Imágenes de páginas
PDF
EPUB

grande entidad. Seamos prudentes, humildes i obedientes a nuestra sábia representacion, porque faltando estos principios, nada podemos adelantar. En el gobierno republicano los pueblos son soberanos, i una vez nombrados los representantes, en ellos reside la soberanía del pueblo les debemos obedecer, ligados estos a la constitucion nacional, teniendo el pueblo derecho de velar sobre su conducta por si faltan a la fé prometida : asi como el cuerpo representante tiene obligacion de averiguar, si el pueblo camina segun la constitucion, i cuidar de que no se desgreñe del camino de la virtud.

La Europa olvidada de todos los principios morales i relijiosos, transformando la especie humana en furias sanguinarias, monstruos sedientos del aurifero metal que la naturaleza fué pródiga a crear en nuestras rejiones, en la derecha la espada i en la siniestra la cruz sujetó numerosas naciones libres a la invariable servidumbre, diciendo que Dios lo mandaba, poniendo al autor de la naturaleza por delante para cubrir sus maldades: amodelando un Dios de piedad, de bondad, de misericordia, padre de los hombres, a un Dios destructor, Dios de su jénio i de sus latrocinios. ¡Ah! Patriotas, que tenesi la dicha de habitar el terreno mas feraz de la América, recobrad vuestros derechos, imitando en la union i en la constancia a vuestros ascendientes araucanos, cuvas cenizas reposan en la urna de la causa sagrada de la libertad. Caminemos al campo de Marte a segar los maitenes del honor, i aunque seamos mártires de la traicion, habremos logrado inmortalizar nuestro nombre en la piramide de la fama, dejando la memoria a la posteridad de que somos hombres libres, i que defendemos la causa mas justa de que nos hizo herederos la naturaleza.

Revive entre nosotros Colocolo, Caupolican, i el inmortal Lautaro, Scipion americano, cuyo patriotismo i valor sirve i servirá para la posteridad de honor, i espanto a los tiranos enemigos de nuestra libertad.

Fuera de nosotros las reliquias del despotismo, que como hombres virtuosos no debemos seguir las sendas de nuestros opresores: Virtus est pretiosa auro. Al oro i la plata producciones de la naturaleza le debemos dar la estimacion como a un mineral vejetante de nuestro suelo; establezcamos todos los ramos interesantes a efecto de aumentar nuestro comercio activo: formemos un establecimiento respetable en las cuatro columnas que son la base de nuestro edificio, a saber, comercio, agricultura, artes i mineralojia, i por este resorte organizaremos nuestra independencia i conseguiremos que todas las naciones de la tierra disfruten de nuestra industria, i envidien nues→ tra felicidad.

El hombre virtuoso no debe poseer en su corazon otras alhajas que la virtud i un odio al vicio; bajo de estos principios, debemos concurrir todos a dar la última mano i perfeccion al grannde edificio de nuestra libertad; pues ya le tenemos echado sus cimientos, i no podemos gozar de nuestra comodidad sin que se acabe de concluir i poner el aderezamiento necesario. Como el ciudadano cuando levanta una casa, en el principio todo es dispendios i trabajos, pero cuando la concluye disfruta de la comodidad de sus afanes, i pasa la vejez en paz, si es virtuoso.

Los grandes vicios, que se desenvuelven en medio de la revolucion de un pueblo, exijen que jamas pueda hablarse de las ventajas consiguientes a su libertad, sin repetir los fundamentos de sólida virtud sobre que esta se apoya.

El recuerdo de ellas debe derramar aquella luz creadora, que disipando los hábitos oscuros de una educacion servil rejenera el espíritu, i le eleva a un grado de aptitud, que en poco tiempo produce los héroes que aterran la tiranía. He aquí el motivo, porque empeñados en el tratado de la influencia que habian de tener la agricultura, mineralojia, artes, i comercio en el sistema político que va a fijar los destinos de Chile, no podíamos omitir la introduccion de los principios liberales, que constituyen el pedestal i la clave que cierra el grande arco que le sostiene.

La escasez de la imprenta, (que antes de empezar la obra no se previó bastantemente) i la anticipacion de un periódico, que debe ser preferido, nos hace parar en el principio de la carrera. Al hombre de bien, al que ama la patria, la filosofia, i la verdad le interesa mui poco que se le conceptúe escaso de caudal para continuar en su obra, i que mirándose como un pretexto esta despedida, quede en cuestion su mérito literario. Nosotros no hemos pretendido acreditar sabiduria, sino una aficion a la felicidad del pais, que nos inpiraba una osadía superior a nuestros conocimientos. Sean ellos los que fueren acerca de las cuatro columnas, en que estriva la riqueza nacional, habremos manifestado el buen deseo que satisfarán mejores plumas, contentándonos con insinuarles la importante consideracion que se merecen estos obje

tos.

La agricultura, ese manantial fecundo de la opulencia, es como el gran lienzo en que se presentan a la vista del lejislador todas las primeras materias a que debe dar su forma la industria laboriosa auxiliada del trabajo. En un estado, cuya tierra es demasiado feraz, los

principales esfuerzos de la lei han de contraerse a las artes i al comercio: porque el hombre naturalmente aborrecedor del trabajo que no se emplea sin comodidad, con facilidad se abandona al ócio, cuando las producciones de su suelo le proporcionan sin mucha aplicacion lo necesario para la vida: pero como en la sociedad no es esto solo lo que debe atenderse, i el fondo público necesita engrosarse con los sobrantes, forzosamente se han de buscar en las aplicaciones industriales del ciudadano. Asi discurria el profundo Rousseau, que no encontraba otra fuente para los tributos indispensables a la seguridad de la nacion, cuyas armas i réjimen administrativo es insostenible, faltando el tesoro que ha de premiar a los empleados. Chile comprende un terreno de bendicion, mas su industra, sus artes, su comercio están en la mayor decadencia. Si estos ramos se fomentaren, la riqueza seria en proporcion a la del terreno, cuyos frutos no nacerian en vano. La localidad le abre por mar i tierra los caminos mas expeditos para la exportacion: pero ellos están sin trillarse, porque se carece de especies exportables, o no hai valor para emprender, cuando con poco trabajo se tiene lo preciso. Contentos con esto, tambien es consiguiente la pobreza del erario público, i del individuo. Si se le recarga de contribuciones, perece, porque no se le toca en el superfluo. De suerte que es inevitable la ruina del uno o del otro.

Las leyes agrarias que economizando extension de los terrenos protejan indirectamente el cultivo de las especies industriales, prestarán a las artes un recurso que llame al estudioso extranjero, lo domicilie, aumente la poblacion, i reglando el buen gusto i el amor a las manufacturas propias, se haga una moda el uso de nuestros

jéneros, se conduzcan a las provincias limítrofes, circule el dinero que deja la abundancia, i no sea necesario fatigarse, ni en el teson a las minas, ni en las leyes sumptuarias que modifiquen el exesivo lujo, que arranca nuestros metales del seno de la patria sin recompensa.

¡Que lisonjero es este plan! ¿I por qué ha de mirarse como una alegre teoría? Los sábios, los calculadores, la sociedad filantrópica deben desenrollarlo por la resolucion práctica de los problemas que él embebe; tales son, entre otros.-1.° Si seria conveniente ceñir los límites de los predios rústicos para hacerlos mas cultivables i fructíferos. 2.° De que modo se conduciria la prudencia económica, para que la distribucion no dañare, antes fuese ventajosa a los antiguos propietarios recibiendo un beneficio de los colonos. 3.o Que especies deberán preferirse en Chile con relacion a las artes, que privilejios empleará útilmente la lei para que el labrador se dedique a esta preferencia. 4.° De que medios se valdrá la constitucion para que el comercio libre no saque el numerario del pais, dañando igualmente sus primeros esfuerzos por la industria interior i exportaciones etc.

i

Lo cierto es que la amabilidad del sistema depende de su beneficencia sensible a la patria que le adopta. En 、vano se inventarán bellos reglamentos, sino se disfruta

del bien. Nuestro deseo por el de todos, es igual al amor de la santa causa de la libertad, a cuya sola sombra podrá ser feliz la América. Dichosos nosotros si conseguimos cerrar los ojos, despues de verla independiente, i prosperando al abrigo de propias i sabias leyes que hagan perpetua e inalterable su felicidad.

Franklin i Ciceron

« AnteriorContinuar »