion de las ciudades, la deshonra en las familias, las habitaciones sin seguridad, una esclavitud sin esperanza, una posteridad infame, la patria cubierta de cadalzos, miseria, desesperacion. ¡Oh! Contemplad esta pintura, i penetraos de ella: si hai alguno tan insensible que no se horrorize, o que no la crea, sufra estos males, i no haya quien lo lamente."

Camilo Henriquez.

REFLEXIONES SOBRE LA LIBERTAD AMERICANA.

Sábado 4 de Setiembre.

De OBLADAS las Américas de hombres libres, es claro que deben ser libres. Dudar de esta verdad fuera, como decia Paine, una especie de ateismo contra la naturaleza. Del que lo negase se diria: el bárbaro dijo en su corazon estúpido, o corrompido, no hai libertad para el jénero humano. Es pues ya tiempo, no de consumirlo en probar cosas demasiado evidentes, sino de considerar

nuestra libertad bajo otros aspectos, i sin que sea el objeto de nuestras reflexiones esta o la otra provincia, sino todo el continente americano.

El interes de la América en ser libre esta claro como sus derechos a la libertad. Ella considerada en grande, habia llegado paso a paso antes de los últimos sucesos a un punto de poblacion i de recursos, cuyo aumento no convenia a la España. Cada una de sus mejoras, cada uno de sus progresos amenazaba la permanencia del sistema colonial. De aquí las órdenes secretas que emanaron de la corte para impedirlas. La metrópoli ha mirado los adelantamientos de América con aquellos ojos malignos con que un tutor avaro veria acercarse a la mayoridad a su pupilo cuya hacienda ha administrado, i con la cual se ha enriquecido. Lo que nos hace conocer cuanto habria florecido la América, si sus recientes poblaciones hubieson formado un estado libre desde el principio, sin que un poder extraño se opusiese a sus aumentos, haciendo sus propias leyes, reglando su comercio, abriendo sus puertos a todo el mundo. Si tan feliz hubiese sido su suerte, ella fuera ahora una de las grandes potencias. Pues lo que entonces no se hizo, es ya tiempo de que se haga. No hai duda, que abandonada a si misma no habria podido resistir el poder de un invasor armado, que intentase subyugarla: los progresos de la infancia son lentos, aunque prometa mucho. Sus riezgos habrian sido mayores, i su esclavitud mas cierta, si cada cuatro pueblos hubiesen dado en el raro pensamiento de erijirse en soberanías i depender de sí solos. Pero si reunidos todos hubiesen formado en ambas Américas dos o mas grandes masas, dos o mas grandes cuerpos políticos, compuestos de cierto número de círculos o estados que formasen por sus re

presentantes o de otro modo un gobierno único i central, seguramente nada habrian envidiado ni al cuerpo jermánico, ni al cuerpo helvético, ni al batavo, ni a la república federal de Estados Unidos. Si aun se hallaban débiles, no les hubiera faltado la proteccion de alguna gran potencia.

Ya se ha dicho, que asi como no conviene a algun hombre pasar toda su vida en perpetuo pupilaje, o en una eterna infancia, asi no conviene a los pueblos depender para siempre de otro. Siempre hai una natural oposicion de interes entre las metrópolis i sus colonias. A éstas solo se les permite lo que puede enriquecer a aquellas. La ilustracion, los buenos libros, el trato con extranjeros, i cuanto puede hacer nacer entre los colonos pensamientos de libertad, es sospechoso i odioso a las metrópolis. Los gobernadores enviados por ellas tienen que ejercer dos funciones ú ocupaciones principales: la una es ser un espía del ministerio, la otra hacer su propia fortuna o enriquecerse. Bajo el primer carácter ellos deben velar sobre los sentimientos i disposiciones del pueblo, i sobre el aumento de las fortunas privadas i ascendiente de las personas visibles; i deben ademas informar 1 dar providencias oportunas para que se suprima i destruya todo cuanto pueda impedir que las riquezas. coloniales vayan íntegras a la metrópoli. De aqui el monopolio de esta: de aqui la oposicion al establecimiento de fábricas i al comercio libre de las colonias. Bajo el otro respecto los pueblos que aun jimen bajo el yugo de los mandatarios antiguos, toleran bastante de su rapacidad i codicia, que aunque públicas i escandalosas, no por eso dejan de quedar impunes. Esta es una verdad que no pueden negar sus mas afectos.

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