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ilustrarlos; es porque no se ha fórmado por medio de la instruccion jeneral la opinion pública.

Esta es un agregado de ideas transmitidas i perpetuadas por la educacion i el gobierno, fortificadas por la costumbre. Esta opinion hace a los pueblos libres o esclavos, i forma el carácter nacional. Naciones jenerosas en otro tiempo bajo la idea de la libertad, se hicieron abyectas i despreciables bajo las ideas amigas de la servidumbre. La opinion, cómplice de la tiranía, comunicó a sus almas tímidas la insensibilidad.

Si la opinion pues pudo tornar a los griegos i romanos de libres i valerosos en esclavos infelices, ¿no podrá la verdad obtener que los hombres fatigados de miseria, sean ciudadanos jenerósos, entusiastas de sus atributos sociales? ¿No inflamará alguna vez la imajınacion? Este noble sentimiento despertado en el ánimo de los Bretónes, de los Batavos, de los Bostoneses, les hizo desplegar un gran carácter. Un hombre solo civilizó a la Rusia. La gran revolucion de ideas, i de carácter es obra de una administracion activa, patriótica i magnánima. Esta revolucion es la primera de sus maravillas. Sin ella los mejores intentos son quiméricos. En verdad es mui difícil establecer las mejores leyes sin preparar ántes para ellas el espíritu de los pueblos. Parece que no todos son dignos de ser libres. La sublime idea de la libertad nacional, en cuya presencia han de desvanecerse muchas preocupaciones, muchos intereses momentáneos i mezquinos, no se ha hecho para corazones llenos de los vicios de la servidumbre, ni para espíritus envueitos en preocupaciones tenebrosas. Si supiesen algunos (decia un sábio) a que precio se adquiere i conserva la libertad, i cuanta es la austeridad de sus leyes,

la preferirian al degradante despotismo que no exije el sacrificio de las pasiones.

I es cierto: sobre sacrificios, sobre virtudes, sobre luces ha de elevarse el troféo de la razon i de las leyes. Jamas fué libre un pueblo, que no tuvo a su cabeza hombres magnánimos, ilustrados i virtuosos. Consultad la historia: vereis la libertad i la gloria de las naciones elevarse sobre esfuerzos heroicos, sobre sistemas bien meditados i seguidos. El afecto de los pueblos ha consolidado estos sistemas: su indiferencia los ha destruido sin recurso. El amor de los pueblos es la recompensa de la beneficencia, de la integridad i del zelo patriótico.

Esta recompensa inestimable, unida a una fama inmortal, el aprecio de toda la América, i de todo el mundo, Jas bendiciones de todas las edades, esperan, ilustres ciudadanos, vuestras medidas, providencias i sanciones. Los pueblos de las numerosas provincias de ámbas Américas, los sábios que en ellas florecen, tienen fijos los ojos en el primer congreso nacional, que se ha formado en tan memorables circunstancias.

¡Cuantos elojios brillantes se preparan a vuestra prudencia, integridad i patriotismo!

Pero si se malograsen momentos tan felices, si se desvaneciesen tan dulces esperanzas ¡que oprobio nos cubriera, que cadenas de males se agravaran sobre nosotros!

¡Lejisladores! enterneceos: mirad con compasion la suerte de los pueblos, cuyos destinos estan en vuestras manos. Gustad el placer de hacer dichosos. Inmortalizad vuestro nombre, i el de la patria.

¡I vos Árbitro Soberano de nuestra suerte, padre de los hombres, autor, vengador; i protector de los cuerpos políticos; vos, que habeis señalado a cada una de las

naciones un cierto tiempo de prosperidad i de gloria: vos, cuya impresion augusta, cuya diestra se ve sensible- · mente en los grandes acontecimientos de nuestros dias; vos, por cuyo influjo se han confundido los enemigos de la América, i viven condenados a un silencio amenazador, pero impotente; a una hipocresía rabiosa, pero sin aliento; dad consistencia a nuestros débiles principios. Infundid en nuestros lejisladores vuestro espíritu de prudencia, de esfuerzos i de bondad: sostened, dirijid sus felices disposiciones, para que una constitucion sana, sábia, equitativa i bienhechora, haciendo la dicha de los ciudadanos, sea el fruto de tantos sinsabores, cuidados, angustias i peligros.

Camilo Henriquez.

LA PROCESION DE LOS LESOS,

Sábado 13 de Noviembre,

LETRILLA.

Ar hombres en este mundo,
Que se han hecho mui notables

Por irregulares hechos,

E ideas extravagantes.

Piezas se llaman en Lima,
I en Chile suelen llamarse
Lesos, porque su chaveta
Anda en trabajos. Los tales

Forman una cofradía

De grandísima extension:
I hoi salen en procesion.

Vedlos ya con vela en mano
Mui echados para atras:
Estos son los Padres Maestros
De susodicha hermandad.
Sus abuelos fueron jentes,
I ellos son todo cuanto hai
Con estraña presuncion.
Chitón, que pasa la procesion.

Pancracio de Ronzesvalles
Es aquel mozo galan,
Hombre que nunca ve un libro,
Aunque rabia por mandar.
En todo ha de dar su voto,
Todo lo ha de reformar,

Aunque es hijo del error.
Chitón etc.

Aquel gran varon tan grave
I concentrado en sí mismo,
Es retobado egoista,
Consumado en artificios.
Los sucesos de la patria,
En que peligran sus hijos,
Jamas le hacen impresion.
Chitón etc.

Aquel que ves tan devoto,
I con farisaico ceño,
Tiene tanta caridad

Que quisiera verte muerto.
Odia a los americanos,

Porque es un gran sarraceno,

Digno de la expatriacion.

Chitón etc.

¿Quién es este hombre a caballo

En aptitud de fugar?

Este hombre es un escritor

De nieve i de habilidad.

Es en extremo cobarde,
Aunque bravo para hablar,
I aunque anda con su rejon. (*)

Chitón etc.

Válgame Dios! aqui viene
El Tamborlan de la Persia,
Hombre de bien, aunque tiene
Durísima la cabeza.

Él defiende a todo trance

A los contrarios de América

Con diabólico teson.

Chitón etc.

Confuso va Cucufate,
Ocultando un mamotreto
De ordenanzas, i proclamas,
I quiméricos proyectos.
Quiere componerlo todo,
I todo lo va perdiendo,

I hasta su antigua opinion.
Chitón etc.

(*) El Sr. Irizarri, como veremos mas adelante por su correspondencia.

El Editor.

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