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¡Ciudadanos! ¿qué se dirá de nosotros, si a la vista de tantos recursos abrigamos un temor pequeño? Seriamos los hombres mas despreciables. Descansemos en la actividad, talentos, i empeños de nuestros mandatarios. Ellos son los mas comprometidos, se han propuesto morir o vencer; no hai medio. La causa no es de aquellas que permite capitulacion. Doblemos nuestros esfuerzos con la satisfaccion de un resultado feliz i pronto. Santiago i Abril 5 de 1814

Francisco de la Lastra.

OFICIO DEL JENERAL EN JEFE DEL EJERCITO DEL sud.

EXMO. SEÑOR:

Viernes 29 de Abril.

L empleo de Brigadier con que V. E. se ha servido distinguirme, cuyo despacho queda en mi poder, me llena de la mayor gratitud para con el pueblo, por cuya defensa sacrificaré ahora i siempre los últimos momentos de mi vida, debiéndo V. E. estar persuadido, que aun sin esta gracia con que se me ha honrado, siempre trabajaria incesantemente hasta ver libre al estado del peso que le oprime.

Dios guarde a V. E. muchos años. Cuartel de Quechereguas 25 de Abril de 1814.--Exmo. Señor.

Bernardo O'Higgins.

Exmo. Supremo Director del Estado chileno.

¿POR QUE NO HABITA SIEMPRE LA LIBERTAD ENTRE LOS

HOMBRES?

Viernes 10 de Junio.

FÁBULA.

A LIBERTAD, ésta hija de la Opresion, despues de haber dado a luz a sus hermosas hijas la Riqueza, las Artes, las Ciencias, la Navegacion, i muchas otras, parió en fin a una, a quien se llamó Faccion. Ésta al nacer fué desfigurada por la envidiosa Juno, con lo cual contrajo un jenio perverso, i una constitucion enfermiza. Con todo, siendo propio de las madres amar con mas ternura a la hija menor, por fea que sea, la Libertad chocheaba con la Faccion, i jamas permitia que se apartase de su lado. Bien pronto descubrió la Faccion su abominable índole, su audacia i desverguenza, i nadie la pudo aguantar en el cielo. Júpiter le dió fácilmente su pasaporte, i la Libertad, como la amaba tanto, descendió a la tierra con ella i con toda la familia. Donde primero se dejó ver fué en la Grecia, mas por la mala conducta de su hija fué expelida de ciudad en ciudad. De la Grecia pasó a la Italia, i siendo desterrada de allí, se establecio entre los Godos, con los cuales recorrió casi toda la Europa; pero siendo expelida de todas partes, perdió su estimacion, imputándosele los defectos de su hija, lo que llegó a tal extremo, que apenas hallaba en el mundo un asilo.

Preguntará alguno con asombro ¿qué cualidades tan perversas pudo tener esta hija infeliz, que alcanzasen a deslustrar la influencia de tan divina madre, i de su ama

bilísima familia? Sepan pues, que siempre gustó de la sociedad de jentes viles i escandalosas; que solo amaba i se decidia por los que apoyaban sus caprichosas opiniones; que queria que todos siguiesen su dictámen ciegamente, aunque era inconstante; que se ocupaba en sembrar discordias entre amigos i parientes. Si alguno osaba contradecirle, aun en las cosas mas pequeñas, lo insultaba, le daba nombres i apelaciones ignominiosas, i negaba que tuviese honor, talentos, ciencia, providad, i aun sentido comun. Ella era en extremo intrusa; se hallaba en todas las diversiones, tertulias, bailes; frecuentaba los cafees, las bibliotecas, i llenaba todos los lugares de chismes, inquietud i confusion: ella hablaba al oido al abogado en su estudio, al teólogo en la cátedra, i al mercader desde debajo del mostrador. Sobre todo, ella frecuentaba las asambleas públicas, i bajo la forma de una ave inmunda i ominosa tomaba asiento, siempre pronta para poner las palabras en los labios de sus amigos.

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L estado presente de las relaciones exteriores de España, exita a discurrir i exponer algunas conjeturas acerca de sus relaciones interiores. ¿Cuál será en la Península la suerte de la constitucion, i de las nuevas reformas intentadas i emprendidas por las Cortes? No puede descubrirse la bondad, inutilidad, i defectos de una constitucion, hasta que haya pasado un cierto número de

años. El tiempo solo es quien descubre si conviene o repugna a las disposiciones existentes del pueblo, a su jenio, costumbres, hábitos, opiniones i preocupaciones. Los defectos radicados de los pueblos se burlan de las mejores teorías. La mejor política es la que se funda en las circunstancias actualmente existentes, i en las lecciones de la historia. La distancia nos oculta la verdadera situacion de la España en órden al adelantamiento progresivo de la ilustracion i conocimientos desde el principio hasta el periodo actual de la revolucion. Sus papeles públicos nos dan a conocer la existencia de dos partidos, uno de filósofos, otro de teólogos: el uno de liberales, el otro de serviles; el uno de hombres ilustrados, el otro de hombres rancios i trompetas; los primeros respiran libertad, aman las ciencias, los libros, i la gloria de la nacion; los segundos suspiran por la santa Inquisicion, i por el antiguo despotismo. Los primeros quieren reformas, i proclaman la soberania del pueblo, los segundos oyen estas voces como si fuesen sumbidos de balas, o truenos de Jupiter, porque amenazan sus mui caros intereses, ya sea altos asientos en los coros, ya pensiones de las órdenes militares, ya cortesias por respeto de sus títulos, ya lucrosos puestos aceptados con humildad i zelo, ya parches blancos i negros, ya en fin, el formidable cojin verde. ¿Cuál será el paradero de estas cosas? no lo sé de cierto. Yo recelo mucho de la rudeza i majaderia del pueblo, que en todas partes es rudis, indijestaque moles,

i

que si está ajitada por venerables demagogos, cae en un furor mui temible i contajioso, que llaman fanatismo. Pero con todo, se me ha puesto en la cabeza que han de triunfar los liberales. No me faltan razones para pensar asi. Ya vimos sostenerse a las Cortes, deponer a una

Rejencia, expeler i echar por esos mundos a un Nuncio Apostólico, i conjurar la tempestad orijinada por la supresion de la inquisicion, sin que el pueblo dijese chuz, ni muz, Digan lo que quieran, el siglo en que estamos es de luces, i se ven por todas partes los triunfos de la filosofia.

La razon se adelanta aunque su marcha es lenta:

Vence errores extensos, obra de muchos siglos. Siendo el hombre (decia un sabio) un ser racional, no le hagamos la injusticia de creer que la razon i las luces no se hicieron para él: digamos sí, que su razon no está aun desenvuelta. El niño aprende a andar a fuerza de caidas. La edad de la inexperiencia precede necesariamente a la edad de la ciencia i de la madurez. No digamos que el hombre es incorrejible, esto lo desalentaria. Digamos que su propio interes lo ilustrará tarde o temprano: él no ha de ser siempre un niño grande e infeliz: la verdad es demasiado fuerte para trastornar los edificios del error i de la arbitrariedad: su accion es lenta pero segura. Las semillas de la verdad son inmortales, nada puede destruirlas: ni los exfuerzos de la tirania, ni los sofismas de la impostura la sofocarán jamas. En el siglo anterior se exparcieron muchas verdades; ellas fueron oidas con repugnancia, despreciadas, combatidas i aun proscriptas, pero en fin las hemos visto i las vemos triunfar. Yo pudiera presentar un catálogo de estas verdades, pero no es aun tiempo, ni lo permiten los límites de este papel. Baste decir por ahora que se prohibieron como falsos i subversivos los libros i papeles que proclamaban i establecian los derechos de los pueblos i los principios fundamentales de la libertad, i leemos ahora en la constitucion española "que la soberanía reside esencialmente en la nacion; que

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