De nubes se cubre el cielo, Sin seso i sin prevision ! Mucho siento ver a Fabio Ir haciendo su papel; Yo no se porque razon. Allí veo a Don Gaiféros, Algunos son sarracenos Eres un sarraćenon. Chitón etc. Nadie de tí se acordaba, Tu has querido hacerte público No eres tu para estas cosas, De mas luz i mas calor. Los sarracenos suspiran Mucho abarcas, poco aprietas, Algunos son sarracenos Por la esperanza remota De algun empleo brillante, Verbigracia, mitra o toga; Mas tú, no sé porque lo eres, Que de zumba i de irrision. ¡Que muchedumbre de jentes Se columbra allá detras! Viene en una anda con ellas La santa Brutalidad. Estas jentes son pacientes, I ejemplar resignacion. Chitón ete. Oh! que tentacion de risa! Con dos laques, i con poncho: Bajo dos montes de nieve, El Entusiasmo en otra anda : Del noble jénio las alas, El difunto vejestorio, (*) El Sr. Irizarri como hemos dicho antes.-El Editor. Que llaman Sistema antiguo, I un Don Poncio con un libro Chitón, que pasa la procesion. (Del mismo.) D PROCLAMA DEL GOBIERNO. Mártes 16 de Noviembre. ROVINCIA DE CONCEPCION: habeis sufrido todos los males consiguientes a una guerra inopinada, i en que el gobierno no pudo preparar todas las providencias que os salvasen de los desórdenes de algunos subalternos que abusando de la confianza de los superiores, tratan de satisfacer su codicia, i demas pasiones criminales. Pero contad con la primera de vuestras satisfacciones, la paternal resolucion con que vuestro gobierno abandonando todos los cuidados del estado, ha volado al teatro de la guerra para oir vuestros clamores, vengaros de los ultrajes padecidos, e indemnizaros en cuanto se halla a sus alcanzes, i a las facultades del erario. Marchad presurosos a consolaros, i exponer vuestros males a unos hombres, que acompañándoos en el dolor de vuestras desgracias, solo aspiran a remediarlas. No olvideis tampoco, que el oríjen de estos males ha provenido de la agresion mas injusta, i del abuso mas escandaloso de la amis tad, la confianza i la inocencia. Preguntadles a esos tiranos, que hoi hipócritamente proclaman la relijion i la humanidad, si acaso hallaron alguna vez que estos divinos principios les dictasen la invasion inopinada de unos pueblos inocentes i relijiosos. Preguntadles cuales son los bienes a que os convidan. Hasta ahora solo visteis un buque cargado de obstinados i despreciables europeos, todos graduados de oficiales, para venir a mandar vuestras tropas sin confiarse ni aun en los partidarios que mantenian en este reino. Hasta ahora solo sabeis que se trataba de formar un numeroso ejército de vuestros hijos para pasarlos a las provincias del Rio de la Plata a pelear con vuestros hermanos a fin de destruirnos mútuamente, i en donde vuestros males no pudiesen ser consolados siquiera con las lágrimas de vuestras madres i esposas. Hasta ahora no os han dicho si os dejarán en el libre comercio que gozabais: en la posesion de ver llamados a los empleos a vuestros hermanos i paisanos: de libertaros de remitir a España cuantos caudales producia vuestro precioso suelo i el sudor de vuestra frente: si podreis trabajar i vender las obras de vuestra agricultura e industria a todos los hombres, o solamente a los comerciantes de Cádiz: si invadidos por algun extranjero tendrán ellos fuerzas, marina i amor para defenderos, lo que jamas hicieron en tres siglos: si ya vuestros sacrificios, i los servicios que les hagais, merecerán que un americano sea apreciado, o siquiera correspondido de los europeos: si componiendo la América la mitad de la tierra, i su poblacion española 17 millones, le han concedido una voz igual para tratar de los beneficios públicos, a la que tiene el pequeño i conquistado rincon de España: si os han dicho quien es este Abascal que pretende el imperio de |