Imágenes de páginas
PDF
EPUB

sion de los lesos: para ello no tienes razon. Siendo tu un caballero, no podias dejar de ir alumbrando en procesion tan solemne; no se debe faltar à la costumbre. Ademas, aunque tu como filósofo haces pòco caso de lo que se debe a tus cargos, honores i empleos, yo no pude negarte lo que te era debido por razon de tus campanillas, esto es, ratione honoris et muneris. Yo no debo quebrantar las reglas jenerales. Fuera de esto, tu nada pierdes de ir en una comitiva tan honrada i tan condecorada. El que esta a las duras, esta a las maduras, i pues sufres las molestias de tus brillantes honores, recibe tambien sus inciensos.

[ocr errors]

Me acusas de plajiario, esto es de ladron. Te aseguro que nada se me dá de eso, porque en el estado actual del mundo no se castiga a los ladrones. Si por ladron me siguiesen causa, ya sabes que las sumarias paran en humo o en ventosidad. Ojalá que fuera ladron, como di→ ces, por que impunemente saldria de trabajos, i sino, traslado a Quevedo

Yo nunca he visto azotar

A quien robó plata o cobre,

Que al que azotan es por pobre

De favor, dinero i trazas;

Que este mundo es juego de bazas,

Que solo el que roba, triunfa i manda. · Es cierto que tales triunfos suelen ser como los de Vasco Figueira; pero vamos adelante.

Me acusas de que mis escritos son confusos. ¿Cómo no he de andar confuso, cuando las cosas del mundo me tienen la cabeza dada al demontre? Ademas, yo sigo la moda, la cual es de que nada se entienda, nada lleve un sistema seguido, i todo vaya sin pies ni cabeza. Si mis

papeles son confusos, medítense, pues tambien está en moda la contemplacion. Si no tiro tajos i reveces, es porque están en moda los cumplimientos i las cortesías, ¡Oh Terraza esta contemplacion i estos cumplementos me reventan. Con todo, si mis escritos son incomprensibles, esto es un robo público, porque mis escritos se venden, i debemos tener presente lo que dijo Lope de Vega de sus comedias:

Pues que las paga el vulgo, es justo

Hablarle en necio, para darle gusto.

De lo principal no me has acusado, Terraza mio, i es de que no salí en la procesion, por estarme tomando mate. No se te ocurrió que yo era papel esencial en aquella funcion por razon de mis campanillas. Voi a satisfacer esta imputacion, que si te se escapó a tí, no se escapará a la posteridad. Para esto debes tener presente muchas cosas. Lo primero, que yo no tengo en público asiento pi lugar señalado, por la justa consideracion de que no me haga jente. Lo segundo, porque yo siempre he huido de que me tengan por caballero, a causa de que mi jénio es mui corto. Lo tercero, porque no tengo carta de ciudadanía, la cual se cree que necesito por motivo de la rebelion de mis paisanos trompetas. (*)

Dirás que debia ir a tu lado en calidad de individuo de cierta compañia o cofradia, a la cual tú tambien perteneces. Pero, ¡oh lejislador mio! acuérdate que aquella cofradia ya murió de chavalongo antes de dar un solo paso en este mundo. Debes tambien acordarte de lo que te he dicho varias veces, a saber, que yo detesto i aborrezco las cofradiasi las juntas de muchos, porque la razon i la experiencia me han enseñado que de ellas no (*) Alude a la insurrección de Valdivia, su patria.-El Editor.

resulta nada de provecho, sino confusion, demoras i disparates, i que en ellas hai que sufrir, no los defectos de uno solo, sino las tonteras, los intereses i las pasiones de muchos. Yo mejor quiero que me aconseje i dirija uno solo, con tal que sea de luces i de buenas intenciones. Si es difícil hallar uno bueno, menos se puede esperar de la reunion de muchos inútiles. Por esta razon ni aun quize ir con la turba detras de la primera anda, sino que me subí al cerro, i desde allí lo estuve observando todo con anteojo de larga vista. El anteojo, Terraza, es un mueble mui útil para ver las funciones sin peligro i sin incomodidad.

Las preguntas que me haces en tu segunda epístola son de solucion demasiado intrincada. Lo único que puedo hacer es darte una respuesta de pie de banco a la primera, proponiéndote otra: ¿por qué lei o justicia los reyes i sus mandatarios jamas guardan los juramentos, capitulaciones i promesas que hacen a los pueblos que de nuevo subyugan, o que les han hecho alguna resistencia reclamando sus eternos i naturales derechos? En la primera revolucion de Quito capitulo la nobleza, i cuando estuvo desarmada se apresaron a los principales despues de la alegria de un sarao, i en seguida se les quitó la vida atrozmente. En Caracas capitularon los patriotas, i luego los ahorcaron en cuatro horcas. La Francia cedió la Luisiana a la España, como quien cede una hacienda llena de ganado; los naturales i habitantes europeos del pais mostraron mui vivo disgusto acerca de separarse del gobierno ilustrado de Francia, i de obedecer sin consuelo al de España, tan desacreditado en todas partes; mas cedieron en fin a la necesidad, i el gobernador español se vengó cruelmente de aquella

resistencia i disgusto de un pueblo desarmado, i a quien se habia prometido toda seguridad: algunos de los mas zelosos del pais perecieron en los patíbulos, otros fueron trasportados a la Habana, i murieron en sus calabozos. Por tanto, Terraza, ten entendido, que el que no tiene hombria de bien para guardar su palabra i promesas, tiene bastante inmoralidad para quebrantar i burlarse de sus juramentos.

La respuesta a la segunda pregunta la hallarás en una obra que ha de publicarse, intitulada: Juicio de residencia de los Monitores: su autor J. A. R.

Pero no sé cuando esta obra verá la luz, porque su autor es individuo de la sociedad de los Modorros, i es constitucion de aquella sociedad que el exámen de toda ella preceda a la publicacion de las obras de sus miembros; i este exámen no tiene cuando hacerse. Basta la falta o ausencia de un miembro para que no se haga nada en las sesiones, i se entorpezca el despacho de los asuntos. A veces se ocupa el tiempo en frioleras i pequeñeces, i se omite lo mas principal. Otras veces todo se vuelve disputas. ¡Lo que es depender de muchos la resolucion de las cosas! Uno solo de los individuos que sea pesado, locuaz, o tonto, basta para que no se haga nada, i para que si algo se hace, no sea bueno, ́ ni a tiempo. Mucho ha perdido dicha sociedad por no resolver con prontitud: ¡ojala se enmiende! que ciertamente entoncés veremos obras grandes, i dignas de la alabanza del universo. El autor de dicha obra lo es tambien de una hermosa comedia, que ha enviado a imprimir a Londres, cuyo título es: Que despierten los Modorros i se verá si son jentes.

Aguarda pues con paciencia la grande obra, buen Ter

raza, que ya no puede tardar, porque de todas partes se reunen socios para el exámen, i socios de alto mérito.

Entre tanto, Dios N. S. te conserve en su santa i digna guarda.--B. T. M.

Cayo Horacio

LOS MODORROS.

LETRILLA.

A modorra es para algunos
Enfermedad habitual:

I no lo digo por mal.

No te admires buen Terraza,
Si hai hombres aguantadores,
Que aunque pujen bajo el yugo,
No se menéan, 'ni corren.
La causa de esta extrañeza
Es que aunque les den azotes,
Siempre dormidos están.
I no lo digo por mal.

Unos les prometen palos,
Otros destierros, i aun horcas;
I si tú crees que murmuran,
No murmuran, sino roncan.
Por eso yo me presumo
Que en proyectos, i en reformas
Soñando suelen andar. olla

« AnteriorContinuar »