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diesen elojios con el fin de ser reelecto presidente. Se dice, que aquel buen ciudadano lee con paciencia estos escritos, i se aprovecha de lo bueno que tienen. Ello es, que en Inglaterra i Estados Unidos apenas hai medida saludable adoptada por el gobierno, que no haya sido sujerida por los escritores. Todos saben cuanto se escribió desde 1801 contra el presidente Jefferson. Se dice en uno de aquellos papeles: "Es un deber sagrado, que todo hombre debe a su patria, exponer a sus conciudadanos la conducta de aquellos que presiden a los negocios públicos, i nunca mejor que ahora cuando los amigos del presidente nada perdonan para enzalsarlo, i a quien llaman con énfasis el hombre del pueblo."

Por lo que hace al deseo que se ha manifestado por la cesacion de la prépotencia militar, ese no es mas que reclamar por la libertad civil, siendo máxima inconcusa, que las armas deben estar sujetas al gobierno, i no el gobierno a las armas.

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Estas reclamaciones no han sido intempestivas: los que respiran libertad, deben en todos los momentos clamar i hacer solicitudes por el restablecimiento de la libertad. Se nos habria creido atacados del jeneral letargo, si no hubiésemos presentido el dolor de ver a la dulce. patria pasar a mayor servidumbre, i remacharse sus grillos, despues de tan laudables esfuerzos, sacrificios i pérdidas. Confunde la idea de pelear i comprometerse para ser esclavos.

Triste era la situacion de Norte América el año de 1774, i con todo, el congrero provincial de Nueva York dice al inmortal jeneral Jorje Washington, despues de aprobar su elevacion al jeneralato, asi: "Tenemos la mas plena seguridad, de que luego que se concluya

esta importante contienda, renunciareis el empleo que se os ha confiado, i volvereis a ser nuestro mas digno conciudadano" La grande alma de Washington le responde: "aunque no dejo de ser un ciudadano cuando me encargo, como soldado vuestro, de las fatales pero necesarias operaciones de la guerra, me juntaré con vos en aquel momento dichoso, en que restablecida la libertad americana sobre firmes i sólidas bases, pueda yo volver a mi privada condicion, para vivir en el seno de una patria libre, pacífica, i feliz." Asi hablaba el grande hombre que solo conoció la noble ambicion de conquistar los derechos del jénero humano, i de dejar a su patria en libertad, seguridad i prosperidad. Asi hablaba, i cumplió sus promesas el hombre eminente, que despues de haber arrostrado todos los peligros, i devorado todos los disgustos por lograr sus altos designios, volvió, a su parecer, a la pacífica oscuridad, como si pudiesen permanecer en oscuridad la virtudes heroicas, i un nombre brillante, guardado por el voto público en el templo de la fama.

Tiempo es de que los ánimos se ocupen únicamente del sublime i árduo objeto de la libertad i seguridad pública. En su presencia deben enmudecer los resentimientos i animosidades. Los hombres útiles deben colocarse, sean cuales fueren sus particulares afectos. Sostenemos la causa de la patria, no los intereses de algun partido. Los talentos i la virtud deben buscarse, i ponerse en accion en cualquiera parte donde se encuentren. Una conducta semejante ha salvado en todos tiempos a las repúblicas, las ha dado consistencia, triunfos i gloria. Solo la union, el valor, la honradez, i los talentos pueden salvarnos. Estas cualidades son tan necesarias en

las armas como en las majistraturas. Tenemos enemigos, i la libertad está siempre amenazada. Si observamos la revolucion actual en todos sus puntos, sin exceptuar uno solo, sea en Quito, Caracas etc. veremos que el enemigo se ha presentado siempre con fuerzas débiles, i que éstas han crecido por los defectos interiores, en que han tenido la mayor parte unos majistrados sin resolucion, facciosos, i sin luces. Cuando proclamamos libertad, es necesario hacer gustar a nuestros conciudadanos las dulzuras de la libertad, para que la amen i peleen por ella.

En fin, yo repito las palabras de Lucio Junio Bruto: (*)

'Concluyo observando, que ha llegado el tiempo en que todo hombre virtuoso i bien intencionado debe olvidar las consideraciones privadas i de partido, i formar una union mas grande i mas duradera. Sea que haya estado en oposicion con Jefferson, o que haya aprobado la política contemplativa e infeliz de Adams, o haya admirado las miras justas i brillantes talentos de Hamilton, es ya el caso de que los verdaderos amigos de su patria hagan una causa comun en favor del bien público contra el enemigo de todos."

Camilo Henriquez.

(*) Un escritor de la revolucion de Estados Unidos.-El Editor.

Sábado 30 de Octubre.

LETRILLA.

A gran causa va triunfando
Del despotismo infeliz,

Los tiranos se confunden

En la sanguinaria lid;

I con todo el sarraceno
Persiste en su obstinacion.
¡Raro monstruo! ¡buen primor!

Aunque está inundado el mundo
De primorosos papeles,
La virtud está en menguante,
I la maldad en creciente.
La ambicion i el egoismo
Alzando su odiosa frente,
Anuncian la destruccion.
¡Raro monstruo! ¡buen primor!

Conocer nuestros derechos
Decimos que es necesario,
Pero aunque yo los conozca
Tu no cesas de insultarlos.
¿De que sirven los derechos,
Si aunque sean sacrosantos,
No tienen veneracion?
¡Raro monstruo! ¡buen primor!

No obstante con la constancia

Se vencen los imposibles,
I por la audacia i firmeza

Se hacen los pueblos felices.
Tu de todo te acobardas,
E inspiras consternacion.
¡Raro monstruo! ¡buen primor!

Bien sabes tu que las ciencias
I útiles conocimientos
Logrados en la lectura

Son la salud de los pueblos;
Mas nunca tomas un libro
Ni procuras tu instruccion.
¡Raro monstruo! ¡buen primor!

Vacilará el edificio

Mas hermoso de la tierra,
Si no inspiras entusiasmo,
I haces amar tus ideas.
¿Una verdad tan palpable,
I apoyada en la experiencia,
Aun no te ha hecho impresion?
¡Raro monstruo! ¡buen primor!

(Del mismo.)

Jueves de Noviembre.

os filósofos han notado una influencia recíproca entre los gobiernos i los pueblos. La tiranía no existiera sobre la tierra, si no fuese tolerada; mas se tolera porque hai pueblos indolentes, brutales, i estúpidos. Los pueblos habrian salido de este estado infeliz i degradante, sino hubiesen habido tiranos. Cuando tratamos

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